Mi primer fanfic de Kimetsu no Yaiba <3 este es mi shipp favorito ya que amo a Tanjiro e Inosuke.

Espero les guste!!

(✴)

 Es imposible para mí estar tranquilo, intento ser valiente pero no puedo; Inosuke siempre logra debilitarme. De día o de noche; da igual porque con su sola presencia logra acelerar mi corazón.

—¿Mmh? ¿Tengo algo en la cara o qué?—Pregunta Inosuke con la boca llena de comida, mirándome como si estuviera buscando problemas, ¿porqué siempre es tan agresivo? Aunque siendo sincero...esa inestabilidad lo hace ver lindo.

Porque Inosuke Hashibira es gritón, competitivo, impulsivo, determinado, orgulloso y en extremo energético.

Si, todas las cualidades que me gustan; conforme lo iba conociendo pensaba "lo llevaré a casa con mamá".

¡Ah! Me está mirando, tranquilo Tanjiro, no hagas ni digas nada estúpido.

—Esa hamburguesa se ve rica—Dije fingiendo naturalidad, aunque parece bastar para Inosuke porque le da un enorme bocado a su almuerzo.

—Jaja, ¿celoso? Es la última hamburguesa de la cafetería—Expresa orgulloso. Debería centrarme en almorzar, no en observar a Inosuke, aunque últimamente es difícil dejar de hacerlo.

Sobretodo cuando muestra esa sonrisa triunfadora, o el viento mueve su cabello oscuro con mechas azules, o cuando me observa con esos enormes ojos verdes con sus gruesas pestañas...

—¡¿Porqué me sigues observando? ¡Esta hamburguesa es mía!—Vuelve a gritarme esta vez más molesto, y yo por mera inercia levanto las manos para demostrar que estoy desarmado.

—P-Por nada en específico—Digo con una sonrisa amable el cual tranquiliza a Inosuke pues mira hacia otro lado. Zenitsu y Nezuki quienes están frente a nosotros en la mesa nos miran raro. Nos encontramos en la cafetería de la escuela, almorzando y agradeciendo que es viernes.

—Hermano, después de clase iré con Kanao y Aoi—Comenta Nezuko antes de comerse una papa frita—Practicaremos fútbol en casa de Kanao.

—¿Desde cuándo juegas futbol?—Pregunta Zenitsu.

—Desde que descubrí que doy patadas rompe huesos—Nezuko sonríe orgullosa, me alegra que esté comenzando a tener amigas, uno de sus miedos cuando ingresó a la secundaria es que su timidez le trajera problemas.

—Esta bien Nezuko—Digo con mi sonrisa de siempre—¿Necesitas dinero? ¿Tienes saldo? ¿O datos? ¿Shinobu ya lo sabe? ¿Necesitas que vaya por ti? ¿Quieres el cupón de la pizza?

—Mamá ya lo sabe, tengo datos, Shinobu ya le dio permiso a Kanao con una antelación de dos semanas, mamá vendrá por mí, y si, el cupón estaría bien.

De reojo puedo ver a Inosuke intentar contener su risa, le hace gracia lo protector que soy con Nezuko, ¿pero que quieren que les diga? Siempre me preocuparé por cada uno de mis hermanitos.

Aunque Nezuko y yo solo llevamos un año de diferencia, ¡para mi es demasiado! Es una pequeñita por muy exagerado que suene.

El timbre suena, finalizando el almuerzo. Los cuatro nos levantamos y tiramos la basura. Inosuke y Zenitsu comienzan a discutir por algo—siendo ellos puede ser por cualquier cosa—, Nezuko y yo caminamos por los pasillos, vamos a grados distintos, así que el almuerzo es el único momento donde nos vemos.

—Tú también deberías salir más—Me comenta Nezuko—Gastas todas tus energías en la escuela y en casa, también guarda algo para ti.

—Estoy bien, Nezuko.

—Podrías invitar a Inos...—Y antes de que pueda terminar la frase, exclamo nervioso.

—¿P-Porque sugieres que invite a Inosuke por ahí?—Nezuko me mira confusa.

—Iba a decir que a Inosuke y Zenitsu, porque son tus amigos—Nezuko me mira con sospecha—¿Por qué actuas asi?

