Capítulo 5
En el momento más incómodo de toda la noche, fue Kenny Mccormick quien saltó al rescate.
—Creo que deberíamos sentarnos, estamos eufóricos por el año nuevo—Dice Kenny.
—¿A qué te refieres con “porqué”?—Pregunta Gary, sintiendo la culpa escalar su cuerpo—Vaya, dije algo demasiado fuera de lugar, ¿verdad?
—Si, pero…—Stan mira para todas partes, no puede detener el temblor de sus manos—¿Qué se supone que diga? No puedo sólo fingir que no lo dijiste.
—Estás demasiado sorprendido.
—Eso creo, eh...iré a tranquilizarme un poco—Dice el pelinegro antes de irse a paso rápido, dejando tras de sí una atmósfera embarazosa; sobretodo para Gary, quién desea enterrar la cabeza en la tierra sólo para no percibir la mirada de los demás.
—Eh…¿qué tal si asamos más salchichas?—Pregunta Butters en un intento de aliviar la tensión. Kenny parece estar de acuerdo, mientras que Cartman quiere hacer algún chiste referente a lo que acaba de pasar; pero tampoco quiere recibir algún regaño de sus amigos así que lo guardará para más tarde.
Kyle decide ir tras Stan para asegurarse de que esté bien. Y por último, Gary toma una lata de refresco e intenta actuar como si nada hubiera pasado.
Stan entra a la casa rodante de Cartman, que por suerte no está cerrada con llave, se sienta en el lugar del piloto y por fin logra calmar su acelerado corazón. Ahora mismo se siente como un idiota; debió haberse quedado y hablarlo con calma en privado con Gary, no salir corriendo como un cobarde marica.
—(Me pilló de sorpresa, eso es todo)—Piensa Stan—(¿Qué se supone que le diga? ¡No me quiero casar!).
Ni ahora ni nunca, ¿para qué? Su relación con Gary está más que bien, ¿no son muy jóvenes para pensar en la boda? Pues por lo visto Gary no piensa lo mismo.
Tendrá que decirle que no, algo que Stan no quiere hacer.
Un par de golpes suaves se escuchan desde el otro lado de la puerta del copiloto, es Kyle, asomándose desde la ventana. Stan estira el brazo para dejarlo pasar.
—¿Todo bien?—Pregunta el pelirrojo.
—Todo mal.
—¿Quiere hablar de eso?
—Si…—Dice Stan en un suspiro cansado—Voy a decirle que no.
—¿No te sientes preparado?
—No me sentiré preparado nunca, además, somos muy jóvenes, a esta edad nadie quiere casarse.
—Bella Swan se casó con Edward Cullen a los diecisiete.
—Bella estaba más caliente que el pico de una plancha, por supuesto que se casó.
—Si no quieres casarte, debes decírselo a Gary.
—Lo sé, pero...no ahora, es primero de enero, quiero pasarla bien.
—De acuerdo—Kyle le pone una mano en el hombro—Hey, descuida, tal vez Gary lo dijo en el furor del momento, si lo hablan estoy seguro que lo superarán.
—Gracias Kyle—El pelinegro lo mira—Me has hecho mucha falta estos dos años en Utah.
—Si necesitas hablar aquí estoy.
—Lo sé, tú siempre estás ahí.
—Volveré con los demás, tú quédate aquí el tiempo que necesites.
Stan asiente, y Kyle sale del coche. No puede decir demasiado, es problema de Stan y Gary, y si Kyle como mejor amigo solo puede escuchar y dar ánimos, entonces lo hará. Por supuesto que le gustaría ser algo más que un amigo para Stan, por eso mismo lo apoyará en lo que sea; si Stan es feliz con Gary, entonces Kyle está conforme con eso.
Para Kyle, lo importante es que esté bien, aunque no esté a su lado, porque eso es lo correcto.
—¿El hippie sigue llorando?—Pregunta Cartman.
—No, está sorprendido pero se le pasará.
—Kyle, ¿puedo hablar contigo?—Pregunta Gary; entonces Kyle asiente. Ambos caminan un poco para que los demás no los escuchen. Sopla un aire fresco, bastante común en la montaña.
—¿Sucede algo?—Pregunta el pelirrojo.
—¿Cómo está Stan?
—Algo shockeado.
—Mierda, no tiene idea de lo terrible que me siento.
—Fue algo del momento, estabas emocionado y él no lo veía venir.
—Debí planearlo mejor, creí que decírselo durante la lluvia sería buena idea.
—¿Qué? Un momento, ¿lo tenías planeado?—Kyle intenta no levantar tanto la voz.
