45. What if...? (+18)
Protegiendo sus ojos con una mano de la fuerza del sol, con la otra, colocó la sabana por encima de su cabeza. Por un momento, se había imaginado a Sirius en su habitación, esperando a que ella se despertarse para darle los buenos días. Eso habría pasado el verano pasado. Ahora que su hermano y sus amigos se habían graduado, también se habían independizado. Por desgracia, la habitación estaba vacía, al menos de humanos. Midnight dormía plácidamente en su sitio habitual.
Tras vestirse y arreglarse con un moño rápido, bajó a la cocina donde su madre se encontraba preparando el desayuno.
- Tu hermano y Lily llegaron hace una semana de la luna de miel. Tu hermano nos hizo muchas preguntas sobre dónde estabas... Creo que tal vez este sea el momento de contárselo
- Mamá...
- Si sí... ya lo sé. No sé, a veces pienso que fue un error no contárselo cuando tuvimos ocasión. – dijo su madre pensativa– Aun así pienso que se apuraron mucho en casarse. Solo llevaban saliendo un año... - dijo quejándose por enésima vez de la boda
- Tu hijo lleva desde primero detrás de Lily así que para él han sido siete años casi saliendo. Con todo lo que está ocurriendo, la gente cree que pueden morir mañana y se apresuran a tomar decisiones que normalmente les llevarían tiempo.
Hubo un largo silencio en la cocina. Cuando Alina terminó sus huevos, miró a su madre con preocupación.
- ¿Cómo crees que se lo tomará?
Su madre la miró desconcertada durante unos segundos hasta que entendió de qué estaba hablando su hija. Sus hombros cayeron un poco y miró la mesa con rostro cansado.
- No lo sabremos si no lo intentamos
- Está bien - se resigno Alina
Hacia tiempo que Alina estaba cansada de ocultar su secreto. Aunque James y ella fuera polos opuestos, James no se merecía ser desconocedor de algo tan importante y a la vez tan peligroso.
- Ahora que lo recuerdo.. Sirius vino ayer por aquí. Como no contestabas a sus cartas, vino a asegurarse de que estabas bien
El corazón de Alina dio un vuelco.
- ¿Y qué le dijisteis?
- Como tu padre no se encontraba en casa en aquel momento, le dije que te habías ido con él a un viaje. Todas tus cartas están en aquella caja – dijo mi madre señalando una caja que se encontraba encima de la mesa del salón. - De todos modos, si se lo contamos a James, sabes que Lily y Sirius también lo descubrirán, cierto?
Alina no sabía que temía más. ¿Y si Sirius no la quería por lo que era? Intentó alejar esos pensamientos y agarró todas las cartas que allí se encontraban. Tres eran de Sirius, una de Angelina y otra de Luke; Lily también le había mandado otra carta pero se fijó especialmente en una de color marrón claro. Agarró la carta, rasgó la apertura rápidamente y reveló el pergamino que se encontraba dentro.
Resultados del Nivel de Magia Ordinaria
Notas de Aprobado
Excepcional (O)
Supera las Expectativas (E)
Aceptable (A)
Notas de Desaprobado
Pobre (P)
Terrible (D)
Troll (T)
Alina Potter ha alcanzado:
Astronomía O
Cuidado de Criaturas Mágica O
Encantamientos E
Defensa Contra las Artes Oscura O
Adivinación E
Herbología O
Historia de la Magia A
Pociones O
Transformaciones E
Alina leyó el pergamino varias veces. Su respiración se hacía más fácil con cada lectura. Posó su dedo debajo de las notas... había excedido las expectativas en transformaciones, adivinación y encantamientos y su nota más baja era la de Historia de la Magia. En las demás, había sacado excepcional.
Miró a su alrededor. Su madre le daba la espalda ya que se encontraba lavando los platos. Unos minutos después, su madre se giró al notar que su hija la observaba y se acercó a donde estaba ella.
-¡Bien hecho!- dijo la Sra. Potter con orgullo, abrazándola. -Nueve TIMOS. Cinco excepcional. Muy bien. Incluso sacaste mejores notas que tu hermano.
Alina se alegró incluso más. Su hermano solo había conseguido sacar tres excepcionales y, en total, ocho TIMOS. Sonrió abiertamente ante el comentario de su madre y decidió cambiar de tema:
-Mamá, ¿Hay más salchichas?
Tras comentarle la decisión a su padre, organizaron una cena para los cuatro. Recibieron una carta de James, como no, insistiendo en llevar a Lily, pues ahora que estaban casados, no quería ir a ningún sitio sino era con ella.
