La razón de todo lo ocurrido

Sin corregir ni actualizar

Capítulo 16

Fernando

Desde luego hoy no es un buen día. Primero no soy capaz de decirle a Aurora lo de ser mi novia, después Elisa y yo nos besamos pero me dice que me aleje de ella, por último se quema mi casa y a punto estoy de perder mi posesión más preciada: mis partituras originales. Y como si alguien le quisiera dar más énfasis al asunto (su perversa escritora XD) tengo que convivir con las dos en una misma casa hasta no sé cuánto tiempo.

Por suerte el piso superior y el garaje no están dañados y podemos recoger nuestras pertenencias que vamos sacando cada uno poco a poco. Zaida y Cristina han llamado a una amiga suya que con la furgoneta de su padre se llevarán sus cosas, mis padres han cogido los dos coches que tenemos y están metiendo todo lo suyo allí, y el padre de Aurora ha traido su pequeño camión de mercancías y están metiendo mis cosas dentro. Mi madre ha insistido en que lo trajera porque quiere que me lleve el piano por si la ceniza y el humo del fuego puedan afectar a la madera, pero esa no es la verdadera razón. Ella sabe que me pongo muy nervioso cuando paso por estas situaciones y que mi forma de desahogarme es con el piano, por ello no reprocho su decisión y dejo que lo suba al camión.

Por ahora no me llevo muchas cosas sólo lo imprescindible y los objetos de valor. He conseguido meter toda mi ropa en dos grandes maletas, menos mal que ya no tenía nada de ropa para lavar de aquella que me llevé al viaje de fin de curso sino ya estará chamuscada en la cocina. Después de meter todas las cosas al camión y al resto de vehículos mis hermanas se van a la vez que mis padres cada uno en los coches correspondientes mientras que Aurora y yo decidimos ir andando hasta su casa acomañados de todos nuestros amigos.

Primero dejamos a Elisa en su casa que no sé si se veía triste o dolorida y sinceramente creo que tendré tiempo para averiguarlo. Un rato después llegamos a casa de Aurora donde su padre ya ha descargado todas mis cosas y las ha ido llevando a la habitación de invitados. Es bastante amplia, como si fuera mi propia habitación. A la izquiera de la puerta hay unos grandes armarios empotrados que ya tienen frente a sus puertas mis maletas. Justo en frente de mí hay una gran cama, de esas que suelen tener las abuelas en los pueblos y son de matrimonio.

Ahora que lo pienso sólo hay una habitación de invitados y Elisa también viene aquí a dormir no será que...¡Ni lo pienses Fer! Antes de eso la propia Aurora se vendría a dormir contigo. No sé si sería capaz de, en el caso de que mi acelerada mente tuviera razón, dormir junto a Elisa. Habría demasiada incomodidad entre ambos sobre todo después del beso y de decirme que me alejara de ella.

A decir verdad no lo ha conseguido ya que a la fuerza va a tener que convivir conmigo y eso no es sólo un inconveniente para ella sino que para mí también lo es. Mejor será que me acueste un poco en la cama para descansar, ha sido un día demasiado duro y creo que ni voy a cenar por mucho que me insista la madre de Aurora (puede ser muy persistente si se lo propone).

Me despierto y miro el reloj de mi muñeca, son las nueve de la mañana. Creo recordad que me intentaron despertar para que fuera a cenar pero me negué en rotundo, digamos que cuando estoy medio dormido tengo peor genio. Me levanto de la cama dándome cuenta de que he dormido con la ropa puesta. Rápidamente saco de la maleta unos pantalones cortos y un polo que me pongo en seguida y aprovecho que he abierto la maleta para colocar la ropa en el armario haciendo lo mismo con la segunda. Cuando termino me voy al baño a lavarme un poco la cara. Al salir me encuentro con Aurora.

-Buenos días, ¿qué tal te encuentras?- me dice.

-Descansado y un poco más animado.

-Pues vamos a desayunar que tenemos que ir a ayuda a mi prima a traer las maletas.

