Capítulo Único
Cumpleaños 16
- Chuuya~ ¡Se cortó la luz en el edifico!
El pelirrojo se sobresaltó ante a la repentina voz a su espalda. ¿Como diablos no se dio cuenta que alguien se acercaba por su espalda?
Le dio una mirada de molestia al intruso, antes de regresar a encender la vela. No valía la pena prestarle atención
- ¿Como mierda entraste a mi departamento, Dazai? - espeto el pelirrojo con el ceño fruncido. Según tenía entendido él era el único con la llave de su habitación
- Por la puerta, Chuuya
El pelirrojo apretó los dientes con fuerza ante eso
- ¡No te hagas el imbécil, Dazai! - gruño Chuuya dejando caer la vela encendida. Por suerte esta se apagó antes de tocar la alfombra de la habitación
El castaño le sonrió con burla antes de sacar de su bolsillo una llave
- Le saque una copia en caso de emergencias
Chuuya suspiro. ¿En qué momento paso eso?
- Mañana cambiaré el seguro de la puerta, bastardo - espeto entre dientes. No era la primera vez que tenía que hacerlo, Dazai parecía tener la extraña costumbre de acosarlo
El castaño se encogió de hombros. Simplemente haría otra copia
- ¿No es un poco anticuado poner velas, Chuuya? - comento Dazai al ver como el pelirrojo había colocado varias velas a lo largo de la habitación - ¿No sabes que existen las linternas? Alumbran más y son menos tediosas
Chuuya no le iba a decir que en la mañana Mori le había entregado varias cajas de velas como regalo por una misión bien hecha. Aunque, más que un regalo, era el contrabando de un grupo de imbéciles. Así que a falta de usos se las habían regalado a él.
Había sido una bendición que la luz se cortará en el edifico para de este modo poder usarlas.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto en cambio
El castaño seguía con su uniforme diario. Lo cual era extraño teniendo en cuenta que ya era de madrugada y que ese día no tenía misiones que cumplir. Chuuya no pudo evitar pensar en que ropa utilizaba cuando no estaba de servicio. Nunca lo había visto con otro tipo de ropa. Él en cambio tenía puesta ropa para estar en casa. Realmente no podía comprender a Dazai
- ¡Estaba aburrido! - contesto este con un puchero - No cargue la batería de mi consola y pensé en venir a entretenerme con mi perro, así que ¿Puedo jugar contigo hasta que vuelva la luz?
- Vete de aquí, imbécil - espeto Chuuya dejándose caer en el sillón. Era demasiado tarde como para aguantar las tonterías de Dazai
- ¡Vamos Chuuya! Si me ganas me comprometo a hacer lo que quieras
El pelirrojo lo miro más interesado ante esa propuesta. No olvidaba que la última vez que jugaron juntos termino convirtiéndose en su maldito perro. Quizás ahora podía devolverle la jugada y hacerlo humillarse
- ¿A qué quieres jugar? - pregunto motivado. Esta vez ganaría
- Ajedrez - el castaño le mostró un gran tablero que hasta ahora Chuuya no había notado
- Aburrido - el pelirrojo alejo la mirada mientras decía eso
- La última vez tu elegiste jugar a los videojuegos me toca elegir el juego, Chuuya- Apeló Dazai levantando una ceja
Chuuya sabía que Dazai tenía razón. Algo avergonzado dejo caer la mirada unos segundos
- Yo...No se jugar ajedrez, Dazai - comento este avergonzado de tener que admitir una debilidad frente a ese imbécil
Aunque Dazai no se burló
- Lo sé- contestó este encogiéndose de hombros - Sería extraño que Chuuya supiera
- ¡Nunca fue necesario aprender, idiota! Además ¿Sabes lo costosos que son los malditos tableros de ajedrez? ¡No tenía dinero para hacer esos gastos!
Chuuya se sentía realmente estúpido por no saber jugar ese juego. No era mentira que el dinero nunca le alcanzó para muchas cosas
- Cálmate, enano. Yo lo decía por que casi nadie sabe jugarlo - contestó el castaño con una sonrisa tranquilizadora- Poca gente puede jugar conmigo
El pelirrojo lo miro más calmado
- Igual no podré jugar contigo
- Claro que sí - la mirada del castaño estaba determinada - Dazai Osamu será tu maestro, no puedes fallar conmigo enseñándote
- ¿Estas burlándote de mí?
- No, enserio te enseñare a jugar
Los ojos azules de Chuuya brillaron ante eso. No estaría mal aprender a jugar. Debía admitir que era uno de sus intereses ocultos, aun así...
- ¿Qué es lo que quieres?
El castaño no mostro expresión alguna
- ¿A qué te refieres Chuuya?
- Nunca haces nada sin algún motivo, Dazai - llevaban cerca de un año siendo compañeros y ya comprendía casi por completo sus propuestas
- Hoy solo quiero entrenar a un buen jugador de ajedrez- pestañeo con inocencia - ¿Asi que vas a seguir quejándote o me dejaras enseñarte?
Chuuya suspiro. Parecía medio sincero, nunca se sabía con Dazai. Pero si podía aprender a jugar sería una ganancia.
Observo como Dazai se sentó en la alfombra de la habitación abriendo el tablero para sacar las piezas tomando su silencio como una aceptación a jugar
Chuuya miro sorprendido lo bonita que eran realmente las piezas. Parecían estar hechas de algún tipo de cristal, lo cual hacía que destacaran aún más con el color del tablero. ¿Cuánto le habría costado?
- ¿No vas a sentarte Chuuya? - Dazai le señaló un espacio frente a él en la alfombra - ¿O te gusta la sensación de ser más alto que yo por primera vez en tu vida?
- Aún estoy en crecimiento, idiota
- Sisi, como digas - el castaño lo dijo con un tono despectivo- Siéntate para explicarte, Chuuya
El pelirrojo se sentó frente al castaño en la alfombra. Mirando confundido como Dazai iba ordenando las piezas en el tablero
- Bien, escucha con atención, el ajedrez es un juego de dos jugadores ¿Entiendes? Dos jugadores, tú y yo somos dos jugadores ¿comprendes? Uno y dos
El pelirrojo rodeo los ojos. Dazai era un imbécil
- Deja de burlarte - gruño molesto
El castaño se rio divertido.
