Capítulo 31.
Capítulo 31. Momento impactante.
La cuestión no es que Narcissa si podía ir a Francia y ella no... Bueno, eso tal vez la calentó un poco. Pero el problema era que Astoria no le decía porqué no podía ir.
—¿Puedo?
—No.
—¿Por qué no?
—Porque no.
—Esa respuesta es tonta —Infló las mejillas y unas motas rojas aparecieron.
—Yo soy tu madre, no es una respuesta tonta.
—¡Eres imposible! —Alzo ambos brazos y los dejó caer con fuerza en sus muslos—. Mamá, es sólo ir a visitar a Mel, no es que vaya a traficar droga o a prostituirme en bares.
—El problema no es a quién vayas a ver, sino donde.
—¿Acaso odias Francia mami? ¿Eres de esas que le tienen fobia a los extranjeros? ¿Racista?
—¡Por Merlín! Meredith soy tu madre y te quiero a salvo, todo lo que hago es por tu bien.
Su cuerpo tembló mientras hacía puños sus manos. Estaba tan enojada. La mente se le nublo.
—Te detesto tanto, madre.
Aunque eso le lastimó, sabía que no era en serio. Astoria se dejó caer en el sofá, le hizo una señal hacia la puerta.
—Y yo te amo. Buenas noches.
Gruñó y salió de la biblioteca, por primera vez, zapateando con fuerza.
Ya era el colmo. Meredith no era de las que se ponían en ese estado. Bueno... En realidad tal vez no había tiempo para estar así ya que nunca antes había sentido semejante enojo hacia su mamá (Ya, no incluyan a la vez que se enteró que es semidiosa y que los Malfoy eran su... Familia)
—Malvada —Pateo una mesita en el camino.
Ésta se cayó y aplastó... Su dedito, el mendigo meñique. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Oh dioses, esto duele más que la vida propia —Apartó el pie y se sentó en el suelo para abrazarlo en una posición muy incómoda —. Terminaré perdiendo mi dedito... Los pies de cuatro dedos no son sexys.
Se quedó un rato más frotando su dedito hasta que sintió un flash sobre ella.
—¿Ah?... ¡SCORPIUS MALFOY!
Él seguía siendo rojo y dorado, al igual que ella seguía siendo un Avatar. Le sonrió mientras bajaba su celular... Oh, ella desearía tener un celular, si tan sólo no fuese un Ven monstruo, comeme con salsa.
—¿Qué diablos haces Malfoy?
—¡Venganza!
Bajó su pie y le miró con el ceño fruncido.
—No entiendo cómo una foto sería venganza.
—Ommm, ¡La subiré a Facebook! La verán todos tus amigos.
—Yo no tengo Facebook —Sonrió divertida.
—Twitter.
—No
—Instagram —No—. ¡Sonico!
—¿Eh? ¿El jueguito? Oh espera... Ese es Sonic.
Scorpius parecía asombrado y confundido.
—¿Youtube? ¿Tumblr? ¿WeHeartIt? ¡¿REDTUBE?!
—¡Cochino! No tendré celular pero ya sé que es eso... Maldita Lily.
Scorpius se sentó en el suelo junto a ella, ladeaba la cabeza intentado procesar como una chica de 14 años no tenía redes sociales.
—¿De verdad no tienes celular?
—No puedo.
—¿Por qué?
Le dirigió una mirada de soslayo.
—No es de tu maldi... Incumbencia.
—Bueno... Pero ya me diste curiosidad.
—¡Ya Scorpius! Que maldito bipolar eres, primero me tratas mal, luego no, luego si, luego te interesas por mis cosas, ya enserio me estoy cansando.
Se quedaron en silencio luego de eso. Meredith no se fue porque tenía un pequeño (malditamente grande) dolor en la nuca. Scorpius tenía algo que debía dejar salir... No, no era un gas.
—Es que... —Le miró cuando al fin abrió la boca, Scorpius tragó saliva y luego siguió— es raro que seas mi hermana. Te odio pero...
—¡Wow! Eso es lo más hermoso que me has dicho —Chilló sarcástica—. Me encantó la parte del pero. Sigue por favor.
—Pero siento que... que quiero abrazarte.
Meredith se pegó a la pared con la cara contraída y más pálida que de costumbre. Scorpius movió las manos en negación.
—No en modo romántico, pequeña idiota.
Dejó escapar el aire y el color le volvió a la cara.
—Eso es reconfortante... Así que, ¿Quieres abrazarme para poder romperme las costillas? Debí suponerlo.
—Quiero abrazarte porque quiero protegerte.
Ya valió. Ni siquiera Scorpius sabía porqué se le escapó tremenda estupidez. El silencio incómodo volvió por parte de ella.
Pero él tenía verborrea e iba a dejarla salir toda.
