Capitulo 39.

MinHa bajo la ventana del auto de su tío, saco la cabeza e inhaló el aire con tal agrado que parecía que respiraba por si sola por primera vez.

Se siente tan bien. No entiendo porque dicen que es aire contaminado . Decía alegre.

¿Crees que es lo mejor? . Su tío vio que solo fingía estar bien.

No necesito su dinero. Tengo para vivir y se trabajar . Se metió al auto y tomo una hoja para partirla en pedacitos.

Quiero decir, de no hablar con él. Te fuiste sin escucharlo.

Muchas noches soñé con esa escena y no me hacia sentir bien. Lo escucharé después, lo que quiero es dormir en mi cama, cambiar mi ropa y descansar mucho . Se estiro, bostezo y se acomodo en el asiento.

Duerme... Yo te aviso cuando estemos por llegar . Le puso la chaqueta encima y le frotó la cabeza.

MinHa no logro dormir, cerro sus ojos aparentando estar sumida en un profundo sueño. Que no escuchara a Chanyeol era más por las ganas que tenía de lanzarse a él, que por la sensación de aflicción al escuchar las disculpas que podían durar toda una eternidad. Hablar del tema no le agradaba y conocía a su tío para saber que él es muy persistente y que no la dejaría en paz hasta que soltara todo, prefirió "dormir" un poco, para que reinara la calma en el auto hasta la casa.

En la puerta de su casa estaba Ga Young con los ojos aguados e hinchados de tanto llorar. Se vieron y se abrazaron de inmediato, fue un reconfortante gesto de amistad para las dos. MinHa al escucharla sollozar también lagrimeo un poco, mientras Ga Young la apretaba con fuerzas. La noche anterior había llegado de sorpresa a la casa y se encontró con el tío de MinHa, entre platica y platica, Ga Young se entero un poco de lo que había sucedido en su ausencia y sus lagrimas que eran de alegría por verla después de tanto tiempo, fueron también por que no la acompaño durante esa etapa tan dura en la cárcel, se trataba de un cargo de consciencia por la amistad que tenían.  

Entraron a la casa tomadas de las manos, Dentro olía a comida y aunque no hubo nadie por mucho tiempo, la casa estaba impecable como siempre. De la cocina salía el olor a ramen y jangjamyeon que tanto adoraba MinHa los fines de semana. Todo la hacía sentir que estaba devuelta en su casa, que no era más una prisión, que finalmente había salido por la puerta grande.

—Subiré las cosas a tu cuarto—. Dijo su tío dándoles espacio. 

—Gracias Tío Kim—. Minha le dio un beso en la mejilla.

—¿Porque no me llamaste?—. Dijo sollozando Ga Young.

—Estabas arreglando tu futuro. Tenía todo bajo control—. MinHa sonreía.

—¿Bajo control? Metida en una prisión. ¿De eso hablas?—. Ga Young se limpiaba las lagrimas y caminaba hacía el comedor.

—Bueno, no tan controlado... Y no era la prisión como tal, era una celda en la estación—. 

—Sigue creyendo que el agua no moja—. Ambas se sentaron cerca. —Entonces el príncipe resulto ser un brujo—. 

—Puede decirse que si. Tal vez yo ayude a esa transformación—. MinHa estaba afligida.

—Donde lo vea, le rompo el hocico—. Ga Young empuñaba la mano.

—Aja, como digas—.  

—¿Y que harás?—. 

—¿Respecto a que?—.

—¿Como que? Ese tipo casi arruina tu vida, debes demandarlo o algo así—. 

—No quiero saber de cortes, jueces, policías y demás en mucho tiempo—. 

—Es eso ¿o no quieres lastimarlo? Podría acabar con el prestigio de esa familia—. 

—Las dos ¿contenta? No quiero nada que me ate a ellos más—. Hizo una equis con sus brazos. —Huele bien, alimentame y dejemos el tema ¿quieres?—. 

