Capítulo I: Soy Kai

¿Qué tan raro es ver a un joven de tatuajes en los brazos y cabello negro patinando por las calles mientras era perseguidos por un grupo peligroso Yakuzas con tan solo un skateboard y una mochila en su espalda?

Pues es muy raro, pero no imposible de ver, ya que ese joven soy yo.

Tal vez deba presentarne para que sepan quién soy exactamente, ¿no creen?

Soy Kai Whitmore, un joven hawaiano que vive en Japón desde los 10 años. Me mudé aquí desde que un accidente trágico dañó mi corazón y donde murió mis padres.

Estaba de vacaciones y ahí es donde ocurrió la tragedia. Fue una suerte que una persona a quien actualmente admiro me haya salvado y me enseñara a seguir con vida mediante magia.

Así es, magia. A mí también me pareció extraño e irreal, pero lo vi por mis propios ojos.

Hablemos de un tema aparte. A petición de mi hermana, decidí quedarme a vivir aquí para seguir con mis estudios. Ella se llama Lucy Whitmore. Sí, sé que suena como la actriz de la película "Como si fuera la primera vez", pero es pura coincidencia. Ya que ella no sufre de una enfermedad mental, su novio no es el genial Adam Sandler y está en la universidad de Honolulu siendo un par de años mayor que yo.

En fin, ¿en dónde estaba? Ah, si. Tras ciertos sucesos que luego les contaré, estoy siendo perseguido por estos Yakuzas tras robar cierto libro antiguo que contiene magia oscura y prohibida. El líder lo tiene sólo como colección, lo que fue bueno que no descubra el poder que tiene ese libro.

Infiltrarme en su fortaleza fue fácil, el verdadero problema fue salir sin que nadie se diera cuenta. Ya que nadie debe saber que existe la magia, tuve que ser un espía e ingresar al lugar.

Lástima que la infiltración no es mi fuerte.

"¡Atrapenlo!" Gritó uno de los Yakuzas que corría junto con sus compañeros.

"¡¿Crees que no lo estamos intentando, idiota?!" Preguntó enojado por su amigo.

"¡¿Por qué están gritando cuando deberíamos atrapar a ese mocoso?!" Gritó otro de ellos.

"¿Está bien que gasten energía en una persecución?" Pensé arqueando una ceja en confusión. "Pero debo admitir que están en forma si siguen persiguiéndome por más de media hora"

Ya empecé a cansarme de esta persecución ridícula. Ósea, tienen armas y no pueden usarla porque eso atraería a la policía. No son tan tontos como pensé.

Por como está mi aspecto, la gente que pasaba por las calles creían que era un ladrón o un delincuente

Doblé en una esquina tras otra para despistarlos momentáneamente y tener tiempo para ocultarme de ellos.

Frente a mí, encontré una cafetería con mesas al aire libre. Perfecto.

Avance más rápido y con un salto, pateé mi tabla hacia los arbustos atrayendo la mirada de unas chicas que estaban en una mesa. No presté mucha atención porque debía ocultarme rápido o estoy muerto.

Ignorando sus miradas, me quité las mangas tatuadas de mis brazos, pues eran parte de mi disfraz. También me quité la peluca negra, revelando mi cabello rubio no tan largo para ocultar una parte de mi cara.

Para ocultar mi mochila, tan solo saqué el libro y le di la vuelta mostrando un color diferente a la mochila actual. Guardé otra vez el libro, las mangas y la peluca dentro, y lo dejé en el suelo mientras tomaba la carta del menú y lo leía casualmente.

Fijé levemente mi mirada a las chicas, quienes parecían confundidas por lo que hice. No le presté más atención y le pedí al mozo un café. Justo en ese momento, el grupo de Yakuzas aparecieron frente a nosotros y veían a todos lados para ver donde me había ido.

"No pudo haber ido tan lejos" Comentó en un susurro uno de ellos frente a mi mesa. "Tal vez siguió al frente y esté cerca"

"Encuentrenlo, ahora" ordenó otro mientras intentaba recuperar el aliento.

Los demás acataron sus órdenes y siguieron en la búsqueda, quedando solo ese sujeto.

"Si tan solo supiera que está frente a su nariz" Pensé en el momento en que el mozo vino con mi café. "Gracias"

Mi voz hizo que el yakuza me mirara por curiosidad, pero solo fingí ignorancia. Entrecerró los ojos unos segundos y después negó con la cabeza.

"Oye, niño, ¿viste a un mocoso con una patineta pasar por aquí?" Me preguntó luciendo intimidante.

"¿Un chico que tiene muchos tatuajes en los brazos" Pregunté.

"Sí"

"¿Qué tiene el cabello negro como la noche" Volví a preguntar

"Sí"

"Y que tiene una mochila exactamente igual a está, pero de otro color?" Pregunté levantando mi mochila del suelo y mostrándola.

"¡Sí!"

"No lo he visto" Negué con la cabeza de forma burlona, haciendo reír a las chicas que habían escuchado.

Pero esas risas se cortaron cuando el Yakuza me levantó de la silla al agarrar el cuello de mi camisa.

"Pequeña mierda, ¿te crees gracioso?" Preguntó enojado por la broma.

"L-lo siento, solo fue un chiste" Respondí asustado aunque sólo era una actuación. "A decir verdad, lo vi yéndose hacia el centro. Debería buscarlo antes de que lo pierda"

"Grr... ¡ese mocoso!" Gruñó, soltando mi camisa y haciendo que caiga bruscamente a mi asiento. "Va a sufrir por eso"

Sin darme las gracias, el sujeto se fue hacia el centro mientras llamaba a sus compañeros para que se reencuentren.

