17. La poción multijugos

Alina Potter

El día anterior a las vacaciones de Navidad, en la sala común de Gryffindor , Yasmine, Stephany, Angelina y Alina estaban sentadas en los asientos más cómodos.

Yasmine estaba de muy mal humor y seguía emborronando sus deberes de Encantamientos cuando, sin darse cuenta, cogió su varita mágica para quitar las manchas, el pergamino empezó a arder. Casi echando tanto humo como sus deberes, Yasmine cerró de golpe el libro reglamentario de hechizos.

- ¿Te vas a casa por navidades Alina? - preguntó Stephany

- Si - dijo - Mi tía Marge quiere que pase unos días con ella.

- Yo también me voy - dijo Yasmine - Vienen mis primos franceses de vacaciones - dijo con un gracioso acento francés

- Yo y Angelina nos quedaremos - dijo Stephany - ¿Sabes si se quedan los chicos? - preguntó con curiosidad

- ¿Lo dices por Remus? - preguntó Alina divertida - Tranquila Angelina, Remus se queda. Y Peter y Sirius también. Mis padres han obligado a James a pasar las vacaciones en casa...

- Pues a mí me parece fatal - intervino James sentándose al lado de su hermana - Yo quería quedarme...

- Lily no va a estar - comentó Alina para alegrar un poco a su hermano

- ¿Ah no? - dijo James - Está bien... ¿Estás enfadada conmigo? - preguntó James en voz baja para que solo lo escuchará ella

- No, ¿por qué lo preguntas? - le preguntó

- Lo digo por lo de la otra noche - dijo James

- Ah... eso, no fue nada - dijo Alina intentando disimular su tristeza



Después de las vacaciones de Navidad, los alumnos de Hogwarts volvían de sus casas con ganas de ver a sus amigos pero no tantas para que las clases volvieran a empezar.

Ese día por la noche, Lily, Angelina y Alina se encontraban solas en una de las aulas libres de la Torre Oeste que había encontrado Lily por casualidad.

Lily abrió con cuidado el Moste Potente Potions, y las tres se encorvaron sobre las páginas llenas de manchas de humedad. Lily había sacado el libro de la Sección Prohibida. Algunas de las pociones tenían efectos demasiado horribles incluso para imaginarlos, y había ilustraciones monstruosas, como la de un hombre que parecía vuelto de dentro hacia fuera y una bruja con varios pares de brazos que le salían de la cabeza.

- ¡Aquí está! -dijo Lily emocionada, al dar con la página que llevaba por título "La poción multijugos" - ¿Os veis capaces de probarla?

- Yo sí - dije emocionada

- A mí me sigue pareciendo una mala idea y viniendo de ti Evans...

- Venga, solo vamos a divertirnos - comentó Lily. Lily amaba hacer pociones y una de esa nivel de dificultad para ella sería un gran logro conseguirla hacer. 

- ¿Te encuentras bien? No pareces tu - dije sonriendo mientras miraba a Lily que ojeaba el libro atentamente

- Tranquila... sigo siendo la misma. Desde el primer día que leí el nombre de esta poción y su complicada elaboración, quise probarla. Aunque solo fuera por cinco minutos...

- Esa parece más una respuesta que daría Lily. - dijo Angelina burlona - ¿Y sabes hacerla? - preguntó

- Por eso he cogido este libro - dijo Lily -Es una de las pociones más complicada que he visto nunca -dijo al mirar la receta- Crisopos, sanguijuelas, Descurainia sophia y centinodia - murmuró, pasando el dedo por la lista de los ingredientes-. Bueno, no son difíciles de encontrar

- Sigo pensando que es mala idea - comentó Angelina levantándose del suelo

- Pues lo haremos Alina y yo - dijo Lily. No quería obligar a Angelina a hacer algo que no quería

- Entonces os dejo. Me voy a la cama - dijo Angelina bostezando y salió de la sala.

