Yusushima Sengu.

Lo último que recordaba era. . . Haberse resignado a todo. Aceptar su destino, aceptar la culpa. Porque así debió ser desde el mismo principio.

[• • •]

— Mamá,cuando salgas de aquí,¿Podemos ir a jugar juntos? ¡La otra vez papá me llevó a un lugar divertido!

Aquel pequeño,tan inocente y tan puro,se mantenía sobre el regazo de su madre,quién se encontraba recostada sobre la camilla de un hospital. Hizo de lado algunos mechones rebeldes de su pequeño hijo y le sonrió con dulzura.

— Claro que sí,mi niño. Iremos a todos los lugares que tú quieras. Lo prometo.

La felicidad de aquel momento se vió interrumpida por una enfermera.

— La hora de las visitas ha terminado,Yuss. Despídete de mamá.

— ¡Ah! Que rápido. . . — el pequeño se bajó con cuidado de aquella camilla y le depositó un suave beso en la mejilla de su madre. — ¡Vendré mañana otra vez, mamá!

Y después salió,con una sonrisa adornando su rostro,hasta llegar con su padre.

Pero aquellas salidas,aquella promesa nunca se cumpliría.

[𝑃𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒,𝑝𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒,𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝑚𝑒. . .]

— Lo lamento mucho. Cuando la enfermera entró a su habitación,ya era demasiado tarde.

Aquella noticia destrozó a la familia entera. Su madre,no. Su esposa había fallecido.

Aquella noticia desconcertó a todos,sobretodo al hijo menor,quién se había escabullido para entrar a ver a su madre. Lo único que vió fue el colchón vacío. Fue directamente con su padre y lo agarró del pantalón,tratando de llamar su atención.

— Papá,¿Dónde está mamá?

No hubo respuesta. Su padre se colocó a su altura y simplemente lo abrazó,tratando de contener las lágrimas.

— Mamá estará bien,Yuss. Pronto estará bien.

Y aunque el menor creía que así sería,fue una mentira.

Las cosas cambiaron después de eso.

Su hogar se volvió un desastre. Su padre se volvió alcohólico y ni siquiera lo miraba a la cara,y cuando lo hacía,simplemente le recriminaba por lo ocurrido. Sus hermanas lo odiaban y le decían palabras crueles. Hasta cierto punto,todos ellos tenían el derecho de hacer eso.

«— Si no hubieras nacido,mamá aún estaría aquí.»

«— ¡Vete! ¡No quiero verte!»

«— Verte me da asco. . . Pero me recuerdas tanto a ella. . .»

“Todo era mi culpa. Creí todo lo que me decían. Tenía que haber alguna forma de enmendar mi desastre.”

Pero no lo había.

Con frecuencia,aquel pequeño niño se encerraba en su habitación por horas,sin probar bocado alguno. Se sentaba frente al televisor y reproducía algunos CD's de su madre. Porque su sueño era ser idol,tal y como su madre lo había sido. Ver a su madre frente al televisor lo llevaban a aquellos momentos en dónde su madre,aún con las pocas fuerzas que le quedaban,le cantaba con tanto amor y cariño,le sonreía con tanta dulzura. Y entonces,aquel niño recordaba todo lo que le decían y volvía a llorar. Culpandose por todo.

Fue entonces que,pocos meses después,hubo un repentino cambio en su padre. Se mostraba más animado y había dejado,aunque poco a poco,el alcohol.

El pequeño creía que ese cambio se debía a un milagro,y que por fin podrían volver a ser la familia que tanto querían. Pero solo faltaba su madre,aún tenía la esperanza de que,en cualquier momento,entraría por aquella gran puerta. 

Otros meses después,se cumplió su esperanza,pero no de la forma que esperaba.

Toda el ajetreo,las dificultades y sobretodo,la mudanza había sido muy difícil de asimilar. Ahora se encontraban frente a una gran mansión de color ocre,frente a una gran puerta de adobe.

Ninguno de los tres lo comprendía del todo,solo sabían que ahí es donde cambiaría todo.

Tras cruzar aquella gran puerta, dió lugar a un enorme pasillo adornado con una alfombra color dorado. Aquel pasillo se veía iluminado por unas hermosas luces que destellaban cómo estrellas. Al pasar por aquel pasillo cubierto de curiosas pinturas y algunos cuantos objetos decorativos,llegaron a otro enorme par de puertas del mismo color de la entrada. Y al abrirlas,se encontraban frente al enorme salón principal,con un candelabro que servía de iluminación,con pequeñas luces que brillaban,en contraste con aquella sala,sobre los muros de aquella sala también colgaban varios cuadros de hermosos paisajes y uno que otro animal. Lo que más destacaba era un gigantesco cuadro en el que se plasmaba una hermosa familia. Un padre,una madre y su pequeña hija.

— Bienvenidos,es un placer tenerlos aquí. — habló un hombre de traje,mientras hacía una reverencia ante aquella familia. — Les mostraré sus habitaciones. Por favor,siganme.

Al seguir a aquel hombre de dudosa procedencia,se dieron cuenta de cuan enorme era aquel lugar,más de lo que habían visto en la entrada o en cualquier otro lugar.

Cuando aquel hombre abrió unas puertas se dieron cuenta que estaban frente a unas habitaciones gigantescas,tal vez del tamaño de su hogar.

— Esta será la habitación de las señoritas.

Y aquellas pequeñas sonrieron con alegría,pero antes de entrar dieron un leve vistazo al rostro de su padre,buscando permiso de entrar.

Su padre sonrió con ternura y asintió,haciendo que las pequeñas corrieran al interior de aquella habitación con eterna felicidad.

Después volvieron a seguir a aquel mayordomo,la siguiente habitación no quedaba muy lejos del de las pequeñas.

— Esta será la habitación del señorito.

Aquel pequeño parpadeó un par de veces,no sabía si se refería a su padre o a el. Hizo lo mismo que sus hermanas mayores,añadiendo que el niño tomaría del pantalón a su padre,con miedo.

El padre se colocó a la altura de su hijo menor,acariciando sus cabellos con delicadeza.

— Está bien,Yuss. No tengas miedo,puedes entrar.

Aquel niño asintió,obedeciendo a lo que su padre le había dicho,aunque a diferencia de sus hermanas él no entró con tanto entusiasmo,veía a aquella habitación algo grande para estar solo.

Después observó como su padre desaparecía con aquel otro hombre. Se dispuso a recorrer su nueva y extraña habitación,nunca se preguntó la verdadera razón del porqué y cómo estaban ahí.

[• • •]

Era la hora de la cena,habían sido llamados de una forma particular y les hicieron vestir con formalidad.

Ahora mismo se encontraban sentados frente a la mesa del comedor,esperando a su padre.

La espera pronto terminó y vieron entrar a su padre,tomado de la mano con una mujer que,a primera vista,se veía joven. Aquellos niños se quedaron observando con suma atención a aquella mujer: vestido rojo que le hacía lucir su figura,cabellos marrones y ojos de un bello color caramelo. Era alta,a vista de aquellos pequeños,y de una tez aperlada.

— Hijos. . . — comenzó diciendo su padre,llamando la atención de sus pequeños hijos. — Quiero que conozcan a Aiko Sengu,mi futura esposa. . . Y su futura madre.

