28. Detrás del velo no se ve
Las vacaciones de Pascuan habían pasado. Harry y sus amigos se habían quedado en Hogwarts. Orlando sobrevolaba la Ciénaga portando un paquete entre sus zarpas. Pasó por encima de mi cabeza dejándolo caer. Abrí la caja envuelta con papel marrón. Dentro había huevos de Pascua de la señora Weasley.
Mientras contemplaba la Ciénaga desde una pequeña colina, oí unos pasos que se aproximaban a mi.
- Buenos días, profesor
- Sabes que puedes llamarme Albus...
- La costumbre
- Admito que las vistas de este lugar son asombrosas. – hizo una pausa – entiendo que de momento, mi ubicación sigue siendo un misterio
- Es mejor así. Nadie lo buscaría aquí y aunque lo hiciesen, nadie encontraría este lugar. Está muy bien oculto, mucho mejor que Hogwarts, me atrevo a decir.
- Y no estás equivocada. – Dumbledore estiró los brazos – Hace una mañana hermosa para darse un baño en el Lago. Maléfica me ha dicho que esas aguas dan años de vida...
- Espero que recuerde que las hadas somos jóvenes y más longevas por naturaleza, no gracias al lago de la ciénaga
- No me quites la ilusión, _____
Sonreí mientras Dumbledore caminaba en dirección al lago. Un aleteo y n graznido hicieron que lanzase un hechizo revelador. Diaval apareció, con su forma humana, a mi lado.
- ¿Cuándo piensas volver a Londres?
- En unos días
- Veo que ya has arreglado las cosas con Sirius...
- De momento estamos en punto muerto
- Sabes, deberías darle una oportunidad. Lily y James estoy seguro de que estarían de acuerdo conmigo
Llegué a Grimmauld Place después de parar a hacer algo de compra. Entré en la casa y me dirigí a la cocina para guardar las cosas. Guardé las cosas en sus respectivos lugares y cuando estaba por terminar, Remus entró en la cocina.
- No te oí entrar – dijo y se acerco a la mesa – Oh, chocolate – dijo cogiendo una onza
- ¿Y Sirius?
- Está arriba discutiendo con Kreacher, pero ya baja ahora
Tal y como prefijo Remus, Sirius bajó cinco minutos después.
- Ey, hola – dijo al verme
- Espero que Kreacher siga vivo
- No por mucho tiempo – dice con tono irritado
- Alguna novedad en la Orden' – le pregunto a Remus
- De momento no
- Por cierto, ayer vimos a Harry
- ¿Cómo que visteis? – el rostro de Remus palideció un poco mientras Remus se sentaba enfrente de mi.
- En la chimenea – dijo Sirius con tono tranquilo
- ¿Por qué?
- Solo queria hablar
- Solo hablar? Estás de coña? Sabes lo peligroso que es eso? – le contesto furiosa – y tu, lo has consentido? – le pregunto a Remus
- Yo.. – tartamudea Remus pero no sabe que contestar
- No habéis cambiado nada! Seguís siendo unos irresponsables!
- No ha pasado nada, no tienes que ponerte así – dice Sirius con tono frio
- Te recuerdo que Dumbledore ya no está en Hogwarts y que Umbridge tiene el poder
- Me importa una mierda esa cara sapo – me dice Sirius
- También te importa una mierda si a Harry lo pillan y paga las consecuencias?
- No lo han pillado – me contesta
- Y como lo sabes?
Sirius abre la boca para contestar pero vuelve a cerrarla
- Harry tenia preguntas sobre... - empieza a hablar Remus
- No lo defiendas! - le contesto y Remus se calla – No DEBERIAS METER A Harry en líos cuando tiene los TIMO tan cerca
- Harry es un chico listo, lo hará bien
- Por lo poco que sé, a nivel académico, Harry no es Lily
- Lo conones muy bien, no? Porque creo recordar que aun no le has dicho quien eres
- Ya estás abriendo el cajón de mierda – mascullé
- No discutáis mas – nos pidió Remus – Tienes razón, Sirius y yo no hicimos bien. Y en cuanto al otro asunto, eso solo le compete a _____
- ¿Cómo que solo le compete a ella? – bramó Sirius – Yo soy su padrino
- Pero yo soy su tía y madrina así que esto es cosa mía
- No es justo...
- La vida es injusta, TODO EL TIEMPO – digo levantándome – Iré ver a Angelina, tal vez ella sepa algo que nosotros no
- ¿Vendrás a cenar? - me pregunta Sirius con cierto tono de suplica.
Hombres... Suspiro y acepto venir a cenar.
Estaba en casa de Moody, cuando este entró en el salón con preocupante urgencia.
