Capitulo 27.
En el calendario de la casa situada en el centro de la cuadra que tiene una bella puerta a la entrada, una chica marcaba el día 98 con color azul puesto que habían sido unos perfectos días y tenia preparado el color rojo por si sucedía alguna emergencia pero cada noche pedía a su guardián que no tuviera que usarlo, queria que las cosas avanzaran por ese buen camino.
Su bello aspecto hacia juego con su natural maquillaje y la ropa formal de pantalón y bleizer, verse al espejo sonreír y darse animo era casi un ritual hasta de salir de la casa. Caminaba un par de calles y en la estación tomaba un bus que la dejara en el metro tomaba su ruta habitual para ir al trabajo. Parecía todo como una rutina pero para ella era algo que necesitaba para su día a día, estar en ese lugar siendo útil para las personas le gustaba tanto como sus estudios y no los dejaría por nada ni por nadie.
Ese día se paseo casi toda la planta porque el trabajo era extenuante estuvo de un lado a lado con eso de que tiene el manejo de casi todo el material administrativo la carga es más pesada, con su jefe solo se había visto un par de veces y su intercambio de palabras fue el más mínimo. Solo después de almuerzo pudo tener un pequeño respiro, caminaba más lento, tomaba aire, teniendo oportunidad de observar como era costumbre al hombre de la oficina junto a la suya, galante, atractivo, leyendo o escribiendo, bebiendo café, té o agua, llevaba puesto un traje blanco que pocas veces lo lleva y que lo hace ver brillante con la luz del sol, la posición en la que estaba con papeles en mano y un bolígrafo golpeando el escritorio le llamo mucho la atención y se quedo mirando sin hacer ruido.
—Bu...—.
—Ayyy... Shhh... ¿que haces?—. El chico de los ojos pequeños que le agradaba estaba a su lado.
—Eso mismo te digo ¿espiando al jefe?—.
—Deja las tonterías para otro día—.
—Llevas cinco minutos hay parada. ¿Que tanto miras?—. Miro adentro y solo veía al jefe.
—Me parece que ya lo había visto antes así...—.
—¿Te golpeaste la cabeza? Es tu jefe siempre lo ves así—. Le dio un toque con el dedo en la cabeza.
—No es eso... La ropa, la posición... ¿Donde fue?...—. Su cabeza estaba trabajando con mucho empeño. —¡Lo tengo!—. El alarido alerto a quien estaba concentrado, ella asustada corrió a quien la acompañaba y se escondieron en el muro.
—Oye MinHa...—.
—¡Shhh! Silencio—. Le tapo la boca y se asomo sus ojos para ver, y él seguía concentrado. —Uff, no se dio cuenta—.
—Oe, uedes oltarme...—. Intentaba pronunciar.
—Que pena. SeHun si el jefe me pregunta dile que tuve que salir urgente, eh, no me tardo—. Corrió al ascensor y desapareció en un dos por tres.
—Debió caerse de la cama esta mañana—. Confundido entro a la oficina de Chanyeol pues ese era su destino en primer lugar. —MinHa no esta, dice que no tarda—. Fue lo primero que dijo.
—¿A donde fue?—.
—No le entendí. Por cierto ¿ha estado extraña hoy?—.
—¿Porque?—.
—Curiosidad nada más. Firma esto, Lay vendrá por ellos—. Dejo una carpeta cerca a él.
—Esta bien. Oye ¿como va lo de MinHa?—.
—Hablas de lo que le paso o del vicepresidente—.
—Lo que le paso. ¿Ya tienes algo?—.
—Es lamentable porque no hay pistas claras, el frasco tenía solo huellas de ella y complica más la situación que ella no recuerde de donde la obtuvo, eso es lo más raro—.
—¿Porque lo dices en ese tono?—.
—Seré sincero, creo que ella sabe quien fue pero no quiere decirnos. La pregunta es ¿porque? Aún así todo esto son solo mis sospechas—. Chanyeol había pensado en esa posibilidad y tener a alguien que pensara igual lo hacía dudar.
—En fin se están haciendo otros estudios, haber si hay algo más. A penas tenga algo te informo—.
—Por favor, sabes que es algo importante para mi—.
—Lo sé, lo sé. Iré a trabajar—. Asentía diciendo que entendía.
