Capítulo final: Una tsundere en tu vida

Ese mismo día, después de que tuve una 'charla' con Nino sobre 'evitar que las mujeres le quiten lo suyo', caminamos por los diferentes puestos que nos ofrecían gran cantidad de dulces y bocadillos que uno pudiera llevar. En otras palabras, el paraíso de Itsuki.

Sin embargo, mientras caminábamos, ella me confesó algo que involucra a su padre y el festival.

"Déjame ver si entendí... ¿le enviaste una invitación a tu padre, el señor Mauro Nakano, para que asista al festival, pero nunca llegó?". Repetí lo que me había dicho hace unos instantes. "Estás bien?". Pregunté.

"¡Estoy bien! En serio... De todos modos, nunca creí que vendría".

"Pero reuniste valor para enviarle una invitación. Admite que no estás bien, Nino". Dije mirándola fijamente, pero lo único que recibí fue silencio por parte de ella. "Escucha... a veces los padres son extraños cuando se trata de criar a sus hijos, incluso los padres adoptivos como el señor Mauro. Pero mientras tú y tus hermanas abran sus corazones, él también abrirá el suyo, poco a poco".

"Wow...". Nino me miró con asombro y los ojos abiertos. "¿Cómo sabes eso?".

"Lo leí en un libro de paternidad". Sonreí cuando ella cayó al suelo cómicamente.

"Tú, espera... ¿leíste un libro de paternidad?". Nino me preguntó cuando una sonrisa burlona aparecía en su rostro. "Kai-kun... no creí que te adelantarías tanto en nuestra relación~".

"¿Qué te puedo decir? Siempre hay que estar preparado en todo momento, ¿no?". Dije mientras me acercaba a ella y la abrazaba por la cintura.

"Hablas como si quisiéramos tener hijos". Dijo rodeando mi cuello con sus brazos.

"¿Acaso no quieres?".

"Nunca dije que no". Con eso dicho, nos dimos un beso, ignorando a la gente que nos miraba con celos y con odio mortal.

"Por cierto". Me separé de sus labios para mirarla seriamente. "Si tu padre no viene, yo iré hacia él".

Ella me miró con sorpresa, pero en vez de decirme algo, solo me besó otra vez.

Supongo que lo tomaré como un 'está bien'.

Al día siguiente...

No vino. Otra vez no vino y me preocupa que Nino no lo esté tomando muy bien.

"Pero no te preocupes, chiquistrikis... si él no vendrá, nosotros iremos". Con una sonrisa algo sádica, me puse el casco y me subí a mi moto. "¡Quieras o no!".

Unos minutos después...

"No voy a ir. Todo está bien".

"¡¡¿EH?!!".

Mi intención era llevar a Nino al hospital donde está su padre y que hable con él... pero parece que hay un cambio de planes.

:(

"Incluso si papá hubiera leído la invitación, aún así no vino. A él no le importamos un comino. Todavía queda un día del festival, pero ya tuve suficiente. Incluso estoy empezando a lamentar desear algo que nunca se hará realidad".

Suspiré tras haber escuchado todo lo que acaba de decir. "Yo... no soy de entender a los padres, pero tu relación con el tuyo es más que anormal. Es por eso que... iré a quejarme con papito suegro y le enseñaré un mundo de dolor".

"¿Estás loco?". Poniéndose de puntillas, tomó mi rostro con sus manos, haciéndola mirar. "Le tienes miedo mi padre. Tanto que estás a punto de orinarte en tus pantalones".

"Eso es cierto, no lo puedo negar. Pero por ti... me enfrentaría al mismo Dormamu y morir en el intento". Dije con total sinceridad, lo que la sorprendió.

"¿Eres un idiota, ¿lo sabías?". Nino sonrió. "Si vas a morir, yo iré contigo".

Yo también sonreí. "Hace poco no querías ir. ¿Quién es el idiota ahora?".

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~Oficina de Mauro Nakano~

"Si que se toma su tiempo, señor Mauro".

Parado frente a él, Mauro Nakano me miraba con la típica mirada fría y estoica que mataría a cualquier persona que se le cruce. Y aunque tengo miedo de enfrentarmelo, no retrocederé. Seré valiente solo por Nino.

"¿Sabías que-".

"Ve a casa antes de que anochezca". Ordenó mientras pasaba de largo, ignorando completamente mi existencia.

"-_-". ¿Reuní todo mi valor para esto?

"Espera, ya casi están listos". Dijo Nino mientras usaba una cocina portátil que habíamos traído.

"...". Mauro miró en silencio lo que hacía Nino.