Las palabras «esposa» y «madre» resonaron en la cabeza de aquellos niños,se quedaron perplejos,sin saber que decir.

En el rostro de las hijas mayores pronto se vió una felicidad indescriptible,dejando su asiento y yendo a abrazar a aquella mujer,quién les sonrió y correspondió el cariño que las niñas le brindaban.

Pero,al contrario,el hijo menor se quedó sobre su asiento,tratando de asimilar lo dicho por su padre. Él también quería tener esa felicidad, él también se quería sentir feliz porque su padre lo sería,porque volverían a ser una familia,pero por más que lo intentaba,aquel sentimiento no emergió. En cambio,un sentimiento de rechazo hacía aquella mujer pronto se hizo notar,al bajar la mirada y cambiar su semblante a uno de seriedad.

Y aquello no podía dejarlo pasar aquella mujer de orbes caramelo,que lo miraba tan atentamente,como un león a su presa.

Aquel niño no sabía que,en realidad,el león estaba buscando la oportunidad perfecta para irlo a cazar.

El padre se acercó a su pequeño para que saliera de su escondite,a lo que Yusushima bajó de su asiento y fue a esconderse detrás de su padre,había encontrado un nuevo escondite.

— ¿Y ese pequeño que se esconde detrás de ti? — preguntó aquella mujer,mientras centraba su vista en el pequeño.

— Es mi hijo menor,es un poco tímido. Yusu,vamos,saluda.

Aquel menor apretó con más fuerza los pantalones de su padre,y cuando ya hubo tomado valor para saludar a la mujer frente a sí,salió de su escondite,haciendo una pequeña reverencia.

— Mi nombre es Yusushima Kasimoto. . . ¡¡U-un gusto conocerla!!

Aquella mujer lo observó con una sonrisa,algo que causó nerviosismo en aquel menor y que volviesen a él las ganas de esconderse nuevamente detrás de su padre,pero se contuvo lo mejor que podía. No conocía a aquella misteriosa mujer,pero a simple vista se veía hermosa con aquel vestido rojo,con un porte elegante y sofisticado,pero el problema es que no se parecía en nada a su madre.

— Me gusta tu cabello — fue lo primero que dijo aquella mujer después de acercarse a aquel menor y colocarse a la altura de él. — A diferencia de tus hermanas, tú lo tienes más cuidado y ondulado. — le sonrió,mientras tomaba entre sus dedos un pequeño mechón y jugaba con este. — Pero. . . No me gusta el color de tus ojos,es horrible. — dijo aquello último en un bajo susurro,solo queriendo que el menor escuchara aquello.

El niño bajó la mirada,porque su madre siempre le había dicho que lo que más le gustaba era el color de sus ojos,pero aquella mujer frente a sí le dió otra perspectiva. ¿Tal vez no eran tan lindos,después de todo? El gusto a sus ojos se lo debía a su madre,porque en ciertas ocasiones también le desagradaba.

— Hablemos más tarde,¿Bien?

[• • •]

Sus hermanas y él habían sido llamados a la sala principal,en donde les esperaba una mesa,y a su alrededor,cuatro sillas. Tres en fila,y una frente a las demás,usando como separación aquella mesa. 

El mayordomo que los había guiado les indicó que tomaran asiento,a lo que obedecieron inmediatamente y se quedaron ahí.

Los tres observaron a su alrededor,y después comenzaron a hablar entre ellos.

— ¡Nuestra habitación es enorme! Me encontré con muchas cosas que son nuevas.

— ¡Si,si! ¡Me gusta mucho estar aquí!

El menor solo se mantenía callado,quedándose hipnotizado por la pintura frente a ellos: se trataba de un paisaje nocturno en,al parecer,un campo de flores. Las estrellas fueron pintadas como pequeños puntos blancos sobre el lienzo de colores azul oscuro,casi tirando a negro,y el verdor del pasto. Lo que más resaltaba era una flor en color rojo,que parecía querer tomar vida,querer resaltar entre aquel paisaje oscuro.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos ante la voz de su hermana mayor.

— ¿Y tú,Yusu? ¿Haz encontrado algo? — preguntó con una enorme sonrisa, haciéndose ver los hoyuelos en sus mejillas.

¿Cómo decirle que no había sido curioso y que solo se había quedado sobre su cama por temor a que le dieran una reprimenda?

— No he encontrado nada. . . — comenzó diciendo,conectando mirada con sus hermanas. — Supongo que tendré que buscar más. — soltó una pequeña risa,y lo dió por sentado.

Pasaron algunos minutos,hasta que al fin alguien más entró en aquella habitación y tomó lugar en la cuarta silla que se encontraba ahí,estática y en penumbra.

Era aquella mujer que su padre les había presentado el día anterior,vistiendo un traje en color azul.

Sacó unas hojas y las colocó sobre la mesa,separando tres montones,uno para cada niño, también dejó sobre la mesa tres lápices.  Después, levantó la mirada y les dedicó una sonrisa.

— Bien,mis pequeños. Hoy les aplicaré un cuestionario. Quiero que lo respondan con sinceridad,si no entienden algo,pueden decirme. Si no saben la respuesta,pueden dejarlo en blanco,pero de preferencia respondan todo,¿Si? — después de haber dicho eso,les entregó las hojas a cada niño. — Piensen que es solo un exámen más del colegio. Tómense su tiempo.

Los niños se miraron entre ellos y después sonrieron con determinación,tomando aquello como un reto.

Comenzaron a responder aquel cuestionario. Con paciencia,con tranquilidad o con nervios,cada uno fue respondiendo según a sus conocimientos.

Pronto los tres terminaron y dejaron las hojas sobre aquella mesa,dudando si podían irse o no,decidieron quedarse ahí.

— Muy bien. Pueden retirarse a sus habitaciones.

Y así lo hicieron. Después olvidaron lo que pasó.

[• • •]

Estaba tranquilo en su habitación,la curiosidad lo había matado,así que había buscado entre sus nuevas cosas algo con qué divertirse.

Pronto encontró un pequeño piano de juguete y comenzó a tocarlo. Su padre le había enseñado un poco,y la única pieza que recordaba a la perfección era la de “Estrellita,¿Dónde estás?”. Lo llevó a su cama y comenzó a tocarlo. Se entretuvo ahí,haciendo unas piezas musicales a su imaginación de infante,hasta que escuchó que tocaban a su puerta,se levantó de su cama y fue a abrir,encontrándose nuevamente con aquella mujer. Lo que llamó su atención eran las cosas que sostenía en manos: un pequeño traje y un portafolio.

Dió algunos pasos hacia atrás y luego hizo su cuerpo a un lado,cómo queriendo dejarla pasar.

— Yusushima,¿No? Acompáñame a mi oficina. — le extendió la mano,en un intento de soportar a aquel niño y no usar la fuerza.

Por otra parte,en el niño se notaba la desconfianza hacia aquella persona al bajar la mirada y juguetear con sus manos.

— Rápido. No tengo toda la tarde. — volvió a tomar la palabra después de echar un vistazo rápido a su reloj de mano.

Al ver que aquel niño no obedecería,lo tomó de la mano y comenzaron a caminar por el pasillo.

