19. El secreto de Remus Lupin
•
Alina Potter
•
La cita con Louis fue genial. Me llevó al Lago Negro y allí estuvimos toda la tarde hablando y conociéndonos mejor. La verdad era un chico amable y divertido. Lo había visto en varias ocasiones antes, cuando coincidíamos en los pasillos o entre clase y clase. Supongo que Lily lo conocía aun más si pensó que sería una buena idea que tuviéramos una cita juntos.
Cuando ya empezaba a oscurecer, decidimos volver al castillo y concretar nuestra próxima cita para la semana siguiente en el mismo sitio y a la misma hora.
- Adiós – dijimos los dos y nos dirigimos cada uno a nuestra respectiva mesa con una sonrisa tonta en el rostro
- ¿Qué tal te ha ido? – dije mientras me sentaba entre Angelina y James
- ¿Cuando pensabas contarme que estabas saliendo con Louis? – dijo James enfadado
- ¿Os habéis besado? – preguntó Yasmine con una sonrisa picara
- Callaros – protesté – Me ha ido bien. No estoy saliendo con él y NO, NO NOS HEMOS BESADO – dije ruborizándome al pensar en esto último
- Como te haga algo malo juro que... - dijo James apretando muy fuerte sus manos
- Relajate. – dije tranquilizándolo – No pasa nada entre él y yo
- Más vale – dijo mirando hacia la mesa donde estaba sentado Louis. James odiaba a todos los Slytherin y que saliese con uno no le hacía especial ilusión.
Decidí pensar en otra cosa para no amargarme.
- ¿Y Remus? – pregunté al ver que no estaba. James, Sirius y Peter me miraron nerviosos.
- Em – dijo Sirius – Se encontraba mal. No te preocupes
- Oye Angelina – pregunté susurrando – ¿A qué día estamos?
- A 24 de mayo – dijo tranquila
- ¿Y hoy hay luna llena? – pregunté nerviosa
- Si, creo que si - dijo Angelina mientras bebía un poco de agua. Asentí pensativa.
- Creo que no me encuentro bien. Me voy a dormir – dije levantándome
- ¿Quieres que te acompañe? – preguntó James mirándome preocupado por mi cambio de actitud.
- No te preocupes. Son... cosas de chicas – dije bajito guiñándole un ojo a lo que él ya entendió a que me refería y no dijo nada más
Entré por el retrato de la Señora Gorda y subí corriendo las escaleras que conducían al dormitorio de los chicos. Abrí la puerta de la habitación que James compartía con los chicos y mis dudas fueron aclaradas. Remus no estaba. Y eso solo quiere decir una cosa: Es un hombre lobo (o tiene diarrea y está en enfermería...)
Bajé las escaleras y subí hasta mi habitación. Las piezas del puzzle estaban encajando. Los ruidos en las noches de luna llena, las ausencias de Remus todos los días, el nerviosismo de los chicos cuando preguntaba algo. Mañana comprobaría si estaba en lo cierto y Remus era un licántropo.
Me levanté antes que las chicas, entré en el baño, me aseé y salí para vestirme.
- Aún es muy temprano Alina - protestó Angelina cubriéndose con las mantas
- Para mí no – les dije mientras me ponía los calcetines
- PERO SI SON LAS 9 DE LA MAÑANA Y ENCIMA ES DOMINGO!!! – protestó Yasmine mientras me lanzaba una almohada la cual esquive
- Nos vemos después – dije saliendo de la habitación
No había dormido mucho pensando y analizando todo lo que había ocurrido durante estos dos años. El comedor estaba bastante vacío a esa hora de la mañana pero yo sabía que una persona que si estaría allí. Remus.
Lo vi sentado en su sitio habitual, cabizbajo, mientras comía lentamente y leía un libro.
- Hola Remus – dije sentándome enfrente de él.
- ¡______! – Dijo soltando de repente el libro que estaba leyendo – ¡Me has asustado!
