Capítulo XXXIII: Un viaje a la playa
Tener vacaciones es genial. Dejas de preocuparte por los estudios, y lo único que te preocupa es si tu mamá no te obligará a limpiar la casa.
Sin embargo, mis vacaciones fueron diferentes.
“¿Cuántas veces voy cociendo tus heridas, Kainii-chan?”. Raiha suspiró mientras cerraba su bolso de costura.
“Como… ¿seis?”. Respondí tímidamente, pero sólo recibí su mirada severa. “…Nueve”.
Fui a la casa de los Uesugi para que la pequeña Raiha me cosa una herida abierta en el brazo que me hizo un sujeto que intentaba matar esta vez a Ichika.
Desde que los conocí estando yo en mal estado, Raiha ha usado su talento de cocer para cerrar mis heridas. Es increíble lo que una niña puede hacer a su corta edad.
“¿Por qué no fuiste al hospital del señor Nakano a que te cure esa herida?”. Fuutarou, quien estaba estudiando como siempre, me preguntó.
“El trabajo que me dio para proteger a sus hijas no ofrece seguro”. Respondí mientras volvía a ponerme la camisa y veía que Raiha tenía un libro en sus manos. “Oh, ¿qué traes ahí, Raiha?”.
“Esta mañana encontré este libro debajo del futón de onii-chan”.
“Haber”. Pedí y Raiha me lo entregó. Al leer el contenido, me sorprendí tanto que no podía creerlo. “¡¿'Guía de romance para chicos de preparatoria'?!”.
“S-se equivocan”. Fuutarou negó.
“¡No puedo creer que has estado leyendo en secreto este tipo de cosas! ¡Estaba muy sorprendida!”. Raiha tenía estrellas en los ojos.
“¡¿Fuutarou está enamorado?!”. Miré a mi amigo con sorpresa. “Y yo creí que eras un ser sin emociones!”.
“¡¿Verdad?!”. Hasta este punto, Raiha ya estaba hasta con su mechón en forma de corazón, lo que hizo sudar a Fuutarou.
“¡T-te equivocas! ¡Kai me lo regaló… y de casualidad lo dejé debajo del futón!”.
“¡No me metas en esto, cabeza de champiñón!”.
“Estuve preocupada porque has estado encerrado en casa desde que empezaron las vacaciones”. Los tres miramos la pila de libros esparcidos en sobre la mesa. “¡Ya sé! ¡Vayamos ahora mismo a ver a Itsuki-san!”.
“¿Eh? ¿Por qué? No lo hagas. Les dejamos tarea y durante las vacaciones de verano me estoy tomando un descanso de ser su tutor. ¿Por qué tengo que tomarme las molestias de ir a verlas?”.
“Además, yo las veo casi a diario”. Añadí tomando una lata de soda del refrigerador.
“¿Qué tal el próximo domingo? ¡Vayamos a la playa!”. Propuso emocionada. “E invitemos a Itsuki-san y las demás”.
“Tengo turno en la pastelería”.
“¡Cielos!”. Raiha hizo un puchero adorable. “En ese caso, tal vez puedas ver a Nino-san, Kainii-chan”.
“¿Eh? Pero yo no trabajo ahí regularmente”. Además, veo a Nino siempre mientras las vigilo.
*Ring Ring*
El teléfono de la casa empezó a sonar, por lo que Fuutarou fue a contestar.
“¿Residencia Uesugi?… ¿Jefe?…Sí, Kai está aquí”. Volteó a mirarme, indicándome que me acerque.
“Aquí Kai”.
“Espera, pondré el altavoz”.
“Que bien que estén los dos estén juntos, tengo malas noticias. Lo lamento, pero creo que la tienda estará cerrada por un tiempo”.
“¡¿Eh?! ¿Qué paso?”. Fuutarou preguntó alarmado.
“Tuve un accidente en moto y ahora estoy en el hospital. Tardaré un tiempo en recuperarme, así que les aviso con anterioridad para que no vayan”.
“Ya veo. Recupérese pronto, iremos a visitarlo cuando podamos”. Avisé antes de que Fuutarou colgara.
Cuando nos dimos la vuelta, Raiha nos estaba sonriendo alegremente.
“Ahora si podemos ir a la playa”.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
~Domingo~
“¡Es el mar!”. Declaró Raiha vistiendo un traje de baño escolar.
““Sí…””. Dijimos Fuutarou y yo con aburrimiento.
“Listo. Base de operaciones instalada”. Anuncié al poner la sombrilla en la arena.
“Muy bien, descansaré aquí”. Dijo Fuutarou a punto de echarse sobre la toalla.
“Oh, no, no lo harás. Cuando estás en la playa debes nadar”. Dijo Raiha jalandolo de la mano. “Kainii-chan, ayúdame”.