Ga Young la rayo con la mirada pero asintió y fue directo a la cocina para servirle a su anfitriona, El tío de MinHa también logro probar la especialidad de la casa, platos que solo se sirven en fiestas, Tuvieron un momento de quietud y de platicas. Ga Young hablo de sus progresos en Taiwan y de lo bien que le estaba hiendo, el Tío Kim hablo de sus últimos trabajos donde tuvo un par de capturas peligrosas; contaba sus hazañas como si fuera un cuentero en el centro del parque, MinHa les hablo de sus días encerrada y del oficial que la cuido estando allá. Fue un placentero almuerzo para los tres.

Por asuntos de su trabajo el tío Kim debía regresar a la estación, dejo a MinHa muy bien encargada de Ga Young, compartieron números por si algo llegaba a suceder, para que le avisaran cuanto antes, dejandoles claro que estaría pendiente del celular.  Se despedía mucho pero no salía rápido de la casa, se le había despertado el instinto paternal y quería estar con ella para cuidarla como debía ser, pero MinHa le insistía para que fuera a trabajar y que sin problemas se verían en la noche. Empujado por su sobrina termino subido en el auto mientras la veía darle la despedida con la mano, le respondió con una sonrisa y se marcho a cumplir con su deber y la sociedad.

MinHa entró a casa con Ga Young, se debían muchas noches de platicas de chicas, donde juegan con las almohadas, toman chocolate y gomitas, hablan de los chicos buenos y malos y al final se duermen en cualquier lado. Se acostaron atravesadas en la cama de MinHa, hablando de los últimos porvenires.

—¿Cuanto tiempo te quedarás?—. MinHa sacaba gomas de su bolsa.

—Había pensado pasar unas semanas aquí y luego regresar para quedarme un año más allá. Con todo esto prefiero quedarme contigo—. Se giro al lado de ella.

—¿Porque?—.

—Te dejo sola unos segundos y acabas con el mundo. No quiero tener cargo de consciencia—. 

—¿Es algo grande?—.

—Un trabajo en una multinacional, con la experiencia podría trabajar en cualquier parte sin papeleos—. saco de la bolsa de MinHa gomas.

—Se que será difícil sin ti, pero puedo esperarte ese año. Haz esperado por algo así por mucho tiempo, no tienes porque posponerlo—.

—¿Quieres que tu tío el policía me tome presa? No señorita, nada de eso—. Negaba con la cabeza.

—Exagerada. No es como si no fueras a regresar. Ya el peligro paso, puedo estar bien, volveré a la Universidad, trabajare con el jefe Chen y todo volverá a la normalidad—. 

—No ti esfuerces para que cambie de opinión—.

—¿Que debo hacer para que vayas y cumplas tu sueño?—.

—Ven conmigo. Puedo lidiar con los gastos, tu puedes hacer parte de tu estudio allá. Averigüe y tienes muy buenas calificaciones y puedes conseguir recomendaciones, hasta te darían una beca—.

—No. Aquí esta todo lo que quiero. Lo último que espero es dejar todo por esto que paso. No soy débil, puedo superar esto—. Minha le dio la espalda.

—MinHa... Perdóname, no era mi intención—. Ga Young se le acerco por la espalda.

Se quedo en silencio un momento y volvió a darse la vuelta. —Lo se. Confía en mi, de verdad estaré bien .

Hablaremosas tarde de eso. ¿No quieres dormir?.

Si. Extrañaba mi cama . Se acomodaron en la cama, metiéndose en las cobijas. —Es tan calida .

Oye, ¿que va a pasar con príncipe? .

Parece que fue momentáneo . Bajo el tono de la voz.

¿No volverán? .

Es complicado responder eso. Hay que darle tiempo . Se enrredo en las cobijas. —Voy a dormir .

Descansa. Mañana sera otro día .

Gracias a que estaba durmiendo en su cama, MinHa descanso como un bebe, tanto, que ni noto cuando Ga Young se levanto en la mañana. Tuvo un tiempo de sueño más que merecido, desde hace semanas no dormía como era debido, madrugadas enteras, ojeras inmensas, se convirtieron en su rutina. EL olor a comida que llego a su habitación fue el despertador de sus sentidos, primero se estiro despojándose de la pereza, luego abrió los ojos por tiempos; la luz le pegaba muy fuerte y la desubicaba, se sentó en la cama y se destapo, se acerco al filo de la cama y busco con la mirada las pantuflas, bostezo un poco y dio un estirón más.