-¿A Elisa? ¿Pero no venía mañana?

-Si pero han tenido un inprevisto y sus padres se tienen que ir en una hora.

Deprisa nos vamos a desayunar y seguidamente salimos hacia la casa de Elisa. Por el camino hablamos un poco de cómo pasaremos el tiempo en su casa mientras estemos los tres. Se me viene a la mente otra vez dónde dormirá Elisa y estoy a punto de preguntárselo cuando llegamos a la casa. Prácticamente sus padres se están marchando ya, las maletas estan dentro del maletero y ellos despidiéndose de Elisa que está en las escaleras de la casa sujetándose con las muletas.

-Buenos días tía, ya estamos aquí- dice Aurora cuando entra.

-Buenos días Aurora, las cosas de Eli están ahí al lado de la escalera. Nosotros ya no vamos- dice dando un beso en la mejilla a Elisa- Cuídate.

-Sí mamá- dice Elisa con retintín- Darle un beso a mi hermano de mi parte y a Elena.

-Claro, adiós chicos- dice el padre de Elisa desde el coche mientras su mujer se sienta en el asiento del copiloto y cierra la puerta. Segundos depués arrancan y desaparecen por el final de la calle.

-Bueno deberíamos ir yendo a tu casa- dice Elisa.

-Sí, no hay tiempo que perder- dice Aurora muy ilusionada- Fer ¿podrías coger tú las maletas de Elisa?

-Claro- digo mientras voy hacia ellas- ¿Vas a necesitar tantas cosas?

-Teniendo en cuenta que se van para una semana y que no voy a pisar mi casa en ese tiempo, sí- dice sonriendo.

Cuando levanto las maletas del suelo casi tengo que volver a agacharme de lo que pesan. Menos mal que llevan ruedas sino no sería capaz de llevarlas, aunque ahora que lo pienso hay que subir escaleras en casa de Aurora... espero no morir en el intento. Aurora y Elisa van caminando delante de mí hablando de cosas que hacían de pequeñas cuando se quedaban a dormir juntas y quisieran repetir.

De todo eso hay algunas que me asustan como ciertas travesuras que espero no quieran repetir conmigo aunque veo complicado que no lo hagan. Sin darnos cuenta llegamos a casa de Aurora y me preparo para lo peor, rezo porque aquellas dos semanas de gimnasio que me obligo a hacer Rubén con él hayan dado efecto. Me paro en frente de las escaleras observando el panorama y me preparo para coger las maletas.

-¿Quieres que te ayudemos o prefieres que vayamos detrás de tí para que no te caigas rodando por las escaleras?- dice Elisa mientras ríen las dos.

-Muy graciosa Elisa, pero puedo solo.

-¿Seguro? No quiero tener que cuidar a dos lisiados a la vez- dice Aurora.

-Seguro.

Y diciendo esto saco un poco de "fuerza sobrehumana" y subo las escaleras de un tirón con las maletas en las manos. Cuando llego arriba las suelto de golpe y me siento en el suelo agotado.

-No está mal Fer, la próxima vez podrías subirme a mí en tu espalda- dice Elisa al pasar por mi lado mientras me da un golpecito en la espalda con la muleta.

-Al parecer tengo un novio muy fuerte ¿no crees?- me dice Aurora y me da un beso en la mejilla antes de entrar en la casa.

Cuando ya he recuperado el aliento me levanto buscado a las chicas pero no las veo.

-Chicas, ¿dónde dejo las maletas?- digo temiendo la respuesta.

-Llévalo todo a mi habitación, Elisa dormirá conmigo en la cama supletoria- dice Aurora desde no sé qué punto de la casa y suelto un gran suspiro de alivio.

