❌ Capítulo 1 ❌
(Editado beibe)
— Uchiha Akane, yo Hiryuu, te nombro protectora de mis hermanos dragones. Los protegerás y amarás, mientras son guiados por mi reencarnación, que ellos cuidarán. —
— ¿Que?... —
¿Dragones?
¿Protectora?
¿Reencarnación?
¿Que rayos?.... ¿Un genjutsu?
— No es eso que ustedes de aquel mundo llaman, "genjutsu"... Se que estas confundida, querida mía. Pero todas tus preguntas serán respondidas, pero no por mi. Mi tiempo se acabó, nos estaremos viendo en algún momento. Te los encargo, Uchiha Akane. —
— ¿Que? ¡Espera! —
···
Ik-soo se sentía sucio.
Como, muy, muy sucio. Realmente sucio.
Si sus mejillas embarradas, cabello aceitoso y túnica blanca, ahora de un gris no se lo dejaba en claro. El olor que emanaba su cuerpo, se lo decía claramente.
Entonces con un jabón hecho por su lindo y tierno Yoon-kun, y toalla en mano. Fue rumbo fijo hacia la laguna que se encontraba justo debajo de la cascada, donde un arroyo hacía su camino hacia el océano.
En su camino hasta allí, su mente comenzó a revolotear hacia 3 individuos.
Yona, Hak y Yoon.
¿Cómo les estará llendo? ¿Estarán bien? ¿Se reunieron ya con los dragones? ¿Tuvieron graves lesiones? ¿Hubo muchas complicaciones?
Más y más preguntas se arremolinaron por su cabeza, cada una peor que la otra. Estaba preocupado, ya había pasado un mes y no a tenido noticia alguna de ellos.
Puede que los dioses le den el regalo en forma de visiones. Pero no eran específicos y tampoco eran muy seguidos , como concretos.
Cómo una rutina, comenzó a quitarse lo poco de ropaje que llevaba puesto al llegar a su destino, aún perdido en sus pensamientos. El agua fría no hacia mella a aquello. Distraídamente comenzó a pasar el jabón por si cuerpo desnudo, teniendo cuidado aún así con los cortes y hematomas que decoraban su cuerpo, gracias a los tropezones y caídas que tubo recientemente, como anteriormente.
Una vez limpio y perfumado su cuerpo, gracias al jabón , hundió todo su cuerpo ,como cabeza ,debajo del agua. Enjuagando así su cuerpo y limpiando a la vez su cabello grasiento. Al no poder aguantar más la respiración, ik-soo salió hacia la superficie tomando una bocanada de aire que se cortó a medio camino, cuando un gran chapuzón se provocó justo a su lado.
Los pájaros de los alrededores volaron con vigor, cuando un grito poco masculino se escuchó por la zona.
···
Cuando Akane comenzó a despertar, se tomó varios minutos para procesar e evaluar la situación en la que se encontraba.
Lo primero que la golpeó con todas sus fuerzas, era el dolor inmenso que todo su cuerpo sentía, como también el cansancio que este sentía. Una de las razones podría ser la falta de chakra y una de las otras razones podría ser por la última lucha que tuvo con aquel maldito monstruo enmascarado.
Su mente se puso en blanco por unos momentos ante lo último pensado. Para luego, de repente, una avalancha de recuerdos se precipitaran sobre ella.
Gritos.
Itachi.
Mangekyo Sharingan.
Sangre.
Cuerpos.
Masacre.
Sus abuelos.
Hombre enmascarado.
Remolino.
Absorción.
Voz desconocida.
Hiryuu.
Dragones.
Protectora.
Reencarnación.
Oscuridad.
Calidez en su mejilla.
Espera un segundo...
A pesar de que sus músculos protestaran de dolor y su cuerpo gritara con rabia "CANSANCIO", lo ignoro y con un movimiento fluido y rápido, la persona que se atrevía a tocarla ya se encontraba aprisionada debajo de ella, alejando las manos del individuo por encima de su cabeza y con la otra, con gran habilidad, sobre el cuello con kunai en mano.
El individuo ahora reconocido como un masculino con cabello rubio rizado y orbes violaceos, jadeó sorprendido por la rapidez de la mujer enmascarada que en un segundo lo tenía atrapado de esta manera..... vergonzosa y amenazante. Sus mejillas por inercia se tornaron rosa, era una posición realmente prometedora. Además, su yukata mal puesta por el frenesí del momento, dejaba a la vista su pecho desnudo. Pero parecía que la mujer joven no le importaba.
Sus pensamientos vergonzosos se fueron al diablo cuando la miro a los ojos.