- ¿Quá tal estas? Me dijeron que estabas enfermo
- Em... si. No me encontraba bien... - dijo nervioso
- Es curioso – dije cogiendo una tostada y comiéndola - que simpleg teg pongas malog todogs logs meses... - Remus se había puesto blanco como la leche – Bueno, debo irme. Tengo deberes por hacer – dije levantándome – Adiós Remus – Remus me miraba con los ojos como platos y bajó la mirada hacia su libro cuando se dio cuenta que lo estaba mirando de reojo.
•
Los Merodeadores
•
- Creo que tu hermana sospecha algo – dijo Lupin entrando en su habitación. Sirius estaba leyendo una revista, Peter estaba levitando unos libros con su varita y James jugando con su snitch. Todos le prestaron atención.
- ¿A qué te refieres? – preguntó Peter mirando hacia sus libros
- Que Alina sabe que soy... – dijo Lupin con un tono de amargura
- No digas tonterías, Lunático – dijo Sirius poniendo la revista en su mesita – Como va a saber Alina lo que eres?
- Hablo en serio. O lo sabe o está cerca de descubrirlo
- No tienes de que preocuparte – dijo James mirando a su amigo – Aunque mi hermana lo descubriera, no diría nada, no es de esas...
- Ya pero si tu hermana se entera de que Remus es un licántropo, también va a descubrir que nosotros somos animagos. Y no es un secreto que quiero que descubran – dijo Sirius haciendo una mueca de horror - un mucho menos ella
- Está bien – dijo James levantándose – Iré a hablar con ella y ver que sabe
- ¿Estás loco?– exclamó Remus
- Tranquilízate Lunático, solo voy a indagar a ver si sabe algo. No se lo voy a decir. No quiero que se meta en líos, porque estoy seguro de que si lo sabe, querrá ayudar y eso no se lo voy a permitir... - dijo saliendo de la habitación sin hacer caso a sus amigos.
James se acercó a su hermana que se encontraba haciendo los deberes en los jardines de Hogwarts
- ¿Qué pasa hermanita? – dijo James acercándose a Alina.
Había decidido bajar a los jardines a hacer los deberes para relajarse por lo que iba a suceder esta noche.
- ¿Qué pasa? – dijo. – ¿Ocurre algo?
- Veo que últimamente pasas mucho tiempo con Louis – dijo tumbándose a su lado y apoyando su cabeza en sus piernas
- Tal vez – dijo sonriendo tontamente
- ¿Es que te has olvidado de que tienes un hermano? – dijo haciendo un puchero
- No seas idiota... sabes que te quiero mucho – dijo besando su frente - Solo estoy conociéndolo
- ¿Qué te parecen mis amigos? – dijo cambiando de teme de repente
- ¿A qué viene esa pregunta ahora? – preguntó sorprendida
- No se... ¿Hay algo que quieras comentar? – preguntó
- No – dijo tranquila
- Entonces tengo que contarte que Sirius nos ha invitado a pasar un fin de semana en casa de su prima en verano, ¿quieres venir?
- Claro... supongo – contestó un poco nerviosa
- ¿Cuál es el problema con Sirius? – pregunto sentándose y mirándola fijamente. James nunca entendió ese amor-odio entre ellos dos. Sabía que ambos se preocupan el uno por el otro pero, cuando te dabas cuenta, se llamaban de todo con total de hacerse daño.
-No se de que me hablas – responde fingiendo confusión
- Sé que estuviste llorando por su culpa y creo saber el motivo – Alina no sabía que decir así que como James vio que no iba a hablar, continuo él – ¿Te gusta Sirius?
- No digas estupideces... tengo novio – dijo poniéndome roja ante la idea de gustarle Sirius
- ¿Qué tienes que? – dijo James exaltado. - Dijiste que os estabais conociendo.
Alina se maldijo por habérsele escapado esa pequeña información.
- Si... em... Louis me pidió que fuera su novia y le dije que si – dijo ruborizándome
- Tendré que hablar con el sobre esto muy seriamente – dijo colocándose bien las gafas
- Lo mejor seria que no lo hicieras... te tiene algo de miedo
- ¿Miedo? ¿Porque? – preguntó confundido
- ¿Tu que crees? – le dijo irónicamente
James solo bufó y comenzó a peinarse mientras miraba hacia el lago.
