Capítulo 52
Había pasado una semana después del pequeño roce entre Kai y MinHa, las cosas estaban mas tranquilas pero no lo suficiente para que volvieran a la normalidad. Las ideas de los dos seguían sin coincidir y aparecían las discusiones; las molestas discusiones que terminaban al estrellar la puerta de sus habitaciones con fuerza.
Estando la situación de ese modo, impulso a MinHa para hacer las cosas a escondidas de Kai, ella quería hacer algo por si misma y no depender tanto de Kai, sería un problema si pasara algo con él por su culpa, jamas se perdonaría que saliera lastimado.
Salía todos los días en la mañana y llegaba antes de que el llegara de trabajar con eso no tenía que dar excusas y siempre diría que estaba trabajando en el café. Kai ingenuo no iba a verificar nada pues la ultima vez ella le dijo que lo detestaría si volvía a molestar a las personas del café solo por verla.
En vez de trabajar en el café MinHa estaba preparando una reunión con el jefe de la empresa química que conoció el día de la reunión para la beneficencia, el mismo que Kai le prohibió ver; se trataba del sospechoso número tres de la lista involucrados en la muerte de su padre. Ignorando la petición y la preocupación de Kai pidió cita con el hombre quien al escuchar de quien se trataba no se negó en lo absoluto y por el contrario le dio el primer turno en su agenda.
— Señor Hwang, que bueno verlo—. MinHa utilizaba sus encantos modestos.
— Sabía que volveríamos a vernos, un presentimiento de que nos llevaríamos bien—. El hombre educado tenía un tono de perversión.
— Entonces pensamos igual—. MinHa tomo su lugar en la mesa. — Para ser una reunión de trabajo este restaurante es muy lujoso—.
— ¿Acaso le molesta? Si gusta podemos ir a cualquier otro—.
— Siento que quiere darme una impresión de poder, señor Hwang—.
— Siempre me ha gustado dejar una huella permanente en cierto tipo de personas—.
— Lo esta logrando —. El ambiente era perfecto para hablar de cualquier tema.
— Pedí lo mejor de la casa, espero no molestarla—.
— Para nada me evita tener que elegir algo del menú, confió en que tiene buenos gustos—.
Las miradas entre los dos era clave, MinHa debía atrapar muy bien a Hwang de ese modo lo utilizaría a su antojo, lo había estudiado y tiene cierta debilidad hacía las mujeres; tanto así que su esposa ya no se esfuerza por cuidarlo.
— Revise su currículo, tiene trabajos interesantes, con personas interesantes —.
— Me estoy preguntando de que currículo habla señor Hwang—.
— El que no se puede presentar en cualquier empresa —. Gesticulo una sonrisa esquinera.
— Lo suponía, reviso base de datos, e investigo en las conexiones internas, tiene mas habilidad de la que creí—. Pensó MinHa antes de hablar. — Me tiene sorprendida, hizo una investigación extensa por lo que veo—.
— Debe entender que no puedo hablar con cualquier persona, sería perjudicial para mi —.
— Habla como si tuviera muchos pecados encima—.
El mesero llego con una orden muy completa para ser el desayuno, había un poco de cada plato, acompañado de vino del 83 uno de los preferidos de Hwang.
— Tiene buen gusto señor Hwang, un vino como estos es especial—.
— Se trata de una reunión especial, solo estoy a la altura—.
Hwang también buscaba llegarle a MinHa para tenerla de su lado, una persona que era capaz de manejar el mundo desde una maquina sin ser vista cualquier corrupto deseaba tenerla.
Parte del plan que tenía con Kai era volverse una persona interesante a los ojos de los corruptos, alguien que se viera con la capacidad de serles útil cuando se tratara de algún torcido o trabajo sucio que necesitaran, mostrar una habilidad que pocas personas tienen y la venden sin importar quien la use.
Por supuesto eran cosas que gracias a su estudio MinHa era capaz de realizar pero que solo lo había intentado en las practicas con sus profesores, pues una de sus metas era poder crear programas que sirvieran para liberarse de los hackers que intentan manipular el mundo en pro del mal colectivo.
— Me gustaría saber sobre que trabajo quiere hablar conmigo—.
— Por favor señorita MinHa, disfrutemos de la comida, habrá mucho tiempo para hablar de esas cosas—. Hwang sonreía picaramente para ella.
Esas palabras solo eran sonidos de victoria para MinHa, la primer parte de su plan era un éxito. Hwang estaba interesado mucho mas en ella como persona.
— Si no es mucho pedir, puedo preguntar sobre su familia —. Dijo Hwang.
— No hay mucho que decir, soy huérfana de nacimiento, no tengo padres o hermanos, hasta donde tengo entendido nunca tuvieron buena relación con sus respectivas familias, tuve que crecer por mi misma—.
