°15°

Maratón 1\3

***

Y con eso nos dimos cuenta que la diversión no venía de las cosas, sino de los momentos valiosos que pasábamos juntos.
—•—
Capítulo 15

Terror y muñecas.

Estaba riéndome sin parar por cómo habían terminado ambos de mis hermanos mayores después de haber visto aquella película llamada, Anabelle, parecían ni siquiera poder ver a las esquinas sin decir.

"La muñeca asesina"

También siendo culpa de algunas personas que extrañamente entraban con una muñeca o disfrazadas de esta.

Olvidaremos eso último pero no los gritos de mis hermanos.

•Momentos atrás.•

—¿Están seguros que quieren ver la película? —Clary dijo con voz temblorosa ya que ella sí sentía algo de miedo hacía esa película pero mis hermanos asintieron seguros y hasta emocionados.

—Es una simple película, Clarisse, ninguna muñeca tonta lograría asustarnos. —Dijo Adam sonriente dándole el dinero a la señora de la taquilla por nuestras entradas.

—No voy a poder dormir. —dijo mi hermana haciendo un puchero y yo le sonreí.

—Tranquila, Clar. Sí podrás dormir, secretamente llevó los audífonos que hacen que quedes ajena al exterior, y mi celular tiene datos. —le sonreí ofreciéndole ese lado.— si no quieres ver, me avisas y te pasó mi opción. —ella asintió más segura y los segundos volvieron los chicos con las palomitas más las sodas.

Mi hermana no podría ir a otro función porque no queríamos dejarla sola, así que básicamente entraría con nosotros.

Los dos mayores decían lo emocionados que estaban por la película y lo disgustados que se sentían por las personas con disfraces de muñeca o réplicas de esas muñecas viejas.

—Esa película no dará nada de miedo. —dijo orgullosamente Adam.

•Media hora después.•

—¡Ahhhhh! —se les escuchó gritar a mis hermanos y empezar a decir que esa muñeca era del diablo, los demás espectadores les mandaron a callar y ellos igual siguieron gritando en las partes donde esa pelirroja se movía de lugar.

Clary por otro lado veía la película interesada y sin ningún miedo, ahora es cuando decía.

¿Quiénes son los hermanos menores aquí?

Y los grababa con mi celular.

•Ahora•

—¿En serio van a seguir abrazados? —preguntó mi hermana tomando su soda tranquilamente.— esa película estuvo genial, aunque no sé, le hizo falta algo más aterrador.

—Eres completamente anormal, Clarisse. —dijo Adam horrorizado mirando a todos lados, "alerta".

—Mira, ahí está Anabelle. —señaló detrás de ellos con temor y estos gritaron peor que unas niñas abrazándose de nuevo, precisamente cuando unas chicas con las que habían coqueteado en la fila de entrada pasaban mirándolos raro.

—¡Clary! —se quejaron ambos volviendo a su pose normal antes de subir al auto avergonzados y con nosotras detrás riéndonos.

Sin duda un valioso momento para recordar.

Y grabado.

•Al día siguiente.•

Hoy tendríamos escuela, y no sólo lo recordaba por ese odioso sonido que sólo el despertador podía hacer, sino porque apenas era miércoles.

Con pies perezosos me dirigí hacía el baño donde empecé con mi rutina de las mañanas, todo genial hasta entonces.

¿A quién engaño?, me gusta estudiar pero, realmente la cama me decía que volviera a dormir.

Me puse la ropa de siempre aún con pereza y suspiré observándome en el espejo, el suéter holgado con esa camisa normal por debajo y mis pantalones sueltos fueron el atuendo del ombligo de la semana.

Hoy tenía una prueba de matemáticas, y realmente no me sentía del todo lista, tomé la mochila con exagerada calma y el celular más mis audífonos, cuando salí de la habitación al fin y llegué a la cocina noté que todos estaban desayunando.