—Eres la maldita y pequeña hermana insufrible que preferiría no tener... Lo se, está Narcissa, pero ella no es el colmo como tu. Ella no se ha pasado cuatro años gritandome idiota y explotando mis inodoros o mi comida en mi propia cara.
—¿Esperas una disculpa por eso? Es que no lo siento, estoy orgullosa de no haber bajado la cabeza por tus estúpidas burlas.
Para su sorpresa, el sonrió.
—No quiero que te disculpes, romperías la magia. Tampoco digo que me gustó —Apreto la mandíbula—. A veces eras tan perra.
—Mi especialidad.
—Y aún así, cada vez que te veía en los pasillos —Hablo mirándola, pero sin mirarle en realidad, parecía recordarlo—. Me decía a mi mismo Ahi va la que te robó a tu madre, hazla sufrir como tu lo hiciste.
—Te esforzaste enserio —Murmura por lo bajo.
—Después te hacía alguna maldad, era satisfactorio. Hasta que iba a la cama, repasaba mi día y... Diablos, la culpa era horrible.
Cerró la boca. Seguro se había desmayado y ahora su mente jugaba con ella.
Ésto no es real.
—Ahora he pensado demasiado en eso —Parpadeo y podría jurar que en sus ojos bailó una lágrima—. Nunca fue tu culpa que mamá haya escapado.
Meredith estaba llorando. Quería decirle ¿Y Andy qué? Pero no podía, estaba segura de que si le cortaba la inspiración ahora, jamás volvería a tener una conversación así con el idiota albino.
—Supongo que papá nos lavó el cerebro —Susurra bajando la mirada—. Siempre nos dijo que fue culpa del bebé, o bien, las bebés, que sin ellas mamá no se habría ido.
—Ommm...
—Y ya sé que eso hubiese pasado igual —Su voz tembló—. En algún momento mamá habría visto que padre no era... el mejor. Y si habría escapado, pero con Cissy y yo.
—Scorpius.
—Estoy avergonzado. Pasé cuatro años hiriendote... Incluso fui y te robé tu primer beso por pura maldad.
—Dioses. No hagas eso —Se tapó la boca—. No se supone que lo sientas. Es el maldito proceso de los enemigos. Me tratas mal, y yo igual a ti.
—¿Y si ya no quiero un proceso de enemigos? ¿Y si ahora quiero un proceso de hermanos?
—¡Pues no te lo voy a dar, grandísimo imbécil! —Le espetó con una voz de pito—. ¿Qué pensabas? Vienes, te disculpas y mágicamente ya todo está bien, ¿Eso creíste? No, no. Cuando yo entré al colegio iba con toda la ilusión de que serian los mejores años de mi vida —Se arrodilló ante él y le dio un empujón, Scorpius ni se inmutó —. Ignorando los mosntruos, jamás creí que apenas el primer día tendría a gente odiándome. ¿Recuerdas que sin querer choqué contigo cuando buscaba mi primera clase? ¿Recuerdas lo que me gritaste?
—Ya lo se.
—¿Que me largué a llorar y tú te reiste? Pasó mucho tiempo para que la gente deje de burlarse de mi por eso. Si no fuera por James, Fred y Frank, yo me habría hundido... ¡Ellos si fueron hermanos! Eso es lo que se hace, Scorpius, si quieres a tu hermana la proteges, no le dices cosas horribles hasta verla llorar.
—¡Lo se! ¡Lo se Meredith! Lo se y lo siento. No voy a decir que no quería, pero si me arrepiento. Debí dejar mis prejuicios a un lado y escucharte.
—Intente ser tu amiga y la de Narcissa —Siguió con enfado—. ¡Y ustedes me tiraron un sapo a la cara! Yo jamás había sentido el odio...
—No lo digas —Le tomó una mano y prácticamente lo rogó—. No digas eso.
—¡Pero ustedes me enseñaron el odio más puro!
Y ya, sorprendanse... Scorpius la abrazó. Y si, lloró un poco en su hombro. Meredith estaba escandalizada, tenía todos los músculos tensos. Eso no se lo esperaba.
—Padre me odia por no ser igual a él —Dijo con la boca pegada a su hombro—. Narcissa acaba de gritarme idiota y que desearía que no fuera su hermano. No quiero que otra hermana me odie.
—Tienes a Andy.
Él soltó una risa—. Me corrijo... No quiero que tú me odies.
Soltó un suspiro mirando al techo y pensó Dioses, me han dado al medio hermano más bipolar existente.
—¿Por qué?
De mala gana, subió una mano y le dio golpecitos en la espalda. Scorpius seguía abrazandola con fuerza.
—Eres lo más cercano que tengo —Susurra ido—. Te pierdo y lo pierdo.
—Gracias por la explicación —Ironiza rodando los ojos—. Mi madre y tu tienen la manía de dar acertijos... En realidad todos con quienes hablo.
—Guau... Creí que primero moriría antes de ver esto.