Gary lo mira confundido, no entiende tanto asombro.
—Si, lo pensé hace un mes, ¿debí haberlo preguntado en privado?
—Pero…¿no es demasiado pronto?
—Stan es el amor de mi vida, ¿porqué esperar?
Un dolor indescriptible atraviesa el pecho de Kyle; como una estaca fría y pesada hubiera sido clavada en el cuerpo de Kyle. Rápidamente pone las manos en los bolsillos del chaleco con tal de mantenerlas quietas mientras mira desconcertado a Gary.
—Él no está preparado para casarse—Dice Kyle.
—Lo noté, seré paciente.
—Pero es que...no puedes—Kyle mira hacia el suelo, de nuevo su egoísmo lo está arrasando. Necesita calmarse—Oye, hay otras maneras de demostrar afecto que una boda.
—No es por “mostrar efecto”, es lo que realmente creo, en verdad lo amo, y lo amare hasta la eternidad, y si Stan no está preparado está bien, lo esperaré.
—Bien...okey, me guardaré mi opinión al respecto.
—¿Estás preocupado por Stan? Sé que han sido amigos toda la vida, así que es normal que te inquieten estas cosas.
—Nunca habíamos estado tanto tiempo separados, y no pensé que al volver alguien le propusiera matrimonio—Kyle muestra una sonrisa triste—Me hace pensar lo demasiado que ha cambiado nuestras vidas.
—¿Has extrañado a Stan?
—Mucho, hemos compartido tanto, quisiera que se quedara aquí, pero al mismo tiempo me alegra lo que ha logrado.
—Kyle…—Gary parece incómodo—No sé si deba decirte esto, siendo tú el mejor amigo de mi novio.
—Dílo, no pasa nada.
—Hablas como...en fin, le preguntaré de una, ¿eres gay?
Kyle de puro nerviosismo suelta una carcajada, confundiendo más a Gary.
—No...digo, a medias, eh…¿bisexualidad?
—Oh, habría apostado a que eres gay.
—¿Qué? ¿Porqué?
—No lo sé, la manera en que hablas, creo, no transmite mucha heterosexualidad.
—Eso no tiene puto sentido.
—¡Pero lo adiviné! Aunque sea un 50%
—Bien, lo admito, me atrapaste.
—¿Stan lo sabe?
—No creo que sea necesario, tampoco es que sea un dato importante.
—Igual creo que deberías decírselo.
Kyle quería decirle “yo no me entrometo en tu relación con Stan, así que tu no te entrometas en la mía”, pero tampoco quiere ser grosero; sobretodo porque Gary tiene razón.
—Bien, quizás en el día del orgullo se lo diga.
—Me caes bien Kyle—Dice Gary con una sonrisa amable—Me da la sensación de que conoces mejor a Stan que yo.
—Ventajas de conocer a alguien toda una vida.
—Admitiré que me asustó un poco conocerte, quizás de no tener tu aprobación o algo así—Gary ríe de su propio comentario—Tenía miedo de que fueras algo celoso.
—¿Porqué estaría celoso?
—De que te robé a tu amigo, o quizás porque te gusta, no lo sé pero veo que podemos llevarnos bien, ¡eso me alegra!
Entonces un par de fuegos artificiales se ven a lo lejos, provienen del pueblo. Ya es hora de parranda.
—Chicos, ¿de qué tanto hablan?—Es Kenny quien se acerca borracho—¡Hay fiesta en el pueblo! Deberíamos bajar y disfrutar un poco.
—Se supone que nos íbamos a quedar en la montaña para acampar—Responde Kyle.
—Convivir con nuestro pueblo nunca está de más, Cartman y yo iremos, nos llevamos tu auto.
—Claro, mi puto auto siempre esta a tu servicio, andando.
—Deberíamos decirle a Stan.
—¿Stan no estaba con ustedes? Hace rato que dejó de llorar y se acercó por aquí.
—(No habrá escuchado nuestra conversación, ¿verdad?)—Se pregunta Kyle.
Se acercan de nuevo a la fogata, y ahí estaba Stan charlando animadamente con Butters mientras bebe cerveza.
—¿Listos para bajar a celebrar con el pueblo?—Pregunta Stan contento. Kyle reconoció de inmediato esa sonrisa: embriaguez.
—¿Ya estas mejor Stan?—Pregunta Gary.
—¡Feliz año nuevo amorcito!—Exclama Stan mientras se acerca a Gary y Kyle—Me siento bien, ahora sólo quiero festejar.
—Deberías descansar.
—Vamos Kyle, hace tanto que no exploro South Park, seguramente han cambiado muchas cosas, ¿vienes Gary?
