36. Visita guiada
•
Alina Potter
•
- Deberían de escribir un libro que se llamara "Extraños Muggles y Como Domarlos" – exclamó Yasmine después de cerrar bruscamente su libro de Estudios Muggles.
- Pues ya sabes a que dedicarte cuando acabes tus estudios – le dije
Mientras Yasmine seguía desesperándose por su último examen de Estudios Muggles, le arrebaté el libro y lo abrí por una página cualquiera, solo para ver qué tipo de cosas aprendían en esa materia.
El Muggle Maligno
Este muggle no es muy difícil de identificar, hemos de tener precaución. No tienen ninguna habilidad especial, pero estos muggles te hacen sentir inferiores a ellos, pueden irritarte, o incluso, lastimarte con sus hirientes y duras palabras.
Para este muggle hay que tener paciencia e ignorar sus críticas destructivas y quejas. Si el muggle se siente ignorado verá que ya no es el centro de atención, se callará e intentara llamar tu atención y con mucha suerte se irá.
- ¿Qué demonios aprendéis en esa materia? – pregunté con tono de enfado
- Estupideces – contestó Yasmine
La noche antes del retorno a casa, preparé mi baúl, llena de emociones de todo tipo. Sentía miedo ante la posibilidad de que James descubriera mi secreto. Tenía miedo de que James no me entendiera y me repudiara por ello. Esperaba que el resultado del ganador de la Copa de las Casas le alegrase el día.
Madame Maxime le había mandado una carta tres días atrás invitándola a ella y a Maléfica a tomar un té a la Academia Mágica Beauxbaton durante las vacaciones de verano. Tenía muchas ganas de visitar la hermosa escuela francesa.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el profesor Dumbledore, que se levantó de su silla en la mesa de profesores. El Gran Comedor, el cual se encontraba inundado de risas y voces de felicidad por la finalización de otro curso más, quedó en completo silencio.
—El fin de otro curso —dijo Dumbledore, mirándolos a todos. Hizo una pausa, y posó los ojos por todas las mesas del Gran Comedor.—Son muchas las cosas que quisiera deciros esta noche —dijo Dumbledore— se que, a finales de este curso, el tiempo ha provocado que os hayamos tenido encerrados en el castillo en una de las mejores épocas del año pero esto tiene una explicación – de nuevo el Gran Comedor se llenó de murmullos de sorpresa de los estudiantes. Yo miraba confundida a sus amigas – Los tiempos están cambiando. Sé que el Ministerio me prohibió, en más de una ocasión comunicaros esto pero, al ver que ni siquiera vuestras propias familias os abren los ojos, yo y los profesores de Hogwarts hemos decidido ser nosotros los que lo hagamos – Dumbledore se giró y poso su mirada en la profesora McGonagall
La profesora McGonagall se levantó de su silla detrás de la mesa de los porfesores y se colocó delante de todos los alumnos de Hogwarts
- Debido a ser un tema bastante delicado, me he ofrecido voluntaria para explicarlo yo misma. Como ya sabéis, hace aproximadamente 7 años, un mago oscuro que todos conocéis perfectamente, formo una organización junto a otros magos a los cuales llamo mortífagos y se proclamó el nuevo Señor Oscuro. – varios estudiantes comenzaron a murmurar y señalar a la mesa de Slytherin – Ya se lo que pensáis, pero dejadme seguir – McGonagall espero a que los alumnos guardaran silencio y continuo hablando – Gracias. El Innombrable planeó una revolución contra el Ministerio de Magia. Los Mortífagos, originalmente atacaron principalmente a Muggles y a los magos y brujas nacidos de muggles, mientras utilizaban la Maldición Imperius y el chantaje para obtener servidores secretos en altos lugares, con la intención de desestabilizar al Ministerio, que trató desesperadamente de mantener el orden, así como el secreto hacia el mundo Muggle. Cuando el Ministerio mostró que no se rendirían fácilmente a la insurrección, los Mortífagos intensificaron sus esfuerzos. Varias familias de magos han sido asesinados y muchos de sus hijos están aquí, sentados con vosotros. El terror y el caos se esta apoderando del mundo mágico
- Esa es la causa de este inusual mal tiempo. – interrumpió Dumbledore a la profesora McGonagall. Esta asintió y volvió a su sitio. –El Ministerio ha tratado de ocultar todos estos sucesos, así como vuestros padres y algunos de los alumnos que estáis aquí en este Comedor para que así, jóvenes magos, estéis tranquilos sin saber lo que está ocurriendo fuera de estos muros. Yo estoy en contra del Ministerio por esa absurda idea. Creo que debéis ser conscientes de lo que esta ocurriendo y del peligro que corréis. Voldemort esta ganando poder y debéis ser más listos que él o sino, sufriremos las consecuencias.
