— Estas son las noticias de último minuto, las autoridades acaban de encontrar el cuerpo sin vida del dueño de una prestigiosa compañía de seguridad. La primera hipótesis que se maneja es un accidente pues su auto apareció o pocos metros estrellado contra un árbol, las autoridades dicen que pudo salir a pedir ayuda y falleció en el intento. Se abrió la investigación para saber que fue lo que exactamente ocurrió pues no hay testigos del hecho —.  El noticiero matutino hablaba de un terrible hecho a las afueras de la capital donde hay poca civilización. 

— Hoy estamos aquí, mañana quien sabe donde —. Hwang estaba en la base subterránea con su equipo de trabajo y MinHa, veían las noticias pero apago la TV. — ¿Verdad muchachos?—. 

— Es una muerte muy trágica; solo, sin ayuda de nadie—. Comento uno de los muchachos.  

— Cada cual obtiene lo que se merece —. Les dijo Hwang dándoles una lección de vida.

— Yo no creo en eso —. MinHa pensó en voz alta.

— ¿En la justicia? —. Pregunta uno de los presentes curioso.

— Si. Muchos actúan mal y no reciben castigo —. Dijo MinHa hablando al aire.

— Este hombre, cometió el peor de los errores; tentar al diablo. Pobre hombre —. Hwang hablaba como si supiera que paso. — Dejemos a los muertos en paz y vamos a trabajar. MinHa acompañame —.
— Si señor —.

Estando apartados de los demás. Hwang hablaba con mas libertad con MinHa, confiaba en ella hasta el punto de acogerla como una de sus mejores aprendices.

— ¿ Como te va en M&M? —.

— No es nada del otro mundo recibo los archivos y los arreglo —.

— Estaré esperando que termines para que siga a trabajando conmigo —.

— Gracias señor —.

— Si tienes algún problema con alguien, hablame y te ayudare con gusto —. Hwang sonreía y fue al cajón de los vinos.

— ¿Algo como lo de las noticias? —. MinHa perspicaz lanzo la pregunta.

Hwang callo un momento y río con la copa a centímetros de su boca.

— Nunca me defraudas. Se que eres inteligente y que te darías cuenta con solo escucharlo. Así es mi pequeña, es obra mía. Pocas personas lo saben, pero el maldito quería venderme. No es alguien de gran importancia —. Se jactaba como si hubiera hecho un acto heroico.

MinHa estaba tan impactada que no podía musitar palabra alguna. Lo seguía con la mirada manteniendo el rostro relajado.

— Con mi esposa no puede tener hijos. Ella no quería adoptar así que estamos solos. Te he acogido porque quiero que entiendas los negocios y en un futuro que vayas a nuestro lado—. 

Eran palabras tan enfermas, que MinHa quería vomitar sobre sus "sentimientos" paternales, alguien como él no tenía derecho a una familia feliz y menos a tener un hijo a quien querer. 

— No creo merecer tanto señor—. Dijo ella modesta. 

— Eres muy amable. Conocí hace un tiempo a un hombre parecido a ti, amable, sincero, muy confiado de sus capacidades; pero le faltaba visión y ambición, teniendo un resultado trágico al final —.  

— ¿Conocía a mi padre? ... No recuerdo leer mucho sobre él ...—. MinHa se puso inquieta escuchándolo.  — ¿Quien era?—. Dijo actuando natural. 

— Un abogado. El señor Park nos presento un día, trabajaría para M&M ... No es algo de lo que se pueda hablar, pero se metió donde no debía y bueno ya sabes que pasa cuando eso sucede—. Hwang tenía una gran sonrisa perversa mientras le hablaba.  

— Entiendo. Es lo normal en este tipo de trabajo—. Dijo ella conteniendo su irá. 

— Pronto tendremos una gran reunión. Hablare con el señor Park para que te permita asistir. Conocerás mas personas de poder; hablaré de querer incluirte en el régimen ... ¿Quiero saber que opinas?—. 

— ¿Es en serio? La reina de la suerte debe estar a mi favor. Ya verán desgraciados —. Su yo interno hablaba enfurecido. 

Hwang la miraba esperando su respuesta. 

— Esta haciendo muchas cosas por mi, señor. No creo que deba ir, son reuniones avanzadas—. 

— Vamos acepta. ¿Si? Te prometo que si no te gusta, pensaré en otra cosa para ti —.  

— Con tanta insistencia. Esta bien, acepto ir con usted—. 

— Esa es mi pequeña —. 

