26. Una vida llena de secretos


- ¿Qué es lo que has oído? – me atreví a preguntarle

- Todo – dice Ginny sin tapujos

- Maldita sea – mascullé

- Aunque admito que sigo sin entender porque el retrato no grita cuando pasas a su lado – dice riéndose de su propia respuesta

Mira el retrato, que se encuentra callado y tapado con esa vieja tela.

- Porque sabe todo lo que soy - respondo

Ginny decide no preguntar más sobre el tema, lo cual agradezco. Me acerco a ella, intentando no hacer mucho ruido. Se oyen voces en el interior de la cocina, ajenos al descubrimiento que Ginny acaba de hacer en el pasillo.

- Harry no lo sabe

- No, ni debe saberlo

- ¿Por qué? Lo que Harry más ha añorado es tener una familia y aunque Sirius es su padrino... en fin, tú eres su tía. Su tía de sangre. Harry merece saberlo.

Agacho la cabeza. No es tan fácil explicar esa parte de la historia cuando la persona que tienes delante no sabe que eres un hada. Ya había demasiadas personas que sabían lo que era. Intento hacer una coraza.

- Teóricamente si son familia. Primos muy lejanos. Ya sabes, ser un mago puro conlleva a que tengas muchos primos por ahí. Sin ir más lejos, yo también soy prima muy lejana pero muy lejana de Sirius... aunque mejor no pensar en eso.

Ginny la miraba entre intrigada y confundida. Para ser sincera, de todos los hermanos Weasley, Ginny era la que menos le preocupaba que supiera su secreto.

Era la más pura de corazón y no se dejaba llevar tan rápido por las apariencias.

- Te pido que no digas nada... Lo haré a su debido tiempo.

Ginny asintió y ____ pudo respirar más tranquila.

_____ sobrevolaba Londres lo más rápido que podía. Hacía mucho que no sacaba sus alas. _____ solo se había despedido de Ginny, Fred y George. Estos ultimos la habían abordado antes de que saliera por la puerta aquel día. Fred se entristeció cuando se enteró de que no los acompañaría a Hogwarts. La idea de que Snape le diera clases a Harry le alegraba y la enfadaba. Sabía que Snape era bueno en ese tipo de magia pero, conociéndolo, haría sufrir a Harry.

Según pasaban los días, las cosas se complicaban. Tras la fuga en masa de Azkaban, las cosas se complicaron. Los dementores se estaban poniendo del lado de Voldemort y esa no era buena noticia. Las cosas por Hogwarts tampoco pintaban bien. Umbridge había tomado el control sobre todos los aspectos de la vida en Hogwarts.

Los chicos tomaron un desayuno rápido, se pusieron chaquetas y bufandas para protegerse del frío de aquella mañana del mes de enero. Harry notaba una desagradable opresión en el pecho; no quería despedirse de Sirius.

- Harry, ¿has resuelto el misterio de llavero? - - le preguntó Hermione a Harry

- La verdad es que no – dijo Harry sacando el llavero que siempre llevaba en su bolsillo

- ¿De qué misterio habláis?

Harry le enseñó el llavero a su padrino, que lo observó con atención durante un rato.

- ¿Has probado a abrirlo?

- Moody me dijo lo mismo pero ¿cómo se supone que se abre?

Sirius volvió a observar el llavero y ante la antenta mirada de Hermione y Harry los tres oyeron un "clic" cuando Sirius movió su dedo por uno de los lados del llavero. Al abrirlo, Sirius substrajo un papel doblado a la mitad, el cual entregó a Harry

Este lo abrió ante la atenta mirada de su mejor amiga y su padrino y descubrió una foto antigua. En ella se veía a su padrino cuando era joven junto a sus padres, Remus y el traidor Peter Pettigrew.

- Mira, la foto está rota.

Efectivamente, a la foto le faltaba un trozo, lo cual significaba que ocultaba a una sexta persona.

- ¿Recuerdas quien salía en la foto?

- Sí – dijo Sirius en un largo suspiro - Pero si no quiere que la veas, es que quiere que lo averigues por ti solo - le dijo Sirius y Harry se sintió frustrado. – Por cierto, Quiero que te lleves esto —dijo con voz queda, y le puso en las manos un paquete mal envuelto del tamaño de un libro de bolsillo.