— ¡No! ¡No quiero! — comenzó a reprochar,forcejeando para que lo soltara.

— Guarda silencio. No quieres armar un alboroto,¿O sí? — frunció el ceño y después suspiro.

— ¡Pero!. . . ¡No quiero ir! ¡Papá!

Aquel niño comenzó a llamar a su padre con insistencia,hasta que éste apareció,no sabiendo que pensar ante aquella escena. Su hijo casi al borde de las lágrimas y a Aiko sosteniéndolo de la mano.

Tan pronto como el niño vió a su padre,se fue corriendo hacia el,abrazando sus piernas y tomándolo del pantalón con fuerza.

— Kano,¿No dijiste que tú hijo menor era tranquilo y obediente? A mí me parece lo contrario.

El padre suspiró antes de responder,acariciando los cabellos del pequeño infante.

— Aiko,necesita tiempo. Creo que aún no se acostumbra a estos cambios tan repentinos. — después se colocó a la altura de su hijo menor y sostuvo su rostro con ambas manos. — Yuss,¿Qué sucede? ¿Por qué no quieres ir con mamá?

El niño apretó con mas fuerza el pantalón de su padre, ladeó su cabeza para quitar las manos de su padre de sobre su rostro.

Ella no es mi madre. . .

Aquello sorprendió al padre,y causó molestia a Aiko,volviendo a tomarlo del brazo,sin importarle que Kano estuviera ahí.

El padre volvió a su lugar. Se quedó perplejo ante lo que su hijo le había dicho. Esas palabras resonaron en su cabeza con fuerza. “Ella no es mi madre”. Había comprendido porque se mostraba tan reacio. Yusushima rechazaba a Aiko como su madre.

Cuando llegaron,lo hizo tomar asiento frente a un escritorio.

— Escucha,no me agradan los niños. Tienes que ser obediente.

El menor solo asintió,aunque solo había comprendido lo de ser obediente.

— Ahora seré tu madre,a mí tampoco me agrada la idea. . . — tomó una bocanada de aire y prosiguió — Pero quiero rescatar la empresa,así que tendrás que ayudarme. Quiero que comiences a entender el mundo empresarial,quiero que entiendas el mundo en el que pronto vas a vivir. Tú serás el próximo heredero de la familia Sengu,solo espera a que cumplas la mayoría de edad. Desde hoy,ya no eres “Yusushima Kasimoto”,eres “Yusushima Sengu”,¿Entiendes?

La verdad es que no había entendido nada,pero solo asintió.

— Tus hermanas no me sirven de mucho,he tratado de ver su capacidad. . . — murmuró en una voz baja,casi en un susurro para sí misma — Pero no son lo suficientemente buenas. — es en ese momento donde conectó miradas con el niño frente a si. Sus ojos rasgados y de un color rosado lo hacían ver tan inocente,una presa fácil a manipular.

«Alguien como este niño no podría vivir en este mundo tan cruel. Sera una pena,pero tendré que corromper está alma en pureza y llevarlo al mismo infierno

— Tú,mi pequeño,eres espléndido y perfecto. Eres bastante inteligente para tu edad,alguien como tú podrá triunfar si así lo quisiera. . . A partir de ahora,serás mi corderito. — le sonrió,tomando su rostro con su diestra y acariciando la mejilla del menor. — Solo necesito que me obedezcas en lo que te diga. . . Alguien brillante como tú puede hacer eso,¿Verdad?

El menor bajó la mirada,tratando de organizar las ideas en su mente.

— ¿Quiere que yo. . . La obedezca a usted?. . . — preguntó con tono temeroso el niño de cabellos albinos.

— Eso será un buen comienzo. Por ahora te enseñaré poco a poco acerca de la empresa. Por algo estás en mi oficina.

El niño asintió. En sus pensamientos de niño solo prevaleció la orden dada: “Ser obediente

Pero esa orden fue lo que arruinó todo.

[• • •]

[10 años después.]

Los años pasaron rápido como una lluvia tormentosa. Aquel niño creció en aquel ambiente lleno de estudios. Su vida giraba en torno a los estudios de contabilidad,finanzas,mercadotecnia,leyes,tocar instrumentos y muchas otras cosas. A los 15 años ya estaba recibiendo demasiadas responsabilidades para su edad. Su madre,Aiko Sengu,le había prohibido tantas cosas,guiando a aquel joven al camino que ella había trazado: El camino al mismo infierno.

• Prohibido desobedecer órdenes. 
• Prohibido mentir.
• Prohibido ser grosero.
• Prohibido faltar a alguna de sus clases
• Prohibido tener amigos que no te sirvan.
• Prohibido salir de la mansión si no es ir al colegio o a sus clases.
• Prohibido cantar o bailar.

En ese lugar,todo estaba prohibido para él. Era como un juguete para su madrastra,algo que pronto podría desechar.

Pero él había roto una regla,y se había asegurado que ella no lo supiera.

Prohibido tener amigos que no te sirvan

En su primer día a su nuevo colegio particular,una escolaridad de prestigio y con los mejores profesores calificados,al salir del coche y caminar un poco,se topó con una persona,chocando contra ésta.

Podría haberse caído,si no fuera porque la otra persona tuvo buenos reflejos y le sostuvo de la cintura. Cómo una señorita.

— Oh,lo siento. ¿Estás bien? — preguntó aquel otro chico,sonriéndole con alegría,algo que Yusushima envidió por un momento.

— Estoy bien,gracias. — respondió casto,desviando la mirada antes de seguir. — ¿Podrías soltarme,por favor?

— ¡A-ah! ¡Claro!

Le soltó,asegurándose que ya estaba estable. Después,otros chicos aparecieron de la nada y abrazaron a aquel chico frente a sí.

— ¡Yosh! ¡Aquí estás!

— Te creíamos perdido,pero Kai tiene una vista que da miedo y te vió a lo lejos.

Aquel chico les hizo una seña para que se callasen y fue entonces que los tres dirigieron la mirada a aquel otro chico extraño.

Hicieron un breve análisis y después hablaron.

— ¿Cómo te llamas? ¿Eres nuevo? ¡Eres tan lindo!

Yusushima fue atacado de preguntas, observó su reloj y suspiró. Solo un poco,podría responder de forma rápida.

— Me llamo Yusushima Kasi-. . . — se cortó, recordando que ese ya no era su apellido. Un error como ese le hizo lanzar una leve risa. — Yusushima Sengu,un gusto. Si,soy nuevo. Y. . . Gracias. . . — bajó la mirada,con un pequeño rubor sobre sus mejillas.

Los otros tres chicos gritaron de la emoción,cómo si fueran chicas.

— ¡Un gusto,Yuu! Soy Yoshida. Segundo año,grupo A-3

— Yo soy Kaido,mucho gusto. Segundo año,grupo A-3,igual que Yosh.

— ¡Y yo soy Kou! Primer año,grupo B-2. ¡Con suerte y estás en mi grupo!

— Y-ya veo. . . — aunque la alegría de aquellos chicos lo logró incomodar un poco,sonrió. — Mucho gusto. Erm. . . ¿Me podrían mostrar dónde está la oficina del director,por favor?

— ¡Si! ¡Vamos!