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MinHa había ido lejos de la oficina en busca de una sola cosa y solo podía encontrarla en el café que le ayudo por mucho tiempo hay confirmaría si estaba en lo correcto o no respecto a la sensación que tenía. Entro y miro al costado izquierdo la mesa dos la hizo sonreír y camino a donde se reciben los pedidos, vio al administrador y toco la campañilla para que la atendieran.
—Bienvenidos a Café Love ¿que dese...—. Sus ojos se hicieron grandes al verla. —¡MinHa¡—. Se salio para saludarla como era debido.
—Jefe Chen, ¿ha estado bien?—.
—He tratado de mantenerme sin ti. MinHa-Ah regresa—.
—Tratare de venir seguido ¿si?—.
—Al menos eso. ¿lo haces bien?—.
—Si, vine porque quiero un pedido—.
—Espera, Baekhyun nos dijo que donde trabajabas era lejos de aquí ¿un pedido?—.
—Lo necesito de aquí—.
—¿Que estas tramando? A Kai nunca le han gustado los postres de aquí—.
—No es para Kai...—.
—¿Alguien más? ¿Quien eres y que hiciste con nuestra MinHa?—. La miraba por los lados.
—Ya no tengo nada con él. No hablemos de eso, solo deme un brownie y leche caliente—.
—O-Okay... Una orden cinco para llevar por favor—. Hablo por el micrófono a la cocina.
Con su pedido en mano, después de un abrazo con Chen se despidió prometiendo volver para hablar con más tiempo, y otra vez huía de regreso al trabajo; evitando que se le dañara la caja del postre y se derramara la leche especial del café. Estaba muy ilusionada con entregar el detalle y quería ver la reacción de la persona que lo iba a recibir.
Lo primero que hizo al llegar fue verificar que nada se hubiera estropeado en el camino, tomo impulso y entro a la oficina de su jefe que estaba recostado en el sofá tapandose el rostro con el brazo descansando por el agotamiento mental, eso lo hacía cada que tenía tiempo pues su novia se lo recordaba cada vez que lo veía y le pedía que hiciera pausas.
—Permiso—. Entró y cerro la puerta con cuidado.
—Sigue por favor—.
—Finalmente haces lo que digo—. Dejo la caja en la mesa cerca al sofá.
—Acércate...—. Estiro la mano a ella.
—Ye...—. La acepto y se sentó en el sofá en un espacio que él había dejado.
—Esto es mejor que cualquier cosa... Me dijeron que saliste—.
—Así fue, tenía que comprar algo—.
—¿Con tanta urgencia?—. Corrió el brazo para verla.
—Ven siéntate un momento. Rápido, rápido—. Le dio golpecitos en las piernas.
—Ya voy, ya voy... Tanto alboroto—.
—Servicio express. Huele bien —. Dejo la caja cerca a el.
—Reconozco ese olor —. Rápidamente saco lo que había en la caja leche y brownie su postre favorito. —¿Como sabes? —.
—Piensa Park Chanyeol como esta mujer puede saber tu debilidad —. MinHa también estaba emocionada.
—Ahh, ya sé le preguntaste a Kang; ese viejo no se calla nada —. Le dio una probada al brownie.
—¡Claro que no! ¿No se te ocurre nada más? —.
—¿Porque te pones así? Sería mas fácil si hablas claro. Esta delicioso... —.
—Deja de comer y prestame atención. Piensa un poco mas —. Le corrió el brownie y le quito la cuchara.
—Eso es crueldad me estas ilusionando con la comida... ¡Ah! Era eso... —. Chanyeol actuaba como si tuviera la respuesta correcta. —Lo leíste en una revista sobre mi. Así que eres una fan, es lindo. Ahora dejame comer —. Le arrebato la cuchara.
—Eres increíble. Okay me rindo contigo no se puede. —. Le paso el plato y se levantó. —Ire a trabajar —.
—¿Que sucede? —. Chanyeol la detuvo. —¿Todo por no adivinar? —.
—Ni siquiera es una adivinanza, tienes que recordar solo eso... Puede parecer tonto pero aprecio cada recuerdo de los dos —. Se escuchaba decepcionada y no era para mas.
—No son tonterias yo también las apreció. Si te vas así ¿como podre trabajar tranquilo? —.
—Ese día llevabas puesto el mismo traje, estabas en la mesa leyendo documentos como siempre, pediste expresso con brownie y leche caliente... —.
