A veces,cuando planeas una cosa
Pidió permiso para mover y hacer de ese lugar un caos del bueno. Hizo a un lado algunas mesas con ayuda de sus amigos, pidió a los invitados que se hicieran a un lado y que fueran pacientes,dejando así el centro del salón vacío,con los invitados a los alrededores y,por último,tuvieron que mover aquella mesa de invitados especiales y despejar por completo aquel lugar.
Suspiró y se limpió el sudor de su rostro con un pañuelo. Sacó su teléfono y mandó un par de mensajes de texto,para verificar que aquellos chicos estuvieran listos.
«— Zona despejada. ¿Les ayudará?»
La respuesta tardó un poco en llegar.
«— Si. Solo necesitamos unas 10 manos para mover algunas cosas. . .»
Soltó una risa y reunió a su grupo de personas.
— Chicos,¿Pueden acompañarme? Aún faltan cosas.
— Bien. Lo que digas.
Asintió y,con paso tranquilo y ante la atenta mirada de todo el mundo,salieron de la mansión. La noche despejada,las estrellas brillando y la luna llena hacían de una vista maravillosa ante los ojos de Yusushima,tan perfecta era la noche para una ocasión como esa.
Llegaron al único lugar que Yusushima conocía y se encontró con aquellos otros 4 chicos.
— Son demasiadas cosas,¿Estás seguro de que necesitas todo esto? — preguntó Toma,una vez vió a Yusushima.
— Si. Haremos un espectáculo,tengo idols y una banda.
— ¿Espectáculo? — preguntaron todos al unísono,de eso no se habían informado,no del todo.
— Solo necesitan llevar esto adentro,¿No? Vamos,no tenemos tiempo que perder.
Al ver la iniciativa de aquel chico,no tuvieron de otra más que ayudar. Llevaron,una a una,las cosas que requerían.
[• • •]
Todo estaba en su lugar,tan acomodado y con una pizca de desorden. Se sacudió la ropa y comenzó la tarea de conectar todo.
Por otra parte,los invitados se preguntaban que es lo que irían a hacer y porque necesitaban de esas cosas. Aiko Sengu era una de esas personas,observando a detalle cada movimiento que su hijo hacía. Tomó su teléfono y marcó a cierta persona.
— Vigila las cámaras de seguridad. Asegúrate de que no vuelva a escapar. Ya sabes lo que está en juego.
«¿Planeas huir de nuevo? Si quieres jugar sucio,yo también puedo jugar,Yusushima.»
Se dirigió a su oficina y entró en esta. Pronto tomó asiento frente a su computadora,tecleando algunas cosas en esta.
Y si volvemos al espectáculo,Yusushima había terminado de arreglar todo el sonido. Reunió a todo su equipo: Yoshida,Kou,Kaido. Re:vale y parte de ŹOOĻ.
«— ¿Estás en tu puesto,Hen?»
«— A tus órdenes,chico. Cuando usted diga»
Sonrió e hicieron un pequeño círculo.
— Bien. Estoy jodidamente nervioso y no lo negaré. — comenzó por decir Yusushima,soltando una risa nerviosa después. — Pero si de algo estoy seguro. . . Es que puedo confiar en ustedes. Sé de lo que son capaces,incluso sé de lo que yo soy capaz,por eso estamos aquí,a punto de cometer un crimen. — se mordió su labio inferior,estaba incluso más nervioso, temía por lo que pudiera pasar,y aún así se arriesgaría a perderlo todo,tomaría la responsabilidad de todo si algo fallaba. — Pero,en este mundo tan cruel,nosotros tenemos que marcar la diferencia y ser los colores en la oscuridad. ¿Están listos? ¡Vamos!
— ¡Si!
El verdadero espectáculo comenzó,todos tomaron sus lugares,se sonrieron entre sí. Las luces se apagaron por unos momentos y, después,una sola luz se apreciaba en aquel lugar,por sobre la silueta de el heredero,quién mantenía la mirada baja y sobre sus manos,un micrófono. Era acompañado por otros 8 chicos,quiénes se mantenían de igual forma. Nadie se atrevía a hablar,a hacer algún ruido. Todo permaneció en silencio hasta que el sonido de las voces de aquellos chicos se hicieron resonar por sobre las bocinas.
