Capitulo 44.
Por los siguientes tres días MinHa no pudo sacar de su cabeza lo que Kai le había dicho. Si de verdad quería saber la verdad sobre sus padres, por obligación tenia que hacer a un lado el profundo sentimiento por todo lo relacionado a Chanyeol, de no ser así en un momento crucial podría dudar y tal vez le costaría muy caro aquella inseguridad.
Teniendo en cuenta que no estaba sola en aquel embrollo ya no dependía solo de ella, alguien podía estar corriendo peligro y ella ya había probado de primera mano que querían acabar con ella. Medito mucho del siguiente paso que debía tomar, seria algo decisivo y no podía ser tomado a la ligera.
Como ella no trabajaba; por un acuerdo; quedo en hacer todos los deberes de la casa mientras Kai no estuviera, de ese modo pagaba lo que consumía en el apartamento. Claro que Kai desde un inicio le dijo que él le ayudaba con gusto pero ella se negó automáticamente, fue una de las principales condiciones que se establecieron para vivir juntos.
Estaba ella limpiando el polvo de los muebles con buena música de ambiente. Era de las que sin música no se movía por eso subía un poco el volumen y sus músculos se movían al compás con el trapo de limpiar.
La música se detuvo de repente porque a su celular le entraba una llamada, miro y era Kai, quien se reportaba desde el trabajo cuando tenía descansos.
—Hola Doctor Kim ¿como va su día? —. Durante los tres días lo llamaba así para molestarlo.
—Voy a colgar —. Decía molesto.
—Okay. Feliz día —. Dijo ella y retiro el celular de su oído.
—¡Espera!... Creo que no entendiste, esta era la parte donde me pides que no cuelgue —.
—Sueña con eso —.
—¿Que estas haciendo? —.
—Limpiaba el polvo, ¿porque? —.
—Temía que estuvieras desocupando el apartamento —. Río del otro lado.
—Ganas no me faltan, pero gastaría mucho en tiempo y esfuerzo, y no me darían mucho por lo que hay aquí —. Levanto un jarrón para limpiarlo.
—Contigo no se puede —.
—Hasta ahora te das cuenta. ¿Para que llamaste? —.
—El profesor Cho me dijo que esta lista la dosis mensual del señor Park. La llevare al apartamento... —.
—Ah, era eso... —. MinHa se sentó en el borde del ventanal.
—No te emociones tanto, me vas a dejar sordo con tanta algarabía —.
—Perdón... Tienes razón, podremos hacer que se despierte y diga la verdad. Te lo agradezco —. Aclaro su voz para sonar mas convincente.
—Igual no me sorprende que reacciones así. Con esto espero hayas tomado una decisión. Tengo que cubrir un turno así que llegare hasta la noche —.
—Okay. Aquí te espero —.
—Que fría, me merezco un beso por teléfono o una palabra amorosa —.
—Adiós Kai —. Colgó. —Dios mio, ahora ¿que hago?—. Dijo aburrida.
La llamada de Kai la dejo más desorientada de lo que antes estaba, se preguntaba cual era el verdadero motivo de querer darle el medicamento correcto al papá de Chanyeol; se trataba de saber la verdad sobre si él es culpable de la muerte de sus padres o porque sabía y había conocido el calvario que la familia vivía teniéndolo postrado en una cama.
Quedo sin ganas de hacer nada, la cena fue comprada y lo único que preparo fue un postre del que tenía antojos mucho tiempo atrás. Llegaba la noche anunciando que en cualquier momento Kai aparecería y no le era muy difícil imaginar de que iban a hablar durante la cena. No le incomodaba pero si tenía muy revuelta la cabeza como para darle una respuesta sensata del tema de los Park.
Fue a su habitación y tomo uno de los libros que tenía sobre la cama, era grande y uno de sus favoritos, su padre lo leía para ella desde pequeña, aún cuando creció le repetía uno que otro capítulo para que no olvidara la historia. Se trataba de una familia que tenían una granja, un día una tormenta arraso con lo poco que tenían y el hijo menor lloraba y lloraba porque ya no tenía un campo donde correr lleno de maíz.
En la historia los padres le muestran al hijo que la mejor bendición y felicidad es estar como familia, con trabajo y mucha dedicación un día los padres hicieron que el campo volviera a crecer para que su hijo corriera entre el, el pequeño al ver lo que sus padres habían hecho prometió que nunca dejaría que el campo quedara desolado y que lo cuidaría a capa y espada.