Tomo un saco de panda para el frío y bajo arrastrando las pantuflas, era ver a un niño recién levantado y con hambre, que estaba en busca de su mamá para que lo alimentara. Fregaba sus ojos y camino a la mesa, tomo su puesto y se estiraba un poco más para sacudir la pereza que tenía. Por un ventanal veía a Ga Young moviéndose dentro de la cocina, se escuchaban los cubiertos, los platos y la estufa a lo que daba copada en todos sus puestos.

—Buenos días...—.  Bostezo MinHa.

—Te hubieras quedado arriba, quería lucirme subiendo el desayuno—. Dijo Ga Young entre los platos que usaría para servir. 

—Aún puedo regresar a la cama—.

—Quédate donde estás, ya estoy sirviendo—.

—Como digas...—. Dio otro estirón largo a sus brazos y sacudió la cabeza.

Ga Young traía un desayuno completo, desde huevos revueltos, hasta una bella ensalada de frutas picadas. Por las preparaciones se noto que  desde temprano estaba ocupada cocinando, mucho empeño, esfuerzo y sobre todo amor, porque olía exquisito. Coloco la mesa, para MinHa, aunque se veía como un acto de cortesía, Ga Young tenía otra intención con aquella delicia de desayuno.

—Guau, esto es nuevo, aquí hay cosas que nunca he probado de tu parte—. MinHa se alistaba para deleitar su paladar. —Me estas consintiendo mucho—.

—Llevo semanas sin verte, pensé que querías probar mis manjares—. Estiraba el cuello orgullosa de su comida.

—Solo tengo una pregunta—. MinHa mojaba su boca con jugo natural. —De todo el tiempo que hemos estado conviviendo ¿Porque hasta ahora preparas cosas tan ricas?—. Rió en broma.

—Ja Ja Ja Ja, que graciosa. Siempre cocino así—. 

—El señor al que le compro el almuerzo entre semana dice otra cosa—. Carcajeo 

—Entonces no comas. Voy a recoger esto, haber, haber—. Se levanto de la silla.

—Quieta. Perdiste, debiste pensar en eso antes de servirme—. MinHa tomo el plato y lo puso lejos de Ga Young. —Come, amargada—. 

Cruzaron miradas y sonrieron al tiempo. Sin más comentarios siguieron desayunando, la comida empezaba a enfriarse y no hay nada más malo que comer frío. Al terminar MinHa se ofreció a levantar los platos y limpiar la cocina. Ga Young no se negó  y subió a limpiar los cuartos. Comenzando con el de MInHa, miraba al rededor y habían muchos recuerdos de las dos colgados o pegados en las paredes, le daba algo de nostalgia verlos, recordaba muy bien cada una de las fotografías plasmadas, incluso se encontró con un muñeco de una cajita de sorpresa que le había dado a MinHa cuando recién eran amigas, fue hace mucho tiempo pero verlo hay le lleno de más nostalgia, MInHa guardaba muy bien cada cosa que tuviera que ver con las personas que quería o eran especiales para ella.

Estaban los regalos de cumpleaños que nunca faltaron por parte de Baekhyun, muchas tarjetas de ella desde el extranjero, uno que otro regalo por parte de Kris; MinHa nunca lo odio solo no se entendían bien. Limpiando el polvo y tendiendo la cama, se topo con muchos recuerdos y reía cada vez que encontraba algo que pensó no existía, una de esas cosas fue el primer concierto al que fueron juntas, había sido toda una travesía porque no encontraron boletas a tiempo, y los revendedores eran demasiado abusivos  con los precios. Estilo película, un hombre ofreció darles las entradas, solo si le hacían un favor, cuidaban de su hija, él no podía entrar con ella por cuestiones de trabajo y tampoco quería dejarla sola.

Al principio dudaron del asunto pero al ver que era una pequeña de diez años, aceptaron hacerlo. El concierto era del grupo Big Bang y si solo debían cuidar de la niña para verlos, no estaba nada mal. Lograron entrar a pesar de las dudas, un día maravilloso porque gracias a esa pequeña lograron conseguir fotos personales con los integrantes y un par de besos y abrazos de los muchachos. Era una gran anécdota entre ellas.