—¿Eh? ¿Así cómo?—Puedo sentir mi rostro retorcerse, soy más fácil de leer que una señal de stop.

—Hermano, últimamente...—Pero las palabras de Nezuko se detienen, y cubre su boca mientras abre los ojos como platos, parece que ha tenido una revelación—Tanjiro Kamado, ¿acaso...? ¡Oh my god! ¡Tanjiro te gusta...!

Entonces rápidamente cubro la boca de Nezuko con mis manos antes de que pueda decir algo que vaya a provocar que me encierre en el baño para no morirme de la vergüenza.

—Hermanita, sea lo que sea que vayas a decir, primero piénsalo antes de gritarlo al mundo—Digo con una sonrisa nerviosa; Nezuko asiente y entonces retiro mis manos.

—¿Entonces ya hiciste click?—Me pregunta Nezuko.

—Pues...ni idea, pero bah, es pasajero, de seguro se me pasa en una semana.

Aunque admito que es agradable gustar de alguien, aunque prefiero que Inosuke sea únicamente mi amigo a que también sea la kryptonita que me debilita, que me congela y me deja sin respirar.

—Entonces invítalo a salir—Me sugiere Nezuko emocionada, con un brillo en los ojos, se acerca a mí para hablar en voz baja—Hoy secuestro a Zenitsu y ustedes salen.

Nezuko puede ser una planificadora innata cuando se lo propone. De repente Zenitsu corre hacia nosotros, y se escuda detrás de mí

—¡Tanjiro, dile que se calme!—Dice Zenitsu asustado, Inosuke estando en modo fiera se acerca de manera peligrosa.

—¡No te escondas detrás de Monjiro!—Exclama Inosuke, entonces me toma de los hombros para apartarme, estamos demasiado cerca...

Inosuke, sal de mi cabeza y cae en mis brazos.

¡Dios Santo, ya no sé ni qué estoy pensando!

—Zenitsu, necesitamos un portero—Dice Nezuko, aliviando la situación—De seguro Kanao y Aoi estarán felices porque vayas.

—¿Qué?—Zenitsu parece olvidar su miedo porque sonríe triunfante—Está bien, sólo si estoy en tu equipo.

Nezuko ha cumplido su parte del trato, así que yo también debo hacerlo. Seguimos caminando por el pasillo a toda prisa para no llegar tarde a clases; ahora tengo que pedirle a Inosuke a salir...sin que piense que lo estoy invitando a salir...porque no vamos a salir...

Sea como sea, es la primera vez que hago esto.

(✴)

Mientras la clase continua, planeo el como le pediré a salir a Inosuke. Repaso nuestra conversación imaginaria:

—Inosuke, ¿quieres ir a los videojuegos o quizás por un ramen?

—Claro Tanjiro, sabes que me encanta estar contigo.

Espera, en mi imaginación Inosuke tiene la voz más gruesa que en la realidad.

—Tanjiro, ¿sabes que hago mucho ruido para llamar tu atención?

Inosuke jamás diría algo como eso, pero...sería lindo escucharlo.

Entonces miro a Inosuke, está intentando que un lápiz pueda mantenerse en pie por sí solo.

No tengo ni la más remota idea de si Inosuke tiene un lado detallista, romántico o dulce. Y si lo tiene, dudo que lo pueda ver algún día; pero no me importa. No me gusta Inosuke porque puede—o no—ser el novio perfecto, me gusta porque es él mismo.

Tan conforme consigo mismo, tan seguro de lo que dice o hace, tan apasionado con las cosas que aprecia. Lo que comenzó como una admiración, se convirtió en un sentimiento nuevo para mi.

¿Y qué si no seremos novios? ¿Y qué si no soy correspondido? También merezco pasarla bien con un amigo que me gusta sin pretensiones; no quiero gustarle, quiero que nos la pasemos bien, eso es todo.

Las clases terminan, Zenitsu se despide de nosotros, emocionado y preparado para impresionar a Nezuko. Una vez se va, me acerco a Inosuke, quien consiguió poner en pie el lápiz.

—¡Mira eso!—Exclama Inosuke con una sonrisa radiante—¡Hasta la gravedad reconoce mi poder!

