Esto no puede ser
Sin corregir ni actualizar
Capítulo 15
Elisa
Estaba exhausta después del número de patinaje. La gente aplaude eufórica tanto como lo han hecho antes con Adriana, la chica del grupo superior. Nunca pensé que llegaría a ser tan ovacionada como ella. Es la más cualificada de todos los niveles y compite en campeonatos nacionales en los que ya ha quedado primera o segunda varias veces.
Mientras la gente aplaude y silva yo miro al público buscando la mirada tranquilizadora de Zaida ya que soy un manojo de nervios y ella me tranquiliza. Sin embargo me encuentro con los preciosos ojos verdes de Fer que me sonríe ilusionado, le devuelvo la sonrisa y a pesar de no ser Zaida me quedo tranquila. Salgo de la pista encontrándome con Adriana y Bea que me felicitan por mi gran exhibición a lo que sólo puedo responder con un "gracias" porque nada más sale de mi boca.
Cuando me dirijo a los vestuarios puedo ver a todos mis amigos junto con mi prima y Zaida que vienen hacia mí.
- Eli lo has hecho genial me he quedado muy impresionada- dice Aurora abrazándome.
-De verdad Elisa lo has hecho muy bien- dice Rubén- y también estabas muy bien- dice muy bajo pero consigo escucharlo aunque no le hago caso y sonrió.
Anuncian por megafonía que el aperitivo que han preparado para después ya está listo y como tengo unos amigos muy glotones todos corren hacia el hall donde tienen todo montado. Voy a entrar en los vestuarios para cambiarme cuando una mano me coge suavemente del brazo y al girar vuelvo a ver esos ojos verdes que tanto me hacen perder la cabeza. Espera, ¿qué acabo de decir? Elisa céntrate.
- Hola Elisa sólo quería decirte que me ha encantado tu número, ha sido impresionante.
-Muchas gracias Fer- le dijo con una pequeña sonrisa.
Nos quedamos callados unos segundos mirándonos a los ojos la gente alrededor no pasa por donde nosotros estamos porque no sé cómo hemos acabado en una zona apartada del exterior de los vestuarios dónde no pasa nadie. Poco a poco veo que nuestros cuerpos se acercan, los rostros se juntan cada vez más y como aquella vez en mi casa vuelvo a notar su respiración cerca de mí. Una parte de mí intenta evitar lo inevitable pero una pequeña chica en mi cabeza me empuja a acercarme.
Nuestros labios se juntan y lentamente un beso empieza a formarse. Profundizamos el ritmo del beso y cogiendo mis caderas me arrima más a él, yo respondo colocando mis manos alrededor de su nuca. Paramos unos segundos para recobrar el aire y volvemos con el beso. Una batalla de lenguas se ha formado entre nuestras bocas cambiando de campo varias veces. Nos topamos con la pared, yo soy quien está pegada a ella.
En un momento inesperado una personita en mi coco empieza a hablarme de aquel sueño, de mi prima y de un corazón destrozado. Algo en mí se rompe y quiero parar esta situación. Intento separarme pero lo único que consigo es que se pegue aún más y el beso sea más apasionado si cabe. No me queda otra. Empiezo a morderle el labio pero hace caso omiso. Tengo que hacerlo más fuerte y cuando lo consigo se separa de inmediato de mí tocándose el labio y viendo la sangre que sale de él.
-Pero ¿por qué...?- no le deje terminar la frase.
-Esto no puede ser, tú sales con mi prima y no puedo hacer esto. Aléjate de mí mientras esto siga así- y corriendo entro en los vestuarios sin darme la vuelta para ver a Fer. Al entrar esquivo bolsas, trajes y patines hasta llegar a mi rincón. Me quito los patines y me duele mucho el pie derecho. No le doy importancia y me cambio mientras recojo mis cosas.
Ya me he vestido sólo me faltan los zapatos cuando una sombra aparece delante de mí.
-¿Puedes explicarme cómo se ha hinchado tanto tu pie?- levanto la cabeza y veo a Bea que me mira con cara de enfado y preocupación. Bajo la mirada a mi pie y veo que se ha inflamado más de lo que creía.
-Ven aquí, te llevo con la enfermera para que te lo mire.