—Buenos días. —Salude dirigiéndome directamente a la nevera para sacar una botella de agua y una manzana.

—Buenos días, enana. —saludó Adam con la boca llena recibiendo un pequeño zape en la cabeza por parte de mi hermana.

—Con la boca llena no se habla. —le regañó y me reí.

—Hazel se fue temprano, dijo que tenía unos asuntos que resolver. —me avisó Chase sin siquiera haber tenido tiempo de formular esa única pregunta.

Asentí resignada y luego cuando Rosa entró aplaudió animada.

—Barbara, niña, siéntate a comer, he preparado unas tortitas que te dejarán con ganas de más. —sonrió dulcemente sirviéndome el plato con un jugo de naranja.

—No puedo negar a algo tan delicioso. —confesé relamiéndome los labios sintiendo como mi boca se hacía agua ante el aroma de la comida y el jugo de naranja.— gracias, señora Rosa.

—Oh no, nada de señora, me siento vieja así, sólo díganme Rosa, ¿vale?

Todos asentimos sonriendo contentos y seguimos degustando de la comida.

—Chicos, para cuándo lleguemos de la escuela me van a ayudar a deshacerme de todas las muñecas, ¿sí? —pidió Clary suavemente con una sonrisa ladina y nerviosa.

—No que no te daba miedo? —se burló Adam.

—Cállate, payaso. —le sacó la lengua y lo miró mal.— no me obligues a meter esas muñecas en tu habitación. —amenazo haciéndome reír en silencio.

—No, no, para nada hermanita, sólo bromeaba.

—¡Demonios, se nos hace tarde! —gritó Clary mirando su celular no sin antes darle las gracias a Rosa y todos salir corriendo hasta el auto.

...

Dejé de tararear la canción que estaba sonando por mis audífonos para abrir la taquilla que me correspondía.

—¡Hola bebé! —casi dejó caer todos los libros ante el susto que me ha dado Valeria con esa repentina aparición.

—¿Te creíste ninja? —le replique asustada aún acomodando los libros dentro de mi mochila, ella no había asistido a la primera clase y pues no la había visto, ni siquiera a Finnegan.

—Para nada, loca. —empezó a reírse escandalosamente guiñándome un ojo, es mi mejor amiga y no debo matarla. —ya en serio, ¿qué tal todo?, ¿cuándo podemos hacer el cambio de guardarropas? —preguntó curiosa sonriéndome.

Reí rodando los ojos y le saqué la lengua.

—Tenemos que botar toda esa ropa holgada, nena. —comentó con emoción como la fanática de moda que es y sin mala intención, yo reí más y justo en ese preciso momento pegué un salto por la voz de Finn.

—Bonita. —estuve a punto de lanzarle un libro y cuando noté que era él quien lo había susurrado me relaje.— hola señoritas. —hizo una especie de reverencia que sólo logró hacernos reír más y sonrió de lado.— Son ideas mías o alguien está de buen humor? —arqueó una de sus perfectas pero pobladas cejas observándome.

—Puede ser.

—Y podría saber por qué tan emocionada?

—Eh... tal vez. —le guiñe un ojo bromeando sin dejar de sonreír y sus ojos tuvieron un brillo especial.

—¿Tengo que adivinar?

—Exactamente.

—¿Es mi cumpleaños? —negué divertida y él cerró sus ojos pensando.— conseguiste entradas para ir al sorft.

Sonido, ruido y futuro. Un festival loco pero genial.

—Así es, Finny. —chillé con emoción.

—Eso es fantástico, ¿cómo lo lograste? —preguntó también emocionado.

—Una chica jamás revela sus trucos.

—Ahhhg. —Val hizo un puchero y le sonreí.

—Vamos a clases ahora mismo, señoritas.

—Bien, señor aburrido. —bufé riendo notando que su curiosidad se había quedado en el vacío, pero antes de empezar a caminar sentí unos brazos rodearme la cintura y luego abrazarme sin pasar a ninguna zona incorrecta.