- Ese sobrino tuyo no puede estarse quieto
- ¿Qué ha pasado, Moody? – digo mirando como empieza a revolver los cajones
- Me ha llegado un aviso de la Orden. Potter cree que Voldemort tiene a Sirius
- ¿Qué? Eso es imposible, lo he visto esta mañana
- Se ha fugado de Hogwarts con un grupo de amigos. Tenemos que adelantarnos
Justo cuando me levanto del sillón, suena el timbre
- ¿Quien demonios será a estas horas? En cuanto me deshaga de él, nos vamos. Prepárate –me dice mientras sale del salón para abrir la puerta
Abrí al ventana del salón y en menos de diez segundos, una pixie apareció en la ventana.
- Avisa a Maléfica y a Dumbledore. Harry va al encuentro de Sirius. Rápido – le pido y la pixie se aleja volando
Escucho a alguien entrar apresuradamente en el salón y cuando estoy cerrando la ventana, veo a Angelina.
- ¿Qué haces aquí?
- Severus me lo ha contado. Me ha dicho que me quede en casa pero ahí no seria útil
- Angelina, esto va a ser peligroso
- O mortal – añade Moody
- No me importa. Ya nos alejaste de tu vida una vez _____. No lo vuelvas a hacer. Déjame ayudarte
Angelina parecía muy segura. Miré a Moody, buscando consuelo paternal
- Nos vendrá bien toda ayuda posible.
Volví a mirar a Angelina. Ella esperaba mi permiso
- Está bien. Espero que tu hermano no me mate por esto
Moody se acercó a nosotras y nos puso una mano en cada hombro y nos desvanecimos
Por el camino, paramos a recoger a Tonks que, sin dudarlo, quiso acompañarnos. Cuando nos aparecimos en el acceso más próximo al Ministerio de magia, Dumbledore ya se encontraba allí, pero no estaba solo.
- ¿Qué haces aquí? – digo al ver a Sirius
- Pensabas que me iba a quedar en casa?
- Esto es peligroso
- No tenemos tiempo para discutir ahora – dice Moody poniéndose en el medio – Me alegra verlo, Albus
- Lo mismo digo, Alastor
Sin más discusiones, de momento, accedimos al ministerio. Todos, menos Dumbledore, Nos dirigimos a la sala donde Harry y sus amigos se encontraban.
Observe la escena. Todos los que se encontraban en la sala estaban luchando. Busqué a Harry rápidamente. Este estaba siendo agarrado por el cuello y se estaba quedando sin aire mientras sujetaba famosa la profecía. Una gran corriente de aire proveniente de mis manos recorrió la sala e impactó contra el hombre que soltó a Harry y se desplomó hacia atrás. La máscara le resbaló por la cara y Harry, Neville y yo descubrimos que se trataba de Macnair.
Harry y Neville dirigieron su mirada hacia las gradas por la cual bajaba rápidamente. Tonks, que estaba muy cerca de mi, esquivaba los hechizos de un mortifago
Vi como Dolohov se abalanzaba sobre Neville y Harry así que, decidí lanzarle el primer hechizo que se me ocurrió. Lo único que conseguí fue que cayese de bruces, pero me dio tiempo a correr y colocarme delante de los chicos.
- Estoy un poco desentrenada – dije más para mi misma
- ¡_____! – exclamó Harry
- No había considerado este lugar para el reencuentro – bromeo. Neville usó su varita e impulsó a Dolotov lejos de nosotros
- Gracias, chico.
- Me llamo Neville Longbottom
- Longbottom... ¿El hijo de Alice y Frank?
- Sí – dijo emocionado – Conociste a mis padres?
- Sí, eran unas personas encantadoras... - pero no pude terminar la frase porque un hechizo me golpeó por la espalda e hizo que saliera volando por los aires para terminar siendo golpeada por una pared.
Noté como mis alas crujían en mi interior. Sirius, al verme volar por los aires, derrumbó a su oponente y corrió tras Dolotov, el causante de mi dolor de espaldas, con el que empezó una nueva pelea. Harry intervino en la pelea y ayudó a su padrino.
- Has cometido un error al aparecerte aquí, Po-tter – dijo Malfoy mirándome con superioridad mientras se acercaba a mi.
- Mi Malfoy favorito – dije con una mueca mientras me intentaba levantar
- Potter... - susurró Neville sorprendido unos metros atrás pero ninguno de los dos le prestó atención
- Ir con cuidado por la vida nunca ha sido tu mayor fuerte - siguió Malfoy
- Y yo he de decir que el lado oscuro sigue sin pegarte – le contesto pero tras finalizar la frase, vi cómo me apuntaba con la varita y de ella salía un hechizo que conseguí esquivar por los pelos pero que impactó contra Dolotov, el cual se había incorporado del hechizo de Sirius. Ahora, volvía a caer en el suelo estrepitosamente.