—Vaya, es impresionante—Digo con una risa entre las palabras—Pues...Zenitsu ya tiene planes para el resto del día.

—Si, recibirá una paliza, Aoi tiene demasiada fuerza aunque no lo parezca.

—Yo no tengo nada que hacer hoy, así que si estás libre...

—¿No tienes que cocinar, limpiar y ayudar a tus hermanos con su tarea?

—Es mi día libre.

—¿No se trata de una horrenda tarde de estudio como la última vez?

—No, podemos ir a las recreativas...o probar el ramen del nuevo puesto que se puso por aquí cerca.

Inosuke lo piensa un momento, entonces voltea a mirarme. Me pregunto qué tanto se me notará que sus ojos verdes me atontan.

—¡Buena idea! Hoy es viernes de darte una paliza en los videojuegos!

Me pregunto qué tanto se notará la sonrisa embobada que tengo ahora mismo.

(✴)

—¿Quién habrá sido el imbécil que combinó letras con números?—Pregunta Inosuke mientras caminamos hacia un puesto de dulces cerca de la escuela.

—No odio las matemáticas, solo...no estoy del todo entusiasmado con su existencia—Digo, e Inosuke me da una palmada fuerte en la espalda.

—¡Exacto!—Finalmente llegamos al puesto de dulces, atendidos por una señora amable; la saludo con cordialidad mientras Inosuke rebusca entre los dulces.

—Buenos días niños, ¿qué están buscando?—Nos pregunta la señora con una sonrisa.

—Pues...¿tiene Gomitas Morimoto?—Pregunté y la señora me tiende una bolsita.

—Yo estoy buscando...—Inosuke observa los dulces con sospecha—Son unos palitos, que tienen un color raro, como...como el chicle pero sin ser chicle.

—¿Eh?—La señora ladea un poco la cabeza.

—¡No me mire así!—Inosuke tiene menos paciencia que un gato—¡Son unos palos y te los comes!

—¿Eh?—Esta vez lo digo yo, lo que provoca que Inosuke me mire como un animal enjaulado.

—¿De veras no sabes de lo que hablo?—Inosuke mueve raro las manos—Son unos palos con un color como rosas, que luego la gente se los come.

—Ooooh, te refieres a unos pokis de fresa.

—¡Ese mismo!—Inosuke mira a la señora, como si estuviera diciendo "¿tienes si o no?".

—Entiendo, si, si tengo—La señora toma un paquete que estaba un poco oculto—Son el dulce perfecto para las parejas.

—¿Qué tiene que ver un dulce con una pareja?—Pregunta Inosuke antes de tomar el paquete de dulces.

Inosuke es inocente a su manera; por cierto, ¿Inosuke y yo nos veríamos bien juntos compartiendo una poki de fresa?

Después de pagar caminamos hacia las recreativas; nos comemos nuestros dulces mientras Inosuke me cuenta acerca de una película de acción que está a punto de estrenarse.

—Se llama Distrito Rojo, va sobre cuatro pendejos que deben matar a unos demonios—Me comenta Inosuke con una poki en la mano—Aunque Zenitsu se la pasaría gritando por todo.

—Creí que no te gustaba ir al cine.

—No me gusta estar tanto tiempo sentado mirando hacia un lado—Inosuke muerde su poki—Pero dijiste que querías ir a verla.

—¿Y quieres ir conmigo?

—Pues si cabeza hueca, por algo lo estoy diciendo.

Tuve que girar la cabeza para que Inosuke no vea mi sonrojo. Sabía que ser sutil no era mi segundo, tercer ni cuarto nombre, pero no creí que hablar con Inosuke fuera a hacerme sonrojar demasiadas veces en un solo día.

¿Y saben que? No anhelo que no sea así.

Por fin llegamos a las recreativas, donde nos sumergimos en las luces, los soniditos y las risas. Primero probamos un juego de carreras, donde el mando tiene forma de volante.

—¡Estas perdiendo Tontaro!—Exclama Inosuke orgulloso, porque yo choqué en los primeros tres segundos.

—Aaaah, ¿qué hago?—Digo mientras muevo el volante de un lado al otro sin sentido.