Una gran oportunidad brillaba para MinHa. Una reunión con las personas que debía impartir justicia. Tenía que planear muy bien lo que iba a  hacer o decir estando con ellos, aun si le molestaba verlos no podía dejarse al descubierto delante de ellos. 

Salio del trabajo con permiso de Hwang para que descansara y tuviera un rato libre, para ella y sus cosas. Tal era la confianza que le tenía que jamás envió a seguirla o que fuera escoltada. Eso le daba cierta libertad; la misma que ella cuidaba mucho, porque no estaba del todo segura si era o no vigilada desde alguna parte. 

Como debía recopilar mas pruebas en contra de Park y averiguar exactamente de quien era la culpa por la muerte de sus padre; MinHa regreso a M&M para ver parte de los archivos. Antes de llegar pidió permiso al vicepresidente y que le ayudara a entrar sin ser vista, este le dijo que en el paradero SuHo la esperaría para ayudarla a entrar sin problemas. 

 Una vez dentro, SuHo le indico el camino hacía la sala de los archivos y le dio indicaciones de que hacer si la llegan a descubrir; que decir y por donde debía salir para no levantar sospechas. Él no la acompañaría porque tenían reunión de área y si desaparecía habrían problemas. 

MinHa espero a que SuHo se fuera del todo y cuando sintió que nadie estaba cerca, no fue al lugar de siempre. Ella conocía el otro sitio de los archivos, un cuarto donde platicaba con Chanyeol antes de que fueran novios y su lugar secreto empezando a salir. En esas tantas veces que fueron ella noto una caja diferente y muy apartada de las demás, sus presentimientos no le habían fallado y tenía uno de esos. 

Subió por las escaleras de servicio hasta llegar al quinto piso. Era un área de mantenimiento y no se veía a nadie por esos lados a menos que necesitara herramientas. Llego frente a la puerta y dando el último vistazo a los alrededores entro al cuarto. No había cambiado mucho desde que estuvo ahí; en una esquina estaba la manta con la que se cubrían y descansaban después del almuerzo; también había un parlante que los deleitaba con buena música al gusto de cada uno. 

Recordó el lugar exacto de la caja, nadie la había movido, lo que quería decir, que aparte de los dos nadie mas tenía conocimiento del cuarto. Sentada en el suelo arrastro la caja hacía ella tratando de hacer el menor ruido posible. Saco tres carpetas que estaban hasta el tope de documentos. Habían cuentas bancarias; registros de exportaciones; consignaciones millonarias al extranjero; al final de cada paquete de papeles estaba la firma revisora de su padre y en otros la de Je Ha. 

Pasando las paginas encontró una nota doblada por la mitad de color verde fluorescente, para que no fuera ignorada. El papel tenía un mensaje dirigido a su padre. 

" Amigo Kim, estoy agradecido por tu ayuda. Cuando encuentres esto entregaselo a tu amigo el abogado del que hablaste, no sé si estaré presente para  el día en que estos infelices paguen por lo que hicieron. Siento mucho haberte metido en este lío. Estos son los archivos originales, será suficiente para encerrarlos ... Si logramos salir de esta, te aceptaré la salida a comer y beber por la amistad ... Escribe Je Ha ... ". 

— Ay, papá; como me gustaría saber que paso —. Tomo tres hojas importantes según ella, junto con la nota  y la guardo en el bolsillo. Retorno la caja a su puesto y salió.   

Percatándose que nadie la hubiera visto, salió del edificio muy campante, como si nada hubiera pasado. Sentía tristeza por Je Ha, que al final, murió sin impartir justicia. Era asediado; torturado psicologicamente; acorralado por una mala decisión. MinHa pensaba que tal duro pudo haber sido esos tiempos y que tan aliviado estuvo cuando su padre intervino y quiso ayudarlo. 

— Oye, zombi—. Una voz paso a su lado. Ella se detuvo y giro la cabeza. 

— ¿SeHun?—. 

— El mismo, querida. Te vi de lejos y vas caminando por impulso —. Le dio una cálida sonrisa.  

— Estaba pensando en algo. ¿Como estás? ¿Que haces afuera de la oficina?—. 

— Me escape. Mi hermano esta un tanto alterado y parece que la empresa estallara de un grito—. Se tapo los oídos.  

Ambos rieron de solo imaginar como sería un estruendo por los gritos del jefe ogro. 

— Te traje con el pensamiento —. Dijo él poniendo las manos en el bolsillo del pantalón. 

— ¿ Y eso?—. 

— Que te parece si te invito un helado y hablamos un rato —. Le ofreció el brazo para que se sostuviera. 