Haciendo un recuento de todo lo sucedido era normal que se quisieran y se cuidaran como si fueran hermanas de sangre. El sonido de un celular la regreso a la realidad, giro a ver en la cama pensando que era el de MinHa, pero sonaba sobre el tocador, se acerco y resulto ser su celular el que hacía tal escándalo.

—Hola—. Contesto.

—Hola cariño, no me has llamado, así que prepare las cosas, quiero saber a que horas paso por ti—. Hablo un joven de voz muy sexy.

—Debes darme más tiempo, no le he dicho nada—. Se fijo que nadie viniera y fue cerca de las cortinas para hablar mejor.

—Cariño, ya hablamos de esto. Lo necesitas, mejor dicho, lo necesitamos—.

—Si, lo sé. No puedo dejarla así nada más, ya te dije que a pasado por muchas cosas y sería cruel si me voy—.

—Tienes un gran corazón, pero sabes que estas oportunidades no vuelven dos veces. Será poco tiempo y podrán seguir estando juntas por mucho tiempo, es solo un momento—.

—Si, pero...—. Ga Young dudaba y no dejaba de mirar a la puerta.

—Hagamos esto... Yo iré al aeropuerto como acordamos. Si no llegas, entenderé. Haré lo que tenga que hacer allá y luego regresaría por ti—. 

Ga Young dudaba y se mordía el labio inferior, no quería dejar al primer hombre que la quería de verdad, pero tampoco quería dejar sola a MinHa, sabiendo que ha tenido que pasar por cosas tan terribles los últimos meses

—Hablare con ella —.

—Recuerda que te estaré esperando—. Corto la llamada.

Ga Young guardo el celular, estaba nerviosa pero siguió haciendo el aseo. Recogió el polvo que salió al barrer, tomo la bolsa de basura y continuo hacía la otra habitación. Se asombro al ver que MinHa estaba en la cama de ella mirando un album de fotos viejo que ella guardaba en uno de sus cajones.

—Jamás hubiera creído que eras tan cursi como para tener todas estas fotos—. MinHa pasaba las fotos y sonreía. —El colegio, las salidas, cuando te fuiste. Todo esta aquí—. 

—Me llamas cursi, cuando tienes hasta las tapas de las bebidas que nos dieron cuando fuimos al campamento—. Dejo la bolsa en la puerta y entró para acompañarla.

—¿Estuviste de curiosa en mi habitación?—. Le dio un toque con el codo.

—Limpiaba que es muy distinto—.

Muchas memorias de su infancia y de sus buenas épocas llegaban con cada foto que estaba pegada en aquel album. Se comentaban de lo rápido que transcurría el tiempo y que era la primera vez que se detenían para recordar o reflexionar de lo que habían vivido y del rumbo que tenía sus vidas. De las decisiones que tomaron, del resultado de las mismas, los altos y los bajos de sus vidas, que estuvieron tan cerca o tan lejos como fue posible la una de la otra, pero que en espíritu casi como telepatía, estuvieron tan unidas que el tiempo no influencio, ni mucho menos la distancia.

—No quiero ponerme sentimental ahora, pero voy a decirlo ya que estoy inspirada—. MinHa dejo el album y giro a verla.

—¿Debo grabarlo?—.

—Hazte la graciosa—.

—Podría usarlo para chantajearte en el futuro—.

—Solo escúchame—. 

—Toda oídos—.  Ga Young enderezo su espalda.

—Quiero darte las gracias por todo este tiempo. Me has cuidado, me alimentas, estás pendiente de mi, me sacas de quicio, a veces me enervas con tus comentarios flojos ... Por eso, se y entiendo que necesitas tiempo para ti y tus cosas, para que vivas y tengas tu privacidad, que le puedas dar rienda suelta a las locuras de tu cabeza—.

—¿A que viene todo esto?—. Ga Young se hecho hacía atrás  y ladeo la mirada. 