Inosuke gana y por supuesto ríe con victoria. Después nos pasamos a un arcade de combate, donde aporreamos los botones sin estrategia, porque ninguno de los dos conoce el juego.

—¿Cómo hiciste eso?—Pregunta Inosuke mientras mi personaje hace un combo épico.

—Ni idea—No dejo de apretar los botones al azar y de alguna manera consigo ganar.

Después de eso, nos vamos al clásico arcade donde debes tomar uno de los peluches usando una garra metálica. Hay peluches de todo tipo, desde unos niños con máscara de zorro, una niña con kimono rosa y un bambú en la boca, y hasta encima de todo, uno con una cabeza de jabalí.

Qué recreativa tan rara, en vez de tener ositos o unicornios, tiene peluches de niños vestidos de forma bien raras.

—Bien, vamos a probar—Inosuke introduce una moneda y el juego comienza a emitir sonidos.

—Creo que estas cosas son una estafa.

—Y aun así voy a ganar—Pero claro, no logra atrapar el peluche—¡Esa cosa va a ser mía!

Inosuke lo intenta un par de veces más, pero en todas fracasa. Comienza a desesperarse y de pura rabia patea la máquina, lo intento detener porque no quiero que nos echen.

—¡Inosuke no pasa nada, es solo un peluche!—Grito mientras lo abrazo desde la espalda.

—¡Es cuestión de orgullo!—Grita Inosuke y logra zafarse de mi agarre.

—Es mi turno de intentarlo, no quiero que te quedes sin dinero—Ahora yo introduzco una moneda en la máquina, Inosuke no le queda de otra que apartarse.

Respiro profundamente y dejo que mi mano decida la ubicación de la garra. Entonces presiono el botón y los dos observamos como la garra toma el peluche—el de la cabeza de jabalí—; y por un segundo pensamos que se caerá, pero de milagro llega a su destino, deslizándose por una rampa para caer a nuestros pies.

—Lo lograste...—Dice Inosuke impresionado, yo me agacho y tomo mi premio.

—Lo hice...—Levanto el peluche orgulloso como si hubiera metido un gol en el mundial—¡Le gané a una estafa!

Inosuke celebra conmigo y estoy seguro que más de uno se nos habrá quedado mirando raro—de seguro es envidia, ja—, el peluche en sí es gracioso y hasta tierno, pero no lo gané para mí.

—Toma—Extiendo mis brazos hacia Inosuke—Te esforzarte tanto que no es justo que lo ganara yo a la primera.

Inosuke me observa, sé que está leyendo mis facciones porque no suele confiarse de este tipo de cosas. Y curiosamente no me sonrojo, logro estar tranquilo, sonriendo y agradeciendo que mis manos no estén temblando.

Inosuke, tienes eso que me gusta tanto, y no me importa que me gustes de todas las maneras, como amigo y crush. Yo estoy bien así.

—¿Porqué me lo estás dando eso sí lo ganaste tú?—Me pregunta confundido.

—Porque tú lo querías.

—Pero tú lo ganaste.

—Pero tú lo querías.

—¡Pero tú lo ganaste!

—¡Pero tú lo querías!

—¡Bien pero no pienso devolverte el favor!—Inosuke por fin toma el peluche y lo mira, y no puedo evitar emocionarme cuando una sonrisa se dibuja en su rostro.

—¡Eh maricones!, ¿y cuando se besan?—Nos grita un chico acompañado de un grupo, son mucho más grandes que nosotros—¡Su próxima cita deberia ser en un antro de maricones!

Estaba a punto de girarme para pedirle que nos dejara en paz, pero Inosuke—quien tiene menos paciencia que yo—encara la situación a su manera.

—Gracias, ¿acaso tus novios y tú vienen de uno? ¿cuál nos pueden recomendar?—Dice Inosuke con una sonrisa burlesca.

No puedo evitar reírme. Inosuke siempre ha sabido defenderse con palabras y puños, ya ha peleado con algunos compañeros porque más de uno se atreve a insultar el físico de Inosuke.

¿Porqué alguien insultaría el rostro guapo de Inosuke? Por envidia quizás.

—No querrás meterte conmigo, niña—Dice el tipo que nos insultó, acercándose a nosotros.