Acepto y puedo notar al andar que el dolor incrementa por momentos. Llegamos con ella y no tuvo más que mirar el pie para salir corriendo al botiquín y coger un buen paquete de vendas. Diez minutos después tengo el pie vendado hasta casi la rodilla. Al parecer no fue a causa de mi huída de Fer si no que en uno de los saltos que realicé en la exhibición planté mal el pie y con la carrera empeoró todo. Conclusión: esguince con vendaje para 15 días. Ahora tengo que enfrentarme a mi madre que ha salido a hablar por teléfono y a todos mis amigos, por no decir que no puedo apoyar el pie y no tengo ni idea de cómo voy a andar sin muletas. Bea me acompaña al hall donde al lado de una de las mesas del fondo están todos mis amigos que me miran con sorpresa.
-¿Qué te ha pasado?- dice Marta.
-Me he hecho daño en uno de los saltos y me han tenido que vendar, pero no es nada grave.
-Ya pero tenemos que volver a casa andando y no estás en condiciones para ello- dice Aurora.
-Será mejor esperar a mi madre para ver qué podemos hacer.
Salimos del recinto todos juntos. Aurora, Noelia y Marta me llevan los trajes y el material mientras Raúl me ayuda a caminar. En un principio Fer se ofreció pero mi rostro mostraba que no era una buena idea y dejó que fuera Raúl quien me ayudara. Tenemos que esperar un rato hasta que llega mi madre que un poco histérica viene hacia mí.
-¿Ya te has vuelto a lesionar? Hija, es que no tienes remedio. Pero tengo algo importante que decirte: ¡tu hermano al fin es padre!
En mi rostro se forma una gran sonrisa. Me llevo ocho años con mi hermano y hace ya dos que no le veo. Se fue a vivir con su novia a una ciudad de la costa, habían estado ya tres años como novios y cuando se marcharon se iba con la idea del matrimonio en la cabeza. Se podría pensar que todavía eran jóvenes pero un año después se casaron. Ahora sólo de pensar que al fin han tenido un hijo me lleno de alegría.
-Eso significa que ¡soy tía!- si no fuera por mi pie ahora mismo estaría saltando de la alegría- Y ¿es niño o niña?
-Es niña y se llama Elena- contesta mi madre- En dos días vamos a ir a verla.
-Elena... ya me estoy viendo con ella en brazos, o mirándola en la cuna, o...
-Para el carro Elisa, tú te quedas- dice mi madre.
-P-pero, ¿por qué?
-Lo primero la niña todavía no puede recibir muchas visitas por eso sólo vamos a ir nosotros y los padres de ella. Lo segundo en ese estado no puedes estar paseándote por un hospital y mucho menos hacer el viaje.
El golpe que me llevo es tremendo, mis ilusiones se han ido por el desagüe.
-Y si os vais, ¿qué voy a hacer yo? Según como estoy no puedo quedarme sola en casa, no podría hacer mucho que digamos.
-Ya he hablado con tu tía de ello y te quedarás en su casa.
Y como cuando éramos pequeñas Aurora y yo nos miramos con una gran sonrisa recordando los días en los que suplicábamos a nuestros padres quedarnos juntas a dormir y nos damos un abrazo.
-Vale pero quiero fotos, muchas fotos que para eso soy su tía.
-Recuerda que no es sólo para tí, yo soy su prima y también quiero alguna foto- me dice Aurora.
-Bueno creo que es hora de volver a casa- dice mi madre y todos juntos nos vamos caminando hacia mi casa ya que las chicas me llevan las cosas y Raúl me está ayudando a andar. De camino a casa escuchamos un camión de bomberos bajar y entras unas calles más abajo, concretamente en la calle de Fer mientras vemos humo negro salir de la calle.
-¿Qué habrá pasado?- dice Raúl.
-No lo sé pero yo me voy corriendo- dice Fer muy alterado.
-Espera que coja las muletas y podemos ir todos y más rápido.
Corriendo como puedo entro a casa y cojo las muletas que ya las tengo siempre a mano porque esto de los esguinces en patinaje es bastante normal.
-Ya estoy, vámonos.
Todos corremos hasta llegar a la calle de Fer donde a parte de un camión de bomberos hay una ambulancia. Cuando vemos de donde proviene el fuego se nos cae el alma a los pies, viene de la casa de Fer. Fer sale corriendo hacia la casa y como si fuera un imán corro detrás de él que gracias a mis muletas es bastante rápido ya que voy a base de zancadas y Zaida nos sigue muy de cerca. Llegamos y vemos la ambulancia con las puertas abiertas y a Cristina sentada en el suelo del vehículo con una bombona de oxígeno y una ATS junto a ella.
-¡CRISTINA!- grita Fer mientras corremos hacia ella los tres.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- dice Zaida con lágrimas en los ojos a la vez que la abraza.
-Cuidado, ha respirado una cantidad considerable de humo y está débil- dice la ATS.