—El acosador ¿ verdad? Desde ese día... Oh esto es grande... ¿Es un recuerdo para ti? —.
—Si, el chico frío y grosero que me ayudo con el cliente borracho... Te vi después del descanso y la imagen vino a mi —. Suspiro. —Ire a trabajar, come bien —.
—Ven acá —. La jalo y la sentó junto a el. —¿Sabes cual es mi primer recuerdo contigo? —. Ella negó con la cabeza. —El primer día que nos vimos en el ascensor y dijiste todas esas cosas que nadie había dicho —.
—Un poco descortés —. Era algo de lo que ella aun se avergonzaba.
—Un tanto, pero la confianza de tus ojos me hizo dudar de si lo estaba haciendo bien... La chica imprudente, ese es mi gran tesoro, tanto como el que tu tienes del día en la cafetería —.
—Lamento... Haberme molestado... —.
—Ni lo digas, es bueno saber que habrán días como estos y saber lo que te gusta o te molesta, eso también es importante para mi —. Chanyeol hablaba muy dulce con ella pues era su consentida. —Gracias por pensar en mi, por recordarme y darme estos gustos —.
—Son cosas muy sencillas, no hay nada que agradecer. Exagerado —.
—Dices eso y estas sonrojada —. Le toco la mejilla.
—¿De verdad? —.
—Es broma, no pasa nada. Aunque sonrojada es mas sexy —.
—Aliméntese bien y así deja de pensar tonterías. Me voy —.
—Te dejo ir solo si me das un beso —. Puso la mejilla.
—¿Estas loco? Nada en la oficina —. Estaba nerviosa y miraba a la puerta. —Alguien puede venir y vernos —.
—Hazlo rápido y nada pasara. Vamos beso —. Esriraba la mejilla esperando su beso.
—Sabes lo delicada que esta la situacion, se te ocurren estas cos... —. Fue callada con un pequeño beso que sonó.
—Hablas mucho solo para un beso. Puedes retirarte Kim MinHa —. Estaba muy satisfecho por la estática reacción de ella sonrió y siguió comiendo.
MinHa asintió no dijo nada y salio en silencio de la oficina, nunca tuvo algo con que defenderse de los ataques sorpresas de Chanyeol, debía acostumbrarse pero aun la sorprendía. —¿Que tal este? Voy a reclamarle... No, no, puede tomarlo a su favor y quera otro... A trabajar MinHa solo a trabajar —. Se palmeo la cara y fue a su oficina.
Antes de que se escondiera el sol ya MinHa iba de camino a sus clases, Chanyeol sabia que si había estudio no podían verse y salia temprano con Sehun para acompañar por mas tiempo a su madre. Se encontraron al llegar a la casa con que una visita inesperada había llegado, era alguien que los dos quieren mucho.
Una pequeña de ocho años los recibió con postres, tenia un vestido que la hacia ver como una muñequita, salto literal a los brazos de Chanyeol y lo abrazo diciendo cuando lo extraño pues desde que tenia rázon decía que él era su príncipe y que SeHun era su mejor amigo. Para los dos ella era la hermana menor que no habían tenido y la concentian mucho cada vez que estaba de visita.
—Que sorpresa tan agradable, Suzu —. Chanyeol le daba besos en la mejilla. —¿Extrañabas a los oppas? —.
—La madre de Suzu estará unos días aquí por trabajo y pidió que la cuidáramos, como sabe lo mucho que ella los aprecia, no me negué —. Aclaro su madre.
—Vine a ver a mi príncipe y a oppa SeHun. Suzu esta contenta —.
—Nosotros también , vamos a divertirnos estos días —. SeHun le dio un toque en la nariz.
En la mañana salieron cuatro personas hacia la empresa, era costumbre que Suzu estuviera con sus oppas en todos lados y nunca molestaba por eso la llevaban sin dudar. Casi todos los empleados la conocían y les agradaba por lo dulce que era y lo tierna que se veía. Suzu se instalo en la oficina de Chanyeol y dibujaba en su cuaderno favorito, habían imágenes de príncipes y princesas que era con lo que mas fantaseaba. Chanyeol en una que otra cosa le ayudaba o le prestaba atención de lo que ella le comentaba.
