—Es cierto... dijo algo de "Tengo que llevármela".

El gesto de Mikael cambia al recordar esa frase y de pronto veo verdadera preocupación en él. Vaya, esto sí que es nuevo.

—¿Qué ocurre? ¿Sabes algo?

—¿Yo? —pregunta a la defensiva—. ¿Qué iba a saber? No digas tonterías. Venga, coge tus cosas y vamos.

Obedezco, a sabiendas de que si no llegaremos tarde a clase pero aún tengo más preguntas. En cuanto salimos por la puerta, sigo con mi interrogatorio.

—¿Cómo sabías dónde estaba?

—Ya te lo dije. Reconocí el olor de tu sangre. ¡Apestaba a kilómetros de distancia! Para un vampiro, claro. El resto de los mortales no se hubieran dado cuenta.

Pero Luca también llegó hasta mí...

—¿Cómo eres capaz de distinguir la mía?

—Ah, eso es fácil. La sangre de los vampiros tiene un olor diferente a la de los humanos. Es como un perfume caro, tiene diferentes notas en su composición que hacen que se pueda distinguir. Además el aroma no es invariable sino que se modifica cuando ingieres sangre de otro vampiro, no sé si me entiendes.

O él se explica mal o es más complicado de lo parece.

—Estoy perdida.

—¿Camille no te ha hablado nunca de estas cosas?

Me encojo de hombros. Si no lo ha hecho será porque no lo ha considerado importante.

—Siempre nos hemos mantenido bastante al margen de lo que somos. Hemos tratado de llevar una vida normal, ella pensaba que era lo que nos merecíamos.

Me observa en silencio durante lo que parece una eternidad. Pienso que va a añadir algo sobre ello, sin embargo continúa con su explicación.

—Vamos a ver, explicación para una vampira novata siguiendo el ejemplo del perfume caro. Imagínate que tu sangre, cuando estás en transición adquiere un olor a rosas, que es como si fuera tu sello personal y cuando ingieres la sangre que finaliza tu conversión a vampira, añades a tu sangre un poco de la esencia de ese vampiro a la tuya. Por ejemplo, madera. Y más adelante, bebes la sangre de otro vampiro y sumas olor a... no sé, lavanda. En ese punto, tu sangre olería a todas esas notas de perfume y todas se podrían distinguir en ti. ¿Lo entiendes ahora mejor?

No sé qué decir...

—Entonces, un vampiro que bebe la sangre de muchos otros como él, ¿su sangre contendría la mezcla de todos esos olores?

—Eso es. Sin embargo, aunque tu sangre contenga todas esas notas diferentes, solo tu esencia original se transmite al dar a beber tu sangre.

De pronto me doy cuenta de algo y me tapo la boca para ahogar un grito.

—¿Tu sangre contiene ahora también mi esencia?

—Por supuesto —responde con cierta picardía. Diría que incluso le encanta saber que es así.

—Eso es muy personal.

—Así es. Ya te dije que cuando los vampiros comparten sangre se crea un vínculo. Pero si quieres estar en igualdad de condiciones, estoy dispuesto a dejarte probar la mía...

Hago aspavientos con la mano para que quede claro que desecho la idea totalmente.

—No será necesario. Te lo aseguro. Entonces... ¿eres capaz de distinguir mi olor?

—Claro, una vez he olfateado tu sangre, seré capaz de distinguirla siempre. Así que si estás sangrando, sabré que eres tú sin duda alguna.

Sin querer, olisqueo en su dirección.

—Vale, entonces... ¿debería ser capaz de notar tu esencia? —En vez de cortarse, acerca su cuello a mi nariz y aunque mi primer impulso es alejarme, me mantengo en mi lugar y aspiro con fuerza. —No distingo nada...

Se separa y me mira divertido.

— No podrás notarla así por las buenas. Eso sí, quizás si un día vuelves a oler mi sangre, serás capaz de saber que se trata de mí. Aunque distinguir las diferentes notas también se entrena con los años, no pretendas tener esa perspicacia en dos días. Además te he puesto un ejemplo, no creas que los vampiros vamos oliendo a rosas y lavanda.

Sin querer, vuelvo a pensar en Luca y en cómo me atonta su aroma. Ahora, después de haber probado su sangre, esa sensación se ha multiplicado aún más.

Como si supiera quién ocupa mi mente, Mikael habla de él.

—Lo que sí ha sido una suerte es que Luca estuviera cerca ¿verdad?

—¿Estás insinuando algo? —protesto suspicaz.

Me mira de soslayo y sé que aunque no lo confirme, es así.

—¿Yo? Para nada. Solo estoy recalcando lo mucho que me alegro de que te encontrara antes de que las cosas se pusieran peor.

"Siento no haber llegado antes". La disculpa de Luca me recuerda que él pensaba justo lo contrario.

Me detengo de golpe a la entrada del instituto. Luca derribó a mi agresor sin que le supusiera ningún esfuerzo, pero, ¿cómo pudo hacerlo? Un humano normal nunca vencería a un vampiro, para él sería como chocar con un muro de piedra. Entonces, ¿cómo fue posible?

—¿Qué ocurre? Parece que has visto un fantasma.

—¿Cómo consiguió tumbar a mi agresor?

—¿A qué te refieres?

—Luca, ¿cómo lo hizo? Era un vampiro.

Se echa a reír y me gustaría saber qué le resulta tan gracioso.

—¡Ah, eso! ¿Todavía no lo sabes? Pensé que eras más lista.

Desde el principio Mikael conoce algo de Luca que yo no. Echa a andar hacia la puerta y sé que no tiene intención de decírmelo.

—¿Qué es? Tienes que contármelo.

—¿Y perderme la diversión? Ni lo sueñes bonita.

¡Hola, hola? ¿Qué tal por ahí? ¿Teníais ganas de nuevo capítulo?

Os diré la verdad, creo que nunca me ha costado tanto explicar algo como lo de las diferentes notas de olor de la sangre. Y me quedan dudas de que se entienda con el ejemplo. Es algo que aunque yo lo tengo claro en mi cabeza (y tiene sentido, no penséis que no) creo que se embarulla un poco en la explicación. O quizás es cosa mía, no lo sé. 

Recuerdo una vez más, que como historia de fantasía, por mucho que haya doscientas mil historias de vampiros es un tema en el que cada cual puede marcar sus reglas y yo me estoy inventando lo que me da la gana (como todo el asunto este de la sangre).

Lo mejor es lo nerviosa que se ha puesto Olivia al pensar que la sangre de Mikael ahora contiene su esencia, jajaja. 

Y como veis a Mikael le encanta fastidiar porque él sabe de sobra lo que pasa con Luca y no le da la gana de contárselo. Más adelante veréis por qué le resulta tan divertido el asunto. 

Me gustaría saber vuestra opinión sobre lo que está pasando. ¡Y vuestras teorías con Luca! Así charlamos un rato.

Por cierto, ¿alguna vez habéis pensado en escribir una historia de vampiros? ¿Os ceñiríais a las reglas del género? ¿ O preferiríais improvisar?

Bueno pronto más. Gracias por estar ahí. Besitossss