- Vaya, he fallado – dijo Malfoy sin ni siquiera mirar a su compañero
Un ruido resonó en la sala y vi como Tonks se precipitaba desde la mitad de las gradas, y su cuerpo inerte golpeó los bancos de piedra. La miré con preocupación pero cuando intenté correr en su ayuda, Malfoy me hizo recordar que aun seguía allí.
- ¿Qué haces Malfoy? – le gritó Bellatrix acercándose rápidamente hacia ellos.
Pero antes de que llegara, Sirius llegó a su encuentro y Bellatrix, volvió al ataque. Empecé a luchar contra Malfoy pero él tenia más practica que yo así que de momento solo podía defenderme.
- No deberías estar aquí, ____
- No tengo otra opción – le contesto esquivando sus hechizos
Sin embargo, no pude esquivar su "Depulso" que me mandó lejos de él, acabando en el suelo.
Lucius, observó que estaba medio inconsciente para correr así que aprovechó el momento para abalanzarse sobre Harry y Neville, ambos cayendo hacia atrás. Neville se quedó boca arriba agitando las piernas como un escarabajo que se ha dado la vuelta, y Harry, con el brazo izquierdo levantado intentando impedir que se rompiera la pequeña bola de cristal.
Me levanté cuando escuché a Neville gritar "Dumbledore". Sorprendida, vi como Dumbledore bajaba a toda prisa los escalones pasando junto a Neville y Harry. Dumbledore había llegado al pie de las gradas cuando los mortífagos que estaban más cerca se percataron de su presencia y avisaron a gritos a los demás. Uno de ellos intentó huir trepando como un mono por los escalones del lado opuesto a donde se encontraban. Sin embargo, el hechizo de Dumbledore lo hizo retroceder con una facilidad asombrosa, como si lo hubiera pescado con una caña invisible.
Sólo había una pareja que seguía luchando; al parecer no se habían dado cuenta de que había llegado Dumbledore.
Sirius y Bellatrix.
Vi como Sirius esquivaba el haz de luz roja de Bellatrix y se reía de ella.
— ¡Vamos, tú sabes hacerlo mejor! —le gritó Sirius, y su voz resonó por la enorme y tenebrosa habitación. El segundo haz le acertó de lleno en el pecho. Él no había dejado de reír del todo, pero abrió mucho los ojos, sorprendido.
Todo pasó muy rápido.
Sentí que me quedaba sin aire mientras veía como Sirius caía hacia atrás atravesando el raído velo que colgaba del arco.
Vi la expresión de miedo y sorpresa en su rostro mientras corría hacia él.
Sirius desapareció detrás del velo, que se agitó un momento como si lo hubiera golpeado una fuerte ráfaga de viento y luego quedó como al principio.
Oí el grito de triunfo de Bellatrix Lestrange y los gritos de Harry
Pero cuando estaba a punto de llegar al arco, Moody y Angelina me sujetaron fuertemente, reteniéndome
— No hay nada que puedas hacer... – dijo Moody
— Lo siento, ____ - dijo Angelina con tristeza
— No, no, no – negué repetidamente – Tiene que haber algo...
— Se ha ido – sentenció Moody
Podía oír a Harry forcejeando con Lupin con toda la fuerza que le quedaba y gritar por su padrino.
— ¡NO ESTÁ MUERTO! —rugió Harry—. ¡SIRIUS!
Angelina y Moody me soltaron cuando vieron que no iba a moverme. Estaba paralizada, enfrente del arco, sin saber que hacer. Sirius estaba ahí hace un instante, vivo, y ahora ya no estaba.
Dumbledore tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, aparentemente inmovilizados mediante cuerdas invisibles; Ojoloco Moody me dejó a cargo de Angelina mientras cruzaba la sala hasta donde estaba tirada Tonks e intentaba reanimarla; detrás de la tarima todavía se producían destellos de luz, gruñidos y gritos: Kingsley había ido hasta allí para relevar a Sirius en el duelo con Bellatrix.
Entonces se oyó un fuerte golpetazo y un grito detrás de la tarima. Vi que Kingsley caía al suelo aullando de dolor: Bellatrix Lestrange empezó a huir, pero Dumbledore se volvió y le lanzó un hechizo que ella desvió para luego comenzar a subir por las gradas... Desperté del sueño y me giré hacia ella, furiosa.
- ¡NO! – me gritó Dumbledore sabiendo lo que haría y poniendo en peligro mi identidad delante de los mortifagos
Iba a no hacerle caso, a descargar mi ira contra la persona que me arrebató a Sirius hasta que vi a Harry correr detrás de ella y me di cuenta de que no era la única persona que la muerte de Sirius le estaba doliendo tanto.