La pequeña Suzu aunque era muy inocente tenia ideas puras sobre amar y ser amado, veía a Chanyeol como un chico perfecto para que cuidara de ella y siempre le recordaba que ellos estarían juntos. En sus pensamientos estaba la idea que al crecer seria la chica ideal de su príncipe por eso no le agradaba que él tuviera citas o cosas por el estilo mientras ella estaba junto a él, cuando veía algo sospecho con alguna mujer trataba de apartarlos lo mas posible hasta el punto que la mujer se marchara aburrida.
—Aquí estoy. Llego un paquete de IQ —. MinHa una mujer bella, inteligente y muy agradable llegaba para iluminarle la vida al presidente.
—Vaya tardo menos de lo que espere —. Recibió el sobre y saco los documentos para checarlos. —¿Que tal las clases? ¿Desayunaste? ¿Alguna ave de rapiña cerca tuyo? —.
—Bien, si y ninguna tu los espantas —. Jugaba ella con las palabras. —¿Tienes visita? —. Lo dijo señalando con los ojos.
—Si, ella es Suzu, la hija de una amiga de mi madre. Se esta quedando unos días. Suzu ven a saludar —. La invito.
La expresión de Suzu decía "estas acabada", por supuesto por su tierno aspecto no se notaba y pasaba desapercibida. Hizo caso a Chanyeol y con mucha clase se presento a Minha que tenia brillantina en los ojos por ver a la muñequita humana, le parecía que era una porcelana y su mayor tentación era apretarle las mejillas pero se contuvo y sonrió.
—Es un gusto conocerte Suzu, yo soy Kim MinHa —.
—¿Trabajas aquí? —. Pregunto curiosa.
—Soy la secretaria de presidencia y también... —.
—Una amiga mía —. Completo Chanyeol.
—¿Amiga? —. Dijeron ambas viéndolo y frunciendo el ceño.
—Si, si. MinHa gracias por entregarme esto, puedes seguir con tu trabajo —. En lenguaje formal la sacaba de la oficina.
Ella solo asintió y salió. Parecía que se estaba volviendo rutina que él la sacara de casillas, sin mas la había negado frente a una niña haciéndola pensar de mas; porque eso Minha lo podía hacer muy bien, su imaginación era capaz de volar muy lejos si se lo proponía. Y hay estaba ella echando humo en su oficina, hablaba y se contestaba mientras corregía unos contratos del personal temporal de producción.
Su actitud cambio por completo de una linda y amable mujer a una fría y amargada chica, y como ella no distinguía puestos era así con todo el mundo incluyendo el presidente quien ya se lo esperaba y había aprendido como manejar la situación. Tal cual como ella lo trataba él la trataba del mismo modo, le funcionaba bien porque ella terminaba cediendo ante la crueldad de su látigo del desprecio.
Sin embargo a MinHa le estaba inquietando Suzu; cada vez que entraba a la oficina de presidencia la veía prensada del cuello de Chanyeol o estaba en sus piernas o lo veía jugar lo que en vez de parecerle una escena tierna y bella, lo veía como algo molesto porque no entendía la razón para ser negada delante de la pequeña. MinHa hacia tripas corazón para disimular y no dejarle ganar la batalla a la frialdad de Chanyeol, se mostraba tan fuerte que parecía difícil que cayera ante las provocaciones de él.
Termino ella su jornada laboral y no tenia clases ese día, aunque desde un principio sus planes eran salir esa noche con Chanyeol las cosas no habían sido encantadoras en todo el día, no le había mencionado nada de sus planes por eso salio sin avisar con su orgullo muy en alto y con una cara de no pasa nada él se lo pierde. Pero al llegar a la casa tenia en su pecho un gran arrepentimiento no se contuvo y le envió un mensaje.
—¿Estas ocupado? —. Miraba que el respondiera.
—Si un poco —.
—¿En el trabajo? —.
—Eso lo termine temprano, ahora estoy con Suzu en un centro comercial esperando a SeHun —. De inmediato ella marco.
—Asi que saliste temprano ¿porque no me dijiste? —. MinHa no estaba contenta.
—¿Porque no lo hice? No lo se, solo sucedió así —.
—Oppa, oppa, vamos a los juegos... Esta bien, esta bien. Oye en este momento estoy ocupado, hablamos luego —. Escucho y seguido a eso el tono de que colgaron del otro lado.