Ya estaba nuevamente en el coche,de regreso a la mansión. Le había tocado en el mismo grupo de aquel chico,Kou. Tal vez la vida o el karma quería que sucediera algo extraordinario.

Mostró una pequeña sonrisa,y el chófer,Henry,no lo dejó pasar.

— ¿Sucedió algo bueno en el colegio,señorito?

— Eh,ah. . . Deja de llamarme así, Henry. Te he dicho que cuando estemos solos me llames por mi nombre. . . — dirigió su vista al retrovisor del coche,observando la mirada de aquel chico,aún joven. — No sucedió nada. . .

— Y yo te he dicho que no me mientas,Yusushima. ¿No me tienes confianza?

Henry era persuasivo,era observador y,sobretodo,perspectivo. Desde el primer momento que ambos conectaron miradas en aquel primer viaje en coche,ambos supieron que podían confiar en el otro, como amigos. Henry era el que ayudaba a Yusushima en sus problemas,como un padre o un hermano,porque él veia todo lo que tenía que pasar aquel chico,y supo que necesitaba a alguien como su apoyo. Y Yusushima no se pudo negar,porque necesitaba ser él mismo con alguien,y que mejor que su chófer. Ambos se prometieron que lo que se hablaría allí,en el coche,no pasaría de ahí. Era un secreto entre los dos.

— Lo siento. . . — musitó Yusushima en un bajo susurro. — Conocí a tres chicos. Se ven. . . Que son buenas personas. . . Aunque algo escandalosos,¡Pero se ven divertidos! Quiero intentar. . . Pero. . .

— Hazlo, Yusushima. Hazte amigo de ellos. Yo te cubriré.

Los ojos de Yusushima dieron un brillo auténtico y sonrió con una felicidad indescriptible que dieron un pequeño salto al corazón de Henry.

Pero alguien impediría que Yusushima tuviera esa clase de amigos.

Se encontraba devuelta al colegio, buscó con la mirada a aquellos chicos,hasta que los encontró. Era fácil encontrarlos,porque siempre estaban entre risas o gritando a los cuatro vientos.

— ¡Hola,chicos! — saludo Yusushima,con una sonrisa algo nerviosa.

— ¡Ah,Yuu! ¿Es verdad que quedaste en el mismo grupo que Kou?

— ¡Si! Creo que fue suerte,y la vida dándome señales. — les guiñó el ojo,haciendo que los chicos rieran.

— ¿Quieres pertenecer al Scuack?

— ¿El qué? — preguntó con confusión.

— Scuack. Kaido y yo somos los mayores,ustedes son los menores. Kaido y yo somos los padres,ustedes nuestros hijos. Cómo los patos.

Yusushima comprendió y asintió con un leve rubor.

— Si ustedes me aceptan,entonces. . .

— ¡Claro que sí! ¡Bienvenido,pequeño bebé!

El brillo en sus ojos se hizo presente,al igual que una enorme sonrisa que se plasmó sobre su rostro inmediatamente.

— ¡Gracias!

— Vayamos a clases,se está haciendo tarde.

— ¡Ah!

Los días en aquel colegio se volvieron coloridos gracias a aquellos chicos,se sentía afortunado de encontrar a más personas para apoyo,para apoyarse mutuamente.

— ¡Ángel de nuestras sonrisas! ¡Aquí estás! — gritó Kou,el más enérgico del grupo,lanzándose sobre Yusushima e interrumpiendo su lectura.

— ¿Quién? 

— Tú,obvio.

— ¿Yo? ¿Por qué?

— Eres nuestro pequeño ángel que cuida nuestras sonrisas. Desde que llegaste,es aún más divertido todo. Además,eres tan puro~ — dijo Kou,al mismo tiempo que apretaba y estiraba las mejillas de Yusushima.

— Y-ya veo. . .

Esa felicidad se vió interrumpida por el toque del timbre,hora de salida.

— Mo~ Que mal. . . Yuss,¿Crees que algún día podamos ir a tu casa?

— Yo. . . — bajó la mirada,no lo creía posible. . . — Preguntaré. — y sonrió.

Al llegar a su hogar fue a su habitación a cambiarse de ropa. Era hora de tomar clase con su madrastra. Leyes y empleados. Su rutina de todos los días. Suspiró y colocó su cara de póker antes de entrar en la oficina de ella.

— Toma asiento. Comenzaremos.

Comenzaron su clase habitual,aunque estaba un poco distraído y su mente divagaba en aquellos chicos. Aquello no lo dejó pasar su madrastra,mirándole fijamente. Unas largas horas pasaron,hasta que ya estaban terminando.

— Entonces. . . Tendré que despedir a algún empleado si no está dando un buen rendimiento,a pesar de que lleva muchos años en la empresa. . . ¿Verdad?

— Así es. No debes tener corazón para esta clase de cosas,Yuss.

— Bien. . .

Aquel chico estaba realizando varios apuntes en su libreta. Todo organizado,todo calculado. Números y letras se veían en aquella libreta si cualquiera tuviera la osadía de tomarla. Aquella libreta era la posesión más preciada de Yusushima.

— Se acabó el tiempo,tienes que ir a tus próximas clases. Le diré a Henry que te lleve en el coche.

— Si,madre.

Tomó sus cosas,se levantó de su asiento y caminó hacia la salida.

— No quiero verte con esos chicos y lo sabes.

Abrió la puerta, tragó en seco.

— Cómo diga,madre.

Y salió,mostrando una ligera sonrisa. Fue camino a su habitación y rebuscó entre sus pertenencias las cosas necesarias para sus clases. Tomó su teléfono y mandó un par de mensajes de texto.

«Chat grupal. “APFATQ” »

«—¡¡15 minutos!!»

«—¡Ya casi llego! ¡El camión no llegaba! Haha.

«—¿En dónde están?»

«—En el colegio,¿Dónde más?»

«— Chicos,ya voy en camino. Henry me llevará,pero aún así tomen precaución hasta que estemos dentro del colegio.»

«— ¡¡Es Yuss!! ¿Vienes? Genial.»

«—¿Punto de reunión?»

«— Aula de música.»

Y Yusushima sonrió ante ese último mensaje. Echó su teléfono a su mochila y salió de su habitación.

Por alguna razón,sentía en su corazón la necesidad de ir contra aquella orden,de ir,por primera vez,en contra de su madre.

De camino a la salida,se encontró con su hermana mayor,Jess,quién le esperaba en la entrada de la mansión con la espalda sobre aquellas paredes en color blanco y sus brazos cruzados.

Le sonrió en cuanto lo vió.

— Eres patético, Yusushima. ¿Crees que alguien te va a aceptar tal y como eres?

Frunció el ceño,pasando de largo a su hermana,aunque sus palabras se quedaron incrustadas en su mente,cómo una daga sobre su corazón.

— ¡Apuesto a que no tienes ni idea de lo que estás haciendo!

Fue lo último que escuchó antes de que las puertas se cerraran por completo. Tomó una bocanada de aire y entró en el coche que le esperaba.

— Colegio,por favor. — dijo,una vez tomó asiento, cerró la puerta y dejo sus pertenencias a un lado,no sin haber sacado su teléfono antes.

— ¿Todo bien? — preguntó con cierta preocupación aquel chico de cabellos rubios mientras lo miraba por el retrovisor.