- ¿Qué es? —preguntó Harry.

- Una forma de que yo sepa si Snape te lo hace pasar mal. ¡No, no lo abras aquí! — añadió Sirius mirando, cauteloso, a la señora Weasley, que intentaba convencer a los gemelos de que se pusieran unos mitones tejidos a mano—. Dudo mucho que Molly lo aprobara... Pero quiero que lo utilices si me necesitas, ¿de acuerdo?

- Vale —dijo Harry guardándose el paquete en el bolsillo interior de la chaqueta

- Vamos, pues —dijo Sirius, y sonriendo forzadamente le dio una palmada en el hombro a su ahijado. Antes de que éste pudiera decir nada más, ya habían subido la escalera y se habían detenido ante la puerta de la calle, cerrada con candados y cerrojos, rodeados de los miembros de la familia Weasley.

- Adiós, Harry, cuídate mucho —se despidió la señora Weasley, y lo abrazó.

- Hasta pronto, Harry, ¡y vigila por si me ataca otra serpiente! —exclamó el señor Weasley cordialmente estrechándole la mano.

- Sí... Está bien —dijo Harry, distraído; era su última oportunidad para decirle a Sirius que tuviera cuidado.

Se dio la vuelta, miró a su padrino a los ojos y despegó los labios para hablar, pero, sin

darle tiempo para que pudiera hacerlo, Sirius lo abrazó con un solo brazo y dijo ásperamente:

— Cuídate, Harry.

De inmediato, el chico se vio empujado al frío aire invernal. La puerta del número 12 de Grimmauld Place se cerró de golpe tras ellos, y bajaron detrás de Lupin. Al llegar a la acera, Harry giró la cabeza. La casa empezó a encogerse rápidamente, mientras los edificios contiguos se extendían hacia los lados, comprimiéndola hasta hacerla desaparecer por completo. Y Harry se volvió a sentir vacío.

Las fotografías de los diez mortífagos fugados de Azkaban se encontraban encima de la vieja mesa de la sala que usaban para las reuniones de la Orden.

- En lugar de estar en una cita con un apuesto mago... tengo que estar aquí mirando esas horribles fotos

- ¿Y como es ese mago? – preguntó una curiosa Tonks

- Uff, es encantador. Mucho más que tu primo – dijo mirando con desdén a Sirius. Este que se encontraba en el pasillo con Remus no pudo evitar toser, pues _____ lo habia pillado escuchando la conversación

- Sin duda este es el más feo – dijo Tonks señalando la foto de Augustus Rookwood. - ¿Lo conocías?

- No, no tuve el placer – dijo irónicamente

Tonks sonrió y dirigió su mirada hacia el pasillo donde se encontraban Remus y Sirius hablando en voz baja.

- ¿Así que Remus? – le dijo ____ y el pelo de Tonks se puso rojo como el fuego.

- No, Remus y yo...

- No tienes que darme explicaciones – le dijo sonriente

- No deberíais estar tan relajada – dijo Emmeline Vance que habia entrado para buscar su chaqueta – y mucho menos de cotilleo

- El cotilleo siempre movió el espíritu de las personas. ¿Qué seriamos sin él? – contestó ____ Además, Hay que ser optimistas – dijo ____ levantándose de la silla - ¿No te quedas a cenar?

- No, no puedo. Tengo muchas cosas que hacer – dijo saliendo apresurada de la habitación y pasando entre Sirius y Remus los cuales cortaron la conversación – Me alegro de verte, ____

- Igualmente – le gritó antes de que saliera por la puerta

- Parece que tenía prisa – dijo Tonks que se había situado detrás de _____

- ¿Se puede saber que interesante conversación tenéis vosotros dos? – les preguntó ____

- Nada importante – dijo Remus caminando hacia la cocina – Yo de ti me interesaría más por la conversación que mantienen Dumbledore y Moody

- ¿Ah sí?

- Te quedarás a dormir

- Si me deja el dueño de la casa...