MinHa abrió el libro al azar para leer la parte que saliera. El capítulo que salió fue cuando el hijo había crecido y agradecía a sus padres lo bueno que le habían dado. Al finalizar el capítulo había un párrafo demás escrito con pluma, la caligrafía era de su padre, la primer frase tenía su nombre como referencia.
—Querida MinHa, cuando leas esto espero tengas una excelente vida, llena de lujos, personas maravillosas y el amor de los que te rodean. No se si voy a estar contigo para ese momento. Sería una lastima si no estoy, solo recuerda todo lo que mamá y yo hemos hecho por ti, no te rindas nunca y nosotros estaremos recibiendo en pago tus triunfos—. Leyó en voz alta.
Alzo la mirada sintiendo que las lágrimas iban a caer, tomo aire y cerro el libro. Limpio las orillas de sus ojos y se miro al espejo sonriendo.
—Así es Kim MinHa, no debes rendirte—.
Kai llego al apartamento cansado porque estuvo trabajando desde muy temprano por cubrir un turno a petición del profesor Cho. En su mano derecha traía una caja con el medicamento para el señor Park y en la otra un sobre que había recibido en portería.
La mesa estaba puesta y en diagonal a él MinHa estaba esperándolo, tímida con las manos atrás. A él le gustaba mucho llegar y verla, sin embargo era consciente de que no podía acostumbrarse a ello, ella estaría por tiempo limite y poco a poco quedaban menos días en la cuenta.
—Bienvenido—. Dijo ella.
—Estoy molido. Me apetece un masaje—. Dejo las cosas y se lanzó al sillón.
—¿Aparto una cita en el spa?—. Preguntó ella.
—No MinHa, la pregunta era "¿quieres un masaje?"—. Hablo en tono suave imitando a una mujer.
MinHa le pasa un vaso de jugo natural frió. —Sueña—. Fue a la cocina para servir.
—Eso es lo que hago—.
MinHa sirvió la mesa con lo que había comprado para la cena, frijoles negros, salsa picante, sopa de algas y jugo que había preparado ella misma. Kai estaba medio triste porque se dio cuenta que no era comida casera, no dijo nada y se sentó a comer sin reprochar. No hablaron mucho excepto para alagar a quien hubiese cocinado en el restaurante de donde provino la comida.
Kai fue al sillón y tomo el sobre que le habían entregado en portería, tenía sello de un banco e iba dirigido a MinHa. Él lo abrió para ver de que se trataba, encontró una carta donde le notificaban a MinHa la cantidad de dinero que le habían dejado sus padres.
—¿Que es eso?—. Preguntó MinHa limpiándose la boca.
—Tu cuenta bancaria—. Dijo él terminando de leer.
—¿Cuentas?—. MinHa ladeo la cabeza a un lado.
—Si, aquí dice que tienes dinero suficiente para vivir bien por diez años—. Le paso la carta.
—¿De verdad?—. Leyó la carta y la cantidad de ceros que tenía la carta no era broma. —Dios mio, mamá y papá ganaban muy bien—.
—Lo planearon muy bien. No querían que sufrieras—. Kai terminaba su comida. —Puedes comprar un apartamento y vivir bien—.
MinHa guardo la carta en el sobre y suspiro.
—¿Todo bien?—.
—Si...Si...—.
Kai tomo un palillo para limpiar sus dientes de la comida que le quedaba restante y que le molestaba la encía.
—Es el inicio. A partir de ahora no habrá marcha atrás—.
—¿Sabes? Hoy leí un escrito que papá hizo en mi libro favorito. Jamas lo había notado hasta hoy. Papá sabía que algo le iba a suceder cuando lo escribió...—. MinHa hizo una pausa y aclaro su voz. —Despertar al señor Park será pieza fundamental para aclarar lo que sucedió con mi padre provocando la muerte de él y de mi madre—.
Kai se levanto y fue hacía ella. Se arrodillo y con una mano le sobaba la mejilla. —No tienes porque forzarte. Yo estoy aquí, si quieres llorar hazlo—.
MinHa trataba de sonreír a pesar de que sus ojos estaban cristalizados y amenazaban con empezar a lagrimear.
—Se lo que tengo que hacer. Mañana saldré temprano. Iré a llevar el medicamento —.
—¿Quieres que te acompañe? —.
—No es necesario. Estaré bien. No estarán en la casa, así que no habrá problema —. Lo tomo de la mano. —Gracias —.
—Me gane un beso —. Paro los labios hacia ella.
MinHa encogió los labios y con un dedo le dio un toque en la frente a Kai para tumbarlo.
—No te emociones —. Camino hacía la habitación y se detuvo en la entrada. —Te toca limpiar. Hasta mañana— .
