Capítulo 32
—Ahora que sé que eres tú, te desangraré un poco para que no tengas fuerzas para pelear. Así me será más fácil llevarte.
Me gustaría decir que no he escuchado lo que ese individuo ha dicho pero no es así. Estoy atontada y cuando muevo la cabeza para intentar espabilarme un fuerte pinchazo me atraviesa el cráneo. ¿Qué me ha hecho el tipo este?
—Vaya... ¿Estás despertando? Esperaba que me dieras un poco más de margen. No hay problema. En cuanto pierdas suficiente sangre, todo solucionado...
—¿Qué... quieres... de mí? —balbuceo mientras me palpo la nuca. Estoy sangrando...
Abro los ojos y veo a la persona que tengo frente a mí. Es un chico joven, apenas unos años mayor que yo y rebusca en su mochila sin prestarme atención. Parece inofensivo pero por cómo me atacó, él también es un vampiro. Intento moverme y descubro que estoy sentada, apoyada contra el tronco de un árbol, a cierta distancia de la carretera, donde será difícil vernos. Sé que tengo que escapar cuanto antes, sin embargo no sé si podré llegar muy lejos.
—¡Aquí está! —Saca un cuchillo de caza y esboza una tímida sonrisa—. Por un momento he pensado que no lo había traído. Y ahora estate quietecita.
Ni siquiera tengo tiempo de analizar sus palabras, mucho menos de reaccionar. Con un movimiento rápido, me clava el cuchillo en la pierna hasta la empuñadura y lo retira al instante.
Grito tan fuerte que si hay alguien cerca estoy segura de que me ha oído, aunque dudo que se atreva a acercarse. Intento taponar la herida con mis manos pero la sangre sale a borbotones y resulta una tarea imposible.
—Deja que pase... —me dice en un susurro.
La histeria se apodera de mí, lloro desesperada al notar cómo la pierna se me está entumeciendo y pronto no tendré fuerzas para luchar. Hago un titánico esfuerzo para ponerme de pie, pero no soy capaz y caigo. Me arrastro ante su mirada, sabiendo que no voy a poder escapar, sin embargo no estoy dispuesta a darme por vencida.
—Pero, ¿qué demonios?
Reconozco la voz de Luca y me giro para intentar ver su rostro. De un solo golpe derriba a mi agresor y se acerca dispuesto a ayudarme.
—Ten... cuidado... —le digo, sabiendo que en cualquier momento el chico le atacará—. Es peligroso. Tienes que irte..
—No voy a marcharme. Déjame ver.
Echa un vistazo a mi pierna y sin preguntar, toma el pañuelo que llevo al cuello y lo pasa alrededor de mi muslo para hacer un torniquete. Está tan concentrado en su tarea que no me molesto en protestar.
—¿Qué ha pasado?
Miro por detrás de Luca y descubro a Mikael que me observa espantado.
—¿Cómo has llegado hasta aquí? —pregunto con un hilo de voz.
Ya es raro que haya aparecido Luca, pero ¿él? ¿Cómo ha sabido dónde estaba?
—Apesta a tu sangre a varios kilómetros a la redonda —dice sin cortarse ni un poco. Parece que se le ha olvidado que Luca no sabe lo que somos.
—Ese tío de ahí me ha atacado —le informo.
—¿Qué tío?
En el lugar no hay nadie, solo la mochila abandonada. Cuando ya creo que nos podemos olvidar de descubrir de quién se trata, este aparece de la nada y se abalanza contra Mikael. Por suerte no le pilla desprevenido como a mí y se enzarzan en una pelea en la que no tengo claro el ganador.
—No me vais a fastidiar. Tengo que llevármela —protesta mientras le atiza un puñetazo a mi amigo.
—Mira chaval, lo llevas claro. Como mucho te vas a ir de aquí con un par de hostias.
Mikael le da un puñetazo en el estómago y este se dobla por la mitad a la vez que suelta un aullido de dolor. La pelea entre ambos se acelera hasta convertirse en una mancha borrosa. No sé quién de los dos va ganando y solo deseo que sea quien está de mi parte.
Un cuerpo impacta contra uno de los árboles cercanos y por su protesta sé que es Mikael. El otro vampiro aprovecha su conmoción para recoger su mochila y salir corriendo. Finalmente parece que ha desistido de su plan.
Mikael se endereza y nos echa un rápido vistazo.
—¿Te puedes ocupar de ella? —pregunta a Luca.
—Claro. La llevaré a casa.
—Voy a intentar pillar a ese desgraciado.
Desaparece de nuestra vista y en cuanto nos quedamos solos, me siento desmayar.
—Necesitas beber sangre.
Levanto la vista, convencida de que he oído mal.
—¿Qué? No digas tonterías... Llévame a casa. Allí me encontraré mejor.
Cuando haya ingerido dos o tres bolsas, claro.
—Toma mi sangre —insiste Luca ofreciendo su muñeca.
—¿Por qué... por qué dices eso?
¿Estaré teniendo una alucinación? Debe ser así, porque es imposible que él haya dicho eso.
—Te recuperarás más rápido con mi sangre. Hazme caso, no seas cabezota.
Me acerca de nuevo su muñeca y yo evalúo su expresión. Parece preocupado y no quiero que se sienta así. Aunque sé que si bebo su sangre, algo cambiará entre nosotros.
Poso mis labios sobre su piel caliente y siento la cadencia del latido pulsando bajo ella. Un escalofrío me recorre ante el deseo que crece en mi interior. No hay nada que más desee en este momento que su sangre. Es necesidad pura y dura. Una necesidad primitiva y visceral.
Muerdo con cuidado y aun así puedo escuchar la ahogada protesta de Luca. Por un instante me detengo preocupada, sin embargo noto su mano acariciando mi pelo, como si quisiera recordarme que tengo su permiso, que todo está bien. Dejo que la sangre se deslice por mi lengua y viaje por mi garganta, dejándome llevar por la sensación de plenitud que me da este momento. Sabe tal y como me imaginaba, densa y profunda, como la tierra y la madera, igual que su olor. Y siento algo más. No es como la del resto de los mortales, hay algo diferente y poderoso en ella. No es un vampiro pero hay algo en él que le hace diferente a cualquier otro.
¿Quién eres en realidad, Luca?
Holaaaaaa ¿Qué tal por ahí?
Bueno, he cumplido que no os he hecho esperar mucho, aunque seguro que no esperabais quedaros con la intriga al final de este capítulo. Ya avisé que venían capítulos moviditos y os aseguro que esto no será todo...
Ufff, en serio. En un solo capítulo y nuevas incógnitas. Ahora el tipo ese... ¿qué quiere de Olivia? ¿Y por qué habla de llevársela? Menos mal que han aparecido Luca y Mikael que al final parece que siempre están donde se les necesita, jajaja.
Y ese momento... de Olivia bebiendo la sangre de Luca...
Por supuesto seguimos sin saber qué es Luca, pero cada día que pasa se pone más en evidencia. Estamos un paso más cerca de conocer la verdad...
En los próximos capítulos se despejarán interrogantes pero surgirán otros. Está claro que este grupo de amigos no van a poder pasar mucho tiempo tranquilos.
¡Dejadme comentarios, please! Quiero conocer vuestras teorías, me encanta saber si las pistas que voy dando son muy evidentes o no ;P
Pronto más. Os adoroooooooo. Besitossss
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