- Desde que llegaste a Hogwarts, te la pasas gastándole bromas a los de Slytherin. Algunos te tienen miedo por si van a ser los siguientes. Así que no, no hablarás con él.
James guardó silencio mientras procesaba todo. Sin embargo, seguía habiendo un tema que lo desconcertaba.
- ¿Segura de que no te gusta Sirius? – dijo James insistiendo en el tema
- Te he dicho que no. Además tengo novio...
- ¿Y que?? Yo también tuve novias varias veces y estaba enamorado de Lily, bueno estoy enamorado de Lily– comentó como si fuera algo normal.
- ¿Te escuchas alguna vez? Nadie saldría con otra persona si de verdad está enamorado.
- Lo haces si crees que es lo mejor para esa persona. - dijo James seriamente y eso la dejó pensativa. - Algunos salen con otra gente para olvidarse de cierta persona... Te voy a dar un consejo como hermano y como amigo... aléjate de Sirius.
•
Alina Potter
•
Después de cenar en el Gran Comedor, los prefectos dirigieron a los alumnos a sus respectivas salas comunes. Alina iba hablado con sus amigas aunque su mente estaba en otro sitio.
Después de asegurarse de que sus amigas estaban durmiendo, se puso las botas y el abrigo, abrió la ventana y echó a volar sobre Hogwarts. Para coger velocidad y altura, Alina dio varias vueltas al castillo de Hogwarts, pero la razón fundamental era asegurarse de que nadie estuviera despierto y de que nadie la viera.
Una hora después, se acercó al sauce boxeador, pero este estaba tranquilo. Eso hizo sospechar a Alina, que miró al cielo buscando la luna llena, que en aquel momento se encontraba tapada por unas nubes. La noche estaba tranquila, así que decidió seguir volando un rato para ver si encontraba algo extraño.
Cerca de los limites del bosque prohibido, vio a lo lejos a dos animales que corrían uno detrás del otro a gran velocidad. Se adentró en el Bosque Prohibido para ocultarse entre los arboles, mientras seguía a esos animales que corrían rápidamente entre los arboles de una manera extraña. Alina los seguía de cerca pero a la vez ocultándose por si los animales notaban su presencia aunque algo le hacía sospechar de que no se trataba de animales.
Los dos animales se pararon en seco, y pudo comprobar que estaban buscando algo. Cuando distinguió que tipo de animales eran, comprobó que uno de ellos eran un gran perro negro. A su lado, un gran ciervo, de pelo muy brillante, miraba hacia todos lados.
En ese momento supo que no se trataba de animales, ya que estés no se comportarían nunca así. Un perro y un ciervo comportándose de una forma tan extraña era algo muy raro.
Un ruido ensordecedor rompió el silencio de la noche y los dos animales corrieron hacia el lugar de donde procedía el sonido.
Alina les estaba perdiendo de vista por lo cual optó por volar por encima de los arboles para poder ganar velocidad. Los dos animales se dirigían hacia el final del Bosque Prohibido pero corrían cerca del limite del bosque, un limite que estaba bordeado por el Lago Negro. El sonido estaba cada vez más cerca y cuando consiguió escuchar mejor, se dio cuenta de que tipo de ruido era: Eran aullidos.
Voló más rápido y cuando estuvo cerca del lugar se posó sobre la rama más alta de un árbol y no se podía creer lo que estaba viendo.
El hombre lobo tenia una apariencia casi indistinguible de un verdadero lobo, aunque el morro era un poco más corto y las pupilas más pequeñas, unas pupilas más humanas que animales, y la cola más corta.
El ciervo y el perro se acercaron al hombre lobo, que estaba aullando a la luna. Alina pudo observar que entre los tres animales se encontraba uno más. Una rata pequeña estaba detrás de una de las patas del perro negro el cual observaba al hombre lobo atentamente. Como quería observar mejor la escena, intentó inclinarse para ver mejor, pero la rama hizo un ruido que se escuchó claramente y lo cual provocó que el hombre lobo echara a correr en dirección a donde se encontraba.
