Capítulo 13. ¡Nooo! ¿Cómo paso todo esto?

Paso una semana y media. ¡Definitivamente iba a explotar! ¿Es posible que Lily esté tan molesta? Al parecer si.

No es que Meredith haya ido a mendigar su perdón, al contrario, comenzaba a decirle perra a Lily, sólo porque ya no estaba para hablarle sobre sus idioteces.

Por más que ambas dormían en la misma habitación, era como si la otra no existiera, el orgullo levanto un muro en medio del lugar. Meredith se despertaba temprano, tomaba una ducha y se iba. Ya no sería el despertador de la pequeña Potter, ¡no hasta que se disculpe por llamarla zorra sin saber la verdad!

Lily despertaba cinco minutos después de que su "ex" amiga se vaya. Obligo a Albus no volver a hablar con Meredith, incluso discutió con James ya que él insistía en que debían hablar y arreglar las cosas. Y ella esperaba a que la maldita zorra pida perdón, de rodillas...sobre pedacitos se vidrio.

Meredith se sentía indignada, sus emociones estaban a flor de piel, ya que le había llegado el jodido y puto Andrés, ese que te jode cada mes. Además, corrió el rumor por todo el colegio de que ella era una fácil.

¿Ya hasta es fácil? Primero zorra, ahora fácil, sólo porque "engaño" a su novio. Maldición, Albus lo sabía, él incluso les dio su bendición para seguir con lo-que-sea que era lo que tenía con James, ¡Era un cornudo consciente!

Pero Lily no sabía toda la historia, y tampoco quería saberla.

Tuvo unos momentos en los que se culpaba a si misma, ella ocasiono todo eso. Para empezar, no debió seguirle el juego a James, y tal vez tampoco debió fingir ser novia de Albus.

En fin, era un desastre.

Por cierto, lo siguiente sonará bizarro, casi imposible, pero... Tal vez Dominique no era tan zorra.

Desde el día en el que lloro en sus senos talla triple x, la ha apoyado, incluso cuando le pidió que la ayude a escabullirse de Albus y James, lo de Albus era obvio, pero lo de James... En fin, le agradeció que no pregunte el porqué.

James, diablos, de sólo pensar en su nombre quería sonreír como idiota. Él le mando quien-sabe-cuantas cartas en los días que lo estuvo evitando. En todas decía que lo sentía, que quería hablarle, que deje de evitarlo, y la que causo que ella este en semejante estado (Idiotizada ejem) fue la última.

Claro que se tomo una hora en descifrarla, pero eso no le quitaba lo dulce que era.

“Meredith, perdoname, es mi culpa, no eres una zorra, por favor, si otro idiota se te acerca, hazmelo saber, voy a partirle la cara...
Estoy planeando decirles a todos que era yo con quien te "besuqueabas", quiero decirles que no fue nada malo, porque eres mi novia (Se que ahora vas a querer golpearme, y no me quejaría, quiero verte de cualquier manera) y lo de Albus era fingido.
¿Podrías perdonarme?
En realidad, ¿Podrías dejar de ignorarme? Eso duele, niña, me duele.”

Y seguía, pero en su cabeza se repetía bobamente "Niña" al principio le molestaba que la llame así, pero ahora ya ni importaba, James era un puto dulce.

Salió de la sala común a eso de las 4 am, camino en silencio por los pasillos, aunque se sentía como si estuviese flotando. Tenia la carta contra su pecho y se dirigía a la cocina.

Tanta dulzura le abrió el apetito.

Cuando llegó, vio a unos pocos elfos platicando en una mesa, otros preparando el desayuno, saludó y camino hacia el enorme refrigerador. Con la mano libre tomo un pote de fresas, cerro la puerta con su cadera y se dirigió a la mesa del medio.

Sacó la tapa con ansiedad, y cuando abrió la boca para comerse una magnífica, roja, hechizarte, jugosa y... Una fresa.

—Al fin te veo.

Dejo su fruta en su lugar al instante que alguien la tomaba en brazos y la estrellaba contra su pecho de forma cariñosa. Su rostro ardió cuando James le dio besos en sus mejillas.

—Ay, no vuelvas a hacerme eso—Dijo casi lloriqueando.

¿Todos los Weasley acostumbran pegarte a su pecho? Bueno, al menos James no tenía tetas que causaban que su autoestima baje.

—Que llorón—Se burló.

—¿No estas molesta?—La miro con los ojos brillosos—¿Me perdonaste?

—No tenía porque perdonarte.

—Ah...—La curiosidad invadió su ser—Pense que cuando una chica no te hablaba, era porque estaba molesta, y si estaba molesta había que pedir perdón.