- Claro que te puedes quedar – dijo Remus mirando a su amigo primero y luego a _____ - Yo también me quedaré – indicó Remus – Mañana por la mañana tengo guardia

- Bien, he de volver a Hogwarts y continuar con mis obligaciones – dijo Dumbledore cuando terminó de hablar con Moody – Nos veremos en la próxima reunión

Después de cenar, Moody y Tonks se marcharon y Remus les dio las buenas noches a sus amigos con la disculpa de que mañana madrugaba.

- ¿Cómo estás? – le preguntó Sirius intentando parecer tranquilo pero por dentro estaba nervioso

- ¿Ahora te interesa saber como estoy?

- Lo siento ¿vale? No debí enfadarme así pero... Bastantes malos recuerdos me trae esta casa. - _____ no dijo nada y Sirius la miró intranquilo

- Te noto preocupada

- No es nada – lo calmó

- ¿Cómo está Harry?

- Harry está bien – dijo sin muchos ánimos

- ¿Tienes algún problema con Harry? – le preguntó serio

- ¿Eh? – dijo volviendo a la realidad – No – dijo secamente – ¿Por qué dices eso?

- Estoy intentando averiguar lo que te pasa

- Ya te he dicho que no me pasa nada – dijo ____ de malhumor

- Sí, claro...– dijo Sirius con ironía

- No tengo ganas de discutir contigo Sirius – dijo levantándose – Me iré a dormir

- Si discutimos no es por mi culpa – dijo sin moverse de la silla

- ¿Perdona? – le preguntó ____ girándose para mirarlo a los ojos

- Me ocultas cosas. Lo sé. No deberías de tener secretos conmigo

- Oh perdona señor animago no registrado – le espetó

- Eso es un tema distinto – se defendió

- Eso es un secreto con todas las palabras. Si tienes algo que decirme dímelo, AHORA – le gritó ____

- ¿Estabas enamorada de mi hermano?

- ¿Qué? ¿A qué viene esa pregunta en estos momentos?

- No me has respondido – contestó – Si has estado buscando cartas de él...

____ suspiró. No tenía ganas hablar de Regulus, no después d ehaber leído las cartas

- No es mi problema si no has leído la carta

- Para qué hacerlo... ya está muerto

____ no pudo evitar sentir eso como una puñalada. El odio que Siirus sentía hacia su hermano lo perseguirá hasta la eternidad sino maduraba.

- Sabes, deberías leer esa carta y después hacer autoreflexión. Pero, si te interesa saberlo, En mi vida solo he estado enamorada de una persona. Buenas noches – dijo dejándolo solo en la cocina.

Sirius cogió la botella de whisky que tenía escondida en uno de los armarios y le dio un largo trago. Una borrachera le haría olvidar por un momento lo mierda que es y siempre será su vida

_____ se levantó temprano esa mañana pero no tanto como Remus. Cuando salió de la habitación, comprobó que la puerta del cuarto de Sirius seguía cerrada así que aún seguiría durmiendo.

Antes de marcharse, se preparó el desayuno y preparó otro para Sirius. Aunque en el fondo prefería que Sirius no le dirigiera la palabra, no quería que pasase hambre ya que sabía que después de la discusión que tuvieron por la noche, lo que menos que le apetecería hacer a Sirius era prepararse el desayuno.

Cuando terminó de preparar todo, abandonó Grimmauld Place y cogió uno de los buses que pasaba cerca de Grimmauld Place.

Recorrió las calles de Londres en el bus durante una hora. Llevaba dándole vueltas a una idea en su mente. Hacia bastante frío cuando se bajó del bus así que decidió apurar el paso. Visualizó la casa y se acercó casi corriendo a la entrada. Golpeó tres veces la puerta y esperó.

- Hadita – dijo nada más abrir la puerta

- ¿Puedo pasar? Me estoy congelando – dijo frotando sus manos

Moody se apartó para dejarla pasar y _____ entró rápidamente en la casa. Tal y como recordaba, la casa de Alastor tenía los muebles justos y los que había estaban llenos de artilugios y objetos mágicos que prefería no tocar. Su aspecto era bastante siniestro.