—Estás haciendo aquí un gran esfuerzo, reteniendo tus verdaderos sentimientos e impulsos, todo por estar conmigo  y por velar que este bien. La experiencia que tuve en la prisión fue del otro mundo, el encierro, la soledad, las personas que terminan allá por sus pecados o por ser justos. Me llevo a pensar en mi familia, mis padres, mis amigos, las personas que están a mi alrededor y me hicieron sentir tan bendecida y amada que no me fue tan difícil esperar a salir para verlos. No sabes lo que daría por ver a mis padres y pedirles perdón por mis rabietas y mis malas caras cuando no me gustaba algo; ellos simplemente no están para escucharme...—. MinHa la tomo de las manos.

—Presiento que quieres decir algo pero no encuentras como—. 

—Te estoy diciendo que no dejes ir las oportunidades de tu vida, no sabes cuando ni cuanto vayas a arrepentirte—.

—De verdad estas actuando extraño ... ¿Porque tendría esa idea? ... Estás diciéndome que ... ¿Escuchaste cuando hablaba por celular?—. 

MinHa se levanto de la cama y camino en círculos, metió las manos a los bolsillos y no la miraba. —A noche me dijiste que tenías que hacer un cambio de planes—.

—Si hubieras visto la expresión de tu cara, no estarías tratando de mentirme—.

—Solo quiero que hagas algo con tu vida. No puedo mantenerte siempre—.

Ga Young se puso de pie y la atrapo de los brazos para que dejara de moverse. —¿Que escuchaste?—.

—Tienes un viaje, hay algo que tienes que decirme y alguien te esta esperando—. Dijo MinHa con la cabeza hacía el suelo. 

—Eres una chica muy entrometida—. Le acariciaba el cabello—Hablemos—. Ambas se sentaron en la cama—Se llama Thomas, fue compañero de mis estudios por un tiempo y volvimos a encontrarnos hace pocos años. Al inicio fue solo amistad, salidas bobas y cosas así. Me conoces, no soy seria en esas cosas, van vienen; besos; cogidas de manos, pero nada serio. Este chico me dio un par de vueltas, con un  primer beso quede atrapada. Luego sentí miedo de que nada saliera bien, era la primera vez que me sentía así e iba con muchas dudas, sin embargo el tiempo me hizo ver que no había que temer. Él piensa todo para los dos, los estudios, el trabajo, la forma de vivir. Mientras estaba de viaje, con él, logramos tener una especie de empleo con muy buenas ganancias, podíamos estudiar y hacer dinero al tiempo ... No quería simplemente hacerme la vida feliz allá y dejarte aquí sin decir nada, por eso regrese y me tope con todo este problema...—. Se cogió la cabeza con ambas manos y las paso por el cabello.

—Tus dudas crecieron más, no sabes, si ir o no ir, te preocupa lo que pase conmigo ¿cierto?—.

—Si, es eso. Sería una desalmada pagarte la amistad que me has dado de ese modo—. Suspiro.

—Ve, voy a estar bien. De verdad—. Dijo MinHa. 

—No me digas eso, no he tomado una decisión—.

—¿Es la primera vez que nos separamos?—.

—No, claro que no, pero...—.

—Pero nada. Ya hemos estado separadas muchas veces. Yo siempre estoy esperando que regreses, meses, años, se que volverás. No te culpes de lo que paso acá, contigo o sin ti lel resultado hubiera sido el mismo. Esas personas que me lastimaron posiblemente estaban planeando esto desde antes de que te fueras. Ahora que se todo esto, soy más consciente y créeme que me cuidare mucho más. Además ya es hora de que des algo para la casa, debes mantenerme ¿lo olvidaste?—.

—Hay Kim MinHa, eres terrible e insensible—. Ga Young tenía aguada la nariz.   

—Pero me amas y es lo importante—. Hacía gestos de alarde. —¿Que debemos empacar?—. 

—Es un largo viaje—.

—Igual que siempre—. 

—¿En serio no pasa nada?—. 

—Te digo que si mujer, Andando, andando, Yo te acompaño a donde él esta debo darle el punto bueno—.

—¿Desde cuando esas atribuciones con mi persona?—.

—Vives conmigo, creo que lo merezco—. Le molesto el cachete y salió corriendo.