—Tú sí que quieres meterte algo, por eso nos molestas—Responde Inosuke.

—No deberia haber maricones aqui—El tipo es mucho mayor que Inosuke, tanto en altura como en peso, pero a ninguno de los dos nos importa.

El diálogo va a antes que la violencia; pero si el tipo se atreve a intentar golpear a Inosuke, entonces no dudaré en defenderlo.

—No debería haber perdedores que hasta en una recreativa están jodiendo.

El tipo toma a Inosuke de la camisa para intimidar, pero este responde rápido y logra zafarse. Y entonces me percato que los amigos del sujeto nos han rodeado.

—Ser un maricón es de mal gusto—El tipo se cruje los nudillos.

Nos intentan agarrar—posiblemente para golpearnos en manadas—, pero tanto yo como Inosuke podemos ser muy difíciles; estos sujetos no saben que ambos hemos tenido experiencia en el combate cuerpo a cuerpo.

En mi caso, juré proteger a mi familia de todo, así que tomé un curso exhaustivo sobre defensa personal, y en más de una ocasión me ha servido.

A pesar de que los sujetos eran grandes pudimos con ellos. Intenté no lesionarlos, solo detenerlos, aunque Inosuke se emocionó, pero tampoco los lastimó de forma severa.

El tipo que nos molestó estaba en el suelo, hecho bolito mientras que Inosuke le puso el pie encima de su pecho. Debido al forcejeo, la camisa de Inosuke terminó semi-abierta, con todo el pecho al descubierto.

—Si me entero que molestas a alguien, mi novio y yo vendremos a encargarnos de ti y tus orangutanes—Dice Inosuke—Porque ser maricón es genial, aquí y en cualquier otro lado.

El tipo asiente rápidamente de manera asustada, entonces se va con su grupo. Inosuke toma el peluche que le regalé, me toma del brazo y comenzamos a caminar.

Acabamos de hacer justicia e Inosuke me ha llamado novio; este día está mejorando.

Salimos de las recreativas, nos fuimos a un parque que estaba cerca para tratar de calmarnos. Hay un bebedor público, así que Inosuke toma un trago mientras yo me sacudo la ropa.

—No hay nada que moleste más a un bravucón que lo venza eso que detesta—Dije para romper el silencio.

—¿Viste la cara que puso?—Inosuke como siempre sonreía entusiasmado—Espero que haya captado el mensaje.

Inosuke me habrá llamado novio para provocar al tipo. Una burla extra; está bien, tampoco esperaba otra cosa.

—¿Regalar un peluche te hace gay?—Me pregunta Inosuke mientras abrochaba su camisa, aunque nunca la abrocha al completo, siempre deja los primeros tres botones abiertos.

—No, pero la gente puede malinterpretar.

—¿Y acaso es fácil de interpretarnos como novios o qué?

—No lo sé, supongo que sí...

Quería preguntarle a Inosuke si acaso era gay, pero estaría fuera de lugar, además, nunca he tenido una sospecha para pensar que Inosuke pudiera sentir algo por un chico—o por una persona en general—; nunca comenta nada de nadie, y lo cierto es que no soy nadie para interrogarlo.

—¿A ti te gustan los chicos?—Pregunta Inosuke de golpe, provocando que mi corazón se acelere y mi piel se erize.

—Eh...¿tengo cara de hetero o gay?

—Honestamente, de ambos.

Y si, Inosuke tiene razón.

—Pues...—No tiene nada de malo salir del closet frente a un amigo—Si, soy ambos.

Inosuke no dice nada por unos minutos, estira los brazos y vuelve a mirarme.

—Okey, no importa, a la gente le parece un dato ultra relevante, pero a mi me da igual.

Mi sonrisa es demasiado grande, no esperaba otra cosa de Inosuke; este chico nunca me ha decepcionado.

—¿Y tú?—Pregunto, Inosuke comparte mi sonrisa.

—Es un secreto.

—¿Qué? Eso no es justo.

—Te vas a enterar solito, eres inteligente.

Entonces mi móvil suena, es mi madre, rápidamente contesto.

—Hola Tanjiro, espero no estar interrumpiendo nada ¿podrías ir por Nezuko?—Dice mi madre—La cita con el dentista se atrasó, así que estaremos aquí un rato más.