- Por eso nos obligaban a permanecer en el castillo – comentaba Sirius mientras guardaba sus cosas en el baúl. – Tenían miedo de que los mortífagos llegarán al colegio y atacaran a los estudiantes
- Creo que Dumbledore ha tomado la decisión correcta al contar a los estudiantes lo que esta ocurriendo – comentó Remus
- Yo no lo creo así – repuso James – Creo que habría sido mejor que no lo supieran
- ¿Estás loco? Corremos todos peligros. No podemos ocultarles la verdad – exclamó Remus - James, tu lo dices porque sabes la verdad y quieres proteger a tus seres queridos pero, y si fuera al revés? ¿Te gustaría no saber lo que está ocurriendo?
James no dijo nada pero su expresión indicaba muchas cosas.
- ¿Creéis que estaremos seguros el año que viene en Hogwarts? - preguntó Peter con miedo
- Por supuesto. Es nuestro último año en Hogwarts y debemos de aprovecharlo antes de incorporarnos a la Orden. ¿Tu que opinas James?
- Sí, tienes razón. Mientras nos mantengamos unidos – dijo James con una sonrisa
- Por supuesto – dijeron los Tres Merodeadores a la vez.
Mi baúl ya estaba listo. Midnight se encontraba de nuevo en la jaula, y la jaula encima del baúl.
Con el resto de los alumnos de Hogwarts, Yasmine, Stephany y Angelina aguardaban en el abarrotado vestíbulo los carruajes que los llevarían de vuelta a la estación de Hogsmeade.
Era otro hermoso día de verano. Me imaginé que, cuando llegara aquella noche, en su casa haría calor y los campos estarían frondosos, con macizos de flores convertidos en un derroche de color.
Mi ánimo se alegró un poco al ver a Luke y Brian se acercaban a hablar con ellas un rato antes de subir al tren color escarlata.
El tiempo no pudo ser más diferente en el viaje de vuelta a King's Cross de lo que había sido a la ida en septiembre. No había ni una nube en el cielo.
Las chicas habían conseguido un compartimiento para nosotras solas. Midnight dormitaba con la cabeza bajo el ala en su jaula.
Angelina, Stephany, Yasmine y yo hablamos mientras el tren marchaba hacia el sur. Parecía que el discurso de Dumbledore y McGonagall en el banquete de fin de curso había provocado sensaciones raras entre los estudiantes.
Sólo dejaron de hablar de lo que Dumbledore había comentado sobre Voldemort cuando llegó el carrito de la comida.
Cuando Yasmine regresó del carrito y guardó el dinero en la mochila, sacó un ejemplar de El Profeta que llevaba en ella.
Lo miré, no muy seguro de querer saber lo que decía, pero Yasmine, al ver mi actitud, me comentó con voz tranquila:
— No viene nada. Puedes comprobarlo por ti misma: no hay nada en absoluto. Lo he estado mirando estos días antes de irnos. Pienso igual que Dumbledore. El Ministerio está cometiendo un error al no contarnos lo que pasa
- Pues yo prefería no haberlo sabido – confesó Stephany
- Sé cómo te sientes, pero debemos ser conscientes de lo que está ocurriendo. – comentó Angelina.
- Solo nos quedan tres años en Hogwarts, ¿Cómo creéis que será la situación cuando nos marchemos? – preguntó Yasmine
- Espero que mejor - murmuró Angelina
La puerta del compartimiento se abrió. Luke y Brian entraron en el compartimento con los brazos llenos de dulces. Al parecer, se tropezaron con el carrito de la comida
- Regulus te busca – me dijo Luke
Salí al pasillo y vi al joven Black al final de este.
- ¿Como estás? Después de todo lo ocurrido... - se intentó disculpar Regulus
- Tu lo sabías todo, verdad? –
- ¿El qué? – preguntoóRegulus confuso
- Lo que estaba ocurriendo – aclaré
- Bueno...
- Porque eres uno de ellos. Confiésalo
- Te crees lo que te ha dicho mi hermano, verdad? – preguntó cambiando su tono de voz a uno más frío y calculador
- ¿Por qué Regulus? Tu no eres uno de ellos...
- No lo entenderías...
- Creía que eras diferente, pero eres igual que todo el resto de tu familia. Mantente alejado de mí – dije dejándolo solo en el medio del pasillo.
Luke le estaba contando a las chicas la broma que Sirius y James le habían gastado a Snape hace unos instantes.
- A Snape no le sentó muy bien la combinación de la maldición furnunculus y el embrujo piernas de gelatina. Ahora tiene la cara llena de tentáculos.
- ¿Como puedes convivir con ellos? – me preguntó Brian
No contesté a la pregunta básicamente porque no tenia respuesta para ella.