MinHa recogió las cosas de Ga Young, empaco ropa para más de un año, empaco muchos conjuntos íntimos que en una época fueron motivos de muchas noches de burla imaginando cual de las dos usaría uno primero, también recuerdos de las dos para que los tuviera siempre con ella y las conectara a pesar de la distancia. A veces se daba la espalda y se limpiaba rápido las lágrimas para que Ga Young no la viera, dejarla ir era muy duro para ella, porque su amiga siempre fue una voz de aliento entre tantas dificultades que tuvo. Tenía que hacerse la fuerte para no estropear la ilusión y la felicidad que Ga Young ya no disimulaba, pues sonría a gran escala mientras le contaba los planes que tenía con Thomas.

Ella guardaba en su corazón una mezcla de sentimientos, alegría; tristeza, estaba feliz por que su amiga finalmente iba a tener un poco de emoción y de amor verdadero en su vida, un amor que por mucho tiempo le reclamo al mundo y que hoy ya era suyo. Respiraba y aguantaba lo más que podía las lágrimas, si musitaba o se equivocaba en alguna frase Ga Young podría simplemente arrepentirse y se quedaría con ella dejando ir la mejor oportunidad de su vida, MinHa sabía que Ga Young sería capaz de hacerlo con tal de estar a su lado. 

Según lo pactado entre ambas, más bien, MinHa amenazo a Ga Young para que fueran ambas al aeropuerto. Salieron con un gran equipaje rumbo a que Ga Young cumpliera un sueño. Había un aire de nostalgia entre las dos, y no se soltaban de las manos, estaba esa sensación de no querer separarse o de siempre estar juntas en todo lugar. Se hicieron la promesa de estar en contacto todos los días, a toda hora, mensajes, llamadas o lo que fuera, de hacer lo contrario, una de las dos iría a buscar a la otra. Sellaron así con un abrazo y un saludo particular de meñiques su bella promesa de amistad. De todas las veces que se habían despedido esa fue la más dura y dulce de todas.

—Hay esta. Es el del suerte azul oscuro—. Le decía en baja voz a Minha mientras se acercaban a lugar donde se entrega el equipaje. 

—Oye esta super guapísimo. ¿De donde lo sacaste?—. MinHa se sonrojaba de la belleza escultural de aquel hombre que había conquistado a su amiga—Así cualquiera se va con él—. 

—¿Cierto que si? Jay ... Me gane la lotería—. 

—Ni que lo digas amigas. Nos esta mirando—. 

Ga Young se acerco y lo saludo con un dulce beso en la boca, se giro para poder presentar a MinHa, que se veía muy apenada estando en la mitad de los dos tórtolos.

—Thomas, ella es mi molesta amiga Kim MinHa—.  

—Es un placer conocer a la famosa MinHa, desde que conozco a Young su persona favorita eres tú, confieso que te he tenido celos—. Le dio la mano amablemente.

—Quitando lo de molesta, creo que ella es una exagerada. El placer es mio Thomas—. Sonrío amablemente.

—En eso estamos de acuerdo—. Río Thomas.

—Oye...—.

—Lo siento amor, es molestando—. Le dio un beso en la mejilla a Ga Young. —Estoy muy feliz de que vayamos a viajar y las cosas se hayan arreglado. Gracias MinHa por darnos esta oportunidad—. 

—Nada de eso. Vine aquí para decirte un par de cosas, si no me convences ella se queda conmigo—. MinHa hablo sería.

—Kim MinHa—. Ga Young se puso delante de Thomas.

—Tranquila Young-Ah. Voy a responder—. Thomas corrió a Ga Young. 

—¿La quieres?—. Preguntó MinHa.

—Si—.

—¿Tienes planes al futuro con ella?—.

—Es algo que estamos discutiendo hasta ahora—.

—¿Porque la quieres?—.

—MinHa no es gracioso—. Ga Young empezaba a molestarse.

—¿Que pasa? ¿No sabes que decir?—.

—Si hubiéramos tenido esta conversación antes, no sé un par de semanas atrás, tendría un poco más de tiempo para tratar de explicarte mejor las razones. Por ahora, es solo porque sí—. Thomas hablaba muy seguro.

—Si MinHa. No entiendo porque esa actitud, no es de ti. Quiero mucho a Thomas y es algo natural, es de muy adentro y sabes que no acostumbro hablar de esas cosas—. 

MinHa cayo y miraba a Thomas, que no dejaba de sonreír, y que tenía de la mano a Ga Young.