- Tu te transformarás en mi y yo en ti hasta que duren los efectos

-¿Y podremos hacer cualquier cosa mientras duré? - pregunté pícaramente

- Cualquier cosa. Después, cuando volvamos a nuestros cuerpos, tendremos que lidiar con lo que la otra ha hecho

- Esto suena interesante - comenté

De repente recordé que, si Lily bebía la poción y se convertía en mí... ¿descubriría lo que soy? De repente ya no me parecía tan buena idea.

- He de imaginar que piensas hacer algo con James... - dijo Lily mientras observaba el libro.

- ¿Cuánto nos llevará hacerlo? -pregunté

- Bueno, como hay que coger la Descurainia sophia con luna llena, y los risopos han de cocerse durante veintiún días..., yo diría que podríamos tenerla preparada en un mes, si podemos conseguir todos los ingredientes.

- ¿Un mes? -dije - En el hipotético caso de que lo hagamos...

- No será hipotético - respondió Lily

- Bueno, pues en el caso de que lo hagamos y nos tomemos la poción, ¿Cómo de buena es? Es decir, sentiremos todo lo que la otra persona siente y piensa.

- No, para nada. Solo tendremos la misma apariencia - dijo Lily sin ni siquiera mirarme

- ¿Y si en el fondo soy un gato como la profesora McGonagall? - pregunté intentando no parecer asustada

Lily me miró a los ojos y no pudo evitar reírse.

- ¿Te refieres a un animago? No, para nada.

Suspiré aliviada. Al menos no descubriría que soy un hada

- ¿Eres un animaga? - preguntó con curiosidad

- No, por supuesto que no. Ni siquiera sé como se consigue eso

- No se consigue, debes...

- Vale, no importa- la detuve antes de que me comenzara a explicar como uno se transforma en animago. - Has dicho un mes, verdad? - Lily asintió - Jo... yo quería hacerlo mañana.

- Y yo. Pero tenemos que hacerlo bien si no queremos que nada salga mal.

James Potter

James se despertó pronto el sábado por la mañana y se quedó un rato en la cama pensando en el partido de quidditch. Se ponía nervioso, sobre todo al imaginar lo que diría el capitán si Gryffindor perdía. Después de estar tumbado media hora con las tripas revueltas, se levantó, se vistió y bajó temprano a desayunar.

Allí encontró al resto del equipo de Gryffindor, apiñado en torno a la gran mesa vacía. Todos estaban nerviosos y apenas hablaban.

Cuando faltaba poco para las once, el colegio en pleno empezó a dirigirse hacia el estadio de quidditch. Hacía un día bochornoso que amenazaba tormenta. Era ya finales de enero y el tiempo no mejoraba nada.

Cuando James iba hacia los vestuarios, Alina y Angelina se acercaron corriendo a desearle buena suerte.

Los jugadores se vistieron sus túnicas rojas de Gryffindor y luego se sentaron a recibir la habitual inyección de ánimo que el capitán les daba antes de cada partido.

- Los de Ravenclaw tienen mejores escobas que nosotros -comenzó-Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias posibles...

Con la respiración agitada por la emoción, el capitán se volvió hacia el buscador

- Es misión tuya coger la snitch antes que el buscador de Ravenclaw

Cuando salieron al campo, fueron recibidos con gran estruendo; eran sobre todo aclamaciones de Hufflepuff y de Gryffindor, cuyos miembros y seguidores estaban deseosos de ver quien iba a ser el ganador. La señora Crouch, que era la profesora de quidditch, hizo que los capitanes se dieran la mano, y los dos contrincantes aprovecharon para dirigirse miradas desafiantes y apretar bastante más de lo necesario.

- Cuando toque el silbato -dijo la señora Crouch-: tres..., dos..., uno...

Animados por el bramido de la multitud que les apoyaba, los catorce jugadores se elevaron hacia el cielo.

En aquel preciso instante iba hacia James una bludger negra y pesada; faltó tan poco para que le golpeara, que al pasar le despeinó.

