Capítulo 34: Una Conversación Nostálgica
Brandon:
Han pasado ya dos semanas desde que mi relación con Laura se fue a la mierda. Digo mierda, por que literalmente todo se fue a la mierda, desde que ella ya no está todo es un completo desastre.
Aún no he logrado dimensionar como es que todo acabo, es como si hubiese sido un sueño o un comercial de televisión muy largo. Mi vida volvió a ser la misma de antes, la misma rutina de siempre, antes al menos la tenía a ella, una taza de café caliente junto a mi chica era más que suficiente para ser feliz, pero ahora solo tengo la taza de café.
Y desde ese día que ella fue fue me hago la misma pregunta una y otra vez:
¿Cómo es que una persona puede tener tanto impacto en nuestras vidas?
Niego rápidamente con la cabeza para intentar liberar mi mente de eso pensamientos que me atormentan día y noche, especialmente por las noches cuando cierro los ojos, sin embargo, al cerrarlos solo la veo a ella, sus ojos, sus labios y ese hermoso cabello teñido que tanto amo.
Todo en mi vida ha sido diferente, no solo con lo de Laura, también en el departamento con Justin, desde aquel día hemos tenido poco contacto, casi ni nos hablamos cuando estamos los dos allí. En parte también tiene algo de culpa, pero yo fui el que falle con ella así que creo que tendré que tener una conversación con mi amigo cuando lo encuentre en el departamento. Con Emma las cosas no han cambiado mucho, seguimos hablando siempre, de hecho, ella me ha apoyado bastante en este tiempo, sin ella no lo habría logrado, es decir no levantarme ante la caída emocional que tuve, por que en verdad me dolió perderla.
Aunque mi amiga ha mostrado un comportamiento algo extraño los últimos días.
―Termino el tiempo, entreguen sus exámenes ahora―ordena el profesor Bender.
Los pocos alumnos que quedamos en el salón nos ponemos de pie y entregamos nuestras hojas. Había terminado mi examen en media hora, sin embargo, me he quedado la siguiente hora y media pensando.
―¿Qué sucede contigo Rogers? ―pregunta el profesor antes de que salga al pasillo.
Me giro nuevamente a él y pregunto:
―¿Por qué lo dice?
―Pues varios compañeros me han reportado de que tus puntuaciones en los exámenes son cada vez más―me explica―. Antes raras veces fallabas un punto, pero ahora fallas más de dos puntos cada examen.
―Bueno eso le pasa a cualquiera, usted mismo lo dijo una vez―le recuerdo y Bender asiente―. Además de que esto no afecta mi promedio.
―No, claro que no afecta tu promedio por ahora―me dice―, pero así comienza esto, muchos han perdido sus becas y no han podido culminar sus estudios señor Rogers.
―Entiendo per..
―Espero que esto no suceda con usted.
―Claro que no señor, solo es un mal momento.
―Ya veo―parece meditar por unos segundos―. Los momentos pasan, y espero que este mal momento pase rápido, recuerde que estamos al final del curso y ya debe elegir la especialidad que va a seguir el próximo año.
―Lo se señor, se lo comunicare a la secretaria al finalizar los exámenes.
―Me parece bien. Solo le pido una cosa.
―¿Qué cosa?
―Piense bien en la elección que va a hacer―me aconseja―. Particularmente pienso que le quedaría bien la Psicología Educativa, pero eso depende de usted―acomoda los exámenes en una carpeta―, ahora no falle más puntos o perderá su beca. Hasta luego señor Rogers.
Sin más el profesor Bender sale del salón dejándome con muchas cosas más por pensar. Realmente se me había olvidado el tema de la especialización, supongo que tendré que pensar bien en mi elección ya que tengo que hacer la inscripción antes de que acabe el curso al cual le quedan tan solo dos semanas.
Dos semanas para resolver varios temas. Esto terminara con un horroroso dolor de cabeza.
Salgo del pasillo y me encuentro con Carol recostada por la pared.
―Hola Brandon―me saluda con una sonrisa.
―Hola Carol ¿Cómo estás?
―Bien―contesta y comienza a caminar a mi lado―. ¿Intensa charla con el profesor Bender no?
―¿Estuviste escuchando todo?
―Bueno fue sin querer―contesta de inmediato―. Digo supe que el examen entonces decidí venir a buscarte ya que sabía que no habías entregado tu examen a pesar de haberlo terminado en media hora.