— Si. Todo bien. — sonrió. Y después se dispuso a leer los mensajes del chat grupal.

APFATQ

«— ¡Dos años y no sé dónde mierda queda el aula de música! ¡Ayuda!»

«— ¿Dónde estás?»

«—En el aula de laboratorio,segunda planta.»

«— ¡JAJAJA! ¡Yosh,ni siquiera yo soy así!»

«—Sube más,está en la tercera planta. Tercera puerta a la izquierda. Yoshida,si no la reconoces,mira hacia arriba en los carteles. En grande dice AULA DE MÚSICA. »

«— Oh. Gracias. »

«— Chicos. Alerta Q.”

Cuando escribió eso,todos los chicos,al mismo tiempo,mandaron sus respectivos mensajes de alerta.

«— ¿Tenemos que cambiar el nombre del grupo otra vez?»

«— ¿Qué sucedió? ¿Todo bien,Yuu?»

«— Ay,nuestro ángel. . . Prometo que algún día te sacaré de ese horrible lugar. »

«— The Queen está sospechando de ustedes,y de mí. No hay que bajar la guardia. Hablemos con más detalle en la sala de música.»

— ¿Y me dice que está todo bien? Yusushima. . .

Dió un pequeño salto,soltando el teléfono y conectando miradas con aquel chico.

— Perdona. . . Mi madre ha descubierto que tengo amigos. . . De esa clase. Y mi hermana mencionó algo raro. . . Yo,¿Crees que estoy haciendo mal?

Se quedó pensando en qué decir para ayudarlo,sería un problema si su señora descubriera eso,lo que más temía era lo que sería capaz de hacer.

— No. Yusushima,tu no estás mal. Los que están mal son los demás,¿Bien? Tranquilo.

Llegaron al colegio,se despidió de Henry y pronto subió las escaleras camino a la sala de música. Abrió la puerta abruptamente,todos ya estaban ahí y fueron a su encuentro.

— Mi madre. . . No quiero que. . . Yo. . . — ni siquiera sabía por dónde comenzar, sentía miedo.

Los demás lo abrazaron,lo llevaron dentro del aula y cerraron la puerta.

— Tranquilo,bebé. Estamos aquí,te escucharemos. Tómate tu tiempo.

Yusushima creía que,en realidad,su verdadera familia eran esos chicos. Siempre habían estado ahí para él,y por eso tenía miedo de que algo malo sucediera si su madre tomaba acciones.

— Mi madre ya los tiene en la mira. . . No sé cómo se enteró,pero ya los conoce. . .

Eso los tomó por sorpresa. Hasta hace poco,Yusushima les había revelado que su madre era perteneciente a la familia Sengu,aquella familia envidiada por todos. Y también les había dicho que él sería el próximo al mando,pero no anhelaba algo como eso. Les había revelado que su sueño era ser un idol. Yusushima les había abierto su corazón cuando Henry había llegado tarde a recogerlo,en una mañana fresca.

El chico se encontraba sobre el césped,mirando al cielo. Las clases habían terminado y Henry no pasaba por él. Sus amigos decidieron acompañarlo en su soledad. Fue entonces que,de la nada, comenzó a hablar.

— La reina quiere separarnos,¿No es así? ¿Tienes miedo,verdad?

Kaido lo tomó por el rostro y lo miró directamente a los ojos. Aquellos orbes rojizos lo observaron detenidamente,se estaba dejando llevar por ellos,cómo si fuesen una llama ardiente en medio de la oscuridad. . .

— Yusushima. No dejaremos que esto termine. No permitiremos que la reina nos separe. No te dejaremos ir.

Yusushima comenzó a llorar,algo que asustó a Kaido,a lo que Yoshida lo apartó de él y lo abrazó con fuerza.

— ¡No hagas llorar al bebé! ¿No vez que es sensible?

— L-lo siento,no creí que. . .

— ¡Nada de eso! Nuestro pequeño ángel,tranquilo. Nosotros te cuidaremos,pase lo que pase.

— En otras noticias — interrumpió Kou. — Hoy es el cumpleaños de una amiga y me invitó. Y yo los invito a ustedes. ¿No creen que podría ayudar a Yuss a subirle los ánimos?

— No creo que me dejen ir,Kou.

— Una mentira no estaría mal. ¡Además! No es como si te hubiese dicho que tú ibas a pedir permiso. ¡Lo haremos nosotros!

— “Nosotros” me suena a manada.

Kou le dió un codazo a Kaido,mirándole molesto. Kaido solo se quejó en silencio y comprendió que debía callar.

— Te acompañaremos después de clases. Nosotros nos encargamos.

El timbre sonó,todos suspiraron porque era hora de separarse e ir a sus respectivas clases.

Yoshida y Kaido se fueron, dejando a Yusushima a cargo de Kou.

Por suerte,Yusushima y Kou tenían clases de música. Ya estaban ahí,solo esperarían a los demás.

Inicio de clases,partituras y demostración. Todos se sorprendieron por la habilidad que tenía aquel chico de cabellos albinos al tocar cualquier instrumento. Kou sonrió y se le vino una idea a la cabeza, sacó su teléfono a escondidas y mandó un mensaje al chat grupal.

«— ¿Ustedes saben tocar un instrumento?»

Las respuestas tardaron,pues sabía que los otros chicos estaban en clase y tenían que ser precavidos.

«— Sí. La batería. »

Fue la primer respuesta,proveniente de Yoshida. Eso le sorprendió. Pero le sorprendió más la respuesta de Kaido,el más serio. . .

«— Guitarra eléctrica,el bajo,un poco de batería y piano. »

Que Kaido supiera tocar la guitarra eléctrica,el bajo y la batería le sorprendió. Con lo serio que se veía.

Sus pensamientos se interrumpieron ante los aplausos de los demás ante la presentación de su amigo. Se había perdido la oportunidad de ver a su ángel tocar. Pero tenía otra oportunidad.

En cuanto Yusushima tomó asiento,se acercó a él para hablar entre susurros.

— Yusu,¿Qué instrumentos sabes tocar?

Yusushima parpadeó un par de veces antes de responder.

— Sé tocar mejor el violín y piano. Pero también toco cualquier instrumento,en sí. . .

— Genial. Le preguntaré a mi amiga si podemos tocar en su fiesta.

Yusushima se ahogó con el aire y comenzó a toser,algo que llamó la atención de todos. Recibió palmaditas por parte de Kou para calmarlo. Después se disculpó con vergüenza indescriptible.

— ¡Genial! Dijo que sí. Me preguntó si teníamos banda. . . Le responderé que estamos en debut — Kou rió ante la sonrisa de Yusushima y su rostro. Sabía que no le diría nada,porque después de todo,siempre hacía lo que quería.

Finalizaron las horas de colegio después de un tormentoso día de laboratorio,cómputo,musica,matemáticas, lenguaje,leyes y sus respectivos talleres,en donde se encontraron en determinadas áreas.

Llegaron a la salida. Se abrazaron entre ellos,hasta que un coche se detuvo justo al frente. Lo reconocieron inmediatamente.

Yusushima miró a sus amigos,Kou le sonrió de vuelta y asintió. Era hora de entrar en acción.