—¿Ocupado... Suzu... Luego...? —. Caminaba arrastrando las chanclas, cogió el marcador rojo y repaso el día 99 en su calendario y se fue a dormir.
Independientemente de lo que sucedió el día anterior la sonrisa de MinHa era fantasiosa y de las mas bellas que haya tenido. Se aplico un poco de maquillaje algo que solo hace en ocasiones especiales y llevaba un excelente traje con una falda media pierna que resaltaba a la perfección sus caderas, puso dentro de su bolso una invitación, se aplico perfume, vio su imagen en el espejo bella y radiante y al final hizo un circulo azul en el calendario para el día 100 que era todo un acontecimiento. En el camino tarareaba canciones y llego a bailar una que otra parte de las mismas, recordaba las cosas mas importantes junto a Chanyeol y sonreía aun mas, especial la parte de los celos por una pequeña que se ve muy a gusto con el.
En la empresa justo ese día era cierre y habían muchas cosas por hacer, así que tenia que buscar un espacio para darle la invitación de un cena que planeo con mucho cuidado. Pese a que era un día ocupado estaba de suerte porque no estaba la pequeña pulga cerca a el así se le harían mas fáciles las cosas. Aunque era codicioso de su parte pensar que obtendría un regalo; si lo pensaba pues es algo muy común y normal en las relaciones.
—¿Me llamaste? —. La pregunta estaba de mas pero ella estaba nerviosa.
—¿Están listos los contratos? —.
—Si, los envíe a tu correo —.
—Que pena no los vi, gracias por corregirlos —. Él actuaba normal, no había una gota de sudor.
—¿Es todo? —. MinHa estaba a la expectativa.
—¿Hay algo adicional en la agenda? —. Él solo la escuchaba no levantaba la mirada.
—Solo la vídeo llamada con Choco Mal y...una cena a las siete... —. De un momento se puso nerviosa.
—¿Que cena? No tengo presente eso —. Miraba sus notas adhesivas pero no había referencias. —Es raro... Déjame la dirección del lugar iré después de ver a Suzu que parece no sentirse bien —. Sonó preocupado.
—Los niños son mas fuertes no debe ser nada grave. Te dejo aquí la dirección , recuerda no llegar tarde es una cena muy importante —.
Por el resto del día MinHa pensaba que él sabia actuar muy bien pues parecía que en verdad no se acordaba pero ella creía que era un show para darle una buena sorpresa. —¿Sera que lo olvido... Estaba fingiendo... Bromeaba conmigo? —. Así estuvo durante el resto del día con muchas conjeturas que creo su imaginación.
Se aferro a la idea de que solo exageraba y siguió el plan al pie de la letra como lo pensó, no gasto mas tiempo en tonterías que le estaban arruinando el momento de felicidad y gloria. El solo pensar que pasarían un buen tiempo juntos la hacia sonrojar de sobre manera, preparo una cena casi perfecta para esa noche. Salió un poco antes y se fijo que Chanyeol otra vez había salido mucho más temprano, lo cual era coherente pues la pequeña visita estaba indispuesta y él se veía preocupado por ella.
Chanyeol en casa estuvo en el cuarto de Suzu todo el tiempo, pues su mamá le dijo que ella no probaba bocado y eso los preocupo más, sin embargo no habían llamado a la madre de Suzu para no asustarla por cosas pequeñas, lo harían en caso de emergencia. SeHun y Chanyeol la paladeaban con cada cosa que quería aunque no marcaba temperatura alta si se veía desalentada y no querían verla pálida.
—Escuche que no comías ¿porque?—. Chanyeol estaba del lado derecho de la cama.
—No tenía ánimos hasta que llegaste—.
—Por eso pregunto el porque—.
—Solo me siento bien si estamos juntos—. Dijo ella.
—Me siento despreciado—. SeHun estaba del lado izquierdo.
—No oppa, Suzu también te quiere—.
—Pero no comiste cuando te ofrecí—.
—Es que quería que los dos estuvieran conmigo—.
—Eres muy codiciosa para ser tan pequeña—. Entró la madre de los muchachos.
—Tengo grandes visiones—. Dijo riendo.
—Habla de visiones, ha crecido mucho—. Comento Chanyeol.
—Suzu me llevare a SeHun un rato, no tardo—.