- Sólo quería ver si estabas atento, Chuuya - comento sonriente. Dicho esto, puso una mirada seria mientras empezaba a enseñarle al pelirrojo en serio- en este juego a un jugador se le asignan piezas blancas - señaló las piezas blancas ordenas en el lado de Chuuya- y al otro jugador las negras - Dazai señaló sus piezas- Cada jugador dispone de 16 piezas al empezar el juego: un rey, una dama o reina, dos torres, dos alfiles, dos caballos y ocho peones - mientras nombraba cada pieza las iba señalando
Chuuya asintió escuchando interesado. Le sorprendía un poco que Dazai lo estuviera explicando en serio. Realmente le debía gustar este juego
- El objetivo del juego es capturar al rey del otro jugador. El rey es este- dijo agarrando la pieza del rey- Aunque, la captura no se completa nuca, pero una vez que el rey es atacado y no puede escapar de esa captura, se dice que es un jaque mate y el juego finaliza
Chuuya asintió. No se escuchaba tan difícil
- ¿Sólo tengo que impedir que tu rey pueda huir? - una sonrisa se posicionó en su rostro. Le ganaría fácilmente.
Dazai miro con atención la expresión que su compañero estaba haciendo. Tenía escrito en toda la cara sus pensamientos
- Para enseñarte como se mueve cada pieza, juguemos una partida de práctica, Chuuya
.....
40 minutos después Chuuya se manejaba por completo en el juego. Dazai tuvo que admitir que aprendía rápido
- ¡Juguemos enserio, ahora!
El pelirrojo lo miraba con sus ojos llenos de un brillo especial. Ese brillo que solo aparece cuando realmente eres feliz. Se había dejado llevar por el ambiente
- ¿Estás seguro? No me molesta seguir jugando juegos de práctica, Chuuya - y no lo decía por decir. Ver a su compañero tan feliz por aprender a mover cada pieza lo hacía sentir una calidez cerca del corazón
- No, estoy preparado para ganar
Dazai se encogió de hombros. Hasta ahora le había estado indicando cuando y como atacarlo con cada pieza para lograr buenas estrategias.
- Si, sí. Como tú digas - Dazai ordenó nuevamente las piezas
- Ganare - dijo convencido el pelirrojo - Asi lograre que seas mi perro
- Empieza tu entonces, Chuuya
El pelirrojo asintió emocionado. Movió dos espacios hacia delante el peón justo frente al rey
- ¿Sabías que el ajedrez es un juego que puede aplicarse a la vida, Chuuya? - Dazai avanzó dos espacios con el peón frente a la reina
El pelirrojo tenía el ceño fruncido en concentración
- ¿Por las estrategias que hay que hacer? - fue su respuesta mientras movía el mismo peón
- Sip, aunque también por que a cada pieza podemos compararla con una persona que este en tu vida - Dazai el peón que estaba al lado de la pieza movida por Chuuya - Por ejemplo, esto es una persona reemplazable en mi vida
Chuuya lo miro con una ceja alzada al notar que la jugada que había hecho le permitía eliminar el peón sin que Dazai pudiera hacer nada para defenderse
- No creo que las personas sean remplazables, Dazai- espeto este eliminado el peón del Castaño
Dazai le sonrió
- Eso no les quita lo útil- comento moviendo el peón de la esquina derecha
Chuuya miro fijamente ese movimiento antes de arriesgarse a mover otro peón.
- Si es tu vida ¿Que pieza seria yo? - pregunto curioso el pelirrojo mientras esperaba que Dazai hiciera su movimiento
- ¿Tienes curiosidad? - el castaño saco la reina dando un paso significativo hacia delante
Chuuya asintió. ¿Movió la reina? Frunció el ceño en concentración ¿Qué diablos estaba pensando Dazai?
- Sólo responde - con duda movió la Torre un paso hacia delante
Dazai hizo el mismo movimiento
- ¿Cuál crees que eres?
El pelirrojo hizo una mueca de molestia. Conociendo a Dazai...
- El caballo - espeto con el ceño fruncido. Movió la Torre nuevamente hacia adelante
Dazai se dio divertido
- Aunque eso sería genial, no eres esa pieza
Chuuya lo miro con una caja alzada. ¿Si no era pieza entonces cuál?
- ¿Cuál?
Dazai le sonrió. Moviendo una simple pieza hacia adelante
- Te lo explicaría, pero eso sería pagarte un favor que no te mereces
- ¿No me merezco?
Dazai amplio su sonrisa antes de decir
- Jaque mate
Chuuya no proceso del todo esa palabra. ¿Cuándo? ¿Que? ¿Como?
- ¡Pero hiciste menos de cinco movimientos!
- ¿No soy el mejor? - comento este jugando con la pieza de la torre - ¿Te gusto un poco más ahora?
- Ya quisieras - espeto Chuuya mirando con atención el tablero. Si, efectivamente su rey no tenía escapatoria. Por mucho que moviera las otras piezas la reina que había movido Dazai impedía que escapará- ¡Una vez más! - espeto el pelirrojo enfadado. Esto no podía quedarse así
Dazai se encogió de hombros. Volviendo a ordenar las piezas.
El juego se llevó acabo en silencio. Chuuya tenía el ceño fruncido en concentración. Se demoraba más de cinco minutos en mover una sola pieza.
Dazai lo miraba divertido. Era algo relajante jugar con alguien tan expresivo.
El reloj ya marcaba más de las cuatro de la mañana. Y el juego se mantenía sin que ningún cediera espacio. Aunque Dazai parecía solo querer alargar el juego, si quisiera ganar no habría modo en que lo detuvieran
- ¿Te rindes, enano? - comento este al ver que los minutos pasaban y Chuuya no movía ninguna pieza
- ¡Cállate!
- Lo siento, Chuuya, hoy tenía que ganar - dijo este sonriente al ver la cara de sorpresa del pelirrojo
Este suspiro
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto de malhumor. Aunque debió esperarse perder si el oponente era Dazai. Ahora nuevamente le debía un favor
- Sal conmigo - respondió este con una mirada seria.
Chuuya suspiro. ¿Cuándo había comenzado estas propuestas de parte de Dazai? Ya no podía ni recordarlo
- ¿Ya son diez o quince veces? - comento el pelirrojo sin sorprenderse. Ya se había acostumbrado, comenzaba a pensar que esta era la nueva forma de Dazai para acosarlo
- veintidós - contesto Dazai con una sonrisa - ya son veintidós veces que me he confesado, Chuuya
- Y ¿Por qué decidiste que hoy tenía que ser tu intento número veintidós?
- Hoy es 29 de abril, no hay mejor día que este
El pelirrojo lo miro confundido ¿Qué tenia de especial el que fuera 29 de abril?