Ojos rojos como la sangre lo miraron fijamente, con gran firmeza. Tomoes rabiosos corrían al rededor de su pupila negra como el carbón.
Ik-soo no pudo evitarlo. Se perdió en los ojos de la mujer, olvidando por completo el kunai que amenazaba con cortarle el cuello. Y Akane, bueno. Ella dejo escapar un gruñido de derrota cuando su cuerpo colapsó sobre el cuerpo del ahora, nuevamente, sonrojado y frenético ik-soo.
···
«Pov Ik-soo»
Han pasado 2 días desde que aquella mujer cayó del cielo (literalmente), 2 días desde aquella escena vergonzosa que aún no se me va de la cabeza y hace 2 días que ella se encuentra inconsciente.
Me e dado a la tarea de cuidarla. Lo primero que hice cuando se desmayó fue quitarla de encima y recién darme cuenta de su estado. Estaba muy mal herida. Hematomas decoraban la piel pálida de sus brazos y piernas. Cortes de lo que creo que son de aquel arma blanca que me amenazó con cortarme el cuello,seguramente de algún tercero. Y raspaduras aquí y allá.
Al ver su estado deteriorado, con la poca fuerza que tengo, la levante en mis brazos y la traje a mi humilde morada. Con la minúscula enseñanza en tratar heridas que tuve en algún tiempo atrás, me alegra que mi pequeño Yoon-kun se allá tomado su tiempo para afinar un poco mis habilidades en tratar heridas. Así que con las cosas que Yoon me había dejado antes de irse, trate sus heridas visibles. No tuve el coraje de quitarle la ropa para ver más a fondo. Eso sería....vergonzoso. Pero aún así le quite las vendas que cubrían sus piernas y brazos para cambiarlas. Su máscara no la toque, por algo la usaría y si estuviera en su lugar, no me gustaría que me la quitasen, así que no lo hice. Respeto la privacidad de los demás. Y espero que cuando ella despierte, crea lo mismo.
Una vez hecho todo aquello, seque su cabello y estruje un poco su ropa para que se secara con más facilidad. Cuando esta se secó en su mayoría, la acosté en mi futón y la arrope para que no se resfriara. Y desde allí, sólo me abstuce en alimentarla con jugos de algunos frutos que recolecte de los árboles de la zona. Para que su cuerpo aún estando inconsciente, se nutra y no pierda fuerzas.
Al terminar con mi labor, me dio el tiempo para pensar en las cosas que en estos dos días no e podido pensar.
¿Desde donde había caído?
Porque si literalmente había caído del cielo, entonces no creo que hubiera sobrevivido. Al menos que fuera de alguna manera algún ser divino. Pero no e tenido aquella sensación que e tenido con aquellos que tuvieron alguna bendición o poder divino como los dragones. Esto lleva a que tal vez no haya caído de muy alto, pero eso sería imposible. Ya que hubiera parecido de la nada..... sinceramente no se que pensar sobre esto.
Sus ojos....
Creo que es lo que más destacó de toda esta situación. Jamás en mi vida e visto unos ojos como los suyos. Rojos como las mismísima sangre, con esos extraños símbolos girando como locos al rededor de su pupila. Creo que si no me equivoco, esas pequeñas formas eran tomoes.
Esos ojos además de hermosos y extraños, contenían una oscuridad inmensa, pero de aquella oscuridad deprimente. Como si esos ojos hubiera visto muchas cosas tristes, malas....
Como si hubiera visto la suciedad del mundo. De las personas.
Hubiera seguido analizando más sobre esta situación y sobre esta extraña y fascinante mujer, pero al entrar a mi casa luego de los rezos matutinos , pidiendo el bien estar de todos y tratando de preguntarle a los dioses sobre esta mujer (del cual no e tenido respuesta alguna, lo que no me sorprende), me e encontrado con algo....¿como describirlo con simpleza?.
Desgarrador.
Allí sentada en mi futón, despierta, se encontraba esta extraña mujer de cabello azabache. Mirando a la nada misma con sus sorprendentes ojos dorados oscuros (no rojos, sorprendentemente. Lo que me lleva a pensar que tal vez fue todo imaginación mía, pero rápidamente lo descartaría, ya que seré un poco torpe, pero se lo que había visto.)inundados en lágrimas, las cuales rebosaban de ellos como cascadas. Como si fuera hace mucho tiempo que los retenía y estos tan solos no lo soportaban más.
Quede congelado por la vista, no sabría describir el sentimiento que sentí en estos momento.