—Okay...—.
Fuera de la habitación SeHun le daba un diagnostico a su madre sobre la salud de Suzu y la conclusión era que el amor de ella por Chanyeol se estaba pasando de los limites; aunque era pequeña sus pensamientos eran avanzados y eso podría afectarla en un futuro ya que estaba más que visto que Chanyeol no sería el hombre para ella. La señora de la casa quedo un tanto preocupada a pesar que SeHun prometió que eso se arreglaría pues para nadie era conveniente que el asunto pasara a mayores a causa de un amor mal interpretado de una niña de siente años.
—Hermano sal un momento por favor—. SeHun solo asomo la cabeza para llamarlo.
—Okay. Suzu ya vengo—.
—Te espero aquí oppa—.
—¿Que paso?—. Estaban reunidos retirados de la habitación.
—No quiero que ella lo escuche—.
—¿Suzu?—.
—Si, creo que te diste cuenta que está haciendo una pataleta y que la causa eres tu—.
—Algo parecido. ¿Que con eso?—.
—Mientras llegabas intente hablar con ella y me pregunto si estabas saliendo con alguien, nos escucho hablando cuando veníamos a la casa. En pocas palabras lo que ella tiene son celos y ansiedad de ti—.
—Pero si sólo es una niña. Es ridículo —.
—Lo dijiste antes, ha crecido mucho y a menos que le hagas ver las cosas como son, esto ira para largo y los dos saldrán perjudicados —. Hablaba como un padre a su hijo, hasta movía las manos como si lo reprendiera.
—¿Yo? —.
—Te sentirás un miserable por dañar el primer amor de una niña pequeña y tu novia te odiara hasta la muerte. Es mas Suzu dijo que la presentaste como una amiga —.
—Tu pasatiempo es verme sufrir ¿verdad? —.
—Es de las mejores cosas. Ahora entra y arregla este embrollo con Suzu y te reparas mentalmente para ver a MinHa —. Le dio un empujón y lo entro.
Pero Chanyeol no pudo hacer mucho Suzu ya estaba dormida y tenia que dejarla descansar, se veía que no había dormido la noche anterior, la arruncho para que estuviera caliente y termino por quedarse dormido junto a ella sin saber que el reloj corría. A aunque estaba profundo su subconsciente lo llamaba para que despertara y en un intento dramático abrió los ojos de golpe no parecía que hubiera dormido por hora y medía. Fue a su habitación para cambiarse y estar más cómodo para dormir, se estaba quitando la chaqueta cuando miro la caja de almuerzo de MinHa que tenía como trofeo en el armario, cierto aire de vació lo invadió en ese momento, miro el calendario que estaba más arriba y una marca roja le llamo la atención porque tachaba el número 100 y era ese día.
Volvió a ponerse la chaqueta y salió disparado del cuarto, corrió por el pasillo y bajo entres grandes saltos las escaleras, mientras hacía eso se cercioraba que trajera las llaves del carro para desactivar la alarma y no tardar mucho en abrir la puerta para entrar. Escucho los gritos de su hermano pidiendo explicación de su afán pero solo le hizo un OK con los dedos y siguió en su maratón. Entendió las señas que MinHa le había dado en todo el día, el lindo traje, la supuesta cena que él no tenía en la agenda, las preguntas al aire, todo encajaba en la cabeza de Chanyeol y fue muy tonto por no reconocer las migajas que ella le dejaba en el camino. Con dirección en mano busco el restaurante aunque posiblemente ella no estuviera hay lo intento, pregunto por ella pero le dijeron que ya se había ido, fue a buscarla a la casa pero tampoco estaba.
Se sentía perdido por no encontrarla y aunque le quemara el celular a timbrasos ella no contestaría, le enviaba mensajes pero no habían respuestas, manejo por los alrededores mirando en cada esquina pero no estaba ni en las tiendas o en algún banquillo, parecía que la tierra se la comió y no dejo un solo rastro de ella. Deambulo por más de dos horas hasta que se canso y decidió regresar a la casa derrotado por su tonta actitud, eran cien días y aún tenía cosas que aprender de una relación. Cuando llego a su casa vio a Suzu en el jardín trasero mirando al cielo.
—¿No es un poco tarde para que estés aquí?—. Se sentó con ella.
—Te estaba esperando—.