Llevo todo a la habitación e intento encontrarlas pero no lo consigo. Busco por toda la casa mientras las llamo y nadie contesta. Paso por delante de las escaleras que dan al desván y vuelvo a llamarlas sin obtener respuesta. Sin embargo alcanzo a escuchar unas risas que vienen de la escalera. Las subo y entro al desván pero no encuentro nada dentro, sólo cajas y trastos. Al salir vuelvo a escuchar las risas y veo que no provienen del desván sino de ¿las escaleras?

Las bajo y veo que las escaleras tienen debajo un gran espacio tapado con yeso o eso pensaba porque al acercarme veo un pequeña ranura del tamaño de una mano y al meter la mía encuentro una corta cuerda atada a una escarpia clavada en lo que se supone es la pared. Esto tiene pinta de ser el tirador de una puerta así que tiro de la cuerda haciendo que la pared se abra como una puerta y descubra dentro a Elisa y Aurora que rápidamente me agarran por el brazo y me meten dentro volviendo a cerrar la puerta.

Consigo levantarme pues del tirón me han dejado en el suelo y veo dónde estoy. Es una pequeña habitación parecido a una despensa de las casas antiguas y lógicamente el espacio es limitado haciendo que estemos apretados. Las paredes está decoradas con dibujos hechos visiblemente por niños pequeños que supongo son suyos de cuando jugaban hace años aquí y en una esquina puedo ver una pila de juegos como puzles, barajas de cartas, tableros de parchís y fichas de dominó

-Pero ¿qué es todo esto? ¿Qué hacéis aquí dentro? Y ¿por qué exsiste esto? No es que sea muy normal tener sitios así en una casa ¿sabéis?

-Es nuestro escodite de cuando éramos pequeñas y desde hace unos años un lugar para reunirnos tranquilamente- dice Aurora.

-Nuestro abuelo lo contruyó hace años cuando intentó hacer un ropero para guardar los abrigos. Durante el tiempo que estuvo haciéndolo nos colábamos dentro a jugar y al final terminó por hacernos este escondite diciendo a sus padres que no era posible construir el ropero y guardando en secreto este lugar- dice Elisa.

-Nos hemos metido aquí dentro para recordar viejos tiempos y para gastarte una broma. Estábamos controlando el tiempo que tardabas en encontrarnos- sigue diciendo Aurora.

-Exactamente han sido veintitres minutos y cuarenta y dos segundos. Un poco lento diria yo, eso es que no tenías mucho interés en encontrarnos- prosigue Elisa- Aún así barajeábamos la posibilidad de que no llegases a encontrarnos.

-Si no os huiera escuchado reíros de mí no estaría aquí ahora pero tarde o temprano habría acabado encontrando este sitio y a vosotras dentro.

-Sí, claro. Mis padres viven aquí y todavía no lo han encotrado, tú no lo hubieras conseguido- dice Aurora.

-Bueno, puede que no pero ¿podemos salir de aquí? No estoy muy cómodo que digamos.

-Oh si, vamos. Aún tengo que colocar mis maletas- dice Elisa.

Salimos del cuartillo y nos vamos cada uno a hacer una cosa diferente. Elisa está en la habitación colocando sus maletas, Aurora ha ido a comprar lo que comeremos hoy y yo doy un paseo por la casa. La casa es grande pero no demasiado. Hay tres habitaciones: la de los padres de Aurora, la suya y la de invitados ya que es hija única. Tienen un salón amplio donde el padre está trabajando con el portátil en la mesa y se me ocurre preguntarle algo.

-Perdone que le moleste mientras trabaja Julián pero, ¿podría decirme dónde dejó el piano?

-Está en el garaje pero si lo que quieres es usarlo deberíamos subirlo porque no hay enchufes abajo. ¿Me ayudas?

-Por supuesto, faltaría más.

Los dos bajamos y con cuidado lo subimos por las escaleras. Definitivamente subir la maletas de Elisa me ha ayudado a tener más fuerzas para llevar el piano. Llegamos arriba y bajamos el piano al suelo para descansar.

-Si quieres podemos subirlo al desván, allí podrás tocar con tranquilidad y hay espacio de sobra a pesar de estar lleno de trastos- me dice.