— Esperen aquí. Le hablaré a Henry.

Yusushima tardó un par de minutos,hasta que volvió con su chófer.

Rubio,de ojos esmeralda,alto,esbelto y en traje en color negro. El chico perfecto.

Los chicos lanzaron un suspiro bajo al verlo. Después lo tuvieron al frente,y Yoshida y Kaido empujaron a Kou frente a ellos para que hablara.

— ¡Mucho gusto! Soy Kou Hashira,uno de los amigos de Yusushima.

Kou hizo una pequeña reverencia y después retomó su postura,todo ante la atenta mirada de todos.

— Quisiera pedirle un favor. ¿Podríamos acompañar a Yusushima a su hogar? Queremos hablar con la rei. . .— antes de terminar,recibió un golpe sobre su espalda,recobrando los sentidos. — Hablar con los padres de Yusushima. — terminó por decir,de una forma rápida.

Henry pasó a mirar de reojo a Yusushima,quién se encogió de hombros y se acercó a él,a lo que se agachó un poco.

— Una salida. . .

Asintió. Después dirigió su vista a aquellos chicos y les sonrió,haciendo que ellos lanzaran un grito interno.

— Está bien. Suban.

Los cuatro chocaron las manos en señal del primer triunfo.

Se embarcaron a la aventura,todos estaban sentados en la parte de atrás y comenzaron a hablar.

— Chicos. Le dije a mi amiga que. . . ¿Cómo decirlo?

— Kou no pensó y le dijo a su amiga que tocaríamos en su fiesta.

— ¡Ta-da! ¿Ahora somos una banda en busca de su debut?

Yusushima rió por lo bajo ante el rostro sorprendido de sus otros amigos.

— Bien. No tenemos de otra. ¿Te mandó una lista o podemos tocar cualquier cosa?

— ¡Cualquier cosa! Pero me dijo de un grupo de anime,así que. . . Dijo que el grupo se llamaba ŹOOĻ. Lo investigué y es de un anime,el grupo se compone de cuatro personas,lo que va perfecto. En caso de que las personas pidan alguna canción en especial,Yusu puede ser vocalista líder,y nosotros hacemos los adornos.

Los tres asintieron,Yusushima volvió a toser.

— ¿¡Y-yo!? ¡No!

— ¡Mira el lado bueno! Así comenzarás a tomar práctica para cuando seas un idol.

Yusushima pudo sentir la mirada penetrante de Henry por sobre el retrovisor. Eso era un secreto que no había compartido. El camino a su hogar nunca se le había hecho tan eterno.

— ¿Me pueden decir el nombre de los demás,por favor? — habló por primera vez Henry en todo el trayecto.

— Disculpe mis modales. Soy Kaido Keitsu. Un gusto en conocerlo.

— Soy Yoshida Okisa. Mucho gusto.

— Kaido,Yoshida y Kou — murmuró Henry. — El gusto es mío. Soy Henry Jhorns Hanamaki. El chófer personal de Yusushima,trabajador de la familia Sengu. Y. . . Amigo de Yusushima.

Se volvió a encoger de hombros ante la mirada de sus amigos.

Pasaron varios minutos,en donde aprovecharon para hablar de las canciones que tocarían,hasta que llegaron. Todos se quedaron boquiabiertos al ver la enorme mansión que servía como hogar a Yusushima. Los cuatro bajaron y se despidieron de Henry.

— Kou. Tu turno.

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo,y aún así no se echó para atrás. Por amor a su ángel.

— Vamos todos. Cuatro es mejor que uno. — sonrió Yusushima,tomando de la mano a Kaido y Yoshida.

Se adentraron. Observaron a su alrededor y notaron el cambio que se vió en el rostro de Yusushima al cambiar su sonrisa por un rostro lleno de seriedad. Ese ambiente no era el apropiado para un ser tan puro como lo era aquel chico.

Un mayordomo salió a su encuentro al entrar en la sala principal.

— El señorito no había informado que tenía visitas. — comentó,en son de desaprobación.

— Lo siento,fue de último momento. Estarán en mi habitación,Charls.

Pasó de largo,los tres chicos se aferraban a la sombra de Yusushima,porque sabían que estaban pisando terreno prohibido.

Al entrar a la habitación de Yusushima,se asombraron en gran manera. Era enorme,de un color azul celeste,con distintos instrumentos colgados,un piano de cola se veía al entrar,un armario enorme,al igual que su colchón. Un escritorio y lámpara de noche,sobre él una computadora. Una estantería de libros e incluso algunos sillones esparcidos.

— Mi habitación. Pónganse cómodos. Iré a cambiarme.

Yusushima salió con ropa en mano. Los tres chicos se miraron entre ellos y sacaron sus libretas.

— Plan 1. Secuestrar a Yusushima.

— Creí que veníamos a hablar con sus padres.

— De repente me entró el miedo y ya no quiero ir. Su casa es enorme,su habitación es del tamaño de mi casa. No puedo creer que viva en un lugar así.

Y no es feliz. — interrumpió Kaido,con seriedad. — ¿Lo notaron? Yusushima tiene que fingir. Él no es feliz estando aquí,tenemos que cambiar eso.

Sus amigos asintieron,escribieron algo en sus libretas y después les ganó la curiosidad,así que merodearon en la habitación.

Yusushima entró de nuevo,con un traje en color negro. Encontró a sus amigos sobre el asiento que daba al piano de cola,tocando las teclas con curiosidad.

Soltó una risa que asustó a sus amigos.

— ¿Qué hacen? Trío de locos. — cerró la puerta detrás de él.

Sus amigos se le habían quedado mirando.

— ¿Sucede algo?

— ¿Por qué el traje?

— Enseguida tengo que tomar clases con mi madrastra.

— ¿¡Sigues con estudios en tu casa!? — gritaron los tres al mismo tiempo.

— ¡Más bajo! Mi madrastra aun no sabe que. . . Tengo visitas. Se lo diré después,mientras pueden quedarse aquí.

— ¿Cuánto duran tus clases?

— De dos a tres horas,depende del humor de ella. . . Aún así,hablaré con ella y la salida. No mencionen nada de la banda,por favor.

Los tres asintieron y volvieron a abrazar a Yusushima.

— Pueden hacer lo que quieran. La consola de videojuegos está guardado en el armario. Pueden juguetear con los instrumentos. Pero,no hagan mucho ruido.

— Mucha suerte, bebé.

— ¡Que te vaya bien!~

— Tú puedes.

Asintió y salió. Suspiró y se mantuvo al margen de la puerta durante varios minutos,hasta que emprendió su viaje a la oficina de su madre.

Tocó a la puerta,espero la orden de entrar y ahora estaba en aquel escritorio tan familiar. Sacó su libreta,su bolígrafo y algunas hojas revueltas.

— Charls me informó que tenemos visitas. ¿Quiénes son? — preguntó Aiko,sin levantar la vista de su computadora.

El chico de cabellos albinos tragó en seco,aún así no dió signos de nerviosismo,sabía que no debía de mostrarse débil ante su depredador.

— Unos amigos. No molestarán. Les dije que me podían esperar en mi habitación,en lo que yo tomaba mis clases con usted.

— ¿Quiénes son?