—Suzu vamos a hablar un poco... Mmm no sé como empezar—. Tomo un respiro y continuo. —Lo ultimo que quiero es que salgas lastimada y más por mi culpa—.
—Oppa no te entiendo. Tu no me lastimas—.
—Lo hago Suzu, al creer que eres una niña lo hago, fingiendo y siguiendo el juego del príncipe y la princesa. Creí que si sucedía algo así me daría cuenta antes de tiempo, no fue así, lo lamento mucho—.
—Esas palabras no son bonitas para Suzu. Lo que quieres decir es que no podemos estar juntos ¿cierto?—.
—No como tu lo piensas. Si te amarro a mi cuando yo cumpla mi ciclo de vida tu estarás muy joven y lloraras mucho si no estoy. En mis ojos eres mi pequeña hermana Suzu a quien debo cuidar—.
—¿Te gusta alguien?—.
—...Si...—. Chanyeol hablaba mirando al cielo.
—¿Es tu amiga?—. Suzu si lo estaba viendo.
—Si, ella...—.
—¡Oppa no puedes! Ella es tu amiga y los amigos son como hermanos, eso esta mal—. Suzu parecía que iba a llorar.
—¡Suzu!...Jam... No es mi amiga, en realidad ella es mi novia y hoy estúpidamente le falle—. Agacho la cabeza. —No vayas a conseguir un tipo como yo Suzu, sufrirás mucho—.
—No lo creo, MinHa debe saberlo... Porque cumplieron cien días—. Suzu sacaba su actitud madura del caso. —Ella es grande, bonita y amable, Suzu es pequeña y consentida... Esta bien terminamos...—. Suzu se levanto y se fue caminando rápido.
Chanyeol se quedo viéndole con una pequeña sonrisa, Suzu en sus ojos ya había crecido sin que se diera cuenta, así que lo tomaría más enserio la próxima vez que ella volviera de visita. Con una parte del dilema resuelto se dio por bien servido y solo se fue a dormir, pronto sería un nuevo día y tenía muchas cosas por hacer y resolver.
Temprano en la mañana no fue directo al trabajo si no que su GPS tenía como destino la casa de MinHa, no llevaba flores, anillos o regalos empacados, iba él y su voluntad hacía ella. Toco dos veces a la puerta y ella abrió, estaba lista y se sentía el olor al desayuno recién hecho, lo dejo pasar y no mostró indicios de molestia o de rabia hacía él simplemente estaba tranquila.
—¿Vas a desayunar?—. Le dijo ella desde la cocina.
—S-Si... Claro...—. Chanyeol se sentía extraño por no notarla indiferente.
—Bien dos platos listos al desayuno. El chocolate esta caliente, ten cuidado—. Sirvió la mesa y se sentó.
—Gracias... Se ve rico—.
—Y sabe mucho más rico, prueba—. Le señalo con los ojos.
Desayunaban y ella sonreía natural, nada de reclamos, ni quejas o indirectas, todo estaba muy calmado. —Sobre ayer...—.
—Si...—. Dijo ella.
—Lamento no haber llegado a la cena, no he tenido en cuenta las cosas que haces por los dos—.
—Con que lo sepas es suficiente—. Bebió del chocolate. —Creo que es más fácil perdonarte que pelear, se pierde mucho tiempo en esas cosas y no se cuanto tiempo vaya durar esta historia. Definitivamente no lo desperdiciaré—.
Punto para MinHa, Chanyeol no tuvo que refutar, sonrió y siguió comiendo lo que amablemente le habían servido, que estaba exquisitamente delicioso. Salieron tomados de las manos y en el carro también estaban cogidos de las manos, había música y ellos cantaban a coro las partes que se les facilitaban. Un día una hora, meses, años, semanas, solo valen si haces lo necesario día a día, ese fue otro paso para unirlos aún más.
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Tal vez se preguntaron ¿Y mi actualización? Pues aquí se las tengo, perdónenme el medio abandono pero me enferme un tantico y casi veo los ángeles (y no, no eran mis idols) Pero en fin, dejando eso atrás, ojala les guste algo de paz antes de que caigan rayos. Recuerden que pueden darle amor al fic con sus votos y comentarios... Cuidensen y prometo prontas actualizaciones para ustedes. Los quiero mucho y muuuuuchas gracias por leer. >w<
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