— Lo siento, es una historia muy triste—.
— No tiene porque. Tener una vida así me hizo entender que quien tiene mas fuerza y poder es quien puede gobernar, lo demás solo son armas para usar—.
— Una analogía muy sabía de su parte—.
— Me alaga que usted lo diga —. MinHa sonrió sutilmente.
— ¿Que se le pidió hacer en sus últimos trabajos?—.
— Si hablara con usted de eso, correría peligro su empresa. hasta su vida misma, no queremos que eso pase ¿o si?—. MinHa puso los codos en la mesa y utilizo las palmas de su mano para apoyar su mentón.
— Le pediré un favor, acompáñeme a la empresa, seguiremos hablando —.
— Por mi no hay ningún problema —.
MinHa ya había deducido esa parte de la historia, Hwang era un hombre de muchos secretos con el estado, pagaba millonarias sumas para salir de todos sus problemas legales, incluso vendía químicos ilegales a los de izquierda, con el fin de tener un puesto seguro en caso de una guerra.
MinHa detallo la gran compañía, estaba apartada de la cuidad, tiene la apariencia de un gran pueblo, tiene cinco plantas acordonadas en una sola zona, a simple vista habían mas de dos mil empleados por toda la empresa. No fueron a una oficina si no hasta una planta subterránea, un laboratorio por la cantidad de implementos y maquinaria especializada en procesamiento químico.
— Un laboratorio subterráneo —. Comentó MinHa mirando por los cristales.
— Digamos que hay cosas que no se pueden hacer a simple vista—.
— Bienvenido señor—. Un hombre de paño salió de una sala.
— Señorita MinHa esta es la persona que dirige el laboratorio, el señor Jung —. Hwang los presentó.
— Un gusto conocerlo—. MinHa estiro la mano.
— El gusto es mio señorita, espero tenga una agradable estadía en el laboratorio—. El apuesto hombre de corbata y ojos claros sonreía dándole un apretón de manos.
Los tres se dirigieron a una sala con computadoras de las mas avanzadas, MinHa las reconoció de inmediato pues siempre estaba al tanto de lo ultimo en tecnología y mas computadoras.
— Despertó mi curiosidad con tanta tecnología—. MinHa se paseaba por la sala.
— Diré que me gusta estar a la moda con todo este tema—.
— Entonces, ¿que quiere que haga?—. MinHa se fue directo.
— Cada vez me agrada mas señorita MinHa. Será algo rápido. Jung enséñale—.
Jung tomo puesto frente a una computadora. Abrió una carpeta y desplegó una lista de códigos de acceso.
— Tenemos tres expertos en computación, redes y conexiones, sin embargo ninguno ha logrado obtener el acceso para desactivar una planta de energía—.
— ¿Que?—. MinHa miro a ambos.
— Verá señorita MinHa, por cuestiones personales no puedo ir hasta la planta y desconectarla, tendría que hacer mucho papeleo y detesto eso. Mis expertos no han podido ingresar para hacerlo desde aquí. Quiero que usted lo haga por mi; viendo sus capacidades diez minutos serán suficientes. Estaré enteramente agradecido—. Había cierta maldad cuando le sonreía.
— ¿Y si no lo logro en ese tiempo?—. Preguntó MinHa.
— No sea pesimista, se que lo hará—.
Esa parte MinHa no la tenía prevista, sabía que la pondrían a prueba pero no tan de frente con una cosa delicada. Si no lo hacía levantaría sospechas y si lo hacía no conocía el daño que estaría causando. Lo que mas le preocupaba era si en verdad hablaban de una planta que le pertenecía o por el contrario perjudicaría a muchas personas, a pesar de eso no tenía otra opción mas que probar su confianza hacía él.
Tomo asiento y reviso el listado, utilizo una aplicación básica de la computadora e hizo un proceso comparativo descartando cuales eran códigos y cuales simples números. Cada tecleada que daba la ponía nerviosa, empezaba a arrepentirse de ir sola, ¿que pasaría si lo hiciera y la asesinaran? Podrían solo usarla y luego desaparecerla.
MinHa sudaba como si hubiera recorrido media cuidad trotando, el reloj que sonaba y giraba en su contra la hacía equivocarse bajo la presión de que podría ser su último trabajo frente a una computadora. Adiós grado de la universidad, adiós ir a París, adiós sus amigos y familia; ella no dejaba de tener esa idea en la cabeza.
Lejos de imaginarse, del el otro lado de un gran vidrio oscuro, un hombre le apuntaba en la cabeza con un arma de corto alcance, la tenía en la mira. La orden era que si se acababa el tiempo la tomarían por mentirosa y la aniquilarían sin escuchar excusa alguna. Al no lograr convencerlos impedirían que saliera con vida dejándola con lo que sabía y había visto del laboratorio.