- ¿Eres realmente un idiota, Nakahara-kun? - contesto Dazai al ver la cara de confusión de su compañero
- ¡Cállate, Dazai! No recuerdo fechas sin importan-
- Es tu cumpleaños - interrumpió Dazai mirando a los ojos a Chuuya
- ¿Qué? - el mencionado parpadeo varias veces al escuchar eso
- Tu.Cum.Ple.Años
El pelirrojo lo siguió mirando en Shock
- Feliz cumpleaños, Chuuya - comento finalmente el castaño
El pelirrojo se tensó. ¿Era su cumpleaños? Miro la fecha en su teléfono, 29 de abril, oh...cierto...si era su cumpleaños. Su rostro se sintió lleno de calor ante eso ¿Era el único que se olvidaba de su cumpleaños? Nunca había tenido razones para recordarlo mientras estaba en las ovejas y a las ovejas tampoco pareció interesarles cuando era su cumpleaños ¿Por qué Dazai era el único en recordarlo?
- ¿De verdad no te acordabas? - Dazai tenía una sonrisa divertida en su rostro
- ¿Por qué lo sabes tu? - contesto en cambio el pelirrojo intentando no parecer tan avergonzado como se sentía
La única respuesta del castaño fue encogerse de hombros
- Me gustas mucho, Chuuya
El pelirrojo suspiro agotado. Desde que lo había rechazado la primera vez, Dazai no se había detenido en confesarse siempre que podía
- Dazai ¿Cuantas veces más vas a repetir esto? - El pelirrojo tenía una expresión seria
- Hasta que me creas, Chuuya
El pelirrojo levanto una ceja ante eso. Era difícil creerle a la persona que no dejaba de fastidiarlo a diario
- ¿Por qué diablos te gustaría, Dazai? Peleamos más de lo que hablamos - dijo finalmente el mencionado
- Es primera vez que me preguntas mis razones ¿Eso significa que aceptas salir conmigo?
- No - En primer lugar ¿Por qué diablos Dazai seria sincero con esa confesión? No había modo de que le creyera
Dazai suspiro cansado
- Gane en el juego, me debes un favor - contesto este sin rendirse
- No puedes estar tan desesperado como para obligarme a salir contigo por culpa de una apuesta
- Ser rechazado veintidós veces hace algunas cosas en la mente de un hombre, Chuuya
La mirada oscura en los ojos del castaño era algo para tener en cuenta al decir eso
- ¿Qué es lo que me vas a pedir? Con esto ya deja de molestarme, no quiero volver a escuchar sobre esto
Dazai lo miraba con atención
- Parare de decirlo - contesto este con sinceridad. Chuuya lo miro con sospecha- pero, a cambio, deja que te diga cuanto me gustas en cada cumpleaños que venga de aquí en adelante
- Ya sabía yo que algo planeabas - Aunque el pelirrojo analizo esa propuesta ¿Se acordaría de hacerlo todos los años? Era imposible que un sentimiento falso fuera recordado tanto tiempo. Asi que era una apuesta para ganar - Bien, pero no te atrevas a romper esta promesa - se refería al hecho de que no tenía que confesarse ningún día que no fuera el veintinueve de abril
- No lo hare - dijo con firmeza Dazai - No me olvidare de esto
Mientras decía esto el teléfono del castaño sonó. Eran las cuatro de la mañana ¿Por qué alguien lo llamaría? Dazai suspiro al notar que Mori lo convocaba
- El jefe me llama, cariño~, nos vemos más tarde
- ¡No me digas cariño, imbécil! - contesto sonrojado Chuuya, no estaba acostumbrado a los sobrenombres cariñosos - ¡Y no vuelvas!
Dazai se encogió de hombros, mientras se levantaba para marcharse. Miro fijamente a Chuuya antes de decir
- El tablero de ajedrez es un regalo de cumpleaños para ti - El castaño todo el tiempo había sabido que su compañero estaba interesado en este juego
El pelirrojo no se quejó ante eso. Era...un buen regalo, no lo rechazaría
Dazai salió con una sonrisa del departamento de Chuuya. Había valido la pena haber cortado la luz del edifico y organizado lo de los paquetes de las velas. Incluso si ahora recibiría una reprimenda de parte de Mori. Si que se demoró en darse cuenta de que él había provocado todo
Cumpleaños 17
- Juegas bastante bien ajedrez, Chuuya-kun - comento Mori sorprendido. Le había propuesto jugar como distracción, pero nunca espero que perder una o dos partidas.
- Dazai no me ha dejado tranquilo sobre aprender a jugar bien - gruño molesto Chuuya. Aunque en sus ojos resaltaba una luz cálida. Cada vez era más divertido jugar con el castaño
- Con razón se siente como estar jugando con Dazai-kun - comento Mori rindiéndose en ganar esta partida
- Supongo que he adoptado un poco de su pensamiento estratégico - comento Chuuya con una sonrisa. Aunque aún no le ganaba ni un solo juego
- ¿Se han vuelto más cercanos?
- Claro que no - el pelirrojo respondió a la defensiva. Aunque Mori lo sabía mejor, verlos caminar juntos, riéndose o simplemente sentados juntos hacia ver lo mucho mejor que se llevaban ahora
El pelinegro sonrió para sí mismo. No estaba mal que su ejecutivo más joven junto con su futuro ejecutivo fueran tan unidos
- Fue un buen juego, Chuuya-kun, juguemos otro día - comento finamente Mori, dejando ir a Chuuya
Este hizo una reverencia antes de salir de la oficina de Mori.
¿Qué más tenía que hacer hoy? Había terminado la misión del día con éxito. Quizás podría salir un rato a recorrer la ciudad. En realidad, la tarde estaba agradable para una caminata.
Saco su teléfono para mirar la hora. 19:00 Pm. Del día 29/04/????
Su cumpleaños. Curiosamente Dazai se había detenido en confesarse tal como se lo había prometido el año pasado. Además, seguro ya había olvidado esa broma tan molesta, después de todo no lo había visto aparecerse en todo el día.
- Nakahara-san, Dazai-san está solicitando su presencia en las salas subterráneas
Chuuya frunció el ceño ¿Por qué mierda Dazai solicitaría su presencia en las salas de tortura? ¿No era eso algo extremadamente sospechoso?
- No iré
El subordinado que lo llamo asintió
- Él dijo que diría eso, así que me solicito que le remarcara que era una orden directa
El rostro del pelirrojo se retorció de ante ese uso corrupto del poder. Un subordinado de más bajo rango no podía ir en contra de las solicitudes de un ejecutivo.
Bajo todo el camino quejándose entre dientes.