Yusushima levantó la vista, miró al frente con una sonrisa y comenzó a cantar como solista,acompañado de la batería y la guitarra eléctrica,por parte de sus amigos. Era hora de cantar el himno que representaba a esos chicos,a su nueva vida,a esos colores que aparecieron en su vida. Era hora de destrozar la barrera que se había formado.
[• • •]
El sonido molesto de una guitarra y una batería la hicieron salir de su oficina,con un portafolio en manos,necesitaba descubrir de dónde provenía aquel molesto ruido.
Al llegar al inicio de las escaleras, descubrió quién hacía tanto ruido. Mostró una ligera sonrisa ante tal escena,Yusushima cantando,haciendo resonar su voz con aquella vana canción,con aquellas personas como sus acompañantes. Mantenía su sonrisa,porque aquel espectáculo no dudaría por mucho,al menos ella no lo iba a permitir,no se podría permitir que aquel chico tomara un camino distinto al suyo.
«Aiko,asegúrate de seguir el linaje. No te debe importar nada más.»
Apretó su mano contra su vestido. En cierto momento,que tal vez fue su imaginación,pudo notar como aquellos orbes rosados la miraban desde su posición,aquel chico seguía cantando,pero no despegaba su vista de ella.
Repentinamente,la canción cambió y el chico le mostró una sonrisa. Cómo burlándose de ella,la canción mostraba un mensaje que se lo tomó muy a pecho,en ocasiones el chico hacía cierto énfasis en algunas partes ,sobretodo si la canción la cantaba su presa.
«Estoy intentando quitar y apartar mi mano,pero las raíces parecen estar más profundas.»
«Si solo cierro mis ojos así,todo esto se acabará. Obviamente, sé bien que anhelas eso. Lamentablemente,eso no es lo que yo quiero.»
Y así, llegó al coro,en dónde aquel chico cambió de posición y está vez la veía de frente. Con aquella sonrisa burlona,con aquellos ojos de depredador,con aquella mano extendida hacia ella. Todas las personas voltearon a dónde Yusushima miraba,observando así a la presidenta,a Aiko Sengu. Ella se sentía en vergüenza,tan impotente,su hijo se estaba burlando de ella. ¿Ese era su truco?
— Aún estoy vivo,justo delante de ti. Mira bien a la persona que pisoteó tu esperanza. Me llamas mentiroso,pero ya no me importa ni lo que estás diciendo. Jamás serás capaz de tirarme abajo.
Hubo un punto en el que Yusushima abandonó aquel escenario, cambió el micrófono por un audífono inalámbrico con micrófono,se encaminó a las escaleras y comenzó a subir. En ningún momento dejó de cantar,seguía con la mirada fija en aquella mujer,quién presentaba un rostro de completo horror.
— Levanta tu cabeza y mira encima de ti mí posición. Por este lamentable puesto todos tus esfuerzos para matarme se fueron a la basura.
«Date cuenta de qué es en lo que me convertiste. Mira quién soy ahora.»
— Soy más fuerte que tú,ah. ¿Finges no verlo? Tu vida está en mis manos. . .
Esta vez tomó una distancia peligrosa,a pocos centímetros de su madrastra,los presentes observaban aquella escena,ninguno se atrevía a intervenir,y aún así,la música seguía,al igual que la voz resonante de aquel albino.
— Fuí pisoteado,abandonado. ¿Qué se siente estar con los mismos zapatos? Asqueroso,¿Verdad? Ve acostumbrándote,por el resto de tu vida estarás sumergida en este abismo.
Al mirarlo de frente,se dió cuenta de que la miraba con odio,con desprecio. Aquel niño que alguna vez la obedeció se había convertido en el león que trataba de destruir,se había convertido en aquel chico que estaba justo frente a ella,con la fuerza suficiente para terminar con su imperio y rehacer el suyo. Un error fatal.
Trató de alejarse de aquel chico,caminando unos pasos hacia atrás,pero era inevitable,aquel chico le seguía el paso.
— ¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a intentar matarme? Todo el dolor que me tragué,serás obligado a aceptar todo. Este es mi juicio. — no se detuvo a pensar,sostuvo a su madrastra por el cuello del vestido,justo como aquella vez y la obligó a mirarlo a los ojos. — Deseaste mi muerte,pero aún no es suficiente por qué estoy justo delante de ti. ¡Mira bien quién pisoteó todo lo que era tuyo! Me llamas mentiroso,pero ya no me importa ni lo que estás diciendo. Jamás serás capaz de tirarme abajo. Aún estoy vivo,justo delante de ti. Me llamas mentiroso,pero ya no me importa ni lo que estás diciendo. . . Deseaste mi muerte,pero. . .
Yusushima le sonrió,susurrando algo que pudo escuchar,claro y fuerte.
— Pero aún no es suficiente.
La música se detuvo. Un silencio abrumador reinó.
Con un movimiento de manos dió con su teléfono y oprimió un botón. Justo en ese momento las luces se apagaron. Se escucharon varios ruidos,algunas voces y varios gritos.
Aiko reaccionó y marcó a su teléfono.
— ¡Date prisa! ¡Ese bastardo no tiene que escapar!
Tardaron varios minutos en volver a encenderse las luces.
Ese chico ya no estaba,ni siquiera estaban algunos de sus acompañantes. Frunció el ceño y chasqueo su lengua.
El sonido de la batería y la guitarra pronto resonaron. El espectáculo aún continuaba.
[• • •]
Cuando las luces se apagaron,se atrevió a “bajar las escaleras” mediante el barandal,resbalandose en este,algo que siempre había querido hacer. Cuando ya estuvo en pie, tomó de la mano a dos personas y salió corriendo,tratando de no chocar con ninguna persona. El tiempo estaba medido,las luces no debían tardar en volver a encenderse y en cuanto eso sucediera,la persecución apenas comenzaría.
Salieron de la mansión y siguió corriendo al lugar indicado,si todo salia de acuerdo al plan,en estos momentos quién tomaba su lugar como vocalista líder sería aquel chico de cabellos turquesas, utilizó a Haruka cómo sacrificio. Pero se aseguró de pedirle a alguien una copia de la grabación de las cámaras.
Llegaron y se encontraron con aquel rubio,quién los esperaba.
— Vamos.
[• • •]
La canción que había elegido el albino era un poco complicada,no,era un poco extraña por la letra. Pero no le importó, siguió cantando para cumplir su promesa y parte del plan. Ser un distractor,dar un espectáculo para aquellas personas.
De cierta forma,agradecía que los chicos detrás de él se supieran a la perfección esa canción.
«¡Más vale que cumplas tu parte del plan,Yusushima!»
Tan solo finalizó aquella canción y el caos reinó en aquel lugar. Miró detrás de él y asintió. Era su turno de huir. Se reunió con aquellos otros chicos y observaron a su alrededor.
— Por acá,es la única salida que no está obstruida.
Por qué, efectivamente,algunas personas habían obstruido el paso a la única salida visible. Siguieron a aquel chico de cabellos azulados y,por muy extraño que sea,realmente había otra salida.
— Me pregunto cómo es que te conoces la casa de Yuss.
— Una vista rápida siempre me basta. . . — Kaido se encogió de hombros,no quería responder del todo aquella pregunta capciosa.
Salieron de la mansión,pero se toparon con un hombre en traje que les detuvo el paso.
— Ustedes estaban con el señorito,¿No?
Se metieron en problemas.
Uno de sus compañeros,Toma,se agachó un poco y le susurró algo al oído.
— ¿Recuerdas las reglas de los idols?
Ah,por supuesto que las recordaba.
«#1 Si se meten en una pelea,nunca golpear primero.
#2 Si algún transeúnte los ve,“Estamos filmando”
#3 El rostro debe defenderse con tu vida”
— Puede que algunas personas nos hayan reconocido. . . Somos idols,después de todo. Pero,lo que quiero decir es que. . .
Fue interrumpido por otra voz.
— ¡Charls! ¡Te dije que buscaras a Yusushima!
— Es que tal vez podamos romper una regla. . .
Kaido,Kou y Yoshida,de igual forma,se susurraban entre sí,porque Yusushima les había dado una última tarea a cumplir.