—Hey pequeña. —Era Connor quien ahora me abrazaba sonriente.— hoy luces jodidamente hermosa.

—¡Connor! —le regañe y salude normal, me sentía cómoda con entre sus brazos, como sí perteneciera ahí, evite suspirar como tonta y me relaje nuevamente, pero un carraspeo me hizo dar con la realidad.— hola, y gracias.

Sentí todos mis ánimos irse repentinamente y noté a Finn tenso, con cuidado me aparte de su abrazo y él seguía ahí, mirándome con esos ojos que de alguna manera eran preciosos...

Esa mirada que me daba era como sí yo fuese una diosa o una obra de arte ante sus ojos.

No, no y no.

Fuera con esos pensamientos.

—¿Podríamos hablar a solas? —preguntó refiriéndose a Finn, negué sintiéndome un poco incómoda.

Mi mejor amigo no paraba de mirarlo fijamente como si quisiera asesinarlo y además ese sentimiento de comodidad se había esfumado.

—No.

—Serán sólo unos minutos, por favor. —me miró suplicante.

No, no hagas esa cara.

Sólo será una charla, no pasará nada. Me repetí mentalmente antes de darle una respuesta.

—Bien. —accedí ya que sabía que no pararía y la verdad esta vez la curiosidad me había vencido.— pero Valeria se queda. —dije firme notando que se relajaba ahora.

—Está bien. —murmuró rendido y tomó mi mano alejándome de las taquillas hasta sentarnos en unas bancas donde ya no había nadie por el receso, aunque realmente faltaba poco para entrar a las otras materias.

—¿De qué querías hablarme? —pregunté viéndolo seriamente.

—Pues...

Stranger POVs.

Drew apenas había entrado a la habitación con su esposa se dejó caer en el mueble refunfuñando tendría una junta en un minutos con Danessa, la esbelta rubia suspiró tendiéndole un vaso con agua con una pastilla para el dolor de cabeza, pues el estado de su pareja ahora mismo la tenía de los nervios con la preocupación que sentía.

—Drew, no debes estresarte hasta ese punto. —murmuró preocupada colocándose a su lado, por otro lado el rubio suspiró exageradamente levantándose del sofá rápidamente expresando así parte de su frustración.

—Sí no fuesen tan incompetentes con los que les pido no estaría tan estresado. —gruñó el ojiazul alborotándose el cabello, dejando la mirada puesta en un cuadro que adornaba la habitación. — tengo que ir a la junta.

Acomodo su corbata y beso la mejilla de su esposa abriendo la puerta, necesitaba aclarar muchas cosas y no quería pagar aquello que sentía con la fémina, pero como siempre, tan testaruda, ella se negó a dejarlo pasar por ese lío solo, y aunque el mayor protesto más de una vez, no lograría que cambiara de opinión. 

—Tenemos que ir. —sentenció tomando su abrigo y saliendo de la habitación primero que él.

Minutos después ya en la camioneta de vidrios oscuros ambos miraban el camino en silencio, cada uno estaba en sus propios pensamientos y cierta parte en el futuro.

—¿Cuándo le dirás a Barbara la verdad? —soltó de repente recordando que el chofer no podría escucharlos por el vidrio que los separaba ahora mismo, fijo sus ojos grisáceos en él esperando que respondiera.

—No lo sé, no tengo la menor idea de cómo se lo vaya a tomar, nena. —confesó masajeando sus sienes pensativo.

—Han pasado trece años... cariño, creo que es hora de que sepa la verdad, dentro de tres años no...

—No lo digas. —pidió en voz baja, su voz sonando en una súplica.— ella lo sabrá cuando la envíe a Italia, pero... va a odiarme cuando lo descubra. —confesó con tristeza, sabía bien que había fallado al reprimir a su hija de esa realidad, pero era lo mejor.