Faltando veinte segundos para el tiempo limite, un pitido de "OK" en la pantalla, anunciaba que el trabajo de MinHa era todo un éxito. En seguida sonó un teléfono anticuado que estaba en la sala, Hwang descolgó la bocina y puso el altavoz.
— ¡Maldito seas Hwang! ¿Que pretendes? —. Un hombre enfurecido había llamado.
— Te lo dije presidente Wook, no tenías porque retarme —. Hwang sonreía como si hubiera ganado algo.
— ¡¿Que demonios quieres?! —. El hombre aunque molesto quería hacer las cosas fáciles para todos.
— Amigo mio, relájate, somos personas civilizadas, no tienes porque exasperarte—. Hwang jugaba con su presa.
— ¡Con un demonio! ¡Habla de una buena vez! —.
— Se que somos amigos y no podrás negarte a este favor. Hace un par de semanas envié la solicitud para el certificado de desintoxicación, me sentí un poco decepcionado cuando vi que la rechazaste. Sería feliz si me concedes esa petición —.
— ¿Que te hace pensar que lo haré? —.
— No lo sé. Creí que llamabas para eso. Supe que la planta estaba desactivada —.
— ¡Eres hombre muerto! —.
— Deja de ladrar como perro enjaulado—. El tono de Hwang cambio, era mas perverso en su acento. — V as a hacerlo o verás como tu producción se hecha a perder, tus finanzas no están bien, podía darte un empujón para ir ala quiebra si cuento sobre esas falsas cuentas que tienes para invadir impuestos—.
— ¿Crees que no hablare también?—.
— Presidente Wook, los muertos no hablan —.
Al otro lado de la llamada se escuchaba la respiración de aquel hombre, luego el sonido de que se sentó tal vez en una silla con ruedas. Soltó un suspiro aceptando que había perdido.
— Lo haré. Por favor, reactiva la planta —.
— Necesito un seguro para hacer eso. Tu sabes de que hablo —.
— Yura, habla Wook, necesito que prepares para mañana el certificado que solicito el señor Hwang de la empresa de químicos ... ¡No me preguntes y haz lo que te digo! Te hablo luego —. Hablaba por la otra línea mientras tenía la bocina levantada. — ¿Es suficiente? —.
— Llámame, quiero que cenemos y hablemos de negocios —.
Era lógico que con una invitación tan cínica le tirara el teléfono. Hwang hizo un gesto de victoria empuñando la mano al cielo, reía fuerte por haberse burlado de su enemigo.
Por otro lado Kim MinHa estaba muy asombrada, había sido cómplice de un delito muy grave, inocentemente había entrado en el juego del lobo sin siquiera considerar la posibilidad de que era un completo error, había caído muy fácil en las garras de un hambriento cuervo.
— Por favor deje de apuntarle a la señorita MinHa —.
MinHa miro su pecho y vio la luz que venía del vidrio oscuro, apretó sus dientes al darse cuenta que la tenían en la mira y que de no haberse movido rápido la último que habría visto sería la pantalla de un viejo computador. Si quería seguir con el plan tenía que actuar como si fuera lo mas normal del mundo, tranquila con el rostro relajado.
— Active la planta por favor —. Le pidió.
Ella tecleo dos veces y el mapa que tenía en la pantalla volvió a tener un color verde, la planta tenía energía una vez mas, por ahora.
— Sabía que no me estaba equivocando. Tiene mi completa gratitud con este pequeño favor. Me encantaría que trabajáramos juntos, solo si usted quiere —.
— Aunque lo suene así, tengo la sensación de que no puedo negarme —.
— Es una mujer muy inteligente, como me gusta eso. La espero mañana para definir sus funciones y su sueldo, puede poner el precio que considere justo —.
— Así será. Lo único que me molesta de todo esto, es que fui puesta a prueba y de la manera mas baja, creí que había crecido la confianza —. MinHa se levanto y sacudió su cabello.
— No tiene por que dudarlo y si la ofendí le doy mis mas sinceras disculpas. No lo tome tan enserio solo fue por protocolo, algo necesario, con esto mi confianza no es parcial si no completa —. Le guiño viéndola con deseo de arriba a bajo.
El presidente Hwang la envió junto con dos hombres de regreso a la casa, quería que su adquisición llegara a salvo. MinHa se las arreglo y fue dejada en un hotel, invento que tenía una cita importante de trabajo y no podía ir directo a la casa. Espero que el auto se marchara y se perdiera en una curva y tomo un taxi al apartamento de Kai.
Todavía le temblaban las piernas, sudaba frío y su tez se torno pálida, tremendo susto el que se había dado todo por actuar por su cuenta. La parte mas difícil sería contarle a Kai que estuvo haciendo, antes de complicarse la vida escogió mantenerlo en secreto hasta que sea necesario, no lo engañaría solo omitiría ciertas partes de la historia, después le contaría con lujo de detalles la verdad.