Cerro los ojos y se tapo la cara mientras sonreía. Que idiota era.

—Si estaba molesta, pero no contigo.

—¿Con Lily?

Su cara se volvió seria, James se arrepintió de haberlo dicho, borro su linda sonrisa.

—Con todos.

—Menos conmigo—Festejo y estrello sus labios con los de ella. Aunque solo fue un pico.

—Deja de hacer eso, maldito bastardo.

—Auch—Tomo el papel que ella estaba sujetando con tanta pasión —Oh, ya la leíste.

Sus mejillas se tiñeron de rojo.

—Bueno... Para que conste, estaba desesperado.

—Odio a los desesperados...

—Y a los insistentes, ¡Ya se! Pero, ¿Qué quieres que haga, mujer? Tu me haces más obsesivo de lo normal.

Iba a besarle, pero ella aparto la cara riendo. James hizo un puchero frotando su nariz contra su mejilla.

—Bueno... Lamento que Narcissa se haya acercado de más, y en realidad lamento no haberla echado—Su voz nuevamente desesperada —Pero soy un caballero, recibí sus halagos para alimentar mi ego y luego, educadamente, le dije que ya no me interesaba y me aleje para buscarte... ¿Eso esta bien? Fue una lástima no encontrarte.

"Enamora mi sucio corazón" suspiro Andy.

—Dioses—Jadeo—¿Por qué tienes que ser así?

—Ah, es que cuando quiero algo, me esfuerzo, mi niña—Le guiño un ojo.

Y en un descuido (Bah, en realidad no) termino uniendo sus labios en el primero de muchos besos que se darían esa mañana.

Meredith se estaba volviendo loca, tal cual lo dijo el maldito bastardo, loca por él.

*****

Fue extraño cuando Lucy se le acerco con unas bragas blancas en las manos. Pero fue aún más raro cuando vio a Molly con un sostén blanco, escondiéndolo prácticamente.

—¿Qué diablos...?—Sus libros se cayeron de sus manos al igual que su mandíbula.

—No digas nada, es en señal de paz—Advirtio Lucy tendiéndole las bragas, Meredith retrocedio—¡No niegues mis putas bragas! Costo medio Perú encontrar unas a las que el maldito Andrés no haya jodido.

—Solo tomalas antes de que se infarte—Murmuro Molly.

Meredith tomó el sostén y las bragas con gran incomodidad.

—Debemos informarte que ya lo sabemos todo—Comenzo nuevamente Lucy, totalmente relajada.

—¿Todo de...?

—De que les dije la verdad.

Albus apareció con cara de perrito mojado, muy arrepentido.

—Si—Asintio Molly—Su situación gay.

—Exacto, su inclinación por el pepino, su gusto por dar y recibir por atrás, su lujuria por la testosterona rubia de malditos Mal--pf--voy, le encanta abrir la bo...

—Merlín, Lucy, ya basta—Exclamo sonrojado.

—Guau, ¿Les dijiste todo? —No podía creerlo.

—Es que... Parecían las más indicadas para decirles.

Después de que Albus pida perdón, al menos seis veces, decidió golpearlo para que se calle. Decidió "perdonarlo" y se dieron un abrazo de esos que te sacan las lágrimas.

—Ahora dale tus calzones—Dijo Lucy en tono autoritario.

Lentamente, muerto de vergüenza, Albus saco un bóxer blanco de su túnica y lo puso en las manos de una muy sonrojada Meredith.

—Espero que nada de esto haya sido usado—Murmuro.

—Estate segura de mi sostén y del calzón de Albus—Molly se removió incómoda —Porque los compramos el fin de semana pasado... Pero Lucy.

—Mierda.

—¡Hey! Te dije que no menosprecies mi tanga. Y no, no tiene mierda, esta limpia...—Respiro tranquila, pero Lucy no terminaba ahi—Y si la use, habrá sido un par de veces... Pero yo me había bañado para eso.

—Creo que voy a quemarla... Como ofrenda a los dioses—Añadio rápido.

*****

Meredith necesitaba a alguien para contarle sobre sus problemas de chicos.

Pero no podía ser Lily, ya que la muy zorra tenía que estar de perra con ella (Traducción, la odia). Tampoco podía ser Albus ya que él la odiaría si se entera de que Scorpius la besó... Y ya no podía hablar sobre sus sentimientos con James porque... Bueno, ¡Es obvio!

¿Quién podría ser lo suficientemente bizarra como para comprenderla y lo suficientemente discreta como para no decírselo a nadie?

—Bueno, chicas, por favor no juzguen, pero...

Miro a las gemelas pelirrojas con detenimiento. Molly era discreta y Lucy... ¡Era Lucy!