"Le pido que lo pruebe, señor Mauro. He investigado y nos dimos cuenta que ha ido al festival, así que tal vez quiera probar lo que hizo su hija". Dije mirándolo seriamente.

"Sí que crecido, Kai. Recuerdo que me tenías miedo, incluso con sólo escuchar mi nombre". Mauro me miró fijamente antes de sentarse sin protestar.

Bueno... al menos aceptó quedarse y no irse.

"Aquí tienes". Nino le puso dos panqueques con mantequilla encima. "Miku hizo la masa. La misma Miku que era mala cocinando... encontró una meta y está trabajando duro por ello. Quiero que veas como crecemos, papá".

"Mmm". Mirando fijamente los panqueques que yacía frente a él, tomó un tenedor y arrancó un trozo del postre para luego llevárselo a la boca.

La expresión de sus ojos era algo que no podía identificar fácilmente, pero podía decir que era... ¿nostalgia? Luto quizás.

Okey, eso sin duda me sorprendió. No creí que podría hacer una expresión así a excepción de la mirada fría y sin alma que siempre hace.

"Este sabor... veo que ustedes, chicas, lo han encarado en vez de huir". Dijo Mauro, lo que nos confundió.

"¿Eh? ¿A qué te re-".

"Pero en todo caso, esto es demasiado. No es una cantidad que pueda comerlo yo solo. La próxima vez, comamos juntos como familia".

Su comentario nos hizo que nos viéramos con grandes expresiones de felicidad. Pero rápidamente, la expresión de Nino cambió.

"¡¿A-a qué viene todo eso?! Pero estoy segura que todas se pondrán felices por la noticia". Dijo con su típica actitud tsundere.

Y ahí está la Nino clásica que tanto amo. Con eso en mente, me levanté de mi asiento y caminé hacia la puerta. "Bien por ti, Nino. Ahora si me disculpan, debo salir".

Es mejor que tengan un momento padre-hija, ¿no creen?

"Kai, espera un momento". Me congelé en el acto ante su petición.

"Ugh". Me volteé a verlo.

"¿Esta fue tu idea?".

"N-".

"Sí, lo fue". Me interrumpió Nino. "Él me trajo hasta aquí".

Hubo un silencio muy incómodo antes de que el padre Nakano hablara.

"Hmm... me pregunto si eso es apropiado. Creo que eso va más allá de las responsabilidades de un guardaespaldas, ¿no te parece?".

"Yo diría que...". Mi voz se apagó cuando no tenía idea de cómo continuar.

"Pero eso no es algo que yo podría podido hacer. Así que me alegra haberte dado este trabajo". Por segunda vez en este día, me sorprendió. "Aunque no sea un padre perfecto, te pido que sigas cuidando y protegiendo a Nino, así como al resto de mis hijas".

"Siempre lo haré".

Con esas palabras, nos despedimos del señor Mauro y salimos de su oficina.

"¡Hmph! No puedo creer que dijera algo así después de ser tan negligente todo este tiempo. Especialmente cuando tú y Uesugi siempre han estado manejando mejor que papá, ¿cierto?". Nino me miró con una sonrisa.

"Al menos sabemos que ahora estará siempre ahí para ustedes, ¿no es así?". Sonreí mientras me acercaba a ella. "¿Y quien sabe? Tal vez nos dé su bendición".

"Debimos preguntarle eso antes de irnos". Dijo mientras cerraba lentamente sus ojos. "Pero podemos esperar".

Poco a poco nos fuimos acercando para darnos un beso, pero en ese momento...

"Oigan, se les olvidó algo".

Nos quedamos estáticos mientras nuestros ojos se abrían de golpe para ver al señor Mauro mirándonos de brazos cruzados y con una espátula en la mano.

Al instante nos separamos y fingí estar viendo algo en el ojo de Nino.

"H-hmm... no, parece que la basurita que tenías en tu ojo ya no está". Dije mientras me alejaba a un metro de ella.

"G-gracias Ka... ¡Whitmore-kun!". Nino agradeció nerviosamente antes de mirar a su padre. "Oh, papá, no nos habíamos dado cuenta que estabas aquí".

"...".

"...".

"...".

"Jajajaja". Reímos más nerviosos de lo que ya estábamos.

"No soy estúpido. Sé que ambos están en una relación". Dijo sombríamente.

Ambos tragamos saliva audiblemente.

"¿C-cómo lo sabías?". Pregunté temeroso.

"Los vi besarse el otro día que vinieron aquí".

Por supuesto, estoy seguro que ver a una pareja besarse en su hospital no sería notado.

