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Demasiado tarde para ahogarse entre tristezas pero a la vez sentirse vivo.
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Capítulo 1
Hoy es uno de esos días en los que no me quiero levantar, sólo me gustaría quedarme en mi cama e hibernaría todo el día, pero eso no es posible cuando vives con tu familia, claramente.
No señor, eso no es permitido en mi casa.
Y ahí me encontraba yo en mi cama esperando a que no me levantaran, disfrutando de aquel buen sueño entre la realidad y el país ficticio en mi imaginación, creo que hoy sí harían esa excepción de dejarme dormir.
En verdad sentía paz en dormir justamente ahora, sin ningún tipo de interrupción, un fin de semana normal y...
Nunca cantes victoria antes de tiempo.
—Bárbara Iris Constantine LaBelle, levántate de una buena vez.
Oh no, no otra vez.
—Pero... sí es domingo! —Dije arropándome con mi manta, sintiendo un leve frío repentino, al sentir cómo me despojaban de aquel cobertor tibio.—¡Oye!
—Bárbara, qué hemos hablado de quedarte hasta tarde despierta? —la voz de mí querido padre retumbó en mi habitación, claro que estaba molesto.
Santa madre, sólo quiero dormir, ¿era tan difícil que me dejaran dormir todo un día entero?
—Papá, sabes que amo leer y una vez que comienzo no puedo parar, lo sabes perfectamente después que me regalaste aquella lámpara de noche para colocarla sobre mis libros.—me excuse arreglando mi cabello a la par que recogía algunos de los libros que tenía en mi colchón, lo miré después de haber dejado mis tesoros en la mesita de noche.—Además, estamos en casa del abuelo.
Por lo menos era adicta a los libros y nos a sustancias estupefacientes.
Vaya, ya estaba hablando a lo biblioteca o quizás me afectó el no dormir bien.
—Hija, se supone que tienes natación y tenis en 30 minutos, Carson te está esperando abajo. —sentenció recordándome los preciados cursos a los que me tocaba asistir, corrección, clases extra. —No puedes seguir durmiéndote tan tarde, Babara. —respondió en un regaño por mi cara de desagrado.—No, señorita, no quiero reproches. Mañana comienzas clases, y tienes que arreglar esos horarios locos ya. —volvió a decir abriendo las cortinas oscuras de mi habitación, me cubrí los ojos por el repentino brillo de la mañana quejándome.
Mi padre aparte de exigente, era algo fastidioso con estas cosas.
—Tus hermanos ya se fueron a sus clases, deja de ser perezosa Barb.—Aquí es donde siempre llegamos cada fin de semana, es la misma conversación. Lo vi caminar hasta donde había estado cuando abrí los ojos y cruzarse de brazos.
Cuando a una persona le das un chocolate no puedes evitar que esta se lo coma y no te pida más después de probarlo.
Eso me pasaba a mi con la lectura.
Desconecte mi celular de la mesa de noche, fijándome en la hora.
Realmente era tarde, solía preguntarme qué tan difícil les era a mis hermanos despertarme cuando les pedía que hicieran aquello, y más que en las noches anteriores de lectura intensa les avisaba; ¡oh!, claro que ya tenía respuesta para eso.
Las incontables veces que los mataba casi por intentar despertarme.
—Papá, no es justo. —esta vez hablé yo volviendo a cubrirme con mi manta, mi habitación estaba muy helada por el aire acondicionado, a mi abuelo le gustaba tener su casa como un congelador, esa era la verdad.
Volviendo al tema papá esperaba que yo prosiguiese a hablar nuevamente.
Pero recodando lo que había leído sobre expresarse como te sentías con tus padres ayudaba en ciertas ocasiones, aproveché para decir lo que quería, ahora que él no tenía ninguna junta temprano hoy.
—Verás, supongo que recuerdas la conversación que tuvimos hace medio mes.
En el que básicamente Chase era totalmente un patan y ya me tenía harta con sus cosas.
—Lo de quieres irte a Italia. —asentí y él se sentó en la silla cercana a mi cama, adoptando una posición de negocios, intenté seguirle en sentarme así, pero lo único que hice fue cubrirme con mi manta mucho más. — y vivir con tus tíos. —volví a afirmar con mi cabeza.
—Quiero esforzarme en ser alguien mejor y conseguir un mejor futuro en proceso, ganarme mis lujos por mi propio mérito. —él siguió observándome en silencio.— sé que dijiste que podría ir a Francia también, y en verdad lo agradezco porque...
—Hija, tienes que pensar mucho mejor esa decisión, tienes familia en esos dos países, y sabes que estoy dispuesto a apoyarte, pero piensa bien y no te decidas por un sólo país.
Me quedé en silencio pensando, al ser la hija de un Constantine, no sólo tenía beneficios por portar el apellido, pero tampoco quería irme a lo fácil, para llegar a la cima de mi propio imperio debía esforzarme.
El apellido que portaba no sólo implicaba adoración por dinero, poder, beneficios. Habían cosas de las que no aún necesitaba descubrir, ya que claramente, como todas las familias con dinero a esta cantidad siempre había un lado malo del cual cuidarse.
Y yo como curiosa que era quería descubrir cada secreto que esta familia tenía, antes de dar un paso por la plancha hacía el mar.
Otra de mis incomodidades antes de los secretos era la escuela.
—La escuela, bueno secundaría, en verdad es un problema también. —la charla con mi padre me ayudaría a pensar mejor las cosas que tanto me enredaron en la noche anterior.
No es por ser caprichosa pero en parte esa institución era...
¿Cómo lo digo en pocas palabras?, ¡Ah sí, lo tengo!