«Protejan con su vida a esos tres. No dejen que nada les pase.»
Aún no comprendían del todo el porqué,pero así lo irían a hacer.
Aquella mujer,la madrastra de Yuss,se encontraba dando una reprimenda a aquel hombre. Aprovecharon eso a su favor.
— Bien. Al menos uno tiene que salir de aquí.
Toma dió un pequeño empujón en la espalda de Haruka,quién avanzó tan solo unos centímetros de su lugar.
— Seremos los distractores. Si algo me sale bien,es golpear gente.
Yoshida le dió un golpe a Kaido, quién soltó una ligera risa.
— Bien, tú,chico turquesa.
Sabía que se referían a el,por el color de su cabello,así que no hizo más que bufar en tono de respuesta.
— Es broma. Quiero que tú huyas. Corre sin mirar atrás. Me encargaré de enviarte a tus amigos después.
Kaido palmeó el hombro de Haruka,sonriéndole en el proceso. A lo que el chico se encogió de hombros.
— Encárgate de ellos,entonces.
Aquella frase les heló la sangre,¿Se referían a ellos? Si es así,entonces tenían que atacar.
— Cuando te diga,comienza la persecución.
Aquel hombre,de nombre Charls,se acercó nuevamente a aquellos chicos. Su semblante era serio,y su mirada era intimidaba.
— ¿Pueden venir conmigo,por favor?
«¿Qué?»
[• • •]
Afortunadamente,ya habían salido completamente del radar de esa familia,de nuevo. Se encontraba sentado sobre el auto de uno de sus acompañantes, suspiró y se quitó el traje que tuvieron que utilizar para pasar desapercibidos.
Tenía que entrar en contacto con aquellos chicos,se tenía que asegurar de que salieran de ahí,si no,volvería otra vez.
— ¡Yuss!
Dió un pequeño salto y ladeó la cabeza,mirando al frente por sobre el retrovisor de aquel auto,pudo apreciar una mirada de cierta persona.
— ¿Estás bien?
Sonrió.
— Estoy bien.
Sacó su teléfono y marcó.
— ¿Sí?
— Asegúrate de que ellos salgan. Tal y como me ayudaste a mi. Recibirás tu paga después.
— Bien. Espero que cumplas tu promesa,Yusushima.
— Me voy a asegurar de que así sea. . . Nos vemos,Henry.
— Hasta pronto, Yusushima.
Colgó. Aquel “hasta pronto” le hicieron sacar un suspiro.
— Si,hasta pronto. . . — murmuró para sí mismo.
Había sido una noche ajetreada,ahora lo estaban llevando a quién sabe dónde,pero ya no le importaba,siempre y cuando estuviera bien. Hizo una última llamada.
— ¿Si? Yuss,¿Estás bien?
— Si. Los que me preocupan son ustedes,¿Ya salieron?
— Hubo un cambio. . . Estamos buscando una forma de escapar sin llamar la atención y sin usar la fuerza bruta de Kaido.
Tragó en seco.
— Henry los ayudará. Asegúrense de encontrarlo y hablar con él.
— ¿Punto de reunión?
Aquella pregunta le sacó una sonrisa,a lo que no pudo negar responder.
— Tsukumo Production's.
— Bien. Nos vemos ahí en. . . Quién sabe,¿Unas horas?
— Bien. Suerte.
Colgó y lanzó un largo suspiro. Recostó su cabeza sobre el respaldar del asiento y cerró los ojos. Mucho ajetreo,su huida resultó,pero el país entero entraría en una búsqueda extrema. ¿Tendría que cambiar de estilo otra vez?
El chico se había dormido. Aquellas otras personas se miraron entre sí y se sonrieron.
Habían llegado a su destino,Momo tuvo que cargar a Yuss,con suma delicadeza y cuidado de despertarlo,pero Yusushima se abrazó a él en cuanto sintió el cálido afecto,como un panda,tan tierno.
Estaban en el departamento de Yuki,porque. . . Bueno,porque el de él si estaba ordenado.
Lo dejó sobre el sillón,a la fuerza,porque el menor no quería separarse de él.
— Hasta mañana,Yuss. Todo estará bien,te voy a cuidar. . .
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