- ¡Por qué poco, Potter! -le dijo un jugador de Ravenclaw, pasando por su lado como un relámpago, con el bate en la mano, listo para devolver la bludger contra Gryffindor de nuevo.

James vio que el jugador daba un fuerte golpe a la bludger dirigiéndola hacia Leonor Eaton, nuestra cazadora, pero la esquivo mirando furiosa al jugador de Ravenclaw

Había empezado a llover. James notaba las gruesas gotas en la cara, que chocaban contra los cristales de las gafas. Oyó la voz de Evan Rosier, que era el comentarista, diciendo: «Ravenclaw en cabeza por cuatro a cero.»

Estaba claro que la superioridad de las escobas de Ravenclaw daba sus resultados.

- Escuchad -les dijo el buscador a James y Rolanda-, con vosotros dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Volved a proteger al resto del equipo

- ¡Está bien! - les gritó James para que me pudiera escuchar

La lluvia le empañaba los cristales. Podía oír las risas de la multitud; se rían porque Gryffindor estaba haciendo un penoso partido

Por fin, quince minutos después, el buscador se Gryffindor atrapó la snitch terminando así el partido.

- Ajá -dijo el buscador sin fuerzas-, hemos ganado.

El partido había sido horrible y eso había que reconocerlo. El partido había provocado que James Potter se refriará y estuviera más pálido que Quejicus y eso lo molestaba un montón.

- Tomate esto - le dijo Alina dándole a James una taza de leche caliente con miel - Te pondrás mejor

- Gracias... achis!! - estornudó James - Estoy horrible, verdad?

- Estás igual que siempre - le consoló su hermana

- Gracias - le dijo James después de que su hermana terminará de arroparlo - Me gusta que me cuides tu ¡¡ACHIS!! Lo siento - se disculpó James tapándose hasta la nariz con las sabanas - ¿Hay algo que quieras contarme? - Lo que fuese a decir se vio interrumpido con la llegada de Sirius  en aquel momento en la habitación

- ¡Aquí estás! - dijo Sirius entrando por la puerta de la habitación - Joder, estás horrible

- Gracias - dijo  con una sonrisa para nada amable. James volvió a estornudar

- ¿Podrías vigilar que James no se levante de la cama hasta que se le pase? - le dijo Alina a Sirius con voz cortante - ¿O estás demasiado ocupado? 

- Lo que haga en mi tiempo libre no es asunto tuyo - le dijo Sirius mirando a Alina fijamente

- Dejad de gritar. Me va a explotar la cabeza - protestó James desde su cama

- Le has preparado una taza de leche - observó Sirius - Si yo me pusiera malo, ¿también me arroparías como a James? - preguntó Sirius con picardía

- Ni lo sueñes Sirius - dijo James desde la cama

- Oh, James. Si supieras lo que sueño, no volverías a dirigirme la palabra - dijo guiñándole un ojo a Alina de manera provocativa, lo que hizo que esta se pusiera colorada.  Se recompuso rápidamente.

- Vigílalo - lo amenazó

- Vale - bufó Sirius

Alina se marchó de la habitación dejando a Sirius y a James solos

- Tu hermana está insoportable - protestó Sirius mientras se sentaba en su cama, molesto porque le ordenase como si fuera su madre. Ni siquiera le hacia caso a su madre.

- Y tu tienes suerte de que apenas pueda levantarme de la cama - le dijo James en voz baja mientras Sirius se acostaba en su cama y se ponía a leer una revista

Sirius quería despejar su mente mientras leía la revista pero escuchaba los ronquidos de su amigo. En lugar de pensar en su novia Alison o en lo estúpido que lucía el modelo muggle en la portada de la revista, no podía evitar pensar en Alina y en lo guapa que lucía hoy y sobre todo cuando se sonrojó por su comentario. Frustrado por ello, se levantó y decidió tomarse una larga ducha caliente y, tal vez aprovechando que James dormía y Remus y Peter no estaban, relajar un poco esa parte del cuerpo mientras pensaba en Alina solo por esta vez.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top