- Dazai de mierda - espeto con ira. Si fuera más inmaduro haría una pataleta
Aunque estaba a nada de hacerlo
Noto de inmediato cual era la sala donde estaba Dazai. No era muy difícil de identificar teniendo en cuenta que todos los guardias se encontraban alejados y con un rostro de horror
- ¿Dazai? - mientras decía eso, golpeo la puerta de la sala pidiendo permiso para entrar
Esta se abrió de golpe dejando ver al castaño, este tenía la mejilla con sangre seguramente que había salpicado. Por no hablar de su camisa blanca...si se podía decir que aún era blanca
- Tardaste, pensé que te había entrenado mejor
- No me trates como un perro - espeto sin asustarse por la mirada despiadada que tenía Dazai. Seguro por lo que sea que estuviera haciendo
El castaño le sonrió
- Eres mi perro, Chuuya
El pelirrojo apretó los dientes molesto
- ¿Qué diablos quieres?
- Pasa - dicho esto entreabrió un poco más la puerta para que el pelirrojo entrara
Chuuya miro desconfiado el interior de la sala
- No te hare nada - comento Dazai al ver la duda en los ojos del pelirrojo - o ¿Estas asustado?
- Como si pudiera - espeto este empujándolo para ingresar a la habitación - Ojalá esto sea rápido, tenía planes para la tard-
Se paralizo al ver al sujeto amarrado a la silla con más que otra señal de tortura. Parecía estar inconsciente
- No sé qué pensar sobre este mensaje confuso que me estás dando Dazai - comento Chuuya sin poder evitarlo. Es decir, ¿Quién diablos llama a alguien a ver una tortura?
Dazai se rio divertido
- ¿No significa que extrañaba verte?
El pelirrojo frunció el ceño sin tomar en cuenta ese mensaje
- Realmente tienes fetiches extraños - su compañero estaba realmente demente
Dazai se encogió de hombros. No negaría que tenía algunos gustos extraños, pero eso no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo hoy
- Este sujeto dijo que te conocía - explico Dazai finalmente. No era momento de que Chuuya tuviera malentendidos - Dijo que él te había ayudado mientras estabas en las calles, como bien sabes, no puedo matar a un familiar de un subordinado tan cercano al jefe
- ¿Por qué suena como si quisieras reír? - pregunto el pelirrojo al ver la expresión burlona de su compañero
El mencionado solo se tapó la boca fingiendo preocupación
- Esta es una situación muy seria, Nakahara-san - comento Dazai con un tono de voz forzado - ¿Qué pasa si lastimo a tu querido padre o hermano?
- Oh, solo cállate, imbécil- El pelirrojo se apresuró a mirar al sujeto y confirmar si lo conocía para irse de una maldita vez - Esto sería más fácil si lo hubieras dejado un poco más reconocible
- Trato de matarme, solo me defendí un poco - contesto con inocencia el castaño
Si claro, como si sacar las uñas a alguien mientras está amarrado cuente como defensa propia
- ¿Cuál fue su crimen? - pregunto Chuuya mirando la piel desgarrada con una mueca. Eso debió doler
Dazai lo miro con atención
- Tráfico de drogas - comento este con frialdad - Mori-san le molesto que contaminara su bella ciudad
Ante esas palabras el hombre abrió los ojos de golpe. Enfoco de inmediato su vista en Chuuya debido a la cercanía que este tenía por haberse acercado. Tenía la boca amordazada, pero eso no le impidió gritarle desesperado al pelirrojo
- ¿Y? ¿Lo conoces?
Chuuya miro fijamente el color de los ojos del hombre que le pedía ayuda
- ¿Por qué tuviste que caer en el tráfico de drogas? - comento el muchacho reconociendo la mirada del sujeto, este de inmediato dejo de gritar. Comprendiendo que Chuuya lo había reconocido- Ese ni siquiera es el problema, ¿Por qué tuviera que vender drogas en los dominios de la Port mafia? Si lo hubieras hecho en otro lado no hubieras terminado así
Dazai miro la interacción curioso
- Entonces ¿Quién es?
- Me solía dar comida cuando era un niño - comento Chuuya con una mueca - No era un mal hombre, ayudaba a los huérfanos sin quejarse, algo le debe haber ocurrido como para terminar de lleno en el tráfico de drogas
Dazai sabía quién era. Siempre lo había sabido, una sonrisa lenta comenzó a aparecer en sus labios. Normalmente no se encargaba de estos trabajos pequeños, no eran el trabajo de un ejecutivo, simplemente se entregaban a un subordinado X para que este eliminara al prisionero. Pero no podía permitir que mataran a este hombre si le podía dar una oportunidad con Chuuya
- ¿Qué quieres que haga con él? - le pregunto triunfante a Chuuya
El pelirrojo suspiro
- Ya debe haber aprendido su lección, Dazai - murmuro el pelirrojo sabiendo que tendría que pedirle un favor al castaño - puedes... ¿Dejarlo ir?
Dazai le sonrió con algo parecido al cariño
- Puedo - contesto sin perder su sonrisa. Chuuya lo miro agradecido, aunque también sintió un leve sentimiento de sospecha
- Es extraño que estés dispuesto a dejar un trabajo a medias- comento el pelirrojo algo intranquilo
- Me gustas lo suficiente como para dejar de lado mis costumbres - contesto Dazai mirando a los ojos a Chuuya. Este pestañeo sorprendido
- ¿Qué?
- Feliz cumpleaños - contesto el castaño quitándose la sangre de su mejilla- y como es tu cumpleaños, tengo derecho a confesarme de nuevo - Dazai se acercó al pelirrojo, hasta que solo un metro los separo - ¿Me crees ahora?
Chuuya se sonrojo. Esta era la confesión más extraña que alguna vez alguien le había hecho
- No será tan fácil Dazai - contesto el muchacho empujándolo - así que solo detente
El castaño suspiro.
- Nunca pensé que fuera a ser fácil - contesto en cambio, aunque no terminaría este cumpleaños como Chuuya esperaba - Ahora vete, tengo que darle una advertencia antes de dejarlo
Chuuya asintió confundido por la falta de insistencia de este año por el rechazo.
Dazai lo guio hacia la puerta, dejando que Chuuya saliera primero.
En último minuto lo agarro del brazo, impulsándolo hacia el
El pelirrojo no se alcanzó a defender antes de que Dazai lo besara
- Mi premio por haberme portado bien, contigo - le susurro el castaño acariciando con la punta de sus dedos los pómulos de Chuuya - Nos vemos más tarde
Dicho esto, la puerta se cerró. El pelirrojo miro en shock la puerta ahora cerrada
Lo único en lo que podía pensar era en la calidez que le provoco ese gesto en el pecho. A pesar de todo, Dazai si le había dado un buen regalo
Cumpleaños 18 años
Chuuya se dejó caer agotado sobre su cama. La misión no había salido como le hubiera gustado. Termino con una o dos costillas rotas por un pequeño descuido. No había que subestimar las habilidades de los demás
No se dignó di siquiera a sacarse de encima el uniforme. Solo quería dormir. Con los ojos entrecerrados por el cansancio apago el teléfono. No pensaba contestarle a nadie en las próximas horas.