- ¿A qué viene tu visita? – preguntó acercándose a ella

- Creo que ya lo sabes – dijo girándose para enfrentarse a él

- Entonces sabrás mi respuesta

- Si no me ayudas, pienso hacerlo sola

- No eres quien para amenazarme – gruñó Moody - Sabes perfectamente que es una locura

- Me gustan las locuras

- Lo que haces afecta gravemente a tu salud y ahora mismo no es muy buena. ¿Qué le dirás a Sirius la próxima vez que lo veas?

- Sirius no tiene nada que ver con esto. Moody, si no vas a ayudarme, lo haré sola. - repitió

- Eres tan cabezota como tu hermano

- No metas a James en esto – dijo con tono enfadado

- Si lo meto es por qué es lo único que te mantiene cuerda

Moody salió de la sala de estar y _____ lo siguió a paso lento. Se detuvo en una puerta al final del pasillo y comenzó a rebuscar en su bolsillo del cual saco una enorme llave con la que abrió la puerta. Moody se apartó y dejó que _____ entrara en la habitación.

Era un cuarto sin ningún mueble. Solo un pequeño taburete se encontraba en una de las esquinas y una pequeña ventana cubierta de barrotes tanto dentro como fuera. A veces se preguntaba para que la usaba Moody antes de todo esto.

Alastor cerró la puerta con llave y se sentó en el taburete. _____ se colocó en el medio de la habitación y cerró los ojos. Encerró todos sus pensamientos en el lugar más oculto de su mente y se concentró en solo una cosa: Lord Voldemort.

Al parecer me han aconsejado mal —decía con una voz fría y aguda, cargada de ira.

Os ruego que me perdonéis, amo —respondía con voz ronca el hombre que estaba arrodillado en el suelo. La luz de las velas se reflejaba en su nuca. Estaba temblando.

No te culpo a ti, Rookwood —afirmaba, que seguía hablando con aquella voz fría y cruel. —¿Estás seguro de lo que dices, Rookwood? —preguntaba

Sí, mi señor, sí... Yo trabajé en el Departamento después..., después de todo...

Avery me dijo que Bode podría sacarla de allí.

Bode jamás habría podido cogerla, amo... Bode debía de saber que no podía... Sin duda fue por eso por lo que se defendió tanto contra la maldición Imperius que le echó Malfoy...

Levántate, Rookwood —susurró.

El hombre arrodillado casi se caía con las prisas por obedecer. Tenía la cara picada de viruela y la luz de las velas daba relieve a las cicatrices. Al ponerse en pie permanecía un poco encorvado, como si se hubiera quedado a media reverencia, y le lanzaba miradas aterradas

Has hecho bien contándome eso —dijo—. Muy bien... Por lo visto, he malgastado meses urdiendo planes inútiles... Pero no importa, volveremos a empezar. Cuentas con la gratitud de lord Voldemort, Rookwood.

De repende, Voldemort puso una mueca de dolor y se llevó una mano a la frente, donde notó una punzada de dolor. _____ se retorció en el suelo de dolor intentando aguantar un poco más en la mente de Voldemort.

¿Se encuentra bien, mi señor?

Sí—contestó volviendo a prestar atención al hombre que se encontraba arrodillado ante el —Voy a necesitar tu ayuda. Voy a necesitar toda la información que puedas conseguir.

Por supuesto, mi señor, por supuesto... Haría cualquier cosa...

Muy bien, ya puedes irte. Envíame a Avery. —Rookwood salía caminando hacia atrás, haciendo reverencias, y desaparecía por una puerta.

_____ salió de la mente del señor tenebroso para después desmayarse debido al dolor y el esfuerzo.

Tardó una semana en descubrir que había sido gracias a Harry el por qué había conseguido entrar en la mente de Voldemort y eso, en parte, la animó a seguir continuando en la misión a pesar de las discusiones y los gritos de Moody para no seguir haciéndolo y es que _____ no sabía que a Moody lo presionaban desde Grimmauld Place.

- ¿Dónde está ____? – le pregunto Sirius a Moody

- No sé dé que me hablas – le contestó

- Lo sabes perfectamente – le respondió Sirius amenazante – Ella es una cabezota y no atiende a razones pero tu si lo haces así que te exijo que terminéis con esta locura

- ¿Piensas que no lo intente ya? – le gruñó – Pero a tu noviecita no hay quien le saque una idea de la mente

- No es mi novia – repuso Sirius – Pero eso no quita que me preocupe por ella así que haz algo. – le gritó

Harry, por su parte, se sentía exhausto.