—Mírala, me alimenta, me trata mal y ahora quiere que le limpie. ¿Quien eres?—.
—Kim MinHa, ¿porque?—. Lo miro retándolo.
—Por nada... Voy a limpiar—. Le dio la espalda y recogía los platos de la mesa. —Tuve que trabajar todo el día, y no es considerada conmigo—. Reprochaba en baja voz.
—¿Dijiste algo?—. MinHa estaba detrás de él.
—Que, si quieres algo caliente antes de dormir—. Dijo rápido y asustado.
—No, muchas gracias. Que te rinda—. Entró a su habitación y cerró con llave.
La mañana siguiente MinHa se levanto más temprano de lo normal, paso la noche entera meditando en si estaba haciendo o no lo correcto, no sabía con lo que se iba a encontrar en la casa de los Park; de lo que si estaba segura, era de que, se encontraría con Kang.
Kai se ofreció muchas veces a llevarla, diciendo que aplazaría su agenda y que la llevaría para estar más tranquilo. MinHa logro persuadirlo para que desistiera de la idea, que esperara pacientemente por la llamada de ella una vez estuviera fuera de la casa de los Park.
En cuanto a terquedades MinHa le gana por una gran diferencia a Kai, por lo que no tuvo más opción que hacerle caso e irse a trabajar. Le hizo prometer a ella de que lo llamaría si pasaba algo malo en la casa de los Park, que él tendría el celular en la mano para estar pendiente.
Salieron al mismo tiempo pero tomaron rumbos distintos, se despidieron en la puerta del edificio y se desearon un buen día. MinHa llegaría en taxi a la casa de los Park, camuflo el medicamento en una caja de regalo; dentro había un regalo real y los medicamentos.
Planeo con cuidado lo que iba a hacer una vez estuviera dentro de la casa, no podía ser vista con la medicina; tenía que jugar a a favor de la cautela y la serenidad, como Kai había dicho; era el comienzo. Sus primeras suposiciones fueron confirmadas cuando llego a la mansión Park y la recibió con un fuerte abrazo el asistente y mayordomo Kang.
—Muchacha que gusto verte—. Estaba muy contento.
—Tanto tiempo señor Kang—. Hablo formal.
—Me dijeron que estabas de viaje. ¿Cuando llegaste?—.
—¿Quien se lo dijo?—. Preguntó ella extrañada porque el sabía que según eso no estaba en el país.
—Entremos y te cuento—. La llevo a dentro para estar más cómodos. —Siéntate mi niña. ¿Quieres algo?—.
—Estoy bien—. Negó con la cabeza. —¿Como supo que estaba de viaje?—.
—Su tío, el oficial Kim nos dijo—.
—Significa que Chanyeol lo sabe ¿cierto?—.
—En realidad... Fue él quien me contó—.
—Así fue... ¿Como van las cosas por aquí?—. Cambió el tema porque no quería deprimirse.
—Justo ahora están en una conferencia por eso la señora no esta en la casa. Los jóvenes han estado ocupados con el trabajo y la empresa, trabajan en conjunto para seguir creciendo. Muchos de los trabajos que tienen ahora se lo deben a usted—. Kang la miraba con ternura.
—¿Porque lo dice?—.
—Los clientes con los que trabajamos, hablan muy bien de su atención y de lo certera que es con las propuestas. Claro que se entristecieron al saber que no estaba en la empresa, pero dijeron que usted referencio todo el personal y confiaban en que los negocios saldrían bien—.
—Son exageraciones. Hablaba con la verdad, no es gracias a mi, si no a todos los que trabajan en M&M—. En su rostro se dibujo una sonrisa muy débil pero visible para Kang.
—Todos la extrañamos mucho... En especial...—.
—¿Como esta el señor Park?—. MinHa evito que terminara la frase.
—Amm... Usted conoce la situación. No hay ningún avance—. Dijo desinflándose.
—Ya veo. En realidad vine para visitarlo. No sé cuando pueda hacerlo otra vez—.
Kang sonriendo la llevo a la habitación del señor Park. MinHa se veía tranquila por fuera, lo contrario a su interior que estaba muy agitado; su corazón latía muy fuerte y un pequeño rayo de oscuridad aparecía en su interior. Con solo saber que ese hombre sería el causante de que fuera huérfana, hacía que su pecho se comprimiera.