Con ese pensamiento se dejó llevar por el sueño.
No sabía cuanto tiempo había pasado desde que se quedó dormido cuando comenzó a sentir que jugaban con su cabello.
Entreabrió los ojos solo para ver a Dazai sentado a su lado leyendo un libro mientras le acariciaba el cabello
Volvió a cerrar los ojos. No, seguramente era una pesadilla extraña. Cuando volviera a abrir los ojos, Dazai ya no estaría ahí sentado
Para su mala suerte cuando volvió a abrirlos, el castaño le devolvía la mirada sonriente
- Buenas noches, enano - comento este sin quitar la mano del cabello de Chuuya
El pelirrojo pestañeo adormilado. Recuperando un poco su pensamiento consciente con el pasar de los minutos
- ¿Crees que es normal decir eso después de colarte en un departamento que no es tuyo? - le comento Chuuya con la voz ronca debido a su despertar reciente
Dazai se rio divertido
- No creo que en primer lugar sea normal decir algo cuando entras a un departamento que no es tuyo, Chuuya - comento esté pensando seriamente la pregunta
- ¿Si eres consciente de eso porque mierdas sigues entrando a mi departamento, Dazai? - espeto el pelirrojo con el ceño fruncido - ¡Ya han sido cuatro veces este mes!
- Esas son las veces que tú me has pillado, nunca sabrás cuantas veces he entrado en realidad
- Es una broma ¿Verdad, Dazai?
El mencionado solo sonrió con suavidad
- Esto ya me está asustando, idiota - comento Chuuya tapándose el rostro con ambas manos sin querer mirarlo - ¿Por qué no entiendes que no es sano entrar a los departamentos de los demás sin permiso? ¿No sabes que quedas como un maldito acosador? - Subía la bandera blanca, no iba a cambiar de nuevo la seguridad de su departamento. Dazai siempre encontraba el modo de entrar
- Somos de la mafia, no hay nada que no podamos hacer - espeto Dazai con un encogimiento de hombros
- ¡Yo no me meto a tu habitación mientras duermes idiota! - gruño Chuuya quintando la mano de Dazai de su cabello
- Eres bienvenido a hacerlo - contesto Dazai sacando un llavero negro y colocándolo en la palma de la mano de Chuuya - Para que no tengas que colarte por la ventana
Chuuya miro las llaves en su mano
- ¿Gracias...? - rápidamente sacudió la cabeza entrando en cuenta en lo extraño del gesto- Pero ¡qué diablos pasa por tu cabeza, bastardo! - le tiro las llaves contra el pecho
Aunque el castaño las atrapo en el aire, optando por dejarlas debajo de la almohada de Chuuya.
- Hoy solo venia visitar a mi herido compañero ¡Hasta te cambie las vendas! ¡Quiero que me agradezcas! - exigió Dazai
El pelirrojo lentamente bajo la mirada notando como le había desabrochado la camisa para cambiarle las vendas que tenía en su torso. Hasta se había permitido cambiarle la ropa
- Apreta los dientes, Dazai - contesto Chuuya con una suave sonrisa al mismo tiempo que levantaba su puño
El castaño no pareció asustarse, simplemente le sonrió como si hubiera logrado algo
- ¿Por qué te enojas? Cuando usas corrupción sueles terminar con menos ropa que esa - contesto Dazai con los ojos oscuros. Chuuya detuvo el golpe que iba a dar - ¿No somos ambos hombres?
- Si... pero tu
- Junto con que somos compañeros
-Pero... tu...tu - Chuuya bajo la mirada frustrado
- No te quejas cuando tus amigos de misión te ayudan a cambiarte los vendajes ¿Por qué es distinto conmigo?
- ¡Tú tienes intenciones impuras conmigo, bastardo! - grito por fin el pelirrojo
Dazai sonrió victorioso. Lo había logrado. Se acerco con lentitud al oído de Chuuya
- ¿Entonces si era consciente de eso? - le susurro atrayendo al pelirrojo lo suficientemente cerca como para que sus labios tocaran su oído- ¿No es lo mismo que admitir que sabes que realmente me gustas? ¿Lo suficiente como para sentirme atraído por tu cuerpo?
Chuuya se alejó con un sobresalto del cuerpo de Dazai. Llevando su mano a su oído para taparlo sintiendo un extraño cosquilleo en su cuerpo
- ¿No prometiste no confesarte si no era mi cumpleaños, bastardo? - le espeto avergonzado. Queriendo empujarlo, pero sintiéndose extraño
Dazai levanto el teléfono que tenía en su bolsillo
- Exactamente las 3:33 Am del día 29 de abril - dijo esta altanero, Chuuya pestañeo sorprendido. Tenía que comenzar a colocar una alarma de cuando era su cumpleaños para huir de estas bromas que le hacía Dazai - Asi que, feliz cumpleaños, Chuuya - lo miró fijamente a los ojos, hasta que el pelirrojo se vio reflejado en el castaño claro de su compañero - ¿Quieres salir conmigo?
El pelirrojo suspiro
- ¿Cuándo te cansaras de esto, Dazai? - comento volviendo a recostarse en la cama. El dolor en todo su cuerpo había regresado. Apoyo su cabeza en su almohada.
- Cuando me digas que quieres salir conmigo - Dazai volvió sentarse con su espalda en el respaldo de la cama. Acariciando el cabello de Chuuya
- Son tres años seguidos que te has confesado, cualquiera tonto ya se hubiera rendido - suspiro el pelirrojo dejando que este jugara con su pelo
- ¿No dices tú que soy un imbécil?
Chuuya se rio ante eso
- Tienes razón - dijo sin quitarse la sonrisa del rostro. Podía quejarse todo lo que quisiera, pero gracias a esta estúpida apuesta nunca pasaba solo sus cumpleaños
- ¿Saldrás conmigo?
- Veamos que pasa el próximo año, Dazai - contesto cerrando los ojos - Ahora déjame dormir un poco, por tu esfuerzo cuando me despierte te invitare a desayunar
El castaño se detuvo ante ese comentario. Sonrió un poco. Chuuya no lo había echado antes de irse a dormir
Se dejo caer al lado de Chuuya. Abrazándolo como si fuera un peluche
- Me gustas mucho - le murmuro contra el pelo
Chuuya suspiro. Solo por hoy...solo por hoy permitiría que él se quedara a su lado
Solo por hoy...
