Capítulo XXXVII: El festival escolar (Parte 1)

“No”.

“Vamos, dilo otra vez”.

“No”.

“Por favor, solo uno y ya”.

“No. Ya lo repetí como 100 veces y es muy vergonzoso para mí”. Suspiré cansado.

“Por favor, Kai-kun”. Nino tomó mi mano y me dio una mirada suplicantemente tierno. “Por mí, ¿si?”.

“Odio cuando haces eso, princesa”. Dije intentando resistir esa mirada, pero no pude. “Bien. ¡Una vez más y eso sería todo!”.

“¡Sí, sí, la última, lo prometo!”. Nino me soltó mientras esperaba ansiosa lo que iba a decir.

Bueno, es mejor terminar con esto rápido.

“Escúchame, Nino”. Tomé su mano y le di una sonrisa amorosa que moja bragas y provoca sangrado nasal. “No importa lo que nos pase… no importa que tan lejos estemos el uno del otro… o lo que nos suceda en el futuro… siempre estaré a tu lado. Siempre estaré ahí para ti, preciosa. Ya sea como tu amigo… o como tu novio”.

“¡¡KYAAA!!”. Nino chilló tan fuerte mientras se soltaba de mi agarre para sostenerse las mejillas con una sonrisa en su rostro. “Que romántico”.

“Que poca fuerza de voluntad tengo”. Me maldije mientras me sentaba en el sofá de mi casa, con Nino sentándose a mi lado.

A pasado un tiempo desde que me 'declaré' a Nino en el hospital y las cosas parecen estar yendo bien. En primer lugar, le conté a ella y al resto de las Nakano todo sobre mí, desde ser un agente de Kingsman, hasta estudiante del Doctor Strange.

Agradecí al cielo que ella y sus hermanas me hayan aceptado y aún quieren ser mi amigo.

Tuvimos citas, 'pequeños' besos, y otras cosas de parejas.

Supongo que las cosas estaban yendo de viento en popa.

Sin embargo, hay algo que Fuutarou y yo descubrimos: Ichika dejará la escuela para concentrarse en su trabajo de actriz.

Fue una noticia que nos dio el señor Mauro mediante teléfono, diciéndonos que ya no necesitamos enseñarle.

A Fuutarou no le gustó eso, por lo que hallará la forma de enseñar a Ichika incluso si ella se va a la otra parte del mundo.

Por suerte existe las clases en línea, así ella no tendrá que dejar sus estudios.

“Ven aquí, pequeño”. Mi oso se acercó a Nino. Y como un cachorro, se dejó consentir y acariciar.

Esa es otra noticia que no les conté. Nino ha estado viniendo a mi casa casi todos los días.

No me molesta si soy honesto, pero siento que se está adueñando de mi casa. Trajo una pijama suya extra a pesar de que no duerme aquí, usa mi cocina para prepararme el almuerzo, puso fotos de nosotros en los muebles. ¡Incluso mi oso la adora!

Solo falta que su nombre esté en el título de propiedad.

“¿Quién es un gran chico? Tú. Sí, tú”.

Tan sólo podía mirar con celos como mi oso era acariciado por mi novia.

¡Sus caricias deberían ser para mí!

Nunca me había cuenta de lo celoso que podía ser con ver lo que estoy viendo.

“Muy bien”. Aplaudí, haciendo que Nino detenga sus caricias hacia mi oso, quien me miró con odio. “¿Qué te parece si tenemos una tarde de películas? Ya sabes, acurrucados en el sofá debajo de una manta, comiendo palomitas de maiz y uno que otros besos”.

“¡Me parece buena idea!”. Sonriendo, Nino se levantó del sofá, dejando a mi oso ahí. “Me daré un baño y luego me cambiaré por una ropa más cómoda”.

“Yo aquí te espero, princesa”. La vi yendo a mi habitación, donde tiene guardada su ropa extra en mi armario. Y luego me giré hacia mi mascota, quien me miró con rencor. “Lo siento, amigo… pero todo se vale en la guerra y en el amor. Y el amor de Nino es mío y solo mío”.

“GRRR”. Me gruñó en respuesta.

“¡¿Cómo que perdedor?! ¡Recuerda quién trae el salmón a la casa!”. Mi oso bufó y yo solo sonreí en victoria. “Hmph, eso pensé”.

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Otra vez comenzó la escuela, la prisión de los jóvenes. Y con ella, la planeación del festival escolar.

Yo diría que fue un desastre.

Dos bandos, una de hombres y otra de mujeres, discutían por lo que venderían para el festival, Takoyaki o panqueques respectivamente.

Y como no hubo un acuerdo, resultó que harían ambos en diferentes puestos.

“Que dolor de cabeza”. Frotándose las sienes, Fuutarou ya podía sentir el estrés inundando su cuerpo.

“No puedo creer que casi se forma una guerra civil por solo una comida”. Suspiré con frustración mientras me dejaba caer perezosamente en mi silla. “¿Y dónde están las líderes de los dos bandos?”. Me refería a Miku, quien está en el lado de las mujeres, y Nino, quien está en el lado de los hombres.

“No lo sé, pero debemos organizar los lugares donde estarán los puestos. Yotsuba llegará aquí en breve”.

“Bueno…”. Me levanté una vez más. “Iré a buscarlas”.

Salí del aula en donde estábamos y me dispuse a buscarlas. Si tuviera que adivinar, estarán juntas y agotadas por la situación en la que están.