Estaba en la misma posición con la misma cantidad de aparatos que lo mantenían vivo. Arrastro un asiento y lo puso del lado derecho de la cama. Aquella irá que sintió al entrar al cuarto desapareció cuando se quedo a su lado, alguien lo tenía en ese estado, alguien no quería que despertara. Ocultaban la verdad manteniendolo en ese sueño profundo. Sintió lastima y pena; no solo por el que estaba en la cama; si no por los que esperaba pacientemente que despertara.
—Es muy frustrante verlo en esa cama—. Kang prendía el aire acondicionado.
—¿Como era antes de quedar así?—. MinHa le arreglaba las sabanas.
—Muy enérgico, le gustaba hablar con los empleados, aunque estaba lleno de trabajo tuvo tiempo para los suyos. Todos lo respetaban por su manera de ser, independientemente del poder que tenía, las personas lo seguían y admiraban—. Kang sonreía hablando de las maravillas de su jefe.
—¿Que hay de sus enemigos?—. MinHa preguntó muy natural.
—Es normal que alguien con tal riqueza tenga enemigos. Los del señor, son como fantasmas; andan entre las sombras, vigilando y esperando el momento para atacar. El señor temía a sus amistades, no sabía si eran amigos o enemigos disfrazados, por eso era un poco reservados con algunos temas—.
—Era abierto con pie de plomo. Chanyeol dijo que de repente empezó a enfermar, ¿los médicos dijeron la razón?—.
—Fue algo progresivo. Ya estaba sufriendo del corazón; era muy estricto con sus medicinas, decía que quería vivir muchos años. Antes de caer en este estado, lo vimos actuar muy extraño, no hablaba mucho; se encerraba en la oficina; siempre preocupado; la empresa también pasaba por un momento difícil. El que consideraba su amigo, termino por traicionarlo y robarle la mitad del dinero de la empresa, dejándolo muy mal delante de personas importantes. Asumo que no pudo manejar todo ese estrés y colapso—.
MinHa en su cabeza trataba de asociar cada dato que le daba Kang con lo que ella sabía. El enredo era tal que un dolor pequeño aparecía en el centro de su cabeza, culpable o inocente, era tarea muy difícil para ella en ese momento.
—Oh, olvide el regalo que traje, iré por el—.
—Yo lo traigo—. Dijo Kang.
—No es necesario, puedo hacerlo—. Se puso en pie y salió de la habitación.
A propósito había dejado la caja en la sala, hubiese sido más difícil persuadir a Kang. La casa era grande, pero la ultima vez que había estado hay, logro recorrer gran parte; solo tenía que usar su lógica para encontrar el lugar donde mantienen el medicamento del señor Park, cambiarlo y llevarse el que usaban.
Cautelosamente se escurrió por los lados de la biblioteca, el lugar debía ser uno muy visible y a la vez impredecible; tratándose de algo tan delicado, no podían dejarlo desprotegido. Tuvo que esquivar a los hombres de seguridad que hacían las rondas, igual ya tenía un plan si la descubrían, ayudaba que era de confianza y que la conocían, diría que estaba perdida y con eso se libaría del problema.
Llevaba diez minutos abriendo puerta por puerta, pero no hallaba cual era la habitación o el lugar donde estaba el medicamento. En su último intento abrió una puerta de color distinto a las demás. Al entrar era una cuarto de niños, había toda clase de juguetes y cosas guardadas en perfecto estado. Mirando por los lados, vio una vitrina pequeña que tenía una caja refrigerante por dentro, se acerco y tomo la caja, para su suerte había encontrado el medicamento y la dosis que había era exactamente la que ella tenía.
Empezó a sudar porque en sus principios lo que estaba haciendo era castigado. No solo estaba faltando a la confianza que le habían dado, si no que también estaba irrumpiendo en propiedad privada. Dudo un poco pero termino por cambiar todas las dosis, fijándose de dejar todo tal cual como estaba para no levantar sospechas.
Se marcho dela habitación y miraba que nadie la hubiera visto salir de hay, su corazón latía muy rápido y casi estaba trotando para alejarse lo más que pudiera de hay.
—Señorita MinHa—.
—¡Hay por Dios!—. MinHa freno en seco cuando vio a Kang.
—¿Sucede algo?—. Kang la tomo de los hombros cuando vio lo asustada que estaba.
—¿Eh?...!No, no para nada! Es que me tomo por sorpresa—. Se sobaba el cuello y reía como tonta.
—Discúlpeme no era mi intención. ¿Encontró el regalo?—.
—Si, si. Aquí esta. Tuve que tomar una llamada y por eso me tarde—.
—Que bueno. ¿Puedo pedirle un favor?—.