Cumpleaños 19
La alarma sonó un día antes de su cumpleaños. Esta vez no se permitiría entrar en el juego de Dazai. Si este año no alcanzaba a confesarse podían dar por roto este juego tan extraño que habían comenzado. Ingenuamente pudo haber pensado que Dazai lo olvidaría, pero parecía que ya se había tomado esto como un reto personal
Sus boletos para el avión, este salía en dos horas más. Tenía las maletas hechas. No había modo de que Dazai se enterara de esto. Después de todo llevaba toda la mañana desaparecido. Había dicho: Iré a beber algo con Odasaku, perchero ¿Nos vemos a la cena?
- Claro que nos veremos en la cena- contesto molesto, era conveniente que hubiera decidido irse con su querido amigo
No es que estuviera celoso...Dazai podía irse y saltar del puente y le valdría
Miro hacia todos lados para que nadie viera lo que iba a hacer. Cuando confirmo que no había nadie, junto sus manos como si estuviera rezando
- Señor Sakunosuke, sé que no nos conocemos, pero seguro eres un maldito santo por poder aguantar al imbécil de Dazai, así que, hazme un favor y mantenlo ocupado el resto del día
Dicho eso, tomo sus maletas y se alejó del edificio.
Era un plan perfecto, no había modo de que fallara
- ¿Por qué San Sakunosuke me fallo? - susurro por lo bajo Chuuya con el rostro pegado a la ventanilla del avión - ¿No podías mantenerlo ocupado por el resto de día?
- Mira Chuuya, en el hotel tienen para jugar a la guerra de pintura - Dazai le paso el folleto del hotel
El pelirrojo miro con el ceño fruncido a la razón de su depresión
- ¿Cómo diablos llegaste aquí? ¡Y no me respondas que por la maldita puerta Dazai! - el castaño le sonrió
- ¿Ya me conoces tan bien? ¿No deberías dejarnos de tonterías y ser novi-
- ¡Cállate, aun no es mi cumpleaños! - le espeto mordaz. El plan había ido bien hasta que vio su asiento y noto que Dazai estaba al lado de el - Enserio ¿Cómo supiste que iba a salir del país?
- Me llegaron los recibos de tus compras y posibles misiones en el extranjero - respondió Dazai mostrando la pantalla de su teléfono
Chuuya trago con fuerza al ver eso
- ¿No crees que tus niveles de acoso van en aumento desde año pasado, Dazai? - le susurro sorprendido por lo que veía en la pantalla - No quiero saber, realmente no quiero saber, mierda, no quiero saberlo, pero contéstame ¿Siempre revisas lo que hago?
Dazai se encogió de hombros
- Siempre es una palabra muy larga ¿No, Chuuya?
- Me bajare del avión - espeto el pelirrojo quitándose el cinturón para lanzarse por la maldita puerta. De algo que sirviera su habilidad
- Cálmate, Chuuya ¿Cómo le explicaras a Mori-san que abandonaste la misión a la que tanto énfasis pusiste para tomar?
El pelirrojo se sentó ante esas palabras. Buena pregunta ¿Cómo le explicaría esto? Realmente había molestado durante un mes para esta pequeña e insignificante misión que solo consistía en probar la calidad del hotel en la nueva isla de la Port mafia.
- ¿Hay un lugar para guerras de pintura? - susurro finalmente volviendo a pegar su cara en la ventana del avión
- ¿Quieres jugar? También hay...
Dazai siguió hablando mientras miraba el folleto.
Chuuya suspiro. No debía haber planeado escapar de alguien como Dazai. Debió saberlo mejor.
En algún punto debe haberse quedado dormido porque cuando abrió los ojos nuevamente estaba recostado en el regazo de Dazai mientras este leía una revista. Lo miró fijamente unos segundos. El castaño le sonrió con cariño al notar que este lo analizaba
- Sigue durmiendo, aún quedan varias horas de viaje
- ¿Por qué tenías que seguirme? - le susurro somnoliento. Estaba aún medio dormido
- Hoy es el único día que tengo permitido confesarte cuanto te quiero, no debo desperdiciarlo - le contesto sonriente mientras le acariciaba el cabello
- ¿Es hoy?
- Son mas de las 00:00, así que, Feliz cumpleaños, Chuuya - le dijo este con calma - que este año crezcas un poco mas
- Cállate, imbécil - le gruño Chuuya molesto. Cerrando los ojos para intentar volver a dormir, sin importarle que estuviera en el regazo de Dazai
Sintió como un suave toque en sus labios antes de que el sueño se lo llevara
- Me gustas, Chuuya ¿Saldrías conmigo?
Chuuya lo escucho, pero el sueño lo había atrapado nuevamente
- ¿Compartiremos habitación? - pregunto Chuuya levantado una ceja al ver que Dazai solo retiraba una llave
- ¿Quieres que compartamos habitación? A mí no me molesta si quieres dormir conmigo
- Te voy a golpear en toda tu maldita boca- les espeto quintándole la llave
A fin de cuentas, Dazai solo había estado molestando. Como siempre, era una llave, pero esta abría la puerta de una casa. Que por supuesto tenía dos malditas habitaciones
- Elige la que quieras, Chuuya
- ¿Puedo elegir que te alejes?
- ¿Eso quiere decir que me dejas la habitación de la esquina? Tiene las mejores vistas
Chuuya observo como este se alejaba sonriente hacia la habitación que eligió. El pelirrojo suspiro mientras dejaba su maleta en la habitación que había quedado
- Qué más da - susurro por fin
No lo admitirá frente a Dazai, pero...era realmente divertido cuando pasaban tiempo juntos. Solo, le desagradaba el hecho de que cada cumpleaños le dijera que lo quería. Porque esas palabras, aunque fueran mentira, movían su corazón de un modo que nunca imagino sentir.
No podía saber cuándo su corazón comenzó a contestar a la voz de Dazai. Un día se levantó, y esto ya ocurría, cada sonrisa del castaño, incluso sus malditos chistes sin gracias. Desde su primera partida de ajedrez pasaban cada día juntos y eso...solo había aumentado ese sentimiento en su pecho.
No sabía si podía llamar a ese sentimiento amor, pero si podía decir que era tan cálido como decían que esa emocion era
¿Debía darle una respuesta? Pero ¿Si realmente todo había sido un juego para Dazai? Sabia como frio y calculador podía ser. Le rompería el corazón si era un simple juego para divertirse.
- Chuuya ¿Vamos a la playa? - Dazai se asomó con una sonrisa emocionada - tengo ganas de verte en traje de baño
El pelirrojo lo miró fijamente.
- ¿Chuuya? - el pelirrojo lo miro unos segundos más antes de hablar
- ¿Por qué me quieres, Dazai? - le pregunto con verdadera curiosidad
El castaño se sobresaltó ante eso.
- Quieres una confesión tan temprano en la mañana, Chuuya
- ¡Dazai!