Todos suben al auto de Kyle y bajan de la montaña. Efectivamente, el pueblo está de fiesta, aunque siempre los habitantes de South Park encuentran una razón para celebrar, emborracharse y cometer estupideces. Hay fuegos artificiales en el cielo y música con un equipo de sonido.
—En verdad extrañaba este sitio de mierda—Dice Stan mientras sale del auto—Kyle, deberíamos ir con mis padres, a ver la casa del árbol.
—¿Tus padres saben que estás aquí?
—Gary me obligó a decirles, pero supuestamente iba a visitarlos por la mañana—Stan toma el brazo del pelirrojo—Vamos, tengo ganas de ver el refugio.
Gary no se opone a eso, confía en que Kyle lo cuidara.
Stan básicamente arrastra a Kyle por la calle entre música, risas, alcohol y fuegos artificiales. Kyle no dice nada durante el camino; quizás esto está bien ¿no? Stan no ha estado en el pueblo los últimos dos años.
Llegan a la casa de los Marsh, Stan abre la puerta sin haber llamado antes, y para su sorpresa estaban sus padres, charlando en el sofá, viendo películas y bebiendo vino. No lucían borrachos, algo extraño para Stanley.
—Stan, creíamos que no venías hasta mañana—Dice Randy, el padre de Stan—¿Pasó algo en su loca acampada?
—No…¿qué hacen?—Pregunta Stan.
—Estamos viendo Gambito de Dama, no teníamos ganas de festejar a lo grande.
—No recuerdo la última vez que tuvimos un año nuevo tan tranquilo—Añade Sharon en una suave sonrisa—¿A qué se debe tu visita Stanley?
—Kyle y yo queríamos ver la casa del árbol.
—(Me arrastraste hasta aquí, pero bueno)—Piensa el pelirrojo.
—¿La casa del árbol?—Pregunta Randy—Oh...mierda.
—Esa casa es viejísima, me alegro que haya durado tanto—Stan cruza la sala para llegar a la cocina y abrir la puerta que conduce al jardín—Vamos Kyle, ha revivir la infancia.
Stan desliza la puerta, y frente a ella, el árbol. O mejor dicho, lo que fue una vez un árbol, ahora es un tronco talado. Stan permanece en silencio unos minutos, mientras Kyle está detrás suya, igual de sorprendido.
—Am...okey, no nos alertemos—Dice Randy.
—¿Qué carajos?—Dice Stan tras girarse para ver a sus padres—¿Talaron el árbol? ¿Dónde está el refugio?
—Era un árbol viejo que traía más consecuencias que beneficios—Randy frunce el ceño; no quería que su pacífica noche fuera interrumpida por su hijo histérico.
—No me importa, esa casa la construimos hace años y simplemente la desecharon como si nada.
—No tenemos tiempo para tu inmadurez, era solo una casa, ni siquiera la necesitabas.
—Era un recuerdo, es como haber tirado un álbum familiar, a mí me importaba.
—Hablaremos esto por la mañana—Dice Sharon en un intento de calmar la situación. Kyle permanece en silencio, no lo dirá en voz alta pero está molesto por la pérdida del refugio.
—Carajo, recordé porque me había ido del pueblo—Dice Stan molesto—Ustedes jamás escuchan, son tan agobiantes.
—No necesito esto ahora—Randy se da la vuelta y bebe de un jalón su vino—No nos hemos visto en dos años y lo primero que haces es emborracharte y reclamar un juguete.
Si algo aprendió Kyle, es que Stan siempre es sincero cuando está borracho, siempre dice lo que piensa sin filtros; así que verdaderamente está molesto.
—Vámonos Stan, deberías dormir, ha sido una noche agitada—Dice Kyle mientras toma con suavidad su brazo—Debes estar exhausto, ya pensarás de forma más clara por la mañana.
Stan deja que Kyle lo guíe hasta la puerta, donde salen en silencio. Es verdad que el árbol era muy viejo, comenzaba a atraer muchos bichos y hasta interferir en el crecimiento del pasto a su alrededor. Pero Randy y Sharon decidieron irse por lo fácil y lo talaron.
—¿No estas enojado?—Pregunta Stan. Ambos chicos caminan esperando encontrar al resto.
—Si, era un recuerdo especial.
—¿Y porqué no dijiste nada?
—No iba a gritarle a tus padres, además, la casa no era mía, no es de mi incumbencia.
—Era nuestra, la primera vez que nos vimos fue porque esa casa llamó tu atención.
—Siempre podemos construir otra, podría tener tres pisos, bar, alberca y buffet.
—Y servicio al cuarto.
—Hablo en serio, podríamos hacer una, pero mucho más grande.
—¿Y dónde la construiremos?
—No se lo digas a mis padres, pero estoy ahorrando para comprar una casa.
—¿Y si mejor le ponemos buffet, alberca, bar y servicio al cuarto a tu casa?
—Estaría bien, ¿me ayudarás?
—De acuerdo, aunque tendría que ser antes de volver a Utah.
Kyle baja la mirada entristecido. Había olvidado ese doloroso detalle.
—Cierto, tú y Gary deben regresar.
—Ven con nosotros.
Kyle se detiene y mira sorprendido al pelinegro.
—¿Ir con ustedes a Utah?
—¿Porqué no? En las próximas vacaciones podrías ir, quedarte con nosotros, podríamos hacer un montón de cosas.
—¿Gary estará de acuerdo?
—No creo que se queje, por lo que oí se llevan bien.
—¿Escuchaste nuestra conversación?—El rostro de Kyle se sonroja—¿Qué tanto escuchaste?
—Que los dos se preocupan mucho por mi, descuida, no los espíe, no escuche gran cosa.
—Quizás en las próximas vacaciones vaya para que me presentes a tus vagabundos.
—Será genial—Stan mira para otro lado—Carajo, extrañaba el pueblo, y extrañaré el refugio.
—Podrías quedarte—Kyle dijo eso sin pensar, e internamente maldice su bocota.
—¿Eh? No creo, le tengo cariño pero es demasiado pequeño una vez te acostumbras a ella, ¿piensa quedarte aquí para siempre?
—No lo sé, seria tomar lo fácil, y siento que si me quedo aqui jamás me independizaré de mis padres del todo.
—Utah siempre tiene las puertas abiertas para ti.
—No es por ofenderte pero Utah no está primero en mi lista de turismo.
—Entonces deberías preguntarle a Cartman, no deja de decir palabras raras como “fome, cachai, weon, culiao”
—Supongo que quiero hacer lo mismo que hicieron ustedes, explorar el mundo.
—Tampoco es que haya ido a lo más recóndito del mundo, aunque será difícil con Gary estudiando y yo con mi empleo.
Stan actúa como si la propuesta de matrimonio nunca hubiese ocurrido; quizás sea consecuencia del alcohol o solo finge porque no quiere tocar el tema. Sea lo que sea, Kyle se alegra de que no lo agobie de momento.
“—Stan es el amor de mi vida, ¿porqué esperar?”—Había dicho Gary. Kyle sigue mortificado ante eso, Stan es su amigo, y el chico que le gusta desde que tiene memoria, ¿está bien que le duela tanto?
—¡Woah!—Exclama Stan mientras tropieza, Kyle rápidamente lo sujeta por el brazo y la cintura para evitar que caiga—Carajo, creo que estoy viendo doble.
—No estás en condiciones de seguir festejando.
—Hey, cuidado donde tocas—Dice el pelinegro con una sonrisa burlesca.
—Es para evitar que te mates, borracho de mierda—El rostro de Kyle vuelve a sonrojarse. Soltaría a Stan pero por la manera en que tambalea da la sensación de que caerá apenas lo suelte.
—Tu siempre protegiendo desde la cadera—Stan lo mira con ese engreído gesto—Estamos muy cerca, Kyle.
—(Vete a la mierda, no digas mi nombre en ese tono, y no digas esas cosas teniendo novio).
—Prométeme que recorreremos el mundo juntos.
—No puedo asegurarte nada.
—De niños me prometías cualquier estupidez, aunque sea una promesa falsa, no me importa.
Kyle duda un segundo; lo más probable es que no recuerde esto a la mañana siguiente. Está acostumbrado a decir promesas que no cumplirá.
—Bien, prometo que recorreremos el mundo juntos.
—Genial—Stan muestra una dulce sonrisa—Me aseguraré de que lo cumplamos.
Están demasiado cerca. Sería fácil besarlo, aunque sea probar sus labios antes de que vuelva a irse. Pero Kyle no lo hará por tres razones: está borracho, tiene novio y arruinaría su longeva amistad. Demasiadas cartas en su contra.
—Stan, aquí estás—Dice una voz a lo lejos, es Gary. Kyle de inmediato suelta al pelinegro y este cae, rompiéndose el hocico.
—Auch, menudo año de mierda será este—Murmura Stan mientras se pone de pie. Gary corre para comprobar su estado.
Stan tenía razón. Fue un año de mierda.
*
Gracias por leer! Nos vemos en el siguiente capítulo 🖤 ✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top