Apretó su pantalón, cerró sus ojos con fuerza y frunció el ceño.

— Yoshida Okisa,Kaido Keitsu y Kou Hashira. Madre,¿Podemos- — fue interrumpido.

— No conozco esos apellidos,Yusushima. ¿Sabes lo que pienso de ellos? — esta vez,Aiko levantó su vista por primera vez,conectando miradas con los orbes rosados de aquel chico.

— Lo sé. Pero me agradan. No dejaré de ser su amigo,puede castigarme si así lo desea.

— ¿Me estás retando,Yusushima?

— Solo soy sincero.

Hubo un silencio de unos momentos,unos minutos de tensión en donde ninguno de los dos habló. El silencio reinó en aquella sala,en donde solo se podía apreciar el sonido del reloj continuando con su trabajo.

— ¿Qué es lo que quieres? — por fin pronunció aquella mujer.

— Pido permiso para salir con mis amigos. Una salida casual para charlar. Solo eso. Por favor.

— Bien. Se cancela la clase de esta tarde. Puedes ir,tienes derecho a regresar más tardar a la medianoche, sé cómo son los jóvenes. . . Le das la ubicación a Henry, él te irá a recoger.

— Muchas gracias,madre. Con permiso,me retiro.

Salió de la oficina y mostró una enorme sonrisa que trató de esconder. Llegó a su habitación y abrió la puerta,en dónde pudo ver a sus amigos. Kaido estaba tocando el piano,Yoshida tocando la guitarra y Kou tarareando una melodía. Esa imagen fue tan gratificante,por lo que tomó una foto en su memoria y la guardo como un tesoro.

— Chicos. The Queen me ha dado permiso. El Scuack ha triunfado.

Los tres dejaron de hacer lo que sea que estuvieron haciendo y sonrieron,dejaron todo en su debido lugar,después se lanzaron sobre Yusushima para abrazarlo.

— ¿¡De verdad!?

— De aquí hasta la medianoche.

— ¡Pues no perdamos tiempo! ¡Vamos!

Salieron,no sin antes mandar a aquel chico a qué se cambiara de ropa y fuera con una más casual, llamó a Henry y pronto se vieron de nuevo en aquel automóvil.

— ¿Qué canciones tocaremos?

— En primer lugar, preguntaré si tiene lo que necesitamos. Si no,solo cantaremos.

— Con lo mal que cantamos. . .

Kaido recibió un codazo por parte de Yoshida. A veces su sinceridad era filosa.

— Si tienen. Tienen todo,parece que un familiar suyo tiene contactos. Nos lo van a prestar.

— ¿Y las canciones? No tocaremos algo que no sabemos.

— ¿Tiene Bluetooth el auto?

— Si — respondió Henry,quién escuchaba de todo. — Puede pasarme su teléfono y enseguida lo conectaré.

Kou acató esa orden. Le dió su teléfono y pronto se escuchó una canción. . . Extraña. A lo que Kou fue enseguida por su teléfono y cambió la canción.

— Esa no era. Esperen. — hizo un par de movimientos y reprodujo una canción. — Hice una lista de reproducción,podemos escucharla mientras vamos a su casa.

Y así lo hicieron. El hogar de la amiga de Kou quedaba hasta la otra punta de la ciudad. Aprovecharon para practicar,afinar voces y comentar sus cosas.

Poisonous Gangster
Look at. . .
4-ROAR
Bang! Bang! Bang!
Zone of Overlap
Sasagero -You are mine-
Survivor
No sacrifice

Cada chico tuvo que elegir su papel al escuchar las canciones. Por lo que sus roles quedaron de la siguiente manera:

Kaido cantaría las partes de Minami,porque su voz era demasiado suave.
Yoshida las partes de Torao,quién sabe por qué,pero eligió a ese chico.
Kou cantaría las partes de Toma,lo sacrificaron porque ninguno de los demás sabía rap.
Y Yusushima sería Haruka.

— Siento que esto terminará mal. . .

— ¡Tranquilo! Por cierto,al parecer ese grupo es de un anime llamado IDOLISH7,¿Lo han escuchado?

— Ni idea. No soy otaku. Kou sabe.

— ¡Hey! Bueno,lo conozco un poco,mi amiga me ha hablado de ellos.

— Aunque sus canciones son. . . — Yusushima rió un poco y después prosiguió. — Salvajes. ¿Del tipo malo?

— Eso es porque no estás acostumbrado,bebé. Tú te hundes en tu mundo de música clásica.

— L-lo siento. . .

— En algunas canciones utilizaremos los instrumentos,en otras no. Pido ser DJ.

— ¿Siquiera sabes cómo trabaja un DJ?

— ¡Obviamente! Mi padre me enseñó un poco.

Los tres ladearon la cabeza y suspiraron. La familia de Kou era extrañamente rara.

Durante el trayecto,los chicos trataron de memorizar las letras de aquellas canciones,fue una tarea difícil,contando que solo practicaron a lo veloz,porque a su amigo se le ocurrió de la nada.

— Llegamos. — informó Henry,una vez hubo estacionado el auto en las afueras de un enorme portón en color blanco.

— ¿Esta es la casa de tu amiga? Es enorme. . .

— ¡Si! Su familia trabaja en una empresa de juguetes. Andando.

Los chicos bajaron,Henry un poco después y se acercó a Yusushima.

— ¿Estarás bien?

— Si, Henry. Lo estaré. Tú tranquilo.

— Bien. Lo vendré a recoger después. Solo me llamas,¿Entendido? 

— Si,si. — aquel chico sonrió y después de pensarlo por unos momentos, abrazó a aquel chico de cabellos rubios,a su chófer. — Gracias. . .

Después se apartó y lo despidió con una de sus manos,caminando en dirección a donde estaban sus amigos. Caminando a su nueva y misteriosa aventura.

Henry se quedó ahí,observando como es que su chico se alejaba,cómo aquel pequeño ser iba a  una nueva aventura. Esbozó una sonrisa y después volvió a su coche.

Kou llamó al timbre y tardaron varios segundos en responder mediante el micrófono. 

— ¿Si? ¿Quién habla?

— ¡Soy Kou!

Se cortó la señal y después se abrieron las puertas de par en par,dejando ver a una chica de cabellos largos y en color rojizo y unos lindos ojos en color dorado.

— ¡Kou!

— ¡Kana!

Ambos se abrazaron,haciendo esperar a los demás chicos.

— ¿Quiénes son ellos? — preguntó,después de separarse de Kou y observar detrás de él.

— Son unos amigos. Con ellos voy a tocar.

— ¡Genial! ¡Mucho gusto,soy Kana!

— Un placer conocerla,señorita. Mi nombres es Yusushima. — sonrió e hizo una pequeña reverencia.

— Yo soy Yoshida. Un gusto.

— Kaido,un placer.

— ¡Vamos! ¡No se queden ahí! Justo estamos dando unos últimos detalles,llegaron demasiado temprano.

Entraron a aquel hogar,justo en la enorme sala principal. Un salón de una gran magnitud,con una hermosa iluminación. Justo al frente se podía presenciar un escenario con micrófonos,una batería,una guitarra eléctrica,un bajo y un par de bocinas.