—¿Fa... favor? ¿De que se trata?—. MinHa apretaba la caja para que no se notara que estaba temblando.
—La señora me llamo y me necesitan en la conferencia. No es nada malo. Es que aún no le doy el masaje al señor y ya debo irme. Si usted pudiera ayudarme—. Kang hablaba muy apenado.
—Claro que sí. Déjemelo a mi. Usted vaya tranquilo—.
—Muchas gracias señorita—. Se inclino dos veces para ella.
—No haga eso. Lo haré, pero usted debe hacerme un favor a mi—.
—El que usted quiera—.
—Mi visita debe ser un secreto. Nadie puede saber que estuve aquí. Sería un poco incomodo—.
—La entiendo. Si eso quiere, lo haré. Me estoy hiendo, ¿la veré otro día?—.
—Quien sabe, puede que si—. MinHa le sonrió.
Pasando el susto más grande, quedo segura de que nadie la había visto salir de la habitación y que no tenía de que preocuparse. Regreso a la habitación del señor Park y saco dela caja el verdadero regalo que había llevado para él. Era una caja musical que le habían regalado desde pequeña, la melodía le ayudo por mucho tiempo a estar tranquila y a dormir cuando estaba asustada.
Saco las cremas y levanto las cobijas para poder hacerle el masaje y que estuviera más cómodo mientras dormía. Inicio con los pies, masajeaba en círculos para que no tuviera tensiones en el futuro, luego subió a las piernas; masajeando los musculo para evitar un calambre cuando se despertara y quisiera levantarse.
Siguió haciendo un trabajo diligente y muy bien ejecutado. Se le había olvidado todo en ese momento, solo quería que la persona que estaba en la cama, estuviera bien y que no le doliera nada mientras estaba hay quieto. Se concentro tanto que cantaba con cada masaje una canción nueva, de niños, de romance y hasta hizo las notas de una melodía de piano.
Mientras masajeaba uno de los brazos porque había encontrado un nudo que en el futuro sería doloroso, usaba un poco más de fuerza para soltar los tendones encogidos. Un enfermero entró para darle el medicamento del día. MinHa detuvo su ejercicio y observo como entraba la medicina por la intravenosa y pasaba a través del apartado en la muñeca del señor Park.
Estando sola con el señor Park otra vez, termino los masajes y volvió a cubrirlo para que no tuviera frío. A su mente había regresado el pensamiento de dolor hacía él.
—Realmente no se, si lo que estoy haciendo esta bien. Aún así, tiene que despertar señor. Porque necesito hablar con usted—. Le dijo.
MinHa se le acerco a hablarle al oído, una vez termino dejo todo bien puesto y guardado y se marcho, no podía quedarse más, no sabía en que momento llegarían las personas de la casa, y no estaba lista para enfrentarlos.
Cuando iba en el taxi de regreso al apartamento, le envió un mensaje a Kai para decirle que todo estaba bien y que ya estaba en camino. No quería hablarle porque él tenía su propia técnica para sacarle las cosas y temía que si lo hacía pudiera llorar, haciendo que él saliera corriendo de su trabajo para ir a consolarla.
En eso una llamada de un número desconocido entró a su celular, lo dejo timbrar tres veces y decidió contestar.
—Alo—.
—¿Hablo con la hija de Myung Soo?—.
MinHa estaba muy sorprendida, la voz no le era familiar, se trataba de un hombre de edad y no entendía como la llamo a su número. Los amigos de su padre poco los conocía, es más ni los recordaba. Paso saliva para poder contestar.
—¿Quien habla?—.
—No tengo mucho tiempo... Por favor, dígale que me llame a este número. Estaré pendiente...Se que ella esta investigando algo muy delicado—. El hombre corto la llamada.
—¿Hola? ¿Hola?... ¿Señor?... ¿Que esta pasando?—. MinHa miro la llamada y el número. —¿Como supo mi número? ¿Será una trampa?...—.
Parecía que algo nuevo iba a suceder. MinHa quedo totalmente asustada y muy pensativa sobre la llamada, era muy extraño que justo una llamada de ese tipo entrara y peor aún, ¿quien sabía de ella? Los registros de la policía fueron eliminados, ¿Como supo de la investigación? Otro nuevo misterio se sumaba a la lista de MinHa, tenía que pensar muy bien que iba hacer de ahora en adelante.
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Habemos actualización, con todo el cariño del caso, el esfuerzo y la imaginación necesaria. Tratare de que no sufran mucho y darles un poquito de amor, pero un poquito nada más.
Los quiero mil y gracias por estar pegados a la historia. Besus y abrazos.
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