Lo contó todo, todo, desde el beso forzoso con Scorpius hasta las ganas de matar a Narcissa por manosear a James... Exceptuando el hecho de que su hermana vive en su cabeza y que Albus es gay (Claro, no hace falta, ellas ya lo saben)

—Woah—Dijeron las hermanas a la vez con los ojos como platos.

—Eso... Es intenso—Suspiro Lucy.

—Lo de tu hermano un tanto... enfermo—admitió Molly arreglándose las gafas.

—Vamos, enamorarse de un familiar no es tan raro...—Hizo una mueca la otra pelirroja.

—¿Segura?—Meredith la miro indecisa y mordiéndose los labios.

—claro, yo antes pensaba que Fred era mi príncipe azul y que nos casariamos.

—...

—¿Cuantos años tenias?—Susurra Molly.

—Como 7, ¿Por?

Se quedaron mirándola durante cinco segundos y estallaron en risas.

—No puede ser Lucy—Se carcajeo Meredith tomandose el estomago con las manos—Es Fred Weasley, no Ed Sheeran.

Lucy tenia una cara de pocos amigos y ésta ardía quedando tan roja como su cabello.

—Tu no sabes como era en aquel tiempo.

—Pero yo si—Defendio Molly señalándola acusatoriamente—Él solía hacer pasteles de tierra y luego se los comía... Lo interesante es que ya tenia la edad de la razón... Pero amaba comer tierra y gusanos.

—¡Exquisito!—Grito Mar.

—¡Basta! El punto no era hablar sobre mis amoríos, sino de los de Mar—Alzo su cabello en una coleta alta—Ahora dinos que paso con el "OH POR MERLÍN, ALBUS TE AMO CON EL ALMA"

—Tenia doce años, era fácil de impresionar, no sabía que era gay... James no me había besado—Susurro rascándose la nuca.

—Ok, ahora sabemos que todo esto es solo porque te gusto como besaba—Dijo sabiamente Molly.

—Claro, al principio. Ahora... —Se tapo la cara—Mi dios, ¿Han visto su cabello? ¿Oído su risa? ¿Olfateado su colonia? Santa cachucha, estoy muy mal.

Lucy hizo aparecer una bata de doctor y uno de esos artefactos para oír los latidos del corazón. Se le acercó y la miro severamente.

—Me temo que esto es un caso serio de enamoramiento, se la ha pasado olfateandolo cual poodle en celo, lo ha oído como Beethoven hubiese querido, y... Creo que tiene demasiado tiempo libre como para mirar su cabello.

Meredith la aparto de un manotazo, toda roja y alterada.

—No creo que sea enamoramiento, yo se lo que es un enamoramiento y éste no lo es.

—¿Lo dices por lo de Albus? Querida, eso no fue enamoramiento, mas bien creo que fue obsesión como la de estas fans de Ricky Martin—Le mostro la foto de unas mujeres lanzando sus sostenes y bragas al escenario donde estaba el cantante.

Mar enrojecio aún más.

—Yo nunca le lance mi ropa interior.

—Pero sentias ese obsesivo amor de que sin él no ibas a vivir, pero fue solo una mentira, ya sabes como son los pre-adolescentes.

—Y el amor no es obsesivo—Siguio Lucy acariciando su gato disecado—El amor es dulce, la mayoria de las veces (supongo) notas las cosas negativas y positivas del otro, aún así queriendo estar con él... ¿Te pasa eso?

La semidiosa se estaba arrancando los pelos prácticamente. Eso no era lo que quería oír, solo queria escuchar un maldito "¡Son las putas hormonas! Estas necesitada y James es sexy, nada más. Ya se te va a pasar en cuanto entres al convento de monjas"

—Tal vez—Termino diciendo entrecortada.

—Perfecto—Sonrieron y la abrazaron—Bienvenida seas a la familia.

—¿Familia de...?

—De las que alguna vez se enamoraron de un merodeador.

Quiso gritar "NOOOO" dramáticamente como en Star Wars... Pero simplemente se auto cacheteo.

Ella no debía pertenecer a las que se enamoran de los merodeadores, ¡Ella formaba parte de ellos!

Aunque ya lo dudaba, ya que la primera regla que habían dicho era "Nunca... Pero nunca salir con nuestra merodeadora, ella es un tesoro que debemos cuidar, no usar.

Espera, se dijo, fue James el que la rompió, yo solo fui una pobre integrante en su sucio plan. Maldito seas Potter.

Hola! ;)

¿Qué tal? Dije que iba a ser "pronto" la actualización, ja.
En fin, amo a James tengo una obsesión por él e.e
Y bien, acepten las tangas que Lucy les da! O ella va a enfadarse.
Hasta pronto! ;)