— Un helado esta bien —. Ella acepto y camino junto a él.  

SeHun no era de restaurantes lujosos; sitios grandes o hacer reservaciones, era mas sencillo. Compró los helados en un carrito y caminaron a los espacios de relajación cerca del edificio. 

— Que lugar tan bello —. Dijo MinHa.

— Solo vienen los enamorados—. 

Otra vez rieron al mirarse. 

— ¿De que quieres hablar?—. MinHa saboreaba su helado copa doble de vainilla y browni.  

— ¿Sabes? Desde que mi padre despertó, no podemos ser mas felices en casa. Tratamos de pasar el tiempo necesario con él ... Sin embargo papá se ve inquieto y en especial después de que lo ves—. Ya no era el SeHun amable porque cambio su tono de voz. 

— Habla claro, por favor —. MinHa sentía el cambio en el ambiente. 

— Esta bien. La ultima vez que nos visitaste, por casualidad escuche una parte de la conversación ... No entiendo bien, así que pensé en preguntarte, ¿cual es ese asunto que solo pueden hablar a solas?—.  

MinHa estaba puesta en jaque, su interrogante mas grande era, ¿que tanto había escuchado SeHun y que de tanto sabía? No podía ser la parte de su padre porque el reclamo sería distinto. Tomo aire para relajar su mente y encontrar una forma de salir bien librada. 

— ¿Exactamente que escuchaste?—. 

— Que astuta. No te diré, hasta que me respondas —. SeHun era difícil de persuadir y MinHa lo sabía. 

— ¿Que harás cuando sepas?—. 

— Bueno. A mi familia le debo muchas cosas; el amor; el cariño; el puesto en sus vidas; y por amor a eso no puedo permitir que sean atormentados. ¿Cierto?—. 

— ... No tengo de otra ... Lo que hablemos aquí, se queda entre nosotros dos. Hace poco descubrí que nuestros padres se conocían, y tu padre le debe algo al mio —. 

— ¿Porque tanto misterio?—. SeHun tenía cara de no creer media palabra. 

— Mi papá fue abogado de tu familia. Tuvimos una época dura cuando papá fue acusado injustamente y señalado por la sociedad, hablar de esto delante de ustedes me hace sentir incomoda—. Dijo ella muy segura de sus palabras.  

SeHun unió sus manos y arqueo su espalda, viéndose apenado. 

— MinHa... Siento mucho, hablarte así ... No sabía ... —. 

— Tranquilo, lo hiciste porque los quieres mucho. Quédate tranquilo, no volveré a hablar de ello con tu padre, ya me dijo lo que quería saber —. MinHa le acariciaba la cabeza. 

— Me tratas como un niño—. 

— Entonces endereza esa espalda —. Ella le dio una palmada para que se sentara derecho. 

— Si a mi familia le pasara algo, me destrozaría—. 

— Nada les va a pasar. Deja de llamar las malas vibras —. Logro pasar el susto y estaba mas tranquila. — ¿Que escuchaste?—. 

— Cuando papá te dijo que entendía porque mi hermano estaba enamorado de ti. Es obvio, lo especial que eres ... Cuando tenga una novia debe ser como tú —. 

MinHa quedo en silencio y tuvo un bajón de ánimo. 

— No digas eso. Ella debe quererte; cuidarte; ser noble; nunca debe perder sus valores por nada ni por nadie; debe sonreír y estar siempre contigo ... No puede parecerse a mi ...—. 

— ¿ Pero que estas diciendo? —. 

La conversación fue interrumpida justo a tiempo por una llamada que MinHa atendió al ver el número. 

— Si señor ... No, no estoy muy lejos ... Esta bien ... Si señor ... Voy en camino ... Ok ... —. 

— ¿Tu jefe?—. 

— Si. Había olvidado que estaba de permiso, se me hizo tarde —. 

— Gracias por acompañarme—. 

— A ti gracias por el helado —. 

SeHun la abrazo gentilmente y le dio un beso en la cabeza de cariño. 

— Si algún día quieres hablar o necesitas algo; no dudes en llamarme. ¿Ok?—. 

— Ok. Suerte con el jefe ogro—. 

— Gracias por recordarlo—. 

MinHa había sido llamada por su segundo jefe, el señor Park.  Le pidió que se vieran en un hotel a treinta minutos en taxi de donde ella estaba. Sonaba algo urgido y un poco ofuscado; lo que previno a MinHa de lo que podía encontrarse. Lo curioso era que no se iban a ver en un lugar amplio o en la empresa de químicos y eso le llamo la atención.   