Cuando desapareció, tan sólo dí una pequeña risa victoriosa mientras me levantaba de mi asiento, dejaba el dinero por el café, la propina y tomaba mi mochila. Saqué mi teléfono y llamé a mi amigo.

"Oye, Wong... me debes una, ¿eh?" Dije para luego colgar e irme del lugar. "Honestamente deberían pagarme más"

"¡Oye! ¡Olvidaste tu patineta!"

Me detuve al instante y me dí la vuelta, viendo a una chica de cabello corto liso de color naranja con una cinta atada en la cabeza en forma de orejas de conejo. Había sacado mi patineta de los arbustos y lo tenía en sus manos.

Honestamente me había olvidado de ella. Pero supongo que puedo divertirme con esa chica con un truco.

"Ah, no te preocupes por ella" Dije, llevándome mi mano detrás de la cabeza. "Es una patineta mágica después de todo"

"¿Una patineta mágica?" Preguntó ladeando la cabeza muy confundida.

Las otras cuatro chicas me miraban como si hubiera dicho algo muy estúpido, pero las ignoré.

"Te enseñaré. Toma los dos extremos de mi patineta con ambas manos y trata de aplastarlo rápidamente"

"¿Huh? E-está bien"

Se veía dudosa de mis palabras, pero parecía que iba a hacerlo. Con todas sus fuerzas, ella aplastó la patineta con sus manos, haciendo un sonido de aplauso.

Tanto la chica como las demás, abrieron sus ojos sorprendidas de ver que desapareció.

"¡¿Eh?! ¿Dónde está?" Preguntó mirando a todos lados y luego sus manos. "¿Acaso lo destruí con tanta fuerza que lo hice papilla?"

"¿Qué? No" Negué con la cabeza antes de juntar mis manos y luego separarlas, haciendo que la patineta esté conmigo.

Y otra vez los ojos de las chicas se abrieron como platos.

"Por eso te dije que es mágica. Tanto solo volvió a mis manos" Comenté dejándola en el suelo. "Bueno... ya debo irme. Espero que hayas disfrutado del show y de ser mi ayudante, ehhh..."

"Soy Yotsuba" dijo la chica que se llamaba Yotsuba, quien me estaba mirando con admiración.

"Bueno, Yotsuba, fue un gusto. Adiós, y a ustedes también, chicas" Me despedí de ellas con mi skateboard.

"¡Adiós, misterioso mago!" Escuché a esa chica Yotsuba despedirse de mí mientras volvía con las otras.

Tan solo reí mientras me alejaba cada vez más y más de la cafetería. Lo que hice con ese truco del skateboard fue simple, uno de ilusión. Cada cierto tiempo tengo que usar magia para que mi cuerpo no se sobrecargue de energía.

Cuando eso ocurre, mi cuerpo no descansa y me mantiene despierto toda la noche. Algo genial si lo escuchas, pero el cuerpo debe tomar reposo o colapsará. En el peor de los casos, mi corazón puede que le dé un ataque cardíaco.

Eso por eso que cada día debo hacer al menos un hechizo para poder dormir. Si uso demasiado, puedo entrar en un sueño que dura días.

No tiene sentido lógico, pero así es mi vida en esta historia.

Ahora, solo tengo un punto de encuentro a donde llevar este libro. Un callejón cerca de mi casa.

Es oscuro y nadie pasa por ahí como para que me descubran. Como estaba cerca de la cafetería, tan solo me tomó unos minutos llegar.

Al adentrarme al callejón, vi un portal brillante dorado que conecta con el otro lado del mundo. Y justo ahí estaba Wong, un amigo y segundo maestro que me enseñó magia.

"Al fin llegaste" Dijo algo impaciente a mi parecer.

"No fue fácil deshacerme de ellos. Sabes que mi habilidades de infiltración es terrible" Respondí mientras sacaba el libro de mi mochila. "Aquí tienes... el libro de los Vishanti"

"Gracias. Esto es lo que faltaba en la colección perdida de Ancestral" Dijo tomando el libro en sus manos.

"Es difícil saber cuántos libros de su colección falta cuando ya no está en este mundo" Comenté poniéndome la mochila a la espalda. "Por cierto... ¿no fue una mejor idea hacer un portal dentro de la mansión Yakuza y tomar el libro en vez de tener que infiltrarme y quedarme ahí por horas?"

Él solo se quedó callado cuando escuchó mi pregunta.

"............No" Respondió entrando al portal.

"¡Ni siquiera lo pensaste cuando me pediste recuperar el libro!" exclamé en mis pensamientos.

"Bueno, eso es todo por hoy. Descansa que mañana tienes escuela. Hasta entonces... cuídate" Dijo antes de desaparecer junto con el portal.

"Sí, papá" Dije en tono de sarcasmo mientras salía del callejón.

Al fin había terminado con el trabajo. Casi salí lastimado y no me pagan ni un solo yen.

Pero bueno, al menos mi otro trabajo me ayuda a tener un hogar y comida diaria.

Aunque también arriesgo mi vida, incluso si uso artefactos geniales.

Pero ahora, solo iré a descansar para el día de mañana. Porque siento que será... un día de locos.

CONTINUARÁ

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Aunque solo tuvo una interacción con una quintilliza, fue un buen comienzo.

Tan solo me falta Fuutarou y las otras cuatro para completar a la mayoría de los personajes.

¿Es raro que añada a Wong de "Doctor Strange" a mi historia? Tal vez, pero quería hacerlo así. Y no sólo eso, también añadiré otras cosas, pero no tan imaginarias.

Si les gustó, por favor denle una estrella. Y a los que no, denle una oportunidad a esta historia que con cada capítulo se volverá interesante.

Eso es todo Chao chao.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top