— ¿A alguien quiere echar una partida con los naipes explosivos? —preguntó Luke, sacando un mazo de cartas.
El resto del viaje fue bastante agradable. El expreso de Hogwarts no tardó en acercarse al andén nueve y tres cuartos aminorando la marcha. La confusión y el alboroto usuales llenaron los pasillos mientras los estudiantes se apeaban.
Mis padres nos esperaban al otro lado de la barrera. La señora Potter corrió a saludarnos a y por último saludó a Sirius.
—Hasta luego Alina—se despidió Yasmine
— ¡Adiós Yasmine!
— ¡Nos vemos después del verano! – gritó Yasmine mientras se alejaba con sus padres.
- ¿Sigues teniendo visiones? – pregunto Maléfica
- Sí, pero van a menos. – contesté - En serio esto es... - dije sorprendida
- Sí. Bienvenida a la Academia de Magia Beauxbatons
Me lo habían descrito innumerables veces como el palacio más hermoso de la Tierra. Las paredes de marfil brillaban intensamente y sus ventanales decorados magníficamente hacían que el castillo se viera más hermoso de lo que eran y el techo era de tejas de oro blanco.
- El castillo tiene una capacidad para alojar a unas 5,000 personas. Salones del té, salones de duelo, gimnasios especializados en artes atléticas, bibliotecas, salones de música, comedores, sótano adecuado para la creación de pociones, y salones de clases... Muy –dijo Maléfica buscando la palabra adecuada para definir el grandioso castillo
- ¿Francés? –pregunte intentando ocultar la risa
- Esa no sería la palabra más adecuada pero... creo que vale – dijo guiñándome un ojo
El jardín trasero del castillo, que era lo que veíamos desde la colina, presentaba una enorme colección de estatuas de sirenas, hadas, ninfas y diosas.
- Creo que no han pillado la esencia de las hadas – comentó Maléfica mirando atentamente una de las estatuas, la cual era una imitación de un hada.
- Es un poco...
- Pequeña – añadió – Siempre nos confunden con las Pixies
- Dímelo a mí – dije recordando la desastrosa clase de Madame Merrythoughten.
- Mira eso – dijo Maléfica indicando un pequeño colibrí que revoloteaba alrededor nuestra – Utilizan a los pequeños colibrís como protección y vigilancia de la academia – El colibrí se alejó de nosotras en dirección al castillo – Habrá ido a avisar a Madame Maxime – comentó Maléfica al ver mi cara de sorpresa.
La directora se encontraba en su despacho cuando el pequeño colibrí entró por la ventana para avisar que ya habíamos llegado. Maxime se levantó energéticamente y se acercó al pequeño tocador que tenía en su despacho. Escogió el mejor perfume que tenía y después de aplicárselo, salió de la habitación en dirección a la entrada principal para recibir a las invitadas.
Llegamos a la entrada principal del castillo. Por la puerta principal salió una enorme mujer, de rasgos delicados, ojos oscuros, rizos negros recogidos en un moño azul cielo. Vestida elegantemente, destilaba distinción a cada paso. Justo en sus talones, dos señoritas hermosas, uniformadas en faldas azules, zapatillas altas delicadas, sombreros inclinados y chaquetas de alta costura la acompañaban.
- Maléfica – saludó Madame Maxime – Me alego de que hayas podido venig
- Por supuesto. No me perdería una invitación a tu hermoso castillo
- Que cosas me dices... ¡Alina! Me alego de que hayas venido tu también
- Muchas gracias por la invitación – dije amablemente
- No hay de que quegida. Estas son Célestine Bonnet y Sophie De la Fontaine, mis alumnas más predilectas.
- No sabía que los estudiantes pudieran permanecer en el castillo durante el verano – comento Maléfica mientras seguía a Madame Maxime hacia la entrada del castillo.
- Tenemos actividades de vegano paga los estudiantes que quiegen pegmaneceg aquí dugante las vacaciones – Dijo Maxime – Además, cogemos peligo todos y los pages de mis alumnas pefiegen que sus hijas pegmanezcan aquí dugante el vegano pogque es más segugo
- ¿Corréis peligro aquí también? – pregunté
- Pog supuesto cagiño. Nadie está segugo. Dumbledore me dijo que también había pensado en ofeceg esa posibilidad a los estudiantes de Hogwags este vegano pego, pog lo que se ve, ha cambiado de idea. – comento Maxime
•
Los Merodeadores
•
- James - Dijo mi madre, tras notar que estaba perdido. - ¿Despertaste a Sirius?
- Lo olvidé – dije mientras me levantaba y subía al piso superior para despertarlo
Subí a nuestra habitación y lo vi ya listo. Era sorprendente; Sirius en vacaciones levantado sin que tenga que decírselo ni una vez.