-Donde usted quiera, es su casa- digo con una sonrira.

-Pues entonce arriba de nuevo- dice mientras volvemos a levantar el piano y lo llevamos al desván.

Tenía razón, es amplio y por muchos tratos que haya sigue habiendo espacio. Localizamos el enchufe de la pared donde conectamos el piano y Julián se baja de nuevo a trabajar. Salgo un momento para ir a por mis partituras originales que son las únicas que tengo y subo de nuevo sentándome en un taburete que he encontrado allí comenzando a tocar. Paso canción por canción, desde las más simples que compuse de pequeño hasta algunas que se han colado entre medias que escribí hace poco y sin darme cuenta ya estoy en "Para Elisa" (otra vez).

Antes de empezar a tocar observo la foto que tengo enganchada con un clip junto a la partitura. Me trae muchos recuerdos de los momentos felices junto a Elisa. Ya estamos igual. Elisa te dijo que mientras estés con Aurora no quiere saber nada de ti. Un segundo... ¡Eso es! Lo que le impidió darme el beso el día de su cumpleaños, aquel comportamiento en el aeropuerto y en su casa, todo lo que le pasaba era eso, no quería interponerse entre los sentimientos de Aurora y yo, además soy tan tonto de presionarla.

Si lo que pasa es que le preocupa su prima a lo mejor debería cortar con ella. No, eso la dolería mucho si además después me fuera con Elisa. Tengo que pensar algo y la música siempre me aclara las ideas. A pesar de tener la partitura de "Para Elisa" la música es música y la toco sin pensármelo dos veces. La interpreto con soltura y al terminar escucho unos aplausos a mi espalda.

-Es muy bonita, nunca te había escuchado tocarla. ¿Es nueva?- escucho a mi espalda y al darme la vuelta veo a Aurora en el marco de la puerta.

-Eh si, lo es- le miento, no quiero que se entere de que la compuse hace años para Elisa.

-Y ¿ya tiene nombre? Porque si no lo tiene me gustaría ponérselo- dice mientras se acerca a mí con una sonrisa.

-La verdad es que sí lo tiene.

-¿Cuál?

-"Élysées"- acabo de decir lo primero que se me ha ocurrido y que se parece más al nombre de Elisa.

-Umm, ¿de verdad te gusta ese nombre?

-Sí- digo muy serio- me gusta mucho.

-Bueno si a tí te gusta, yo no me quejo- me da un abrazo y se va.

Espero que no se enfade por esto. No pienso cambiarle el nombre porque ella diga que no le gusta, aunque no sea el verdadero nombre es el sustitutivo para que no se entere de que es para su prima.

-¿Por qué? ¿Por qué la has mentido?- esa voz, no puede ser- Ella sabe que me escribiste esa sonata y fue quien me grabó tocándola. Sabe que la has mentido y lo peor es que es sobre algo tan importante para mí como lo es "Para Elisa"- Me doy la vuelta y veo a Elisa que está al borde de las lágrimas en el dintel de la puerta.

-Elisa yo...- no me deja terminar.

-Jamás pensé que serías capaz de mentir sobre una cosa así. Pensé que esto era una prueba de unión entre los dos pero ya veo que pasas olímpicamente de ello- termina y rompe a llorar mientras sale corriendo.

-¿Qué es lo que he hecho?

Continuará...

Hola mis lectores:

¡Al fin me ha venido la inspiración! He podido terminar el capítulo antes de lo previsto aunque ya tenía gran parte escrita. Espero no haber sido muy mala con nuestra parejita y no me apedreéis cuando me veáis por la calle. Aprovecho para deciros que ya he actualizado los capítulos 1 y 2, el tercero está en proceso no sé si me dará tiempo a escribirlo ahora. Ya sólo me queda decir que gracias por leerme; votad y comentad el capítulo así a lo mejor me dan más ganas de seguir reescribiendo capítulos.

Un abrazo

Sophie_land

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top