Inesperadamente Kai estaba en la puerta del edificio esperándola, por la pose que tenía su figura apoyada en la pared de la entrada; iba a ser fiscalizada por su arrendador, no sería nada extraño que él sospechara que algo no anda del todo bien, llevaban días sin hablar como era debido y no había excusa valida para ello.
No le dijo nada y camino delante, subieron al elevador, llegaron al piso, él le abrió la puerta del apartamento, y como si fuera una adolescente que iba a ser reprendida por su padre se sentó nerviosa en el sillón.
— ¿Como te fue hoy?—. Kai se servía té de hierbas.
— Bien... Bien, no hubo nada especial—. Ni ella misma sabía como responderle.
Kai fue hasta ella y se sentó en el sillón de enfrente.
— Te escucho —. Bajo la taza a la mesa.
— ¿Que ?—.
— ¿No hay nada que quieras decirme?—.
MinHa sintió que se le iba a salir el corazón, habían muchas posibilidades de que Kai supiera exactamente donde y con quien estaba. El era hijo de una familia con poder saber ese tipo de cosas no era nada del otro mundo.
— ¿Porque lo dices?—.
— Porque crees —.
— Estas extraño ... ¿Paso algo? —.
— ¿Extraño? No estas en condiciones de decir eso —. Kai daba miedo con solo el tono de voz. .
— El ambiente esta un poco denso—. MinHa sacudía las manos dándose aire.
— A mi no me puedes engañar Kim MinHa, es mejor que lo digas por ti misma —.
— ¿Lo sabe? No, no puede ser. Estuve pendiente de que no siguieran al señor Hwang ... ¿Alguien le dijo? Puede que Kai conozco a alguien de esa empresa ... ¡¿Que haré?! —. MinHa estaba pasando por un difícil momento.
— ¡¿Que esta mal?! Pensé que las cosas se habían solucionado entre nosotros—. Kai golpeo la mesa mientras hacía sus reclamos maritales.
— ¿ Estas molesto?—.
— Obvio, ya no te veo, estamos bajo el mismo techo pero te siento distante. Se que no estamos saliendo ni nada, pero es para que me trates así —.
— ¿Tanto me extrañas que no puedes estar tranquilo? —. A Minha le hizo mucha gracia ver ese lado tierno de él .
— ¡Si! Deberías saberlo ... —. En su enojo bebió el té de un solo sorbo. —¿Vas a hablar? —.
— Siento haberte puesto en esa situación. Primero entiende que no es por ti, puede que suene un poco tonto, pero sigo afectada con lo que paso el abogado. A veces me pregunto si papá estuvo en una situación similar antes de morir, simplemente es aterrador pensarlo —.
— ¿Que hiciste estos días?—.
— Cambiar de ambiente. Si no lo hacía me iba a volver loca —.
— Si era eso debiste decirme para no pensar demás, siempre has sido una persona molesta Kim MinHa —.
— Aún así no te puedes resistir a mi —.
— Ahora hablas con mucha confianza. ¿Quieres comer algo? —.
— Un buen plato de pasta me caería de lujo —.
— La prepararé, hace mucho no pruebo una buena pasta —.
— ¿Como dices? ¿Entonces que cocino yo?—. Un comentario directo a su orgullo culinario.
— Lo normal, no es muy bueno pero es comestible—.
— ¡Pues cocina tú. Es más renunció a ser la cocinera! —. Volvió al sillón furiosa y se cruzo de brazos.
— A menos de que quieras comer todos los días pasta, por mi no hay problema —. Kai se divertía haciendola enojar. — Será pasta por la eternidad —.
— ¿Seguro solo es la pasta? —.
— Tan seguro como que mi nombre es Jong In —.
— Lo pensaré. Cocina rápido tengo hambre—.
Salvada por un mal entendido, MinHa pudo superar dos pruebas ese día, estaba mal que le mintiera a Kai pero lo mantendría así hasta que tuviera pruebas contundentes de Hwang, así Kai podría interferir sin estar en peligro
Hwang le había mostrado lo aterrador que podía ser cuando las personas no hacían lo que él quería. Si permitía que desde el principio Kai se involucrara le sería mas difícil para ella acercarse a Hwang y sacarle información.
MinHa jugaba con fuego, se estaba adentrando al mundo que su padre siguió, el mismo que le dio fin a su familia. Tenía que ser cautelosa e inteligente, estar un paso adelante de su enemigo, solo así conseguiría descubrirlos y hacer justicia por sus padres.
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Un corto y limpio capítulo saliendo. Posiblemente sientan un poco el cambio en el concepto pero no se preocupen no será por mucho.
Espero les guste y continúen dándole amor a la historia. ¡Hasta la próxima amigos!
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