"Nino, ¿eres feliz con... eso?". Me señaló como si fuera un insecto o algo peor.

"Sí, papá".

¡Al menos corrige a tu padre, ¿no?!

"Bien. Entonces les daré mi bendición". Declaró, sorprendiendonos otra vez. "Aunque por supuesto... Kai, si haces llorar a mi hija, te castraré de mil formas diferentes". Me amenazó mientras ponía la espátula en mi garganta.

"S-sí, señor". Asentí con miedo.

"Bien". Sacó la espátula de mi cuello y me la entregó. "Váyanse a casa que ya es tarde".

Asintiendo en silencio, nos fuimos hasta salir del hospital, con Nino saltando a mis brazos.

"¡Papá nos dio su bendición!".

"¡Lo sé! ¡Estoy feliz!". Di vueltas con ella, haciéndola reír.

"O-oye, sueltame". La bajé cuidadosamente, de forma que seguía abrazándola mientras ella ocultaba su rostro en mi cuello. "¿Deberíamos decirle a mis hermanas?".

"Deberíamos hacerlo. Se van a enterar tarde o temprano".

"Bien, pero antes...". Se acercó a mi odio y susurró algo que jamás esperaba. "Vamos a tu habitación~".

Mis ojos se abrieron como platos. "¿N-nino? T-tú...".

"Shhh". Puso su dedo sobre mis labios. "Solo vamos".

Asentí tontamente.

Cuarenta minutos después...

"¿Q-qué opinas?".

Debajo de mí, Nino me mostró nada más que su lencería morada y una chaqueta mía que creí que había perdido el día que vino. Se agarraba el brazo derecho por debajo de sus pechos, acentuándolo más.

No sé en qué momento estábamos así, pero yo estaba sobre ella. Sin camisa y usando mis brazos como soporte para no aplastarla.

"Eres perfectamente hermosa. Y veo que ya habías planeado esto con anticipación, eh". Mi respuesta la hizo sonrojar más de lo que ya estaba. "¿Estás segura de esto?".

"Sí". Afirmó poniendo una mano en mi mejilla. "Quiero que seas mi primera vez. Contigo y solo contigo. Te amo".

"Yo también te amo".

Nos besamos mientras lentamente nos dejábamos llevar por el momento y el amor que teníamos y que jamás acababa.

El resto de la noche la pasamos descubriendo el placer del otro hasta el amanecer.

Al día siguiente...

El sol salió, los pájaros cantaban y mi oso rugía como un gallo mañanero de granja.

Hace solo una hora dormí y hace media hora que me desperté para preparar el desayuno.

La noche anterior fue más que sorprendente. Nunca sabíamos cuando acabar y sinceramente, no nos importaba saberlo. Pero desafortunadamente teníamos que descansar un poco porque teníamos un día más del festival.

"Siento que mis huesos se hicieron polvo". Troné mi espalda con un sonoro crucido mientras terminaba de freír huevos y tocino y los ponía en un plato. "Aunque no me quejo".

Decidí llevarle el desayuno a la cama a Nino, ya que sabía que no se levantaría por un tiempo por mi culpa.

Me siento culpable, pero también muy orgulloso.

Cuando abrí la puerta, no esperaba ver a Nino despierta. No tapaba su cuerpo y me miraba con una sonrisa pícara detrás de su dedo, luciendo mucho más sexy.

"Tigre". Dijo con una sonrisa.

"Buenos días a ti también, vampira". Dije mostrando mi cuello y hombros llenos de mordidas y arañazos. "¿Cómo te sientes?".

"De maravilla~". Estiró su cuerpo en la cama. "¿Quién diría que eras tan natural?".

"Digo lo mismo de ti". Dejé el desayuno sobre mi mesa de noche y me acosté a su lado, abrazándola por la cintura y acariciando su espalda. "Te traje el desayuno".

"¿Desayuno en la cama preparado por mi novio? ¡Sin duda me saqué la lotería!". Dijo ella mientras descansaba su cabeza en mi hombro.

"Yo también me saqué la lotería contigo, Nino". Le di un beso en la frente, seguido de otro en su mejilla y luego en sus labios.

Fue un beso lento, pero apasionado, demostrando nuestros sentimientos y lo importante que es la otra persona.

"Oye...". Nino se separó levemente de mis labios para mirarme con una expresión soñadora. "¿Qué opinas sobre casarte?".

"¿Eh? ¿C-casarme?". Pregunté nervioso. "L-la idea no es mala si me lo preguntas, ¿pero no deberíamos esperar a que terminemos la escuela primero? D-digo, tengo los fondos necesarios para la boda, incluso para criar a los hijos después y-¡Mhm!". Fui callado por el beso de Nino, lo que me relajó por completo.

