[Continuando con la travesía del capítulo anterior.]

Ahora nos encontrábamos caminando hacía su sesión fotográfica,y que gracias al cielo Utsugi-san me había enviado la ubicación,porque si no ya estuviésemos perdidos apenas salir de la agencia.

Todo iba bien para mí,aquellos chicos mantenían su plática habitual entre ellos,y yo estando a unos pocos metros lejos de ellos para no estropear su amistosa charla.

— ¿Porque no fuimos en coche? Sería más rápido. — comentó un molesto Haruka,yo sintiendo su mirada cortante hacia mi y captando aquella indirecta.

— No tengo coche. ¿No vez que apenas si sigo con vida?

— Fufu. . . No se preocupe, Yusushima-san,seguro que después ni siquiera tendrá que preocuparse por eso.

Negué con la cabeza y solo seguí caminando,ignorando aquellas indirectas y tratando de concentrarme en seguir el camino correcto.

A mitad de camino,unos jóvenes nos cortaron el camino. Levanté la mirada y vi que eran solo tres de ellos. Traté de seguir con lo mío y seguir caminando,pero uno de ellos me lo impidió.

Suspiré y tan solo entré en modo pacifico.

— ¿Necesitan algo?

Los tres se miraron entre sí,y le concedieron la palabra a un chico de cabellos rojizos.

— Los chicos de atrás son el grupo de Zool,¿Verdad?

Miré de reojo a los chicos a mi cuidado,los cuales se encontraban mirándome con confusión. ¿Sería bueno si les dijera la verdad? ¿Tal vez debería mentir para protegerlos?

— ¿Porque? ¿Necesitan algo?

Reiteré,tratando de encontrar alguna pista de lo que trataban de hacer.

— Uno de ellos,Torao. Hace unos días coqueteo con mi novia.

Eso cambia las cosas. Me di media vuelta,y me dispuse a mirar a Torao,quien parecía de lo más tranquilo. Ahora estaba pensando en dejarlo morir a manos de aquellos tres chicos. Volví a negar con la cabeza,y me di media  vuelta,quedando nuevamente frente a aquellos chicos.

— Entiendo. Déjeme decirle que,aunque quisiera que le dieran su merecido,no puedo hacer eso.

— Nunca pedimos permiso.

Por supuesto. Que lógico. Acompañado de eso,un puñetazo.

Largué un suspiro,no porque me doliera el golpe,es decir,si me dolió,pero ese no es el caso,sino porque mi teléfono;que hasta ahora traía conmigo en una de mis manos,salió volando a pocos metros de mi. Eso me dolió en el alma,porque a pesar de que ya estaba ultra viejo,seguía en buen estado (exceptuando algunas roturas al haberse caído en el suelo).

Los chicos notaron eso,y en vez de pasármelo como cualquier persona civilizada,lo terminaron por romper aún más.

Largué otro suspiro,está vez un poco más largo que el anterior,y tocando el lugar en el que antes me habían golpeado.

Volví a mirar a aquellos chicos,y solo les mostré mi mano,haciendo una seña de despedida.

— Nos vemos en la sesión. El lugar está. . . Después de cruzar otras dos calles. Ya saben,es un edificio alto. . .

Los chicos parecieron entender aquello,así que se fueron. Volví a mirar a aquellos tres chicos frente a mi y sonreí.

— Bien. Continuemos.

[• • •]

— Y así fue como terminé aquí. . .

— ¿En el hospital?

— Por su pollo.

— ¿Y porque lo hiciste? ¿Porque decidiste protegerlos?

Hubo un silencio de un par de segundos,y fue entonces que el semblante del menor cambió,dejando ver una sonrisa algo alegre.

— Porque la familia es primero.