— Estamos dando los últimos retoques al escenario. Pueden verlo,si gustan. Si necesitan algo más,no duden en decirlo.

— Muchas gracias.

Y la curiosidad los mató,por lo que fueron a echar un vistazo a aquel escenario. Era de un tamaño considerable,los instrumentos estaban bien acomodados y en perfectas condiciones. Con luces en color verde,blanco,azul y rojo que podían dar un buen ambiente.

— Genial,¿Verdad? ¿Porque no practicamos un poco?

— ¿No vamos a molestar?

— Preguntaré.

Kou bajó del escenario,fue a hablar con un empleado y después pasó a hablar con su amiga. Minutos después ya estaba de regreso.

— No hay problema. Pregunté y dijeron que habrá un aproximado de 500 personas.

Yoshida,Kaido y Yusushima comenzaron a toser,se miraron entre sí,sorprendidos.

— ¿Q-que?. . . ¿Tantas?

— Son muchas. . .

— ¿No querían más?

Kou solo rió ante aquellos comentarios,tomando su puesto junto a un micrófono.

Suspiraron y se colocaron en sus posiciones.

— Esperen. ¿Se les ocurre un nombre de una banda?

— ¿Importa? Se te ocurrirá algo, líder.

Kou gruñó y lo dejó pasar.

— ¡Comenzaremos con Zone of Overlap!

Y así lo hicieron. Pronto la sala reinó en aquellas voces y en aquella música. Todos los empleados se detuvieron por un momento,apreciando a aquellos cuatro chicos sobre el escenario,brillando con su propia luz.

Lo más emocionante es cuando llegaron al coro. Los sentimientos de felicidad y emoción se extendieron por todo el escenario. Ese era solo el comienzo.

Llegó la noche,los invitados pronto comenzaron a llegar. Aquellos cuatro chicos se estaban preparando mentalmente,los nervios pronto se hicieron ver. La fiesta estaba comenzando,todo era perfecto.

Kana tomó presencia en aquel escenario,con una enorme sonrisa plasmada sobre su rostro.

— Buenas noches a todos. Gracias por venir a mi fiesta de cumpleaños. De verdad se los agradezco. Ahora quiero presentar a unos amigos que tocaran,¡Vamos!

Aquellos chicos se sorprendieron. Era su turno. Hicieron un círculo y se miraron entre ellos.

— Tranquilos. Todo saldrá bien.

— Es hora de demostrar quiénes somos.

— Estaremos juntos. Hasta el final.

— ¡Andando!

— ¡Bien!

Aquellos chicos se hicieron presentes,tomaron sus posiciones. El público comenzó a murmurar,la tensión se hizo presente.  Kou se colocó frente a aquellas personas,tomando el micrófono entre sus manos.

— ¡Buenas noches! Agradezco a Kana por haberme dejado cumplir este capricho. Nosotros somos “The colors in the dark” y tocaremos en esta noche. ¡La fiesta apenas comienza!

Los chicos se miraron entre sí,sonrieron y dejaron que Kou tomara su lugar. Algunos aplausos se hicieron presentes,el escenario se oscureció y pronto se escucharon las voces de aquellos chicos,cantando a gran voz la primera canción  en su lista “Poisonous Gangster”. El audio de la música se escuchó,al igual que las voces y la emoción de aquellos chicos.

«Estar en el escenario es mejor de lo que pensé. Siento que soy libre,que puedo ser yo mismo. ¿Esto sentía mamá?»

El nombre de la banda hacía alusión a los sentimientos de todos. Ellos eran los colores en la oscuridad,una oscuridad que reinaba en uno de ellos,pero aquellos colores se interpusieron,dando vida a un nuevo color.

De vez en cuando Yoshida,Kaido y Kou miraban hacia donde se encontraba Yusushima,lo observaban con detenimiento. Aquella sonrisa genuina,aquella voz,su facilidad para bailar en aquel escenario y la habilidad de controlar sus nervios. Todo de aquel chico era genial. Pero era una estrella en el lugar equivocado. Ellos se encargarían de llevarlo al cielo en donde en realidad pertenecía.

No saben cuánto tiempo pasó,pero fue el suficiente como para acabar todas las canciones que tenían en su lista. Recibieron distintos aplausos y varios gritos que pedían que cantaran otras canciones. Kou y Yoshida decidieron bajar del escenario para recibir aquellos pedidos. Kana se acercó a Kou y le susurró algo al oído,después sonrieron,rieron y Kou sacó su teléfono.

Yoshida regresó pronto al escenario,con una lista de no más de 10 canciones. Pero cuando Kou regresó,tenía una hoja entera de canciones.

— ¡Le gustó a Kana cómo cantamos! Así que tengo otros pedidos de ella. Son diversos,más de ese anime que les dije. . . Creo que le gusta mucho. Nos pidió que cantemos de un dúo y un terceto. Recibí otros,¿Pueden cantar de este tipo? Pediré un poco de tiempo para ensayar antes de volver a tocar.

Justo como un líder,Kou dirigió a aquellos chicos. Se tomaron un descanso y repasaron su nueva lista de canciones.

— Yo creo que en el dúo canten Yusushima y Kaido. Sus voces emparejan muy bien.

— Si eso les parece bien,entonces acepto.

— Y en el terceto pueden cantar Kou,Kaido y tú,Yoshida.

— ¿Y tú,Yuu? No te dejaremos solo.

— Yo cantaré cómo solista en las canciones que así lo requieran. Vamos,tenemos que aprendernos las canciones en menos de una hora.

El tiempo les iba en contra,no querían hacer esperar a aquel público.

Aquella hora pasó volando y pronto se hicieron nuevamente presentes en aquel escenario,fueron recibidos con algunos gritos y aplausos,gritando su nombre como si de verdad ya fuesen famosos.

— ¡Buenas noches! ¡Es un gusto seguir tocando para ustedes! Recibimos varios pedidos,así que haremos lo posible por cantar la mayoría de canciones. Cómo primer número,tenemos una canción titulada “Lost One's Weeping”. ¡Un solo por parte de uno de nuestros integrantes!

Kou dejó su lugar en aquel micrófono. Yoshida,Kaido y Kou pronto estuvieron listos. Yusushima se acercó a aquel micrófono que antes había utilizado Kou y lo tomó con ambas manos. Suspiró tembloroso. Pronto se escuchó el sonido de la batería y de la guitarra.

Comenzó a cantar. Con una sonrisa,con temor. Pero cantó.

Pronto sus temores se disiparon,dejándose llevar por la melodía,dejándose llevar por aquel hermoso momento,tan inolvidable.

Todo el lugar se encontraba en silencio,algunas voces provenientes del público se encontraban cantando la melodía. Aquellas personas se encontraban apreciando aquel grupo de adolescentes,especialmente a aquel chico cantante.

La fiesta siguió,pero no podemos decir que hasta el amanecer.

[• • •]

[Fin de la primera parte.]

¡Hey! ¡Aquí el autor!

Originalmente este iba a ser un capítulo entero. Decidí acortarlo,porque me di cuenta que sería un poco -demasiado- extenso. Aún quedan cosas por descubrir de la vida de Yuss.

¡Sigan conectados! ¡Se avecina segunda parte!

Editar 8662 palabras no es nada fácil.

— Q

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