[Cuidado con lo que deseas]

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Una simple mentira puede destrozar mil vidas

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«Siento frio»

Una sensación que me invadió cuando vi tu cuerpo inerte.

Siento como si me estuviera ahogando en lo profundo del mar.

Algo que me arrastra hacia lo profundo.

Solo hay oscuridad a mi alrededor.

La luz de mis ojos ya no sabe diferenciar entre bueno y lo malo de este mundo.

Este mundo lleno de gente con un corazón podrido.

Alguien que me arrebato tu sonrisa.

Se llevó tu vida y mi razón de vivir.

Ya lo dije una vez y lo volveré a repetir, imploro por una segunda oportunidad...

[ . . . ]

—¡Hey mocoso! ¡Despierta!— La voz de alguien lo saco de su sueño, sus ojos se abrieron queriendo adaptarse a la claridad que atravesaba sus pupilas. La figura distorsionada poco a poco se dejó ver con claridad dejando a la vista sus sospechas. Era Suzuno el que le hablaba. Su mano toco la superficie de donde se encontraba. Miro a su alrededor, estaban en el suelo debajo de la torre esto era imposible. Hace poco se encontraban cayendo desde la plataforma. Plataforma que aún seguía intacta.

—¿Qué fue lo que paso?— Fue lo único que pudo preguntar en esos momentos, el peli rosa aún seguía confuso. ¿Era siquiera posible que sobrevivieran a la caