Brandon

Guardo mi última ropa en mi maleta para posteriormente cerrarla. Mi última semana en la casa de mis padres ha pasado volando y ahora me toca volver a casa, es sábado, he decidido ir un día antes, así podre ordenar algunas cosas en mi cabeza para empezar de nuevo en la universidad, realmente estoy muy ansioso, digo es la última etapa antes de pasar al cuarto año, en donde ya tendré que ir a los institutos de salud mental para ser pasante.

En gran parte eso me emociona, pero lo que más ansiedad me está causando es que voy a verla de nuevo o al menos voy a estar cerca de ella después de dos semanas, aunque no fue mucho tiempo, para mí fue una eternidad no saber algo de ella o no verla, le he enviado algunos mensajes, pero no me ha contestado ninguno.

El sonido de la puerta de mi habitación abriéndose me saca de mis pensamientos, me giro para encontrarme con mi hermana quien entra y se sienta en mi cama.

—Así que ya te vas de nuevo—me dice.

Suelto un suspiro y digo:

—Pues sí, tengo que volver—me siento a su lado—no me digas que mi partida te pone triste.

Ella me da un golpe en el hombre—Ya quisieras.

Suelta una risa ante ello.

—Espero que te vaya bien.

—Gracias, voy a tener materias más difíciles, pero…

—No me refería al estudio—me interrumpe mi hermana poniéndose de pie.

—¿Entonces? —pregunto confundido

—Me refería a ella, el estudio sé que lo harás bien, vamos eres todo un cerebrito.

No espera esto realmente.

—Acércate a ella Brandon—continua mi hermana, yo tan solo la mira sentado como si fuese un niño que está recibiendo un regaño de su madre.

—¿Y si me rechaza?

—Pues arriésgate hombre, deja de pensar tanto y actúa —insiste Audrey.

—Te juro que lo intentare—digo resignado, ya que no me queda otra salida.

Ella sonríe levemente—Sé que tú puedes.

Antes de que pueda decir algo más mi madre entra a mi habitación.

—¿Ya lo tienes todo hijo? —me pregunta ella.

—Si mamá, ya lo tengo todo—contesto poniéndome de pie, Audrey hace lo mismo.

Mi madre suelta un suspiro antes de hablar.

—Supongo que en unos instantes más ya regresas a Manchester.

—En una hora.

—Bien, te espero abajo para que comas algo antes salir, no quiero que vayas con el estómago vacío.

Y ahí está mi madre, siempre preocupada y ocupada por sus hijos.

—Está bien mamá.

Ella asiente y sale de la habitación
Yo me giro a ver mi maleta y mi mochila, ambas están en la cama con todas mis cosas listo para volver.

—Deberías venir más seguido—mi hermana rompe el silencio—sé que es muy difícil todo para ti allá, pero hazlo por mama, se pone muy triste cuando sabe que no vas a venir.

—Te prometo que hare el esfuerzo—ella asiente—¿Vamos?

Tomo mi maleta, mi hermana agarra mi mochila y ambos salimos de la habitación para ir a la cocina junto a mama. Ella ha preparado algunos sándwiches de jamón de pollo, algo que nos encanta tanto a Audrey como a mi
Solo estamos nosotros tres en casa, ya que papa tuvo que ir al taller para arreglar algo sobre un contrato con un corredor. Austin por su parte tiene un juego fuera de Sheffield con su equipo de básquet. Por lo tanto, tuve que despedirme de ellos más temprano
Después de comer algunos sándwiches y hablar con ellas en la cocina, escucho el sonido de un bocinazo, lo que me indica que el taxi que llame ya está aquí. Observo a mi madre y su rostro se vuelve triste en estos momentos.

Por estas cosas es que no quiero venir tanto a casa porque me acostumbro muy rápido a todo y ya no quiero volver a mi realidad, pero supongo que es así. Como dice Emma, es un sacrificio.

Los tres salimos a fuera para encontrarnos con el taxista, el cual observa todo desde su auto.

Mi madre suelta unas lágrimas antes de hablar:

—Avísame cuando llegues—me dice en medio de un abrazo—no olvides descansar tu mente por momentos—algo que siempre me recalca cuando estoy estudiando.

—Claro mamá.

—Y no olvides llamar de vez en cuando eh.

Asiento con la cabeza antes de abrazar a Audrey.

—Adiós hermanito.

—Adiós niña—remuevo su cabello y ella ríe.

—No olvides hacer lo que te dije.

—Lo hare—mi hermana sonríe por mi firme respuesta.

Me despido de ellas por última vez antes de subir al auto, cuando ya estoy en el, el chofer pone en marcha el vehículo, desde la ventanilla veo a mi madre y a mi hermana despedirme con la mano, para luego volver a entrar a la casa.

Después de varios minutos de viaje en el taxi, llegamos hasta la estación de autobuses. Después de pagar al taxista tomo mi maleta y me dirijo directamente al autobús que va a Manchester, parece que llegue justo a tiempo porque veo a las últimas personas subiendo al transporte.

Me acerco hasta el chico que está recibiendo los boletos, le entrego el mío, el me hace un ademan para que suba, ya montado en el autobús, guardo mis cosas en el portaequipaje y me ubico en el asiento, minutos después el transporte se pone en marcha. Me pongo mis auriculares para tener buena armonía durante el viaje.

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Al bajar del autobús lo primero que veo es a mucha gente caminando de un lado a otro obviamente, y entre medio de tanta gente la logro ver sentada en una de las bancas tomando un café, me acerco caminando lentamente, ella levanta la vista y me observa llegando hasta ella, entonces se pone de pie y se acerca casi en un trote para recibirme con un gran abrazo.

—¡Brandon! —exclame en medio del abrazo—ya estás aquí.

—Hola Emma—nos separamos del abrazo

—Te extrañé tonto, pensé que ya no volvías de Sheffield.

—Yo también te extrañe tonta—Emma ríe—claro que iba a volver, aparte de la universidad ahora tengo otro motivo más para estar aquí.

—¿Y ese motivo es?

—Laura.

Ella vuelve a sonreír antes de hablar:

—Veo que mi amigo esta cambiado.

—Un poco quizás.

—Vamos a casa, hay mucho de qué hablar, Justin nos está esperando—me dice y ambos salimos de la estación para subirnos al auto de mi amiga.

Ahora sí, de vuelta a la realidad.

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