Mar abrió los ojos como platos al ver que todos aparecieron en el pasillo. Su mamá incluida, que parecía demasiado conmovida, Andy tenía una cara de póquer, Narcissa le dedicaba una mirada venenosa, Draco tal vez podría estar observandole con disgusto... Nah, en él no es raro.
—Espera —Le murmura Scorpius limpiandose la cara en su camisa—. No te muevas.
Eso hizo, saltó a un lado y alzó ambas manos.
—Nada es lo que parece.
—Mis bebés se llevan bien —Astoria exclama al borde del colapso—. Voy a marcar esta fecha en el calendario.
Salió corriendo con Draco tras ella.
—¡No mujer! —Dice Meredith desesperada—. Luego me confundo con mis fechas y se arma la fiesta japonesa con mis sábanas...
Bajó la voz al verla desaparecer. Dio un suspiro lleno de frustración y luego miró a Andy, ella, de pronto, parecía muy divertida.
—Sin comentarios.
—Claro... Luego.
—Agh, eres un idiota, Scorpius —Le gruñó Narcissa a él cuando le vio las lágrimas —. Tan débil como siempre, ¿Ahora vas y buscas otro hombro dónde llorar?
—Ya callate Narcissa —Dice sin fuerza, parecía mas bien cansado—. Ni que te importe.
—¡Es verdad! Me importa una mierda que te pase... Marica.
Volvió por donde vino. Andy dejó de tener una batalla mental con Meredith para observar la espalda de Narcissa con cierta malicia.
—Hoy no se me escapa.
Fue tras ella diciendo Hasta mañana.
—Mer... ¿Tienes algún comentario?
Ya, enserio, le estaba dando pena. Pena porque su papá parecia tratarlo mal, pena porque al parecer perdió a su hermana y enserio necesitaba alguien que le impida derrumbarse como hace un momento.
—Uno, lloras como nenita —Alzo un dedo, luego el otro—. Dos, voy a pensarlo. No puedo simplemente adorarte luego de pasar tanto tiempo deseando degollarte.
—Bien supongo —Lanzo un suspiro—. Creo que he bajado todas mis barreras de macho con esta conversación.
Meredith le miró a los ojos. Incluso parecían tener cierta ternura.
—Es mejor así... Ser sincero.
Él le pasó le dorso de la mano por el cabello. Volvió a poner cara de incómoda, pero Scor la ignoraba.
—Me gustan tus ojos.
—Y los tuyos parecen caca de pájaro.
Le apartó de un manotazo.
—Yo creo que puedo llevarte a Francia si quieres.
—¡Jum! ¿Va de verdad? —Saltó incrédula—. ¿Lo harías enserio?
—No es para tanto, pequeña idiota —Volvio a su pose usual—. Mi maleta tiene un hechizo agrandador indetectable.
—¿Piensas meterme en una maleta?
—¿Quieres ir o no?
—Si... Confió en que no terminare en medio de la Sabana con animales hambrientos.
—Suficiente para mi, pequeña idiota —La atrapó en una llave y la cara de Meredith terminó en su axila olorosa—. Y sigo molesto por tu estúpida broma.
—¡Por el olimpo! Ya conoce la gloria del jabón —Tosió librándose de él—. Huele a trasero de troll y popo de perro del infierno, creeme lo... ¡POR LA PUTA MADRE! YA ME ACUERDO, ¡DORIS!
Salió chillando para su habitación. Scorpius alzo un brazo y olió su axila, apartó la cara con una mueca y luego se encogió de hombros.
—Se soporta hasta mañana.
Hola!;)
Awww, ya se acordó de DoDo :') *o bien específico, ya me acordé de Doris xD*
Perdón toda la espera e-e pasa lo siguiente (Oh si, tengo razones por esto)
Primero, estaba sin ganas de escribir, y dije Ñeh, el miércoles, y entonces me pico un maldito alacrán 7u7 no se de donde salió, pero el puto me dio dolor y yo lo mate diciendo Esto es Asunción, idiota *Zas, patada al abismo lol* nah que ver pero se me antojo.
Ah, luego se me fueron las ganas y me puse a hacer portadas sexys 8| (¿Han visto esos ojos? Joder, amo a la chica y ni la conozco xD te como sin salsa ahre... Parece que Dominique me está contagiando D: )
Siento penita, es que... No me shegan las notificaciones a tiempo y hasta ahora me doy cuenta de que tengo un mensaje en privado de hace cuatro días :'( ¡Me disculpo querida señorita! Soy tan despistada. Gracias por leer, eres especial ah...
Todos son especiales *-* y a todos les agradezco por seguir apoyandome *Lágrimas ay* Sus comentarios y votos me alegran el santo día.
En fin, mis queridas señoritas y querido señorito. Les deseo una buena madrugada LOL
Hasta pronto!;)
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