Ser catalogada como un bicho raro sólo por no haber salido del mismo molde que ellos, la perfección y falsedad en su máximo punto de ebullición.
Usar ropa algo grande, tener un poco más de peso, algo de acné (no tan notable), he sido el punto blanco hacía ellos desde primaria, sin duda alguna siempre me han humillado por ser diferente en algún sentido, porque de eso está lleno el mundo, de personas ignorantes que no soportan ver algo distinto con capacidades diferentes a las de ellos.
Y básicamente no sólo a mi me humillaban, eso podía reconocerlo, pero estaba cansada de ese sistema.
La única persona que tenía conmigo era mi querido Finnegan, mi mejor amigo, porque ni hablar de su hermano, del cual he estado enamorada desde que tengo uso de razón, más bien le llamaría el típico crush.
Sumando a la hermana de Finn que también era mi mejor amiga pero no estaba en el país.
—Ey, cariño. —levante la mirada hacía el hombre rubio ante mi con aquellas pecas que adornaban su rostro y porte de "soy rudo", con una que otra cana que más que eso parecían reflejos del mismo tono rubio.— sé lo difícil que es acostumbrarte a esta etapa de la vida, pero sabes bien que estarás sólo un año ahí, y luego te irás con tus tíos, como lo decidimos.
Era cierto, este sería el último año que cursaría en ese infierno de instituto.
—Además sabes que puedes contarme sí te molestan, puesto que no me pesa el cuerpo para ir a hacer un gran problema. —me dio una mirada segura aparte de que así sonasen sus palabras y simplemente reí un poco asintiendo. Papá era rudo con las personas, pero un oso de felpa con nosotros.
—A veces llego a preguntarme sí estos días que te pones así es porqué sales del aérea 51 o simplemente sale el lado dulce oculto. —sonreí divertida viéndolo.— gracias por eso papá, te quiero mucho, bueno también a mamá. —al apenas nombrarla su mirada perdió ese brillo, reflejo tristeza pura, y aunque a veces fuera un hombre sin sentimientos o un robot, mi mamá siempre sería su punto débil.
Quizás me equivoco.
Sus ojos demostraron una pequeña parte de culpabilidad que me dejaron pensativa.
No era algo que me involucraba a mí, así que lo dejé de lado.
Apenas mi hermana menor tenía un año cuando ellos habían decidido separarse, pero por otro lado estaba contenta porque él tenia a alguien que lo hacía feliz, y la amábamos porque era como una amiga para mí tanto como madre a veces.
—Sabes que es algo difícil aún ver que te vas a ir a estudiar en otro país, me harás falta... —Confesó mi padre con voz triste, pero algo me decía que eso no era lo que quería decir.
—Lo sé, papa. —le di una pequeña sonrisa sacando esos pensamientos de mi mente.—pero tendrás a mis hermanos. —intente reconfortarle.
—Clary, Adam y Chase no harán que me sienta mejor, porque me hará falta mi hija la loca.— en ese momento no supe sí ofenderme o reír, me despeino el cabello y volvió a ver el suelo.— Y si ellos se van no se que haría. —un suspiro salio de sus labios, en verdad no había podido descifrar ese tono que había usado, era raro.
—No se irán pa, bueno de Chase no digo lo mismo, pero tendrás a Danessa. —nombre a Danessa porque ella era mi madrastra, era una persona muy genial, no era como la loca con la que salia mi padre que se llamaba Catalenna ella sí que estaba loca.
Lo digo también en el sentido porque una vez nos golpeó a nosotros, a mis hermanos y luego a mi, por simplemente existir, según ella. Fueron muchas ocasiones cuando papá cayó en una pequeña depresión de nuevo y decidió usar su dolor para buscar a alguien que lo amará pero realmente nos perjudicó más a nosotros.
Aún recuerdo ese día, fue uno en el cual no salí de mi habitación, después de aquella golpiza digamos que cambie un poco mi forma de ver todo, la primera golpiza de muchas hasta que papá se dio cuenta como cinco meses después.
Ni en el mundo del dinero podías salir bien de las personas malas y crueles.
Sacudí mi cabeza alejando esos malos recuerdos y fruncí el ceño al verlo.
—¡No!, Debes saber que Chase te acompañara a Italia. —me miro después de asegurarlo firme caminando hasta la entrada de mi habitación nuevamente.
¡¿Qué?!
¿¡Esperen qué¡?, esta diciendo que mi hermano mayor ira conmigo!?!, Eso ni de chiste.
—¡¿Qué?! —Me exalte; bastante tengo con un hermano que es popular en mi escuela, sí así podría decirse, y ni me habla por que sino lo sacan del equipo de fútbol, aparte de como decirlo soy una nerd, un patito feo, pero la diferencia es que no uso breakes, sólo lentes, y que siempre tengo mi cabello en una coleta con la ropa grande, pero sólo porque yo quería.
Y así lo había decidido.
Además esa comodidad me gustaba.
Era mi etapa de querer usar esa ropa, pues me gustaba y bueno, apenas estaba aprendiendo a usar otras cosas distintas.
—Bárbara ve a vestirte, cuando vuelvas hablaremos.
Sin más salió de la habitación.
Ni de chiste.
¿Chase y yo en una sola casa?
Vivir con mi hermano, bueno medio hermano, ni de chiste, eso jamás.
**********
Muy buenas, mis queridos terrestres.
Aviso importante;
He decidido que quiero hacer otra historia.
Se me ocurrió locamente.
Y creo que esta les va gustar, son 4 hermanos que son algo incompatibles, y quién sabe que pueda llegar a pasar mas adelante con la vida de mi nueva protagonista Bárbara.
Bueno eso es todo espero que les guste.
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