Aunque le hubiese mentido toda su vida como lo hizo con sus otros dos hijos, Chase y Clary, pues en sí, su primogénito sabía la verdad, pero ninguno de ellos se podría esperar eso, y parte de esas reacciones a futuro en parte de sus dolores de cabeza.

Tenía miedo.

No sólo ninguno de sus tres hijos sabía la verdad, sino que uno de ellos había nacido con una pequeña maldición y don a la vez.

Por esa razón velaba tanto por la seguridad de sus hijos.

—Drew, amor. —ella le acarició la mejilla tiernamente acercándose, al haberlo visto enfrascado en sus pensamientos apretando sus puños y quijada, ya podía imaginar cuál era su tormento, hizo que la mirara cuando lo tomó de las mejillas y procedió a hablar.— sabes que ella te quiere muchísimo. Estoy segura que lo entenderá, jamás podría odiarte, Drew, no digas eso. —acarició sus mejillas uniendo sus frentes con cuidado para después darle un tierno beso en su mejilla y abrazarlo dándole todo su apoyo.

—Lo único que estoy rogando es que nadie la lastime... —susurró perdido en los brazos de la fémina quien más que preocupada intentaba hacer lo posible para que su cónyuge no se perdiera nuevamente en su tormento.

—Nadie va a lastimarla, eso tenlo por seguro, es una chica fuerte y sobretodo ella estará igual de segura que... —guardó silencio al recordar lo que iba a decir y se obligó a cerrar la boca para que el tormento del hombre no se intensificara.

Él se apartó de ella colocando su mano sobre su rodilla apretándola con suavidad depositando un beso en sus nudillos al momento que tomó su mano.

—Sí, lo sé. Por los momentos espero que esos bastardos jamás la encuentren. —escupió con disgusto, ahora volvía a sentir ira, su interior quemaba de sólo pensar en que esa gente encontrarán a una de sus pequeñas, sintió la mano de Danessa apretar su mano y se relajó un poco.— Clary está segura por ahora.

—Nada va a pasarles, Drew, son los mejores de toda la línea, estoy totalmente segura que mis niñas van a poder estar mejor que nada. —él sonrió al escucharla hablar de su aprecio sincero por sus hijas, aunque algo en ella se rompió, su voz pareció temblar y su mirada quedó vacía. —Pero no me niego a aumentar la seguridad.

Drew no negaba que sabía la razón de ese cambio rápido de ánimo, ese mal momento donde casi perdieron a los tres muchachos, en especial a la del don.

—Hablaré con Jorge acerca de ese tema. —cambio de tema haciéndola reaccionar.

—Y yo supongo que me quedaré en el hotel con Lin y Carlos ahora. —tomó sus manos entre las suyas nuevamente entrelazándolas, no sabía que pensar ahora mismo.

En algo estaba clara, su esposo era muy delicado también en el tema de la seguridad y ella no se oponía a recibir protección.

Aunque sí sentía molestia a veces porque quería sentirse normal.

—Supones perfectamente, preciosa. —le robó un beso en los labios y suspiró.— necesito que estés a salvo sí haré el negocio. —ella asintió resignada y lo besó.

Ojalá ese plan sirviese para proteger a sus hijos.

...

Barbara's POVs

—Primero que nada, quiero pedirte disculpas. Por lo de estos días. —confesó apenado sin dejar de mirarme.

Esto se está poniendo más incómodo de lo que sentía.

—Vale... no te preocupes, eso suele ocurrir, queda todo olvidado. —estaba a punto de levantarme para por terminado el asunto pero creo que Connor no lo veía así.

—¿Cómo qué suele ocurrir? —preguntó en un tono molesto y ¿preocupado?

Bah, seguro son ilusiones mías.

—No importa. —le corté antes que siguiera tratando de estudiarme con la mirada. El timbre sonó en el mejor momento y lo observé.— bueno sí me disculpas, debo ir a clases.

Antes de salir huyendo él tomó mi mano impidiendo mi escape.

***********

Lov u.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top