El castaño le sonrió con verdadero afecto
- Un día me levante y supe que no podría querer a nadie más - fue lo que contesto, casi poniendo en palabras sus pensamientos anteriores
Chuuya lo miro con el rostro ardiendo
- Tú dices las cosas más vergonzosas - le espeto tapándose los ojos para no mirarlo - ....Esta bien
El castaño lo miro impactado
- ¿Qué?
- Salgamos juntos, Dazai - se quitó las manos del rostro ante el silencio que le respondió - Te juro que si esto era una broma yo...
Aunque no pudo seguir hablando al recibir un abrazo lleno de alegría. Solo lo pensó unos segundos antes de abrazarlo de vuelta.
Esto...no se sentía mal
Cumpleaños 20
❤⚠️ si no quieren leer estas escenas pueden pueden saltarse a la siguiente parte ⚠️❤
- Chuuya es realmente el más hermoso - dijo Dazai tocando con la palma de su mano el abdomen desnudo de Chuuya, acariciando con toques seguros
- Deja de jugar, bastardo - le susurro con una voz que apenas se escuchaba producto de las sensaciones que recorrían cada vez más su cuerpo. No dejaba de estremecerse - No tienes que... seguir diciéndome cosas bonitas para ganarme, Dazai - le susurro este cubriéndose el rostro, estaba demasiado avergonzado para ver a su Dazai a los ojos - Ya somos novios o lo que sea que quieras llamarle a esta relación
El castaño lo insto a que lo mirara
- No estoy intentando ganarte, Chuuya. Solo digo la maldita verdad - beso con suavidad sus labios mientras decía eso. El pelirrojo correspondió sin quejarse.
La sensación del cuerpo vestido de Dazai contra la piel desnuda de Chuuya causaba una emoción prohibida, que hacía que todo su cuerpo respondiera a la sensación.
Sensaciones que solo aumentaban conforme el castaño lo preparaba. Esto era una sensación increíblemente vergonzosa. Escuchar su voz salir entre jadeos, los sonidos y la respiración de Dazai tan cerca de la suya
Chuuya intento desnudar a Dazai, pero este se alejó con una risita
- Tranquilo, no tenemos que ir tan rápido
- ¿Dices eso cuando ya me tienes desnudo, Dazai?
- Tengo que disfrutar de las vistas - no era mentira, mirar a su ahora novio, era algo que nunca podría comparar en su vida con nada - Me gustas mucho, Chuuya
Dazai dio un paso atrás y se desvistió. Chuuya miraba atento todo el proceso. ¿Cómo podía ser tan estimulante ver como alguien se quitaba la ropa? Cuando el castaño quedo solo en Boxers se acercó a Chuuya.
Este lo miro nervioso. Él le había pedido que dieran este paso, pero aun así no podía evitar sentirse incómodo.
- Relájate, Chuuya, no hare nada que te haga daño - fue un susurro dado mientras besaba cada rincón en el rostro de Chuya. Este poco a poco se relajó, asintiendo para que continuara.
Dazai se arrastró por el cuerpo de Chuuya, lamiendo y mordisqueando su camino por la suave piel. Una lamida a en cierto lugar provoco que Chuuya levantara sus caderas por la sensación placentera que lo recorrió
- Deja de jugar - le insistió sintiendo su cuerpo demasiado estimulado
- No lo sé, este juego me está divirtiendo bastante - su sonrisa excitada hablaba de lo mucho que esto también le estaba afectando. Asi que no lo dejo esperar mucho más tiempo.
Abrió su mano entrelazándola con Chuuya. Ambos se miraron a los ojos mientras Dazai se deslizaba en su interior.
A pesar de toda la preparación, dolía. Los gemidos del pelirrojo eran una mezcla de dolor y placer.
- Respira, Chuuya - dijo Dazai con voz cariñosa, mientras se detenía para borrar con besos las lágrimas que habían escapado de los ojos azules tan hermosos de Chuuya- eso es, lo estás haciendo genial
- No hables...es...más vergonzoso, idiota
Dazai besó suavemente los labios de Chuuya mientras se deslizaba profundamente. Capturando cada gemido del pelirrojo entre sus labios. La espalda de Chuuya se arqueó bajo las oleadas de placer que recorrían su cuerpo.
Mucho tiempo después Dazai abrazaba a un avergonzado Chuuya. Este no había despegado su rostro del pecho del castaño, quien lo llenaba de mimos.
- No puedo creer que te haya dejado hacerme esto - le dijo el pelirrojo con la voz ronca por culpa de todo lo habían hecho las últimas horas
- La primera vez que lo hicimos, quizás te crearía, pero cuando fuimos por una segunda y tercera ronda, comencé a creer que sí lo querías, Chuuya - le contesto el castaño con una sonrisa - podría repetir como me exigias que continuaras
- Te odio
- Te amo - le respondió de inmediato Dazai besándolo en el cabello - Esa es mi confesión por tu cumpleaños
- No es una confesión si ya somos novios, Dazai - le espeto Chuuya con una sonrisa
- ¿Qué tal si comenzamos con otra apuesta?
El pelirrojo lo miro curioso
- ¿Jugaremos ajedrez para ver quien le debe el favor a quién? - después de todo así había comenzado todo este juego
- Ganare - dijo con firmeza Dazai, parecía realmente motivado a ganar de nuevo - y cuando eso ocurra, tendrás que casarte conmigo
Cumpleaños 21
- Feliz cumpleaños, Chuuya-kun - Mori lo dijo con una sonrisa
- Gracias jefe- contesto el pelirrojo ordenando los papeles que le habían entregado. Eran bastantes, casi no cabían en la pequeña carpeta que había traído- Tengo que preguntar ¿Cómo supo de eso?
- Quizás te traiga malos recuerdos - comento Mori jugando con el borde de un lápiz
Chuuya se detuvo al escuchar eso. Mirando confundido a su jefe
- ¿Jefe?
Mori levanto un viejo calendario. En este estaba remarcado el cumpleaños de Chuuya con lápiz rojo
- Esto fue encontrado entre las pertenencias de Dazai-kun antes de que decidiera marcharse
El pelirrojo hizo una mueca molesta ante eso. Aunque extendió la mano para recibir el calendario que Mori le entregaba. Por el año en que había sido comprando, podía inferir que Dazai lo había comprado el mismo año luego de conocerse. Lo miro con un extraño sentimiento en su pecho
- Siendo sincero nunca pensé que se marcharía dejándote atrás, Chuuya-kun - comento Mori con un suspiro - eras mi carta de triunfo para impedía que se fuera luego de lo ocurrido con Mimic
Chuuya bajo la mirada ante eso
- ¿Por qué dice eso?