-Pero ¿qué es lo que ha ocurrido?- dijo muy preocupada.
-Estaba preparando unas tortitas para el postre de la cena de hoy cuando me llaman de la Universidad porque tengo que hacer unos papeles y me dejé el fuego puesto. Cuando me doy cuenta la cocina está en llamas y envuelta en humo. No podía salir y me dolía el pecho...- de su rostro empiezan a caer lágrimas que Fer seca con sus pulgares y la abraza con cuidado.
-¿Papá y mamá dónde están?- pregunta Fer.
-Se fueron a comprar después de marcharte tú. Menos mal que no estaban aquí, no sé que hubiera pasado si ...- no pudo terminar de hablar porque las lágrimas volvieron a invadir su rostro y el llanto desconsolado surgió de su garganta. En ese momento llegaron los demás preguntando lo mismo que nosotros y yo me ofrezco a explicarles. Todos los rostros de la calle eran caras largas, tristes y sin ilusión. Unos veinte minutos después los bomberos consiguen erradicar el fuego por completo y pueden entrar a evaluar los daños. La verdad no son muchos pero la cocina ha quedado inutilizable y algunas partes del salón. Por suerte no se han dañado ni fotos ni recuerdos importantes pero veo a Fer muy alterado, intenta entrar a la zona del salón más afectada pero los bomberos no le dejan.
-Fer ¿qué te pasa?
-En esa estantería de ahí, la que está tan dañada, hay una cosa muy importante que necesito saber si está bien.
-Tranquilo, seguro que no le ha pasado nada- pongo mi mano en su hombro en señal de apoyo y él pone la suya encima recibiendo mi gesto.
-Siento no haberle dejado pasar, sólo queríamos asegurarnos de que no está en peligro de desplomarse- nos dice uno de los bomberos.
En cuanto escucha esto Fer sale disparado a la estantería, más bien hacia la base de la estantería de donde saca una carpeta marrón un poco manchada de ceniza pero sin que se haya quemado. Rápidamente la abre y puedo ver unas partituras. ¿Tanta preocupación por unas partituras? Me fijo más en ellas y veo que están escritas a mano con no muy buena caligrafía y tienen más de un tachón. Son las partituras originales de sus canciones, ahora lo comprendo todo.
Va revisando para saber que todas están ahí cuando veo por un segundo escaso esa canción, "Para Elisa". No me sorprendería verla allí ya que es composición suya si no fuera porque esas hojas no estaban solas, las acompañaba una foto. Recuerdo perfectamente la foto y el momento en el que se hizo. Es una foto de los dos en su undécimo cumpleaños disfrazados de princesa y Peter Pan. Fer quiso que fuera una fiesta de disfraces y todos fuimos con nuestros trajes que nos habían hecho nuestras madres. Aurora y Raúl también estuvieron iba de reina de corazones y pirata. Lo bonito de esa foto es que salimos los dos y yo le estoy dando un beso en la mejilla con toda la inocencia del mundo, sólo tengo once años. Al recordar aquello empiezo a ruborizarme pero consigo que nadie lo note.
-Me temo que no se podrá vivir aquí durante un par de semanas- dice un bombero- deberán buscarse un alojamiento temporal.
-Primero debemos esperar a mis padres- dice Fer.
-De acuerdo- contesta el hombre saliendo del salón.
-Fer si quieres estar aquí dentro pero tenemos que salir fuera todavía es difícil respirar aquí- le digo.
- Está bien, salgamos- diciendo esto salimos los dos de la casa.
Un tiempo después llegaron los padres de Fer y les contaron todo lo sucedido. Ahora parece que ya tienen decidido dónde van alojarse, los padres se irán a casa de unos amigos dónde con gusto les darán cobijo. Zaida y Cristina se irán cada una a casa de una amiga mientras que Fer... espera, ¿dónde va a dormir Fer?
- Qué bien que al final te quedes en mi casa así podremos estar los tres juntos en amor y compañía- oigo decir esto a mi prima y el horror se me presenta en persona. ¿Cómo vamos a estar los tres juntos? No quiero imaginarme lo que sucederá. Por lo menos aún tengo dos días de preparación para la catrástrofe.
Hola mis lectores:
Al fin estoy de vuelta después de 13 días de campamento. Me he tomado unos días para descansar y poder escribir el capítulo ya que no he tenido muchas oportunidades de escribir allí en el campamento sólo podía hacerlo por las noches y digamos que estaba un poco agotada. Aun así saqué tiempo y pude escribir la mitad. Aquí os dejo un nuevo capítulo que espero que os guste.
Un abrazo
Sophie_land
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