“Sí”. Rápidamente agarré a Fuutarou y lo cargué como saco de papas sobre mi hombro. “¿Quién quiere verlo metido en el agua?”.
“¡Yo!”.
“¡Yo no!”. Exclamó Fuutarou mientras se retorcía de mi agarre. “¡Ya entendí, iré a disfrutar del verano! ¡Ahora bajame!”.
“Okey”. Sin cuidado alguno, lo dejé caer bruscamente en la arena.
“Gracias”. Dijo con la cara amortiguada en la arena.
“¿Qué es esto? ¿Ustedes también vinieron?”.
Una voz se escuchó detrás de nosotros. Raiha miró con emoción pensando que eran las chicas, pero se llevó una gran decepción.
“Oh, pero si es Uesugi y Whitmore”. Dijo Maeda.
“Ha pasado un tiempo”. Saludó Takeda. “¿Están disfrutando del verano?”.
“Nop”. Respondió Raiha con una sonrisa, lo que puso en shock a los dos.
“No puede ser… ¿los dos vinieron juntos?”. Preguntó Fuutarou mientras se levantaba de la arena.
“¿Qué? ¿En serio? Rezaré por su felicidad”.
“¡¡CLARO QUE NO, IDIOTA!!”. Maeda me gritó. “¡Vinimos con el resto de compañeros de nuestra clase!”.
“¿Acaso no recibieron un mensaje sobre ello?”. Preguntó Takeda.
“Ahora que lo dices, tengo un tiempo que no he visto mi teléfono”.
“Tampoco el mío”. Ya que se destruyó con el último mercenario que peleé.
Detrás de los chicos, nuestros compañeros de clase llegaron vistiendo sus trajes de baño. Y como siempre, las miradas de las chicas se posaron sobre mí.
“Genial”. Resopló Maeda con fastidio. “Nosotros 3 juntos hicimos más guapo a Whitmore”.
“Olvídalo, ¿si? Más bien, disfrutemos de la playa”. Dije con nosotros uniéndonos a nuestros compañeros.
Que bueno que Nino no está con nosotros o ya habría un baño de sangre aquí.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Existe muchas opciones de jugar en la playa. Una de ellas es romper la sandía.
Aunque en este momento Fuutarou y yo jugábamos esgrima con los palos.
“Mi nombre… es Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”. Con un acento español mal pronunciado, Fuutarou tenía una pose de espadachín.
“Mi nombre es Darth Vader. ¡Yo soy tu padre! Prepárate a morir”. Dije golpeando mi palo con el suyo. (NoHomo).
“Ya basta de jugar”. Takeda nos interrumpió poniendo una banda sobre los ojos de Fuutarou. “Ahora vas a partir la sandía”.
“No veo nada”.
“Ese es el punto”. Dije dándole vueltas hasta que se mareó. “¡Vamos, Fuutarou! ¡Parte la sandía!”.
“¿Dónde está?”. Preguntó desorientado.
“¡A la izquierda!”.
“¡No, derecha!”.
“¡Mentira, es la izquierda!”.
“¡Un poco más adelante!”.
“¡¿Dónde estoy exactamente?!”. Preguntó acercándose peligrosamente a Maeda, quien actualmente estaba con el cuerpo enterrado en la arena.
“Jajaja”. Me reí al ver la expresión de miedo de Maeda. “Oye, Raiha, ¿quieres ir a surfear conmigo?”.
“¡Sí! ¡Vamos!”. Sonreí cuando le parecía divertida la idea de surfear por primera vez.
Lo primero que hicimos fue alquilar una tabla de surf, ya que no traje la mía conmigo.
El mar es algo tranquilo, pero las olas son buenas y no parecen ser mortales, por lo que era excelente para surfear.
“Muy bien, Raiha, ¿estás lista?”. Pregunté mientras daba brazadas lentas en el agua.
“¡Muy lista!”. Afirmó sentada sobre la tabla mientras sostenía un palo de selfie con mi teléfono en ella.
“No lo olvides, mantén los pies firmes sobre la tabla, no pierdas el equilibrio y graba bien”. Dije cuando noté que una ola empezaba a formarse detrás de nosotros. “¡Ahí vamos…!”.
Montamos la ola y me aseguré que ella estuviera equilibrada sobre la tabla mientras nos grababa al pasar sobre el tubo de agua.
“¡¿Te diviertes, Raiha…?!”. Pregunté en voz alta para que me escuche.
“¡Sí…! ¡Es increíble, Kainii-chan!”. Exclamó emocionada mientras seguía grabando.
Será un buen recuerdo para ella cuando crezca.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
El día pasó divirtiéndonos en la playa. Las chicas se encariñaron con Raiha y la trataron bien. Además, muchas de las féminas me pidieron que monte las olas con ellas (y otras que las monte, pero me negué).
Logramos enterrar a Fuutarou en la arena y Maeda fue golpeado en la cabeza por un palo.