Remus llamaba a Harry pero este no hacia caso. Bajé corriendo la tarima y Remus miró para mi, en sus ojos había lagrimas a punto de derramarse.
- Sirius...
- Tenemos que ir tras Harry – dije con firmeza, sin saber muy bien de donde sacaba las fuerzas
Remus y yo no fuimos los únicos en ir tras Harry. Dumbledore también se nos unió. Kingsley nos indicó que se quedaría con los aturdidos e inconscientes mortifagos.
- Remus, necesito que te pongas en contacto con la Orden – le exigió Dumbledore
- Pero...
- Hazlo, no pierdas el tiempo
Remus miró una vez para mi pero asintió. Se marchó y Angelina y yo seguimos a Dumbledore.
- No quiero que interfieras. Bellatrix ya se ha ido. Y no quiero que Voldemort te vea, aun así, quédate. Harry necesitará más de una cara conocida cuando esto acabe.
Así hicimos. Angelina y yo permanecimos ocultas mientras se libró la batalla entre Voldemort y Dumbledore. Vi como Harry se desmayaba del dolor. No pude evitar correr hacia él. Dumbledore hizo lo mismo.
— ¿Estás bien, Harry? – le pregunté
— Sí —contestó él, aunque temblaba tanto que no podía mantener erguida la cabeza—. Sí, estoy... ¿Dónde está Voldemort? ¿Dónde...? ¿Quiénes son ésos, qué...?
El Atrio estaba lleno de gente; en el suelo se reflejaban las llamas de color verde esmeralda que habían prendido en todas las chimeneas de una de las paredes; y un torrente de brujas y de magos salía por ellas. Dumbledore y yo lo ayudamos a ponerse en pie.
— ¡Estaba aquí! —gritó un individuo ataviado con una túnica roja y peinado con coleta que señalaba un montón de trozos dorados que había en el otro extremo del vestíbulo, donde unos momentos antes había estado atrapada Bellatrix—. ¡Lo he visto con mis propios ojos, señor Fudge, le juro que era Quien-usted-sabe, ha agarrado a una mujer y se ha desaparecido!
— ¡Lo sé, Williamson, lo sé, yo también lo he visto! —farfulló Fudge
— Ya hablaremos de eso cuando haya enviado a Harry a Hogwarts —dijo Dumbledore.
— ¿A Harry? ¿Harry Potter?
Fudge se dio bruscamente la vuelta y se quedó contemplando a Harry, que todavía estaba apoyado en mi
— ¿Qué hace él aquí? —preguntó el ministro—. ¿Qué... qué significa esto? – después su mirada se posó en mi - ¡Tú! ¿Qué es esto, una especie de reunión familiar o que?
— Cornelius... - dijo Dumbledore – él aún no lo sabe – susurró Dumbledore pero Harry pudo escucharlo
Fudge nos miró sorprendido
- ¿Qué es lo que no sé? – preguntó Harry
Y entonces Dumbledore se apartó de la fuente y se encaminó hacia el lugar donde había caído la cabeza dorada del mago. La señaló con la varita y musitó: «Portus». La cabeza emitió un resplandor dorado y tembló ruidosamente contra el suelo de madera durante unos segundos, y luego volvió a quedarse quieta.
— ¡Un momento, Dumbledore! —gritó Fudge mientras aquél recogía la cabeza del suelo e iba hacia Harry—. ¡No tiene autorización para utilizar ese traslador! ¡No puede hacer esas cosas delante del ministro de la Magia como si..., como si...! —exclamó, pero se le entrecortó la voz cuando Dumbledore lo miró autoritariamente por encima de sus gafas de media luna.
— Coge este traslador, Harry. —Le tendió la dorada cabeza de la estatua
Pero Harry no lo hizo. Me miró, como pidiendo respuestas, pero al no obtener nad, miró a Dumbledore de nuevo
- ¿Qué es lo que no sé? - repitió Harry con insistencia
- Coge el traslador, Harry – esta vez fue más que una orden y Harry la siguió sin rechistar. – Me reuniré contigo dentro de media hora —le aseguró Dumbledore quedamente—. Uno, dos, tres...
Harry desapareció delante de nosotros y yo respiré profundamente. En ese momento las lágrimas volvieron a mis ojos.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Año nuevo, capítulo nuevo.
Espero que os haya gustado. Como prometí, cuando acabé la primera historia, en esta versión, Sirius muere... o no? Habrá más que una sorpresa en esta versión pero os puedo prometer que su historia de amor no ha terminado.
Si queréis un adelanto del siguiente capítulo, dejad el siguiente comentario en el capítulo 7 de esta historia: "Yo mate a Sirius Black"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top