―Ya.
Ambos caminamos por los pasillos de la universidad, yo particularmente no sé a dónde dirigirme, sin embargo, no me detengo, ella hace lo mismo.
―¿Estas bien? ―me pregunta de repente.
Hasta yo me pregunto lo mismo.
La verdad que no he pensado mucho en mi estado anímico últimamente, si tengo que decir la verdad, diría que estoy hecho mierda. También tengo la opción de mentir y decir que estoy bien, la mayoría hace eso, porque cuando dices que estás mal te preguntan ¿por qué estas mal? y explicar por qué de tul mal estado te llevaría más tiempo que decir una palabra de cuatro letras entonces optas por omitir la verdad y dijes: Estoy bien.
―Pues la verdad no se―contesto sin más―, creo que estoy bien.
―¿Quieres que te sea sincera? ―asiento―. Yo te veo hecho un desastre.
―Vaya―me limito a decir.
―Tranquilo―me dice ella―. Todos pasamos por un mal momento a veces.
―Lo sé.
―Y sabes que cuentas conmigo para lo que sea ¿no?
Salimos al patio y detenemos el paso para quedar frente a frente.
―Si quieres hablar con gusto te voy a escuchar.
―Gracias Carol.
—No es nada.
—¡No esto es mucho! —ella me mira fijamente sin entender—. Saber que cuento conmigo, es muy importante para mí. No han sido días muy buenos que digamos.
—Comprendo—asiento lentamente, Carol es una persona increíble, aunque comparto muy poco con ella, podría decir que es una de las pocas amistades que tengo en la universidad—. Si quieres podemos ir a la cafetería de la universidad, allí hablamos un poco.
Lo medito por un momento, tengo que hablar con Justin, también con Emma, para luego hacer algo que tal vez no tenga muy buen resultado para mí, pero no tengo de otra. Aún es temprano así que decido aceptar ir a la cafetería con mi compañera de clase.
—Me parece una idea estupenda. Vamos.
Automáticamente una sonrisa se dibuja en su rostro lo que obviamente significa que está contenta con mi respuesta.
Los dos caminamos en dirección de la cafetería.
##########################################.
Durante nuestra estadía en la cafetería de la universidad Carol y yo conversamos de distintos temas, de lo que más hablamos fue de nuestras elecciones de especialidades. Ella me conto que ya ha decidido continuar su carrera con la especialidad de Psicología Laboral, ya que su padre trabaja en una empresa en Manchester porque tendría un lugar casi asegurado, aunque ella asegura que su elección fue propia y que quiere probar ella misma buscando empleo en otras empresas que no estén ligadas con su familia. Cuando me pregunto sobre que especialidad seguiría, le conteste que estaba entre la Psicología Clínica o la Educativa.
Ella con mucha emoción me dijo que tenía que elegir la psicología educativa ya que tengo un perfil de docente y que tendría asegurado un lugar en esta universidad por mis excelentes notas. De todos modos, le dije que lo pensaría un poco más, aunque ya tendría que comunicar mi decisión a la secretaria ya que las clases terminan en dos semanas.
Después de eso ya no hablamos tanto pues el tiempo había pasado velozmente, por ende nos despedimos y cada uno fue a casa.
Pero, debo admitir que esa charla me ha servido mucho, especialmente para liberarme y no pensar tanto en lo otro.
Ahora mismo me siento como si hubiese recargado las pilas.
Llego al departamento y al abrir la puerta me encuentro con Justin quien está tomando un vaso de agua, tiene la mochila puesta en la espalda, lo que significa que va a algún lado.
—Hola—le digo.
—¿Qué tal? —deja el vaso en la mesa y camina directo a la puerta pasándome, por un lado.
—Justin espera—lo detengo.
Él se gira hacia donde estoy.
—¿Qué sucede?
—Nada, solo quería decirte que lo siento amigo—el baja la vista—. Por como he actuado en estas últimas semanas, sé que he sido muy borde especialmente contigo.
—Tranquilo, lo entiendo perfectamente.
—Sí, pero tú no tienes la culpa de lo que paso, el único culpable de esta mierda soy yo.
El solo asiente con la cabeza.
—Y nada me alegraría más que volvamos a ser como antes.
—Sí, extraño conversar mientras nos tomamos una cerveza en el balcón amigo.
Él se acerca y estrechamos nuestras manos.
—Me alegra que estés mejorando hermano y si quieres un consejo, no te rindas con ella.