—¿Y que dices?—. Preguntó Thomas. —¿Dudas de mi?—.

—Si, así es—. Respondió cruzándose de brazos.

—MinHa, ya detente. Él me quiere es lo importante—.

—Te equivocas amiga él no te quiere—. 

—¿Que?—. Thomas ya se estaba asustando.

—No te quiere. Te adora, podría jurar que esta profundamente enamorado de ti—. Sonrió abiertamente.

—¡Mocosa me asustaste!—. Ga Young la empujo suavemente.

—Pero igual dudas de mi—. Dijo Thomas.

—Si, no se si puedas ser capaz de aguantarla. La verdad sufro más por ti que por ella—. Le guiño.

—Gracias amiga, yo también te quiero—. 

Thomas abrazo a Ga Ypung y le dio un beso profundo de compromiso delante de la persona favorita de su novia. Era una muy buena respuesta para Minha que aplaudía y festejaba una bella pareja.

—Cuidate mucho Ga Young, estaré pendiente. Voy a estar esperándote ¿si? No pelees tanto por las comidas, solo aliméntate bien ... Recuerda que el lado frío de la cama no te deja dormir bien ... ¿Que más era?—. MinHa le apretaba las manos.

—Suenas a una mamá despidiendo a su hija ... No olvides que soy la mayor. Debes llamarme o escribirme todos los días, no te estreses mucho, visita más a tu tío, aleja a Kris; ese tipo no me agrada ... ¿Estarás bien?—. La abrazo.

—Sabes que soy un genio, no pasa nada. Me las arreglare mientras no estás—. Arrugo la nariz. —Y a ti...—. Miro fijamente a Thomas. —Si la haces llorar no habrá lugar en el mundo para esconderte ¿esta claro?—. Le apunto con el dedo.

—Más que claro. Me gustaría que al regresar platicáramos un poco más—. Le dio la mano.

—Acá los espero entonces—. Se despidió respondiendo al apretón.  

 MinHa apretó su corazón para no llorar delante de Ga Young, los vio entrar a un cubículo donde le hacían señas y se despedían, al final del pasillo ya no logro verlos y entendió que su gran amiga había ido rumbo a cumplir sus sueños. Respiro profundo y soltó el aire que tenía reprimido en el pecho, se dio media vuelta y camino hacía la puerta de salida donde tomaría un taxi de regreso a casa. Subió al primero que estaba estacionado, le dio la dirección al hombre y se recargo en el espaldar, cerró los ojos e hizo modo para quedarse dormida todo el viaje.

Cuando llego a su casa, el silencio era tan ensordecedor, que le molestaba mucho, así que prendió el equipó y puso música de ambiente para romper el hielo con la casa. Miro alrededor y solo habían muebles bonitos, aparatos electrónicos, ni una mascota, ningún otro humano aparte de ella. Se sentó en el sillón y se encogió, se sintió absolutamente sola y entonces todo lo que había reprimido desde el día anterior y en el aeropuerto, fluyo con mucha potencia, abrieron la llave del agua de sus descontento, de sus depresiones, de sus frustraciones y lloro por todo lo que hasta el momento había pasado.

El juicio, la prisión, las traiciones, la falta que le hacía Chanyeol, los compañeros de trabajo, su trabajo, sus amigos. Esa cadena de golpe tras golpe, donde cada vez que intento levantarse la golpeaban más duro para doblegarla, esos sentimientos de tristeza profunda, salieron a flote, estando sola en la sala de su casa. Su llanto hacía eco y jugaba con el silencio y la soledad.

Pudo parar las lágrimas y calmarse tomando un vaso con agua, respiraba seguido y hondo para recuperar el aliento y detener aquel mar de sentimientos. Miro a los lados para ver que podía hacer para entretenerse y ya olvidarse o al menos ocupar su mente.Sonó el teléfono de la casa y la hizo pensar en su tío posiblemente pasaría a visitarla.

—Alo—. Trato de arreglar la voz.

—¿Hablo con la señorita Kim MinHa?—. Sonaba a una mujer joven, tal vez una recepcionista por el acento pausado y lo muy formal que se oía.

—Habla ella—.