—Si claro, no hay problema—Mi madre se despide antes de colgar—Lo siento Inosuke, debo ir por Nezuko a casa de Kanao.

—Te acompaño, aun es temprano para volver a casa.

(✴)

Caminamos un largo estrecho, conversamos bastante, como si la charla en el parque no hubiera existido. Me gusta que Inosuke no me trate diferente, sigue hablando conmigo con la naturalidad que siempre hemos tenido desde que nos conocimos.

Llegamos a la casa de Shinobu, que es gigantesca, con el jardín más grande que he visto. Toco el timbre y en segundos Kanao viene a recibirnos.

—Hola Kamado y Hashibira—Nos dice Kanao, siempre ha sido extremadamente educada.

—Hola Kanao, venimos por Nezuko.

—Bien, adelante, pero no rompan nada.

Kanao nos guía por la mansión hasta llegar al comedor, donde Nezuko y Aoi charlan amistosamente; recuerdo que la primera vez que vine aquí no paraba de voltear a todos lados. Ahora me sé contener.

—Hola hermano—Nezuko se levanta y camina hacia mi—Hola Inosuke, siento haber interrumpido su salida.

¿Porque Nezuko tiene esa enorme sonrisa, como si quisiera decir otra palabra en lugar de "cita"?

—¿Dónde está Zenitsu?—Pregunta Inosuke.

—Desmayado porque recibió un balonazo en la cara—Responde Aoi cruzada de brazos—Se la pasó llorando pero insistió en ser el portero.

Después de platicar un rato nos despedimos de Kanao y Aoi; Nezuko parecía cansada y hasta un poco adolorida de las piernas, así que sugerí cargarla.

—¿No será tedioso para ti?—Pregunta Nezuko.

—Tampoco vivimos muy lejos—Dije, entonces Nezuko se sube a mis espaldas, la apoyo desde las piernas y puedo sentir como se recarga en mi.

—¡Eres el mejor hermano del mundo!—Exclama Nezuko, entonces continuamos caminando.

Inosuke y yo seguimos charlando mientras Nezuko poco a poco se queda dormida, siempre ha estado llena de energía, y también toma siestas muy largas cuando se cansa.

El sol comienza a ocultarse, ha sido un día interesante. Pero todavía hay algo pendiente con Inosuke.

—Deberíamos salir un día de estos...—Digo con toda la seguridad que soy capaz de transmitir—Nosotros dos...

Inosuke me mira, no puedo definir sus expresiones, es una mezcla entre confusión, burla y puede que incomodidad.

—¿Nosotros dos? ¿Sin el llorón y tu hermana dormilona?

—Si—Trato de verme natural—Como hoy.

Sorprendemente no estoy temblando ni siquiera de manera mental, me siento seguro con Inosuke, así que mis nervios también están seguros, porque aunque diga que no, las cosas seguirán como siempre.

Conozco a Inosuke, a pesar de su agresividad, guarda un lado empático.

—Si tú quieres...—Inosuke mira hacia otro lado—Podemos ir al cine a ver el Distrito Rojo.

Inosuke quiere que vayamos al cine solo nosotros dos...mi sonrisa es tontísima y extremadamente feliz.

Llegamos a casa, donde no había nadie ya que mi madre fue al dentista con mis hermanos menores.

—¿Puedes cargar un poco a Nezuko para que pueda abrir la puerta?—Pregunto e Inosuke acepta, cargando a mi hermana en su espalda.

Debo admitir que fue tierno ver a Inosuke cargar a Nezuko, me gusta cuando dos personas que quiero se llevan bien, aunque uno de ellos esté contando ovejas.

Tras rebuscar la llave en mi mochila y abrir la puerta, Inosuke deja a Nezuko en un sofá.

—Debería irme a casa—Comenta Inosuke—Sé que ya es tu hora de ponerte a hacer tarea.

—Tú también deberías hacerla.

—¡Si lo hago!

—¡Pero no a cinco minutos de entregarla!

—¡Shhhhh!—Exclama Nezuko desde el sofá antes de abrazar sus piernas y seguir durmiendo.

—Lo siento Nezuko—Digo antes de que Inosuke me tome por el brazo para que salgamos.

