17

No siempre es un secreto que tenemos a alguien que cuida de nosotros desde lejos.
—•—
Capítulo 17

El bosque.

Miré mi celular antes de bajar del auto, había un nuevo mensaje.

Unknown message.

Pronto vas a ser mía.
3:39"

Sentía mi respiración ir más rápido de lo normal, bloqueé el número de inmediato y borré la conversación, me fijé en el mensaje de mi mejor amiga y traté de distraerme con eso.

Valeria's Message.

Barb, sabes que casualmente, hoy no me mencionaste que te habías mudado?
3:40"

Lo había olvidado Val, en verdad. :(
3:41"

Y... ¿dónde estás ahora?, bueno, vives. :(
3:41"

Con Hazel.
3:42"

Vaya... entonces Finn tenía razón. Claro, no voy a darle la razón igual. ;)
3:43"

Ya me estoy haciendo una idea del baile que hará sí sabe que tiene la razón 😂
3:44"

Y qué lo menciones, igualmente no le daré la razón. 😌😂 ¿Y qué tal es vivir ahí?
3:44"

Por ahora, bien. Normal.
3:45"
Oye Val, te dejó es que tengo que atender unas cosas.
3:46"

Vale, pero no creas que te escapas del interrogatorio fifi. Te quiero, Barb.
3:46"

Y yo a ti. :p
3:47"

Barbara... —nuevamente sentí esa respiración detrás de mí pero la ignoré, entré a la casa antes que todos mis hermanos y corrí hasta mi habitación.

¿Qué está pasando?

...

Volví a sentirme observada de nuevo, apenas salí de la ducha, observé a todos lados pero no había nada, nuevamente. Coloque una toalla sobre mi cabello mientras acomodaba los libros que había usado anteriormente para las tareas.

Barbara...

Ese escalofrío volvió a mi cuerpo al igual que la sensación de que lo hubiesen susurrado en mi oído, cerré la ventana al lado del escritorio con rapidez y me senté en la cama colocándome unas medias pues ya estaba vestida.

Barbara... oh dulce Barbara.

Mi piel se puso de gallina y las luces fallaron por un momento, mis tres hermanos habían salido, Hazel tampoco estaba en casa y Rosa estaba haciendo las compras de la despensa.

Así que básicamente estaba sola en casa, y esos susurros me asustaban.

Busque mi celular con rapidez notando que eran las seis y treinta de la tarde.

Rosa no tardaría en llegar, pero Chase y Adam sí por el entrenamiento de fútbol y Clary pasaría la noche donde su mejor amiga.

—Debe ser por la lluvia. —murmuré suave empezando a desenredar mi cabello ignorando que la luz estuviese fallando, afuera hacía un terrible clima con la lluvia que estaba cayendo.

Mis ojos empezaban a pesar repentinamente y sin más me quede totalmente dormida sin pensar en otra cosa.

El bosque en el que me encontraba era precioso en todos sus aspectos, los rayos de la luna se filtraban entre los árboles y eso le daba un toque más que místico, sonreí al ver un claro en la orilla de la montaña, me acerqué a este gustosa agachándome para tocar el agua.

—Me encanta. —susurré, pues el agua se sentía exquisita.

Un empujón me hizo caer al lago ahora y desesperada por volver a la superficie lo logré, miré a todos lados algo asustada, la noche repentinamente había cambiado, el bosque ya no tenía ese toque místico ni agradable.

Todo era oscuro, no había salida.

—Barbara. —esa voz volvió a escucharse mucho más cerca.

—No, no, no. —empece a nadar hacía la orilla del lago pero me era imposible llegar ya que había algo que me estaba sujetando el pie, de un salto logré salir y solamente corrí todo lo que mi cuerpo me permitía mientras seguía escuchando esa espeluznante voz decir mi nombre y correr detrás de mí.

—Vas a ser mía, Barbara Constantine. —finalizó otra voz pero esta vez masculina y más espeluznante.

No, no, no.

Antes que me alcanzara logré despertar al sentir como movían mi cuerpo con brusquedad.

—¿Valeria? —murmuré sintiendo mi garganta seca viéndola asustada, ella apartó sus manos de mis hombros y suspiró aliviada.— ¿cómo...?

Ignoró mi pregunta y vi que tenía un vaso de agua en sus manos.

—Oye, no sabía que tanto te asustaría verme. —rió divertida disimulando que anteriormente me había despertado, me tendió un vaso con agua y luego me miró preocupada.— no recuerdas que te dije que vendría?, antes de ducharte me pasaste tu dirección. —dijo de manera obvia y suspiró.— ¿por qué gritabas?, la señora Rosa me dejó subir cuando te escuchó y me pidió que te diera el vaso con agua.

Pues ella me había despertado, ¿por qué disimulaba ahora?

—¿Rosa?, ¿Qué hora es? —estaba confundida, aún me sentía como parte de aquel sueño.

—Barb, estoy llegando a creer que tomaste o comiste algo que no debías. Son las ocho. —señaló el reloj de la pared y me regaló una sonrisa comprensiva.— ¿estás bien?

—Yo... bueno, la verdad es que. —me callé inmediatamente sintiendo una terrible sensación en el cuerpo, algo que me obligaba a no decir la verdad, así que sonreí asintiendo.— sólo un mal sueño por la película de terror que había visto. —ojalá me crea.

Me lanzo una mirada confundida y a la vez estudiando mis gestos, pero a la final decidió creerme riendo suave.