—No lo hare.
Sin más el sale por la puerta dejándome solo en el departamento, bueno eso creía hasta que:
—Me alegra que tú y Justin se hayan arreglado—dice Emma a mis espaldas—. Era muy tedioso tenerlos a los dos sin que se hablen.
—Bueno eso quedo atrás hace dos minutos.
Se sienta el sofá, yo hago lo mismo dejando mi mochila sobre la mesa.
—¿Qué tal tu mañana? —me pregunta.
—Muy bien—ella sonríe por mi respuesta—. ¿Y la tuya?
—Bien, acabo de llegar del hospital.
—¿Cómo esta Nataly?
—Está muy bien, ha mejorado bastante. Dentro de una semana podrá salir del hospital.
—Eso está estupendo.
—Sí, aunque tendrá que seguir un tratamiento a parte cuando salga del hospital—me explica—. Va a ser un poco largo, pero va a estar bien.
—¿Entonces ella volverá con tu madre?
—Así es.
—Entonces eso significa que—decido tocar el tema porque ella ha estado evitando esta conversación por varios días—, tú también volverás con ella.
—No sabía cómo decirte Brandon—me dice sosollando—. Fue una decisión muy difícil sabes.
Asiento lentamente.
—Siento que la vida nos ha dado otra oportunidad y quiero aprovecharla viviendo al máximo cada momento junto a ella—espeta dejando caer varias lagrimas—. Me pone triste decirte esto porque..
—Justin también se ira lo sé.
—¿Ya lo sabias? —la sorpresa en sus ojos es enorme.
—Si—afirmo—. Bueno básicamente lo deduje ya que su padre siempre quiso llevarlo a Londres, entonces supuse que lo llevaría a que termine sus estudios allí.
—No me esperaba eso.
—Lo que significa que me quedare solo—Emma asiente con sus ojos llenos de lágrimas—. ¿Cuánto pensaban contarme?
—Pensábamos ir al comedor donde siempre solíamos ir los domingos y hablar del tema—baja la mirada.
Yo solo asiento con la cabeza meditando mis ideas, se supone que tendría que reprocharla por tratar eso como si fuera un niño, cuando tranquilamente podrían habérmelo explicado todo. Y si me preguntan si iba a entenderlos, por supuesto que iba a entenderlos, rayos es su hermana y claro que deben aprovechar la nueva oportunidad que la vida le has dado. Y también voy a entender a Justin, si lo mejor para él está en Londres, pues que se vaya.
Sin embargo, decido manejar esto con toda calma y cautela, no voy a discutir con mi mejor amiga por esto, además pensaban decírmelo. Faltan dos semanas para que nos despidamos todos, no voy a arruinar mi paz mental ya he tenido suficiente.
Yo puedo seguir, claro que puedo.
—Brandon—susurra Emma al notar mi repentino silencio—. ¿Estas molesto?
Niego con la cabeza y le agarro de ambas manos.
—Emma—ella me mira fijamente—. Comprendo perfectamente su situación, no tienes que ponerte triste por mi sabes—otra lagrima se desliza por su mejilla—, yo voy a estar bien.
—Lo sé, pero es que eres mi mejor amigo y te voy a extrañar tanto.
—Y yo a ti.
—Hemos pasado por tanto en estos años.
—Buenos y malos momentos hasta graciosos.
Ambos soltamos una carcajada.
—En especial con Justin.
—Es cierto—admite ella.
Por un momento centenares de recuerdos invaden mi cabeza volviendo este momento más nostálgico aún. Lo recuerdo todo.
—¿Qué vas a hacer con Laura? —pregunta repentinamente mi amiga.
—Pues, iré a buscarla tengo algo que decirle. Y lo más probable es que no la vea más en dos semanas—me encojo de hombros—. Ya no tengo nada que perder, estando ella o no tendré que seguir con mi vida, aunque me duela tengo que seguir.
—Eres el mejor y no importa que suceda mañana yo voy a estar contigo siempre, sea de cerca o de lejos.
—Lo sé.
Ambos nos fundimos en un fuerte abrazo, ese abrazo de amigos que siempre nos ha sostenido hasta en nuestros peores momentos.
Después de eso nos pasamos toda la tarde conversando, recordando y riendo de todo lo que hemos vivido en estos tres años viviendo en la ciudad de Manchester.
Teniendo una conversación nostálgica.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top