A la señora Potter le costó unas tres cartas convencer a su hijo y la cena se pospuso. Cuando llegó el día, Alina estaba preparando su maleta. Al fin y al cabo, en dos días regresaría a Hogwarts para empezar su sexto año.
Ese día estaba tan nerviosa que rechazó salir con Sirius esa tarde. Alina sabia que Sirius tenia interés es averiguar donde había estado durante los días que no respondió a sus cartas pero cada vez que intentaba sacar el tema, buscaba cualquier manera de desviarse del tema.
Habría sido un final de vacaciones feliz y tranquilo, sino fuesen por las desapariciones, los accidentes extraños, las muertes que aparecían casi diariamente en el Profeta y muy posible el giro que iba a tener su vida cuando su hermano James descubriera su secreto.
Esa noche la Sra.Potter parecía muy tensa. Su padre estaba algo más calmado pero también se le notaba el nerviosismo en su rostro.
El día anterior, para despejarse, habían ido al Callejón Diagon a comprar nuevas túnicas. Se había encontrado a Walburga Black y a su hijo en Madame Malkin. Alina sabia que su madre se había contenido para no matar a la mala bruja que era la madre de Sirius. Al fin y al cabo, años atrás, persiguió a su propio hijo para matarlo hasta nuestra casa. Mi madre aún tenia cuentas pendientes con esa señora.
La anterior noche, Sirius y Remus cenaron en casa de los Potter. Como se hizo tarde, Euphemia les instó a quedarse a dormir y ninguno de los dos se opusieron a ello. Aunque Sirius y Remus durmieron en la misma habitación, a las tres de la mañana, cuando todo el mundo dormía, se coló en la habitación de su novia que, al igual que él, estaba despierta.
- Tenemos muchos besos pendientes
- Te has vuelto un tonto imprudente - respondió
- Mi única debilidad es que te necesito
Ambos se miraron durante unos segundos hasta que sus labios se juntaron salvajemente. La boca de Sirius abandonó la suya para enterrarse en su cuello, el cual lamió, mordió y tironeó.
Sirius ahogó un gemido en su hombro, el cual mordió con desesperación mientras sus dedos peleaban contra el pantalón de su pijama.
Sirius le apretó con fuerza las nalgas, pegándolo más a él. Se libró de su pantalón corto y se quitó los calzoncillos.
Sirius deslizó una mano por su piel hacia su sexo y deslizó lentamente un dedo en su interior mientras le rozaba el clítoris con el pulgar.
Sirius agarró su cadera con la mano izquierda. La derecha, la deslizó hasta su sexo donde comenzó a trazar suaves y lentos círculos, rozando con la yema de los dedos su clítoris. La acarició hasta que se quedó sin aliento.
Colocó las manos sobre sus muslos abiertos, los separó y se acomodó para deslizarse dentro de ella.
Le agarró por las caderas, las alzó hacia él e inclinándose sobre ella, introdujo su miembro hasta que estuvo dentro por completo. Ambos ahogaron la respiración. No querían que nadie los descubriera. Sirius se retiró un poco, y luego volvió a penetrarla. Comenzó a marcar un ritmo lento y suave.
— Eres asombrosa —le murmuró al oído.
Él se estrelló contra ella una y otra vez. Y otra. Sintió cuando Sirius se tensó y supo que estaba a punto de correrse así que, con su mano, comenzó a frotar su clítoris para llegar al mismo tiempo. Solo tardaron unos minutos más hasta que ambos llegamos al clímax.
Sirius quiso permanecer dentro de ella el mayor tiempo posible. Le acarició el pelo y alzó la cabeza para besarle la frente.
— Ha sido increíble —dijo Alina en voz baja
Sirius se separó con cuidado. Él le sonrió y le besó en los labios y esperó a que Alina se durmiera para regresar a la habitación de invitados.
Sirius y Remus se habían marchado después de comer y, aunque Sirius insistió mucho en llevarse a Alina con él a dar un paseo por Londres, esta se negó en rotundo. Ahora solo podía pensar en la reacción de su hermano.
Había disfrutado pasar un día con Sirius pues no sabría que pasaría después de esta noche.
James llegó puntual. La mesa ya estaba puesta y nos sentamos todos alrededor de la mesa. James empezó a hablar de su trabajo como auror y papá contó el ultimo descubrimiento que hizo en su pequeño laboratorio en el sótano.
Alina permaneció callada la mayor parte del tiempo y su hermano notó rara su actitud.
- ¿Va todo bien Alina? - preguntó James
Alina respiró profundamente. La mesa se quedó en silencio y Alina levantó la mirada para cruzarse con los ojos curiosos de su hermano.
- Tengo que contarte algo James...
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