Antes de ir al hotel. MinHa desvió su camino para dejar los documentos y la nota en un lugar seguro donde tenía las demás pruebas que había recaudado. Preparo un micrófono que estaba en la caja que heredo del amigo de su padre, era muy discreto y de mucha ayuda. 

Llegando al hotel se encontró en la entrada a todo un parlamento de escoltas, era notable que alguien muy importante o se iba hospedar o se estaba hospedando en ese lugar. Adentro estaban los hombres de confianza de Park y la dirigieron a la habitación donde él la estaba esperando. Hasta el momento en que a travesó la puerta de la habitación todo estaba bien. 

— Querida mía. Que bueno que llegaste —. Park la saludo de dos besos en cada mejilla. — Toma asiento—.

Park estaba muy amable y eso hizo que MinHa se tensara un poco. No le daba buena espina el lugar; la persona y los motivos para llamarla. 

— ¿Estabas muy ocupada?—. 

— Tomaba un descanso—. Dijo ella. 

— Te lo compensare el doble—.

— Se lo agradecería. ¿Porque me llamo aquí?—. 

— Hoy un amigo me llamo para que nos viéramos. Quiero presentártelo, podrías trabajar también para él, es delos nuestros—.   Park destapaba una botella de vino de 1980, saco tres copas y vertió el vino. 

— ¿Que tiene que ver conmigo?—. MinHa quiso actuar relajada. 

— Hwang habla tanto de ti, que nuestro a migo escucho un poco. Me platico de que quería conocerte, yo le dije teníamos que esperar una oportunidad. Hoy es esa oportunidad—.  

— Pero no se que decir. Es muy repentino, señor. No me dio tiempo para prepararme—. MinHa arreglaba su pantalón ceñido.  

— ¡Baa! Tonterías. Así estás perfecta—.

Al rato tocaron tres veces a la puerta y Park abrió, no tuvo que preguntar quien era porque estaba sincronizado con la hora de llegada de su "amigo".  

— Vicepresidente Park. Tiempos sin verte—. Un hombre de traje azul oscuro, zapatos brillantes negros y corbata a rayas blancas y negras le dio un abrazo amistoso. 

— Ministro Wu, lo estaba esperando—. 

Escuchar ese nombre, levanto a MinHa de su puesto y giro a ver la puerta donde los dos hombres se saludaban. Camino despacio acercándose hasta quedar a una distancia prudente. 

Wu no disimulo su asombro. Miraba a MinHa y a Park uno seguido del otro, les decía porque había alguien mas en la habitación. 

— Los presento. Ministro Wu; ella es Kim MinHa, nuestra chica prodigio—. 

— Señor Director, encantada de conocerlo —. MinHa hizo una reverencia de noventa grados mostrando el mayor respeto por el superior.  

— Señorita MinHa. Vernos en esta situación, es un tanto extraño para mi—. Wu aceptó asintiendo con la cabeza. 

— ¿Ustedes se conocen?—. Park les pasaba el vino. 

— Es estudiante de la Universidad, también habla con mi nieto —. Respondió Wu. 

— ¡Que genial! Tiene un genio en su universidad, señor ministro—. 

— Así parece. No podría haberte imaginado en esto —. 

— Se debe ser discreto señor director—. Dijo MinHa pareciendo modesta.  — Por que presiento que esta reunión, no fue para presentarnos—. 

— Lo ve, es muy inteligente. Tienes razón querida—. 

— ¿Esta bien que hablemos de ello?—. El ministro hizo un gesto para Park. 

— Pierda cuidado. Vamos en el mismo barco —. 

— Quiero decir, que si algo llega a salir de esta sala, te haré la única culpable y te arrepentirás el resto de tu vida. ¿Queda claro?—. 

— Lo sé—. MinHa apretaba los dientes.  

— Mis fuentes dicen que la policía estatal tiene un documento archivado de un caso antiguo en mi contra. Necesito que lo desaparezcas—. 

— ¿Me esta pidiendo que entre a la base de datos de la policía?—. 

— Así mismo. Hwang se la pasa alardeando de que tiene un chica fantasma, entras sin ser vista a cualquier seguridad—. 

— Es cierto, Ministro. La vi en acción, las personas quedan atónitas cada vez que ella se mueve con esa computadora—. 

— Necesitamos que alguien entre lo desaparezca y no deje ningún rastró de ello —. 

— ¿Quiere que lo borré por completo?—. 

— Si. No quiero sorpresas—.  