Fue un gran día.
“Uesugi, sigue doliendo, ¿sabes?”. Maeda se llevó la mano a la frente donde tenía un parche para cubrir su moretón.
“Ya te dije muchas veces 'lo siento', ¿o no?”. Repitió con Raiha durante en sus piernas.
“¿Te sigues quejando de eso? No es muy masculino de tu parte”. Dijo una compañera que estaba llegando junto con Tanaka (me olvidé su nombre otra vez). “Aunque me hizo reír al momento, eso fue divertido. Y me alegra que también te divirtieras, Uesugi-kun”.
“¿Eh? ¿Me estaba divirtiendo?”. Fuutarou preguntó confundido.
“¡¿No te has dado cuenta?!”. Pregunté exaltado.
“……”.
“Vamos a encender unos fuegos artificiales, ¿quieren venir?”. Nos invitó Takeda.
“Nah, me voy a casa. Raiha está muy cansada”.
“Y yo tengo asuntos que hacer mañana temprano”.
“Aún así, dales las gracias a todos de mi parte”. Pidió Fuutarou.
Takeda y yo nos sorprendimos.
“Es una sorpresa escuchar eso de ti. Y pensar que te volverías tan amistoso con la clase”. Dijo Takeda.
“¿En serio? ¿No era así desde el inicio?”.
“Bueno, no”. Dijo Maeda.
“Te conocían como el monstruo de los libros en ese entonces, ¿lo olvidaste?”. Pregunté. “Es obvio que quienes te hicieron cambiar”.
Eso es algo que me pone un poco celoso. Ellas lograron cambiar a Fuutarou, algo que yo no hice en todos estos años que lo conozco.
Aunque eso me alegra.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
“Hmm, entonces se mudaron. ¿Y es por eso que no fueron a la playa?”. Preguntó Raiha a través del teléfono.
Raiha estaba hablando con Itsuki, debido a qué quería saber el motivo de no haberla visto junto a sus hermanas en la playa.
“Sí. No esperaba que ustedes tres fueran. Me disculpo por no avisarte”.
“¡¿Está ahí Kai-kun?!”. Claramente esa era la voz de Nino desde lejos. Y por lo que parece, no se oye muy contenta. “¡Quiero hablar con él! ¡No me contesta el teléfono!”.
Raiha me miró y yo en silencio le pedí que no le dijera nada. Sería malo para mí.
“¡¿Es Raiha-chan?! ¡También quiero hablar con ella!”. Por suerte, la voz de Yotsuba me salvó. “¡Por cierto, felicidades por llegar a la secundaria!”.
“¡Yupi! ¡Gracias!”.
“Kai, t-t hermana te llama”. Fuutarou me entregó su teléfono.
“¿Eh? ¿Lucy?”. Pregunté confundido mientras tomaba su teléfono. “Lucy, ¿cómo es que tienes el número de Fuutarou?”.
“……”.
“Ya veo, se lo pediste a Raiha”.
“……”.
“E-espera, ¡¿qué?! ¡Tienes que estar bromeando! ¡Es muy repentino!”.
“……”.
“¿No puedes cambiar la fecha? No sé, ¿cómo para en 50 años o cuando termine este fic?”.
“……”.
“¡Bien, bien! Te llamaré cuando logre la confirmación, ¿okey? Te amo, adiós”. Colgué la llamada para luego suspirar pesadamente. “Cielos”.
Cuando terminé la llamada, vi a Fuutarou hablar por teléfono con Itsuki. Parecía algo avergonzado.
“Tengo algo que proponerles. Si no quieren… entonces… está bien si dicen que no. No importa”. Hizo una pausa larga hasta que finalmente habló. “¿Quieren ir a la piscina?”.
“¡¿T… TÚ NOS ESTÁS INVITANDO?!”. Gritó Itsuki fuertemente en el oído de Fuutarou.
“¡Mi oído!”. Se apartó cuando sus tímpanos parecían haber explotado, así que tomé el teléfono.
“Hola, Itsuki, soy Kai”. Saludé a la chica de las estrellas.
“Oh, hola, Kai-kun. Nino quiere hablar contigo, pero por la forma asesina que me mira, creo que no le daré el teléfono”.
“Sí, lo sé, pero ahora necesito hablar con todas ustedes, así que ponme en altavoz”.
“Ya estás en altavoz”.
“Okey. Escuchen, cambio de planes. En vez de ir a la piscina… ¿qué les parece ir a Hawaii?”.
“……”.
“¿Hola? ¿Chicas?”.
“……”.
“¿No hay señal?”.
“¡¡¿HAWAII?!!”.
“¡Ay! ¡Mis hermosos tímpanos!”. Chillé y caí al suelo.
Pues parece que habrá un cambio de planes en nuestras vacaciones.
CONTINUARÁ
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top