—Yo soy la doctora Kalar del departamento de farmacología internacional. ¿Me recuerda?—. 

—Ah, si señora. Es la persona que me recomendó Yi Ah—.

—La misma. Hace una semana intente comunicarme con usted pero fue imposible. Que bueno saber que esta bien—. Sonaba muy contenta.

—Que pena, estuve por fuera un tiempo. Pero dígame ¿paso algo?—.

—Salieron los resultados del fármaco que me envío, lo pase vía email, pero no supe si ya lo había visto. Sin embargo tengo algo que preguntarle—. 

—¿Salió algo mal?—.

—Aunque en envase y el sello es de un medicamento formulado, el producto químico, tiene unas variantes y componentes totalmente opuestos—.Sonaba algo confusa.

—Podría explicarse, no le entiendo—.

—Mejor vea el resultado que le envié y cuando pueda regreseme la llamada. Cabe decirle que si eso lo usan en alguna persona se toma como un delito, y no quiero problemas—.

—No se preocupe, no es usado en nadie, solo que lo obtuve por error de un compañero de la universidad. Dijo MinHa riendo nerviosa.

—Me quedo tranquila. Igual espero su llamada. Que tenga un buen resto de día—.

—Lo mismo Doc. Muchas gracias por la ayuda y por llamarme—.

—No es nada. Le debo muchas cosas a Yi Ah—.

—Esta bien. Adiós—. Bajo el teléfono y fue directo a su portátil.

Golpeaba la mesa con los dedos, estaba muy ansiosa y se mordía el labio inferior. Cuando abrió el correo vio varios mensajes pero sus ojos solo estaban fijados en uno solo. Remitido de parte de la doctora Kalar. Tomo el mouse con duda y con el puntero abrió el mensaje.

—Estoy asustada—. Dijo—Veamos que es—. Se acerco para leer el comunicado—Análisis total del farmaco recibido en la facultad internacional de farmacología y sustancias químicas. El resultado arroja altos indices de Acetilcolina, usada en las tribus de selva para paralizar a sus presas y ser devoradas...—. MinHa abrió sus ojos y paso saliva. —También se allá, veneno con el compuesto cexublina que es capaz de dormir al cerebro, porque deja que las neuronas dejen de reaccionar o que creen choques entre si. Se recomienda la recolección del fármaco para ser retenido y evitar accidentes—. Se dejo caer en la silla y descolgó sus brazos, —... Es imposible... ¿Quien haría tal vejamen?... ¡Lo paralizaron! ¡Lo condujeron a ese estado, no es por su enfermedad! ¡Dios mio!—. 

MinHa estaba estupefacta, se cogía la cabeza y caminaba de lado a lado, miraba al cielo como pidiendo una explicación clara de lo que estaba pasando. Había hecho un gran descubrimiento, que de cierta forma volvía al presunto autor de la tragedia de su familia, en una victima más. La dejaba otra vez en el principio porque no sabía a quien se enfrentaba. había alguien que manejaba los hilos de los títeres.

Vio la partida de Ga Young desde otro angulo, no había mal que por bien no viniera, podía hacer las investigación y lo demás sin tener que mentirle o persuadiría. Ese tema le daba vueltas en la cabeza mientras estuvo en la cárcel, si contarle a Ga Young o zafarse por la tangente. Ya tenía una motivación para dejar la tristeza y la agonía de lado, se había vuelto un asunto donde no solo estaba su familia, también la familia de Chanyeol y si podía ayudarlos aunque fuera desde las sombras lo haría con gusto, pues el amor que tenía por él solo había aumentado, a pesar de lo mal que le había ido con él.

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¡¡¡¡¡Volví!!!!! No tengo palabras para disculparme por ese extremo abandono. Ya arregle mis horarios y seguiré aquí con ustedes nwn/.

Para ustedes con mucho amor un nuevo capítulo. Parece que el romance tendrá que esperar, aunque si vamos a sufrir un poquito con los próximos capítulos. Recuerden darle amor ala historia con sus votos y sus comentarios de como les ha parecido. Los quiero muchos y enserio mil gracias por esperar y seguirnos queriendo.

¡¡¡Un beso y un abrazo enormeee para todos!!!

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