Echó a volar rápidamente, pero sabia con exactitud de que el hombre lobo la seguía muy de cerca. Intentó volar lo más rápido posible en dirección al castillo, pero se dio cuenta de que si acercaba al hombre lobo al castillo, podría provocar enormes desgracias esa noche. Cambió de dirección y voló hacia el campo de quiddich. Estaba muy cansada por lo que se subió a las gradas más altas para poder descansar. El hombre lobo estaba intentando subir, y eso le daba unos segundos para descansar mientras no conseguía llegar a ella. El ciervo y el perro también venían detrás pero debido al cambio en la dirección que tomó, se perdieron. Alina observó el cielo y pudo comprobar que la noche se estaba acabando y que pronto saldría el sol, por lo cual el hombre lobo mostraría su apariencia humana.
Tuvo que admitir que fue como si el hombre lobo leyera sus pensamientos porque deóo de intentar subir a las gradas y echó a correr en dirección al Bosque prohibido. Sacó su varita y dirigió un hechizo hacia el hombre lobo, que quedó paralizado justamente en el momento en que los primeros rayos de sol salían por el horizonte.
El hombre lobo estaba cambiando su apariencia, mientras se retorcía de dolor. Cinco minutos después, ya no había ningún lobo, sino un joven desnudo tumbado en el suelo, semiinconsciente. Aprovechó para acercarme un poco y pudo comprobar que había acertado con su teoría.
Cuando estaba de pie a su lado se dio cuenta de algo ¡Acababa de ver a Remus desnudo!. No sabía si taparse los ojos o darse la vuelta. Sería una imagen que no podría sacarse de la cabeza en años.
Alina escuchó ruidos provenientes de las cercanías del campo, así que se escondió detrás de las gradas y vio que se acercaban corriendo el perro negro, el ciervo y la rata y que en el momento en el que hayaron al lado del joven inconsciente se transformaron, mostrando su verdadera apariencia.
En aquel momento se encontraban Los Merodeadores al completo en el campo de quiddich después de una noche de Luna Llena.
El resto del último trimestre transcurrió bajo un sol radiante y abrasador. Hogwarts siguió tan tranquilo como siempre.
Dos semanas después de descubrir el secreto de Remus Lupin, a la hora del desayuno, las lechuzas comenzaron a invadir el Gran Comedor y Midnight depositó una carta en las manos de su dueña y en la cual solo había tres palabras escritas:
Remus John Lupin
La respuesta de Maléfica había llegado tarde. Además de descubrir el secreto de Remus también sabia que su hermano y sus amigos, que se encontraban charlando mientras desayunaban como si no pasará nada, habían conseguido transformarse en animagos, lo cual es una tarea muy dura, para poder ayudar a su amigo en las noches de Luna Llena. Alina no se había enfadado en lo más mínimo en cuanto a que James no le hubiera contado lo que era, porque sabia que si James se lo contaba, se ofrecería a pasar las noches de Luna Llena con los chicos y no se lo permitirían.
Aún así, los últimos meses de curso se mostró distante con ellos. Le costó mucho asimilar el secreto de su hermano y amigos. Muy pronto llegó el momento de volver a casa en el expreso de Hogwarts.
•
Sirius Black
•
Alison, junto a sus amigas, bajaba las escaleras hacia la entrada del castillo con la certeza de que no las pisaría nunca más. Caminaba lentamente, mirando los cuadros de las paredes, intentando almacenar cada detalle en su memoria. Sus amigas le pasaban el brazo por los hombros y la abrazaban. Algunas lloraban, la iban a extrañar mucho.
Al cruzar el umbral de la puerta de entrada, Alison vio a Sirius. Estaba recostado en la baranda, pero al verla, se enderezó automáticamente y, con una leve sonrisa, se acercó a ella a paso lento. Las amigas de Alison sabían que sobraban en la escena, le dijeron que la esperaban en los carruajes. Alison asintió y las vio alejarse. Su mirada se encontró con la de Sirius.
– No me podía ir sin despedirme.