— Es un poco arriesgado, pero no imposible—. 

— ¿Es un si?—. 

— ¿Usted que cree?—. 

— Sabía que nuestra niña prodigio no nos iba a fallar. Me siento muy afortunado—. Park bebió el resto de su copa.

— Que bueno hacer negocios—. Dijo Wu levantando la copa de vino.  

El tema murió en esa parte. Siguieron en la habitación hablando de futuros negocios y trabajos donde MinHa era pieza clave. Almorzaron; bebieron mas vino y rieron como si fueran grandes personajes que estaban arreglando el mundo. 

El Ministro Wu se había abierto a MinHa, hablaba a sus anchas de sus pasado oscuro; contó su gran hazaña cuando subió al puesto de Ministro de Educación; los planes que tenía a futuro con la familia Wu y de unos negocios en China que como era de esperarse no eran transparentes ni legal. 

MinHa pidió retirarse primero para organizar todo lo que necesitaba en su nueva tarea. También estaba cansada de escuchar números y palabras enredadas y quería ir a descansar. Saliendo tomo su celular y llamo. 

— Hola, soy yo. Necesito que nos veamos. ¿Tienes tiempo?—. 

— Hola. Hoy no se puede. ¿Te parece mañana?—. 

— ¿En la mañana?—. 

— ¿Es muy urgente?—. 

— Si. ¿Puedes?—. 

— Claro. Te espero donde siempre—. 

— Gracias —. 

Mientras MinHa salía por una de las puertas; Kris llegaba al Hotel porque su abuelo lo trataba como un perro y le decía que donde él quisiera debía llegar. Arrugaba la frente molesto porque tenía que cumplir los caprichos de su abuelo autoritario. 

Después de haber hablado con MinHa y que ella lo hubiera enfrentado tan duramente, que llorara en nombre de sus padres y del pequeño delito que él había cometido al huir de la escena y desaparecer como si nada. El peso de su cruel decisión y que pensó en remediar ayudándola desde el banco; creyendo que con eso podría expiar su culpa y sentirse una persona honesta y sincera. 

Estando frente a ella; entendiendo el sufrimiento que MinHa había padecido, Kris supo que lo único que estaba haciendo era ayudarse a si mismo y no a ella. Todo lo que hacía eran pallitos de agua tibia sobre su consciencia y se mentía pensando que si estaba a su lado MinHa no sufriría. 

Llego a la habitación donde estaba su abuelo, pero este ya iba de salida, en pocas palabras lo llamo para que lo acompañara de regreso a casa. Kris saludo a Park y llevaba a su abuelo tratándolo como un anciano con problemas para caminar. Lo ayudo a subir al auto y se pusieron en marcha, en silencio como era costumbre. 

— ¿Que es de tu amiga?—. Preguntó indiferente Wu. 

— ¿Cual amiga?—. 

— Por la que estás a mi merced—. 

Kris apago los ojos y apretó el puño. 

— ¿Que pasa con ella?—. 

— ¿Como está?—. 

— ¿Porque te interesa?—. 

— Es curiosidad. Creo que podría agradarme —. Wu gesticulo una sonrisa oscura en una esquina de su rostro. 

— Te lo dije. No te acerques a ella, o te arrepentirás—. 

— Perro que ladra no muerde—. 

— Recuerda que soy tu nieto. No ladramos, atacamos—. Kris miro hacía la ventana cortando la pesada conversación.  

— Te falta mucho para ser como yo. ¿Quieres que acepte a esa niña?—. 

— ¿Que es esto? Estas hablando mucho abuelo—. 

— Solo estoy pensando en el bienestar de mi único nieto—. 

— Repite eso hasta que te lo creas—. 

Al conocer la otra cara de MinHa, Wu tomo interés para hacer un vinculo entre ella y su nieto, que mejor combinación para que el imperio Wu reine por generaciones.  Conocía de ante mano los sentimientos de su nieto por ella y podría usar eso como base para acercarlos o incluso utilizaría un poco de su fuerza para hacer que terminaran juntos. Eran las ocurrencias de un anciano que ansiaba obtener el poder y que los Wu fueran los únicos dueños del mundo. 

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¡HABEMUS ACTUALIZACIÓN!

Bien, los siguientes capítulos desenredaran la pita. Estén atentos pues mis queridos lectores y seguidores. Pienso en un epilogo, pero aún no se. 

¿Que les pareció el capítulo? Déjenme su apoyo con sus comentarios y sus estrellas. Los quiero mucho y hasta la próxima.