Parecía que a pesar de estar en su propio mundo, me había escuchado, ya que levantó su ojos para chocar con los míos. Me veía con tanta profundidad que caí en un abismo.
Entonces lo supe.
Supe todo.
No lo pude soportar y caí de rodillas llorando y sollozando, como nunca lo había hecho en toda mi vida.
Y ella sabía que de alguna manera yo....
Pude ver todo su sufrimiento y felicidad.
Su deber en este mundo y su resignación en aceptarlo.
La pérdida de su vida y el comienzo de una.
Lo tanto pérdida que se sentía.
Todo...
Absolutamente todo.
Y dolía, dolía tanto que no lo pude soportar y caí en la inconsciencia.
···
«Pov normal»
Las semanas pasaron y la relación entre Ik-soo y Akane , poco a poco comenzaba a hacerse más estrecha. Hubo complicaciónes como en cualquier relación que recién se comienza y más aún cuando en esta relación una de las personas esta rota, pérdida. Fue duro de sobrellevar para Akane, había perdido absolutamente todo lo que le quedaba en un solo día y en ese mismo día la transportan a otro mundo con un deber que con perezosa resignación aceptó. Sencillamente no tenía elección alguna y era algo que la cabreaba hasta más no poder, pero al conocer las historias de este mundo y lo importante que es este deber obligatorio que se le ecomendo del más allá. Se resignó.
Akane no lo admitirá tan abiertamente, pero le había tomado cariño al torpe sacerdote(cosa que el podría ver con sus acciones: curandoló con esa habilidad que ella llama "ninjutsu médico" cuando se tropieza, trayendo comida, como plantas medicinales , acompañandolo en sus rezos, etc). Porque no sólo estuvo para ella en esta situación que sin duda la hubiera llevado al extremo del suicidio, si no que de alguna manera, el la entendía. No se necesitaron palabras para explicarse en palabras como se sentía o como era su situación, el la sentía. Porque su corazón revosaba de empatía y amor.
Ella decidió quedarse con el, una elección demasiado obvia que le tomó algún tiempo en admitir. Una decisión de la cual no se arrepiente.
Así que si, ambos sabían que tendrían y tienen una amistad muy hermosa.
— Entonces mañana te irás, ¿Eh?— la forma en la que pronunció esa oración el sacerdote, dejaba en claro a Akane se encontraba triste por su partida. Entonces con un pequeño suspiro saliendo de sus labios tapados, Akane se sentó en frente de el para mirarlo directamente a los ojos, dejando que así los rayos del atardecer se reflejarán en su suave expresión. Transmitiendo de alguna manera a Ik-soo, tranquilidad y calidez.
— Mmh, así es. — dijo suavemente Akane sin quitar sus ojos dorados de los violetas de su amigo. — No tardaré mucho, tal vez una semana como máximo, tengo que adaptarme a este nuevo mundo. Estando aquí no podría hacerlo. Y sobre todo debo de informarme, lo que tu me has dicho, no responde a muchas de mis preguntas y lo sabes. — Ik-soo asintió con pesar, bajando la mirada con tristeza al no ser de gran ayuda para su querida amiga. Tal vez si no fuera tan torpe y más inteligente, tal vez.... un golpe en su frente lo sacó de su autodesprecio provocando que un pequeño quejido salga de sus labios y por inercia se llevaba una se su manos en la zona afectada, la cual no dolía, pero el siempre fue dramático. Su vista se encontró con dos dedos bajando de su frente y un ceño fruncido.
— Se lo que estás pensando Ik-soo-baka y si lo vuelves a pensar, la próxima vez te daré un golpe en la cabeza, entiendes?— el nombrado asintió rápidamente. Sus golpes dolían como la mierda. Akane suspiro resignada cerrando sus ojos unos momentos para luego volver a abrirlos dejando ver aquel brillo en ellos que muy pocas veces ik-soo tuvo el privilegio de admirar. — Se lo que quieres hacer, sólo hazlo.— Y no lo pensó ni dos veces.
Akane recibió con los brazos abiertos al afectuoso abrazo de su rubio amigo. Pasaría un tiempo sin verlo y ella también lo necesitaba, pero siendo la orgullosa Uchiha Akane, no lo admitiría.
Ik-soo la abrazo con fuerzas, enterrando su rostro en el cuello de su acompañante. La extrañaría , pero sabía que volvería. Tenía que hacerlo. Así que disfrutó de este momento, porque sabía que cuando abriera los ojos al día siguiente, se encontraría sólo nuevamente.
···
Estoy orgullosa de mi misma. Espero que lo hayan disfrutado.
\( — w — ;)\
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