Es mejor que estén juntas en esta situación.

Tras varios minutos de búsqueda, las encontré sentadas en las gradas. Estaban conversando de algo que no pude escuchar debido a la lejanía de donde estaba.

“Miku, Nino, con que aquí estaban”.

“Kai, ¿qué sucede?”.

No respondí la pregunta de Miku ya que mis ojos estaban concentrados en tres compañeras de clase que veían a Nino con el ceño fruncido. Pero cuando aparecí, ellas se dieron la vuelta y se fueron.

“¿Kai?”.

“Ah, nada. Solo me preguntaba en donde estaban y me dispuse a buscarlas”. Mentí antes de sentarme detrás de ellas. “¿Cómo se sienten con respecto a esto?”.

“Ugh, no quiero hablar de eso”. Dijo Nino con frustración.

“Yo tampoco”. Añadió Miku.

“Y no saben lo que pasará en la ceremonia de apertura”. Una sonrisa apareció en mi rostro mientras miraba a dos de las quintillizas. “Han hecho un sorteo en el salón para que una de ustedes tendrá que participar como idol y cantar en el gimnasio”.

“¡¡¿QUÉ?!!”. Exclamaron ambas chicas en shock.

“¿Y quién fue seleccionada?”. Preguntó Miku con temor.

“Pues…”. Me levanté de mi asiento y comencé calentar las piernas. “Nino fue la ganadora por un voto. ¡Felicidades!”.

“¡¡¿QUÉ?!!”. Exclamó la nombrada mientras su hermana suspiraba de alivio. “¿Y quién fue que votó de más?”.

“¡Fui yo! De nada”. Aprovechando su estado en shock, corrí lo más lejos posible de ella. Y unos segundos después, ella empezó a perseguirme.

“¡¡KAI-KUN…!! ¡¡VUELVE AQUÍ!!”.

“¡¡NI LOCO!!”. Me reí abiertamente y sin dejar de correr.

“¡¡ESTÁS MUERTO UNA VEZ QUE TE ATRAPE!! ¡¡MUERTO!!”.

“¡¡ESTO ES VENGANZA POR LO DEL OTRO DÍA!!”.

“¡¡TE MATARÉ!!

“¡¡A SENTONES, ¿VERDAD?!!”.

“¡¡AAAHHH!!”. Gritó con la cara completamente roja de vergüenza.

Voy a dejar que su ira se dirija hacia mí por un momento y luego la recompensaré con una cita al cine de su película favorita.

Y mañana iré a hablar con esa chica que estuvo mirando a Nino con malos ojos. No sé qué está pasando entre ellas, pero lo averiguaré.

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Al día siguiente me encontré con esas tres chicas. Su líder es una que tiene tres ganchos que sostienen el mechón en su cabello y que es la principal autora de todo esto.

Cuando me explicaron su motivo, no pude evitar sorprenderme y confundirme al mismo tiempo.

“Déjenme ver si entendí…”. Me froté las sienes y luego suspiré. “Nino… que a pesar de ser una chica, está en el lado de los chicos. Por lo tanto, ella debería estar seduciendo a uno de los chicos, ¿me equivoco?”.

“E-es correcto”. Afirmó la líder con angustia. “Ella debe estar seduciendo a Yuusuke-kun. Y si estoy en contra de Nino-chan, no tendré posibilidad alguna”.

“Ya veo, ya veo”. Asentí unas cuantas veces, entendiendo lo que cree. Aunque no tengo ni idea de quien sea Yuusuke, debo aclarar esto. “Chicas… esto es un gran malentendido”.

“¿Eh? ¿Por qué dices eso?”.

“El chico en la que Nino está interesada no está en el equipo Takoyaki, eso se los puedo asegurar”.

“¡Esa no me la creo! ¡Es muy sospechoso que ella quisiera estar en ese grupo si no fuera por Yuusuke”.

“Oigan sé que ella no está interesada en él, quien quiera que sea… porque el chico que le gusta… ¡soy yo!”. Confesé.

“¡Pfft! Pues claro, duh. A todas nos gustas tú”. Dijo como si fuera algo obvio

“¿Eh? Espera, creo que no me entendiste…”.

“Oh, espera… tal vez es el primer enamoramiento de Nino-chan hacia él”. Una de sus amigas me interrumpió para poder decir esa teoría.

Bueno, no se equivoca, pero…

“Eso lo aclara todo, quiere sorprenderlo con sus habilidades culinarias”. La jefa golpeó el puño con su palma con sorpresa antes de mirarme con empatía. “Me da lástima por Nino-chan ya que la vas rechazar, trata de ser suave con ella, ¿si?”.

“¿Okey…?”. Es un malentendido, pero por supongo que les seguiré el juego. No quiero discutir con ellas por el resto del capítulo. “Entonces… ¿todo bien con ella?”.

“¡Claro! Si eso es todo, nos debemos ir y disculparnos con ella. Nos vemos, guapo”. Con un guiño de ella y sus amigas, se despidieron de mí, dejándome aquí solo sin entender lo que sucedió.

“Supongo que ya solucioné el problema… o eso creo”. Murmuré para mí mismo.

A veces creo que las cosas pueden resolverse solo sin mi presencia.

CONTINUARÁ

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A pocos capítulos de terminar. Sin duda siento que estoy decayendo en esta historia, ya que quiero hacer una nueva historia de las quintillizas. Tan solo quiero terminar con esta tan pronto como pueda.

Eso es todo Chao chao.

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