—Necesito que me aclares algo—Comenta Inosuke, mirándome fijamente—Quieres que salgamos nosotros dos.

—Si, así es.

—¿Porqué?

—Pues...me agradas—Y también me gustas—Eres divertido, contigo no hay ni un solo segundo de aburrimiento.

Inosuke no sabia que decir, se acerca a mí, y mi espalda toca la pared. Me sentiría acorralado pero solo puedo pensar en lo bonito que se ve Inosuke en medio del atardecer.

—Tienes la cara muy roja—El rostro de Inosuke se acerca al mío—¿Es por el sol o porque estás cansado?

—Ninguna de las dos—Soy malo mintiendo, además Inosuke es perspicaz.

—Bueno, tú también me caes bien, así que salir con él será horrible.

—Es una salida de amigos.

¿Qué haces Tanjiro? No había necesidad de aclarar eso.

—Depende—Dice Inosuke, ahora soy yo el que no tiene palabras—¿Tengo cara de hetero o gay?

Con Inosuke siempre seré sincero, incluso si no me conviene.

—Eres Inosuke, no tienes cara de nada, eres Inosuke, y con eso me conformo.

Ya seas hetero o no Inosuke, no busco tener una oportunidad contigo. Quiero seguir siendo tu amigo, si sigues siendo tú mismo, siempre buscaré pasar tiempo a tu lado.

Entonces Inosuke sonríe, parece...¿aliviado? Puedo escuchar su respiración calmada.

—Si sigues diciendo cosas como esas, te pondrás más rojo de lo que ya estás—Me comenta.

Toco mis propias mejillas, y si, estoy ardiendo.

—Inosuke—¿Qué tan mala idea sería confesarme aquí y ahora?—Yo...

—Está bien—Me interrumpe—Si piensas que tengo cara de gay, estás en lo correcto, y si piensas que deberíamos salir no me molesta.

—Oh...—Dejo que mi cuerpo se desmorone—¿En serio? ¡Estoy tan feliz!

Inosuke no se esperaba esa reacción, pues su rostro se colora y sus ojos se abren.

—¡Tampoco lo digas así Kamaboko!

—Es que es verdad, estoy feliz, tengo una oportunidad contigo.

—Que presumido eres a veces—Las mejillas de Inosuke están al rojo vivo—Solo es una cita, tampoco vamos al registro civil.

—Igual estoy feliz.

—¿Vas a poner esa sonrisota cada vez que salgamos?

—¿Osea que saldremos en más de una ocasión?

—¡Eres un cursi!—Inosuke se da la vuelta, muerto de la vergüenza—Nos vemos mañana Tanjisoft.

—Adiós Inocute.

Estaba a punto de darme la vuelta para entrar a casa pero Inosuke me toma del rostro y de inmediato pone sus labios sobre los míos.

Esto está sucediendo demasiado rápido...

...y este es mi primer beso...

...con Inosuke.

Y por supuesto, correspondo.

—Espero que eso baste...—Me dice Inosuke cuando nos separamos.

—No, no bastará—Digo con una sonrisa antes de inclinarme a besarlo.

Nos quedamos unos minutos así, bajo los rayos del sol con el cielo arrebolado. Me siento feliz, y a juzgar por las acciones de Inosuke él también.

—Adiós—Me dice con una leve sonrisa antes de que nos separemos.

—Cuídate.

Entonces él se va, y yo entro a casa. Me siento en el sofá frente a donde está Nezuko.

—¿Mmh?—Nezuko frota uno de sus párpados mientras se sienta, aunque sigue somnolienta—¿Y cómo te fue?

—Pues...—Miro al techo, y sigo sonriendo—No sé lo que ha pasado, pero algo nuevo ha entrado en mi vida.

Y su nombre es Inosuke, ha derrumbado mi muro de dudas; y una cosa nueva llamado amor ha llegado para quedarse.

Fin

(✴)

No estoy segura de como los adapté, así que cualquier critica es bienvenida <3 Escribiré mas de este shipp al igual que de otros shipps, así que con gusto pueden dejarme sugerencias.

Gracias por leer! Vota y comenta si quieres mas historias así ❤（っ＾▿＾）