Alison sonrió y, a continuación, se abrazaron.
– No quiero que te vayas sin saber que eres lo más increíble que hay en el mundo y que te mereces toda la felicidad que existe y más.
Alison lo abrazó con aún más fuerza, con su cabeza recostada en el hombro de Sirius. Se separaron unos pocos centímetros y se vieron a los ojos. Alison apretó los labios, sus labios se llenaron de lágrimas y, entre suaves sollozos, dijo:
– Te he extrañado mucho.
– Yo también. Muchísimo. Muchísimo, Alison. Todo el tiempo.
Se miraron sin decir nada y se besaron por última vez. Caminaron juntos a los carruajes y ahí se despidieron. Cada uno se fue con sus amigos y no volvieron a verse en un largo tiempo.
Alina, Angelina, Yasmine, Stephany, Luke y Brian tuvieron todo un compartimento para ellos solos. Aprovecharon al máximo las últimas horas en que les estaba permitido hacer magia antes de que comenzaran las vacaciones. Jugaron al snap explosivo y también a desarmarse unos a otros mediante la magia. Cuando faltaba media hora para llegar, la puerta de su compartimiento se abrió, dejando ver a Sirius Black.
- Puedo robaros a Alina un momento? – preguntó Sirius
Alina miró a sus amigos sin entender nada y salió del compartimiento mientras Sirius cerraba la puerta detrás de ella.
- ¿Ocurre algo? – preguntó Alina mientras se apoyaba en la pared del vagón. Ella hbaía estado rara con ellos pero también había notado que en los últimos meses Sirius no había sido el de siempre.
-Sé que después no podré decir nada porque James no me va a dejar hablar contigo a solas
- ¿Decirme el qué? – preguntó nerviosa. Alina se empezó a imaginar cosas y su corazón empezó a latir muy rápido. ¿Desde cuando le ponía tan nerviosa estar cerca de Sirius?
- Creo que James ya te menciono algo pero me preguntaba... - dijo Sirius rascándose la nuca
- ¿Si? – pregunto cada vez más nerviosa
- Si vendrías a casa de mi tía este verano – dijo Sirius muy rápido y en tono suplicante
- ¿Qué? – dijo Alina sin evitar mostrar decepción
- Por favor, es que si no vienes tu, tus padres no dejaran venir a James
- Eres un imbécil – dijo Alina alejándose de él y dejándolo solo en medio del pasillo
- Alina, ESPERA!!! – dijo Sirius corriendo detrás de ella
- Vete a la mierda – dijo muy furiosa
- ¿Qué ocurre? – dijo Sirius – ¿Es que pensabas que te iba a pedir otra cosa? – dijo con una sonrisa
No pude evitar ponerse toda roja de la ira.
- No digas estupideces. Tengo novio y tu también – dijo girándose para mirarlo fijamente
- Que yo sepa Remus aún no aceptó mi proposición - dijo pensativo. Abrió los ojos como platos y Sirius negó varias veces insinuando que lo que dijo era algo que nunca comprendería - En realidad, hace 4 meses que lo dejé con Alison – dijo pero en su voz pudo notar la tristeza.
- Pero si os vi besándoos antes y... - explicó ella
- Solo me estaba despidiendo... - dijo mirándola con una clara tristeza en sus ojos. Alina no sabía que decir.
- ¿Te gustaba de verdad? – le preguntó sorprendentemente dolida
- Sí - dijo finalmente sin mirarla – Pero no vine a hablar de mi vida personal ¿vas a venir? – dijo volviendo a mirarla fijamente mientras se acercaba a ella. Ya nos encontrábamos de nuevo en la puerta del compartimiento
- Está bien.... – dijo finalmente
- Gracias – dijo mientas corría a abrazarla y le daba un beso en la mejilla. Justo en aquel momento, se abrió la puerta del compartimiento, dejando ver a un Louis muy enfadado.
Apartó a Sirius y este al ver de qué se trataba, sonrió con malicia y se dirigió hacia su compartimiento dejándola sola con su novio que deseaba escuchar explicaciones urgentemente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top