- No debiste ver nada de todo eso, Harry.

— ¿Qué? —dijo él sin comprender.

— Se supone que estás aprendiendo a cerrar tu mente a esas cosas —comentó Hermione con severidad.

— Ya lo sé, pero...

— Mira, creo que deberíamos intentar olvidar lo que has visto —añadió Hermione con firmeza-—. Y a partir de ahora también deberías poner un poco más de empeño en las clases de Oclumancia.

Harry se enfadó tanto con ella que no le dirigió la palabra durante el resto del día, que nuevamente resultó ser un asco.

- Si hay algo que te preocupa, puedes hablar con ella – propuso Ginny, que se habia acercado hasta ellos

- ¿Con quién? – pregunto Harry

- Con ____ - respondió – Tal vez pueda darte consejo

Harry se quedó pensativo durante unos segundos ante la idea.

- Yo no lo intentaría siquiera – dijo George colocándose al lado de Harry

- ¿Por qué? – preguntó

- Al parecer llevan sin saber nada de ella desde hace semanas – dijo Fred

- ¿Cómo lo sabéis? – preguntó Ron intrigado

- Nos lo dijo Tonks - contestó para después salir los dos gemelos corriendo para dar alcance a su amigo Lee Jordan.

Habían pasado ya varias semanas en las que _____ había intentado de nuevo entrar en la mente de Voldemort, sin mucho éxito. Se encontraba sin fuerzas y la comida ni siquiera le entraba bien. Moody la había amenazado con que si no paraba una semana, le lanzaría una maldición y la ataría a la cama.

Precisamente, esa semana había ocurrido una anécdota bastante curiosa en Hogwarts por la cual Dumbledore se escapó de Fudge cuando este quiso detenerlo. _____ salió de la casa de Moody y se alejó lo más que pudo de los muggles y desapareció.

Esa semana había recuperado bastante fuerza pero aun así se sentía cansada. Un ruido sonó a su espalda unos minutos después de aparecerse y un fénix voló por encima de su cabeza para después desaparecer.

_____ se giró y se encontró cara a cara con Dumbledore

- Profesor – lo saludó

- Creo recordar haberte dicho que ya no soy tu profesor - dijo acercándose a la joven y colocando sus manos en sus hombros - ¿Cómo estás?

- Lo siento, es la costumbre. Estoy bien pero lo que importa ahora es usted, ¿no ha tenido problema para huir?

- No, no he tenido – dijo sonriendo - Ha salido bastante bien tu plan – dijo guiñándole un ojo

- Sabe que no puedo jugar demasiado con el futuro y menos contárselo a nadie

- Exactamente no me lo has contado. Me has dado pistas que me han avecinado lo que iba a ocurrir hoy. Te lo agradezco – dijo apartando sus manos pero sin alejarse de ella.

- Esto no ha acabado aún – le dijo

- Lo sé – dijo Dumbledore

- Y lo peor es que han nombrado a Umbridge directora - terminó ____

Dumbledore no pudo evitar reírse

- Si eso es lo peor que nos repara el futuro, entonces creo que podremos salir adelante

- Como lo buscaran para arrestarlo y llevarlo a Azkaban, creo que es buena idea que se quede en mi antigua casa

- Te lo agradezco mucho

- Le acompañaré – dijo

Los dos magos se echaron a andar por el camino que conducía a la antigua casa donde ____ había vivido.

- Pronto se acercara el día – dijo _____

- No tienes por qué hacerlo

- Es mi deber – dijo ____ - No puedo seguir ocultándome y hacer que no pasa nada cuando si está pasando

- Harry es un buen chico, como su madre. Tú lo sabrás mejor que nadie

- Lo sé - dijo bajando la mirada

- Yo me encargo de avisar a la Orden de cuál es mi ubicación. Creo que deberías de aprovechar las vacaciones de Pascua. Es un buen momento para perdonar. La vida es muy corta – dijo Dumbledore a modo de despedida y dejándola sola 

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