"¿Te sientes mejor?".

"Sí. Gracias".

"No estoy diciendo que ahora, sino en un futuro no muy lejano". Luego rió. "Aunque ahora ya sé tu respuesta".

"Bueno, eso me alivia un poco". Suspiré. "Supongo que guardaré el anillo por un poco más".

"Espera...". Sus ojos se abrieron en shock. "¿Tienes un anillo?".

Ugh, yo y mi gran bocota.

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6 años después...

Muchas cosas sucedieron desde ese día hasta ahora. Fuutarou escogió a Yotsuba como su novia, mi boda con Nino, la boda de Fuutarou, el nacimiento nuestra hija Amaya, y una gran cantidad de etcéteras.

Mi trabajo en Kingsman me mantiene ocupado, pero siempre vuelvo a salvo casa para estar con mi familia.

Las cosas si que van bien para mí.

"¡¿Yotsuba está embarazada?!".

Mientras volvía a casa, Fuutarou, mi viejo amigo de la infancia me llamó para darme la gran noticia de que pronto será padre.

"Felicidades, amigo. Después de fallar tantas veces tu puntería, finalmente diste en el blanco, eh". Bromeé.

"¡¡CÁLLATE, KAI!!". Me gritó enojado. "No sólo te llamé para que te burles de mí, también quería unos consejos tuyos. Ya sabes, de padre a futuro padre".

"¿Consejos? Pues veamos". Me puse a pensar algunos consejos que le podría servir. "Durante el embarazo, las mujeres tienden a tener antojos extraños".

"Sí, Yotsuba ya comenzó con eso". Lo escuché suspirar con pesadez. "Créeme, ahora come más que Itsuki".

"Prepárate para los cambios de humor. Nino tuvo unos extremos que me obligó a comer en la cocina porque no le gustaba como comía". Me estremecí por el recuerdo.

"No creo que Yotsuba sea así, pero lo tomaré en cuenta. ¿Qué más?".

"Mantente al tanto con sus chequeos y del cuidado del bebé. Evita que Yotsuba haga mucho ejercicio. Reserva unas citas con papá (Mauro), e investiga las mejores escuelas que existen en la zona".

"Ya me adelanté en eso".

"Y finalmente, disfruta de esos bellos momentos en que tú y Yotsuba cuiden al bebé. Es una grata experiencia que vale la pena vivir". Sonreí cuando recordé el nacimiento de mi hija y como la podía cargar con una mano.

"Gracias, Kai. Oh, ya tengo que irme
Yotsuba quiere comer ensalada de frutas con mayonesa... otra vez. Salúdame a Nino y Amaya".

"Está bien. Suerte". Colgué con una pequeña sonrisa. "¿Quién diría que mi amigo Fuutarou, antiguamente conocido como el rey del harem, tendría un hijo con Yotsuba? Los que leen doujinshi, estoy seguro".

Llegué a casa, al fin y abrí la puerta en silencio.

"Ya estoy en casa". Avisé, pero nadie me recibió. "¿Mi amor?".

Dejé los zapatos en la entrada y caminé hacia la sala.

Lo que encontré me enterneció el corazón.

Nino le leía un cuento de hadas a nuestra hija Amaya de 4 años, que actualmente estaba en sus piernas y escuchaba lo que decía con asombro.

Mi pequeña era una copia al carbón de su madre.

"Y así... la princesa logró encontrar a su príncipe azul... incluso cuando su encuentro fue muy incómodo. El fin". Nino terminó de contar, teniendo una sonrisa en su rostro.

"Wooaaaahhh". Mi hija exclamó con asombro. "Otra, otra".

"Sí, otra". Dije entrando a la sala".

"¡Papá!". Amaya salió del regazo de su madre y corrió hacia mí.

"Hola, princesa". Cargué a mi hija con un brazo. "Has crecido mucho".

"Solo pasó una semana desde que nos vimos, papá". Ella hizo una sonrisa.

"Por eso". Besé su mejilla, haciéndola reír.

Mi esposa se acercó a nosotros y me dio un pequeño beso en los labios.

"Bienvenido a casa, cariño".

"Estoy en casa".

Apoyamos nuestras frentes con una sonrisa.

Y luego, todo se volvió oscuro.

Pov. Narrador...

"Kai-kun... Kai-kun, despierta".

"Fuutarou, despierta de una vez".

Las voces de sus amigas despertó a esos dos idiotas. Sus ojos se abrieron con pesadez y se dieron cuenta que estaba dentro del jet privado de Kai junto con las chicas.