- Canuto - Dije burlón – te ha despertado un hada mágica de tu dulce sueño?
- Muy gracioso - dijo intentado imitar mi sonrisa burlona.
Bajamos, desayunamos y después de recoger nuestra habitación, Sirius y yo fuimos al Callejón Diagon utilizando los polvos Flu.
Después de pagar los helados, fuimos a Flourish y Blotts para comprar los libros de séptimo curso. Mi madre nos había dado dinero suficiente para comprar todos los libros de ambos pero Sirius quería pagar su parte y al final tuve que ceder a regañadientes.
Comencé a meterle prisa a Sirius para que acabara de comprar sus dulces y artículos de broma ya que quería regresar a casa rápido porque Lily y Remus vendrían a pasar la tarde con nosotros en mi casa. Lily en mi casa. No me lo podía creer
- Tranquilo Cornamenta – me dijo Sirius – No llegarán hasta dentro de 1 hora
- Ya lo sé pero, ¿quieres darte prisa?
Lily se había desplazado a la casa de Remus para poder utilizar su Red Flu.
- Ya podíamos tener la licencia de aparición... - protestó Lily
- Yo también estaba pensando lo mismo
Remus le comentó a Lily, mientras preparaban los polvos flu, que la casa de James era enorme; tenía tres pisos (uno de ellos subterráneo) y una enorme piscina en la parte de atrás, idea de Alina.
En cuanto a sus padres, Remus le dijo a Lily que no se preocupara por ellos, que eran encantadores y que estaban deseando conocerla ya que tanto Alina como James, sobre todo James, habían hablado muy bien de ella.
La desagradable sensación que producían los polvos Flu se apoderaba de Lily Evans. Había decidido ser la segunda en utilizarlos y, consecuentemente, ser la última en llegar a la casa de James. Cuando por fin sus pies tocaron suelo, varias manos tiraron de ella y se encontré con el rostro sonriente de Remus y James recibiéndola en la casa de este ultimo.
•
Alina Potter
•
- Solo por curiosidad... ¿Hay clases de gimnasia artística?
- Pog supuesto. Es una de las cagactegisticas pgincipales de las alumnas de Beauxbatons - Maxime me miro – Quieges integtarlo?
- Me gustaría probarlo
- Me pagece fantastique – exclamo Maxime – Célestine, Vous pouvez accompagner Alina aux clases de gymnastique artistique?
- Oui - respodio Célestine – Acompañame s'il vous plait
Seguí a Célestine de cerca para no perderme por el inmenso castillo. El castillo por dentro era muy grande e iluminado por grandes cristaleras y ventanales que dejaban ver el hermoso paisaje que rodeaba el castillo. La clase de gimnasia artística se encontraba en la segunda planta del castillo. El aula donde realizaban gimnasia artística era enorme y estaba acondicionada para realizar todo tipo de ejercicios y, lo más importante, es que la profesora que impartía las clases sabia hablar perfectamente el español (Nota de la autora: sería inglés, pero como la novela está escrita en español, pues la profesora habla español)
Mi madre había "obligado" a Lily a volver a nuestra casa así que, tres días después, Lily se encontraba de nuevo en nuestra casa. Sirius, Lily y yo nos encontrábamos en nuestro cuarto jugando a los naipes explosivos cuando mi madre entro en la habitación
- Midnight ha traído una carta de parte de Alina
- ¿Y qué dice la carta? – pregunté con curiosidad
- Tu hermana ha escrito que quiere pasar unos días más con vuestra tía Marge
- ¿Y eso? – pregunté extrañado
- No sé. Ya te contará cuando vuelva – dijo mi madre dejándome con la palabra en la boca
- Que extraño... - dije pensando en lo que me acababa de decir
- ¿Por qué es extraño? – preguntó Lily mientras observaba atentamente el movimiento que acababa de hacer Sirius con sus cartas
- Mi hermana nunca ha soportado a la tía Marge y desde hace unos años siempre está deseando que llegue el momento de que nuestra tía la venga a buscar...
- Creéis que ha encontrado a alguien mejor que yo? – preguntó Sirius con tono de tristeza
- No digáis estupideces. Se lo estará pasando bien y deseara quedarse unos días más allí porque a lo mejor aquí se aburre
- Imposible – exclamó Sirius ofendido – Me tiene a mi
James pegó tan fuerte a Sirius que provocó que las cartas de este se esparcieran por toda la cama dejándolas ver claramente por lo cual tuvieron que volver a empezar de nuevo la partida que, precisamente, iba ganando Canuto.
PREGUNTAS HARRY POTTER
1) Libro que menos os ha gustado (no vale decir ninguno)
2) ¿Quedaste satisfecha con el final de Harry Potter?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top