Era buena para disimular, ella no hablaría hasta que yo dijera las cosas.

—Te he dicho que no veas películas de terror sola. —se acosto en mi cama como sí fuese la suya suspirando.— ¿Quieres que hablemos de otra cosa para que no te sientas mal?

—Tú sí sabes.

—Perfecto, empecemos por el chisme que no me has contando. —dijo elevando sus cejas pícaramente haciéndome reír.— y por el otro, tienes mucho que contarme.

—¿Segura?, es un poco tarde Val, tus padres te regañarían sí llegas más tar...

—Ah no, lo siento señorita misterio. —sonrió divertida.— ya hablé con mis padres y afortunadamente con Hazel, así que puedo quedarme hoy. —sonrió ampliamente sacando de su bolso un montón de dulces.— vine preparada para escuchar todo y también sí es necesario planear venganzas. —dijo lo último juntando sus manos al estilo villano.

—Bonnie, estás loca, pero así te quiero. —confesé entre carcajadas llamándola por su apodo.

—Un momento, estás usando la pijama del mal, eso significa qué...

—Fue un mal día, así es. —hice un puchero y ella puso su mano bajo su mentón pensativa.

—Pues en ese caso, no lo pienses más, porqué hoy será una gran pijamada. Y te ayudaré a cambiar ese animo, es más, mañana en la escuela notarás cómo todos esos idiotas dicen "a ellas les decíamos nerds?" —reí más por eso último y definitivamente mi mal humor se fue al igual que los rastros de ese sueño.

—Es posible que eso ocurra. —bromee abrazándola.— te quiero, boba.

—Y yo a ti, Barb. —sonrió correspondiendo mi abrazo para luego apartarse y sentarse como indio sobre la cama.— Bien, no te escapas de contar nada de nada. —bromeó.— te escucho.

—Verás, lo qué pasó ese día fue que...

...

2:20 am.

—Aún sin creer por qué ella no se quedó con Damon. —se quejó haciendo un puchero hacía el televisor donde me reí rodando los ojos.

—Aún tienes muchas temporadas por ver, bonnie. — me encogí de hombros captando su expresión de shock.

—Ok, ok, vamos despacio, dejé que me convencieras de ver esta serie sólo para que me digas qué hay más temporadas?!

—¿Sí? —me carcajee notando como ella se lanzaba contra la cama dramáticamente.— Oh vamos, tú sabes qué quieres verla.

—Pero... yo quería leer historias de 1583.

—Blah, blah. Damon es mío. —entrecerré los ojos hacía ella seriamente.

—Oki dokie. —se encogió de hombros tranquilamente.— Ian es mío. —dijo refiriéndose al nombre del actor. —vale más el real.

—Muereeeeee. —le lancé una almohada riéndome.

—¡Diablos!, Barb, ya son las dos de la mañana, tenemos que dormir, ¡ya! —se lanzó a la parte que le había cedido de la cama cubriéndose con el edredón cerrando de inmediato los ojos.— buenas noches, loquilla.

—Buenas noches, bonnie. —reí divertida cerrando los ojos, pero sólo bastó que hiciera eso para caer en un profundo sueño.

¿El bosque?

De nuevo estaba en el mismo sitio donde estaba el lago, sólo que ahora todo era silencioso, suspiré observando por primera vez mi vestimenta, tenía un vestido rojo largo, en el reflejo del lago se podía apreciar que era de tiras y suelto, con un poco de escote.

Mi cabello era más largo y con los rizos más definidos.

Cuando fui a ver mi rostro escuché unos gritos entre los arbustos.

Corrí hasta ese lugar notando como una cosa negra mataba a alguien succionando su...

No me quede a ver más ya que salí corriendo pero para mi suerte hice ruido al tropezarme con una roca.

No, no, no.

—Barbara. —esa voz oscura.— será mejor que corras. —la sonrisa que apareció ante mis ojos me avisó que era lo mejor.

—¡Nooooo! —grite cuando sentí que me atrapaba de la cintura antes de correr.— suéltame, no, no.

—Barbara.

—Barbara, ¡despierta! —abrí los ojos de golpe sintiéndome extraña, ese sueño se había sentido tan real. —¡Barbara, mírame! —Valeria estaba delante de mi sujetando mi rostro viéndome preocupada.

—¿Qué pasó?

—Eso es lo que me gustaría saber.

—Valeria... yo, no sé qué pasó. —susurré temerosamente y ella se alejó dándome una botella de agua.

—Creo que no deberás comer más dulces antes de dormir. —sentenció seriamente.— ¿Qué soñaste?

—Que los zombies me perseguían. —apenas esas palabras dejaron mi boca me sentí confundida.

Eso no fue lo que realmente soñé, pero había algo que no me dejaba decir lo que pasaba.

—Pues en ese caso, amiga, me asustaste, estuve a punto de tirarte de la cama porque no despertabas.

—Sí... era sólo el mal sueño. —susurre con una risa forzada. —¿Qué hora es?

—Son las tres y media de la mañana. —me mostró su celular y asentí.

—Duerme, Val, nos quedan pocas horas para descansar.

—¿Segura que puedes dormir?

—Sí. —me estudio con su mirada y asintió.

—Cualquier cosa me avisas, ¿vale? —asentí sonriéndole forzosamente y volvió a acostarse.

El resto de la madrugada no volví a soñar con el bosque ni mucho menos con esa voz.

Pero algo me decía que apenas esos sueños estaban comenzando.

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