"¿Hm?".

"¿Qué pasó?".

"Ya estamos llegando".

"Por favor sean más activos, después de todo es la luna de miel de Fuutarou". Itsuki los regañó.

"Kai-kun, tienes que aterrizar el avión". Nino lo sacudió para que despierte por completo.

"¿Eh? ¿Dónde está nuestra hija Amaya?".

"¡¡¿EHH?!!". Nino y sus hermanas gritaron estupefactas.

"¿Cómo sabías que quería llamar a nuestra hija Amaya?". Nino preguntó sorprendida.

"Yo... olvídalo, ¿si?". Sacudió la cabeza mientras se levantaba de su asiento y se dirigía a la cabina del piloto.

"No lo entiendo". Fuutarou también se levantó y lo siguió. "Oye, Kai".

"¿Qué sucede?".

Fuutarou esperó estar lejos de las chicas para hablar. "Acabo de soñar que... iba a ser padre y te llamé por consejos porque tenías una hija llamada... Amaya". Dijo extrañado. "¿Nuestros sueños se conectaron?".

"Los sueños son ventanas a multiversos". Fue lo único que pudo decir antes de entrar a la cabina.

"Tiene sentido".

Minutos después, aterrizaron en Hawaii. Llevaban sus maletas mientras estaban en la parada del autobús.

"¿A dónde iremos?". Yotsuba preguntó a su hermana mayor, que tenía un mapa de la isla.

"Aún no lo hemos decidido, busquemos un lugar al que querramos ir". Dijo Ichika. "Kai, ¿qué nos recomienda?".

"Pues...".

"Esperen". Fuutarou los detuvo. "¿Quién es el organizador aquí? Solo porque soy así, no significa que no lo esté deseando". Dijo sacando una libreta de viaje que él mismo hizo. "¡Mi propia guía de viaje! ¡Incluye todos los lugares famosos que tenemos que visitar! ¡Todo lo que tenemos que hacer es seguir este libro y estaremos bien!".

"...". Las chicas solo tenían una gota de sudor.

"Awww, que lindo, Fuutarou. ¿Me lo prestas?". Kai preguntó.

"¿Eh? Claro". Con duda, le entregó su guía.

"Increíble, incluso hiciste gráficos estadísticos y de barras bien detallados". Dijo Kai mientras veía cada página con detenimiento.

"Sí. Ten cuidado con ella".

"Ups. Mi mano y mi pie se resbalaron". Kai dejó caer la guía al suelo y luego lo pateó con fuerza, haciendo que el pequeño libro salga volando al cielo hasta desaparecer con un destello.

"¡¡AAAHHH!! ¡¡MI GUÍA DE VIAJES!!". Fuutarou soltó un grito de horror cuando vio su guía irse al infinito y más allá. "¡¿Por qué hiciste eso, infeliz?!". Preguntó a Kai agarrándolo del cuello.

"¡¿Para qué necesitas una guía cuando me tienes a mí?! ¡Yo nací aquí!". Protestó chocando su frente con la de su amigo.

"¡Al menos déjame divertirme a mi manera en mi propia luna de miel, animal! ¡Yo dejé divertirte en el tuyo!".

"¡Hiciste lo mismo en el mío, tú... ¡oh mierda! ¡El autobús ya llegó!".

"¡Mierda!". Soltó a Kai y ambos corrieron al autobús. "¡Chicas, dense prisa!".

Las chicas solo los miraron correr con pequeñas sonrisas en sus rostros.

"Estos dos".

"Si que ambos tienen un lado interesante".

"Oigan, chicas casadas, ¿qué opinan ahora de sus esposos?".

"Eso es sincello". Comenzó Nino.

"Simplemente basta con decir...". Yotsuba prosiguió.

""¡Siempre nos tiene preocupadas!"". Dijeron ambas al unísono.

Las chicas rieron hasta que Kai las llamó.

"¡¿Qué hacen ahí paradas?! ¡El próximo autobús no sale hasta dentro de 5 horas!".

""¡Oh, rayos!"". Exclamaron antes de correr a toda prisa.

Sus aventuras no terminan, sino que esto fue un nuevo comienzo para ellos.

EL FIN

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¡Muchas gracias por haber seguido esta historia de principio a fin! ¡En serio muchas gracias!

Pronto subiré un nuevo fic de las quintillizas. Es con temática harem ya que nunca he hecho una, pero quisiera intentarlo con esta.

Y si les da una mirada, se los agradecería mucho.

Eso es todo Chao chao.

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