Mori sonrió
- Porque realmente le gustabas, pensé que era un sentimiento lo suficientemente fuerte para que se quedara
El pelirrojo negó con la cabeza.
- Solo fue un juego del momento - anuncio con seriedad Chuuya. Sin poder olvidar el día que volvió de su la pequeña misión que tenía fuera del país solo para enterarse que Dazai había traicionado a la organización y había desaparecido.
El pequeño brillo de un anillo oro destacado bajo su camisa. Aunque solo el pelirrojo sabía que estaba bajo esta
Ya era un año desde ese día. Mientras pasaba ese año pensó que quizás Dazai aparecería para explicarte por qué se había ido. Esperando que se aparecería para decirle que en realidad no había querido dejarlo
Se sentía estúpido por esperar algo que nunca iba a ocurrir
- ¿Es así?
- Debo hacer otros mandados, jefe - comento Chuuya sin contestar - Con su permiso me retiro
Mori asintió. No iba a detener al muchacho de alejarse. Después de todo fue su culpa el que Dazai decidiera marcharse
Chuuya abrió la puerta de su departamento. Dejo caer al suelo su abrigo y sombrero. Había sido un día agotador.
Se sentó unos segundos en el sillón para amarrarse el cabello, notando que en todo momento mantuvo entre sus manos el calendario que Mori le había entregado.
Lo miro con atención, antes de dejarlo caer al suelo
No tenía por qué prestar atención a esas estupideces.
Una vez que se amarro el cabello en una coleta se acercó a la despensa para sacar una botella de vino. Después de todo era su maldito cumpleaños, tenía que celebrarlo de algún modo
- Aun si ese imbécil no está aquí - susurro bebiendo la primera copa de vino
Se sentó en el sillón con la copa de vino, apoyando la botella de vino en el suelo. No es como si le importara que Dazai se hubiera ido.
Solo era extraño... cualquiera se sentiría de ese modo. Después de todo, pasar de ver una persona todos los días a no verla en absoluto era desconcertante.
No es que lo extrañara...
No era que quisiera saber la maldita razón por la que se fue sin mirar atrás
Volvió a beber otra copa de vino ¿Ya iban seis copas? Estaba viendo borroso así que no le extrañaría que ya fueran diez copas en vez de seis
Cuando la botella estuvo vacía se dejó caer en el sillón.
Se debe haber quedado dormido porque cuando volvió a abrir los ojos, Dazai lo miraba con una ceja alzada
- Me gustas - le susurro medio borracho Chuuya pensando que era un sueño. Aunque la sonrisa alegre que recibió lo hizo dudar del posible sueño
- Tú me gustas más - respondió Dazai sin perder la sonrisa- Siempre te he dicho, que, si no puedes manejar el beber alcohol, no bebas - le comento moviendo la botella de vino
Chuuya resoplo ante eso
- Y a ti que te importa, Dazai - le espeto estirándose, que extraño era despertar con Dazai... ¿eh? - espera ¿Dazai?
- ¿Si, Chuuya?
El pelirrojo sin pensarlo lo agarro por las mejillas estirándolas con fuerza. Dazai se quejó ante el dolor del gesto
- ¡No es un sueño!
- Normalmente uno se hace daño a uno mismo, enano - espeto Dazai sobándose el rostro
- ¿Qué haces aquí? - pregunto Chuuya más o menos sobrio. Quizás se sentía mareado, pero estaba consciente de todo lo que decía - ¿No sabes que es mi deber como ejecutivo el matarte por traición? - le gruño molesto
- ¿Me mataras?
Chuuya desvió la mirada ante eso
- Debería matarte, imbécil - le gruño con ira contenida - 365 días sin verte
- Yo también te extrañe
- ¿Por qué volviste, idiota? - es cierto que había esperado por él, pero...también había pensado en la libertad que ahora tenia
- ¿No eres mi amado prometido, Chuuya? - contesto Dazai con el ceño fruncido. Un anillo de oro brillo en su dedo cuando alzo la mano para lograr que Chuuya lo mirara - No te dejaría atrás
Chuuya golpeo en el pecho con su puño con fuerza. Dazai se quejo
- Pues, dejaste a tu amado Prometido sin saber si estabas vivo o muerto durante un año ¿Crees que te perdonare tan fácil?
- No - contesto de inmediato Dazai - Yo tenía que mantenerme alejado dos años para comenzar de nuevo, Chuuya. Pero no pude estar más de un año lejos, necesitaba volver y explicarte
- ¿Qué fue lo que ocurrió, Dazai? ¿Por qué tuviste que irte? ¿Por qué me dejaste aquí?
El castaño lo atrajo a un abrazo apretado, Chuuya no lo devolvió. Pero apoyo su rostro en el cuello de Dazai. Realmente lo había extrañado.
- Mas te vale que sea una explicación excelente, Dazai - le susurro dignándose a devolver el abrazo
- Ojalá no tuviera una excusa que no fuera excelente - le susurro Dazai buscando consuelo en el abrazo - Pero...esta vez sí que fue una razón coherente.
Dazai le explico todo, sin saltarse detalles, de todo lo que había ocurrido con Oda...de lo último que le había pedido antes de cerrar sus ojos en sus brazos.
De algún modo terminaron recostados uno al lado del otro. Chuuya no sabía que decir al respecto
- Debió ser difícil- le susurro al imaginarse con paso todo ese año intentando empezar de cero
- Me hiciste falta - le comento el castaño sin mostrar cuanto aun le dolía la pérdida de su querido amigo - los perros siempre son el mejor apoyo emocional
- imbécil - se quedaron en silencio unos segundos antes de que el pelirrojo volviera a hablar- ¿Pensabas volver a mi algún día, Dazai?
El castaño lo abrazo con fuerza
- Luego de lo que me costó que me dijeras que sí, no me atrevería dejarte solo - le contesto con sinceridad- la nueva pregunta es ¿Vendrás conmigo ahora? Puede que pasemos por algunos malos momentos, pero no estaría mal comenzar desde cero
Chuuya le regreso el abrazo.
- Dazai, no te dejare solo luego de que molestaras por los últimos 6 años con salir contigo, te hare pagar cada segundo
- No me arrepiento de nada, Chuuya - contesto Dazai con seriedad, mirando a los ojos del pelirrojo recordó la razón por la que había venido exactamente ese día a buscarlo- Por cierto, Chuuya
- ¿Qué? - le susurro este con una sonrisa calmada
- Feliz cumpleaños
Fin
Gracias por leer 💗💗
¿Recuerdan que dije que practicaria hacer un oneshot? Pues aquí esta 😂💗 aproveche que era 29 de abril para hacer algo relacionado con el cumple de Chuuya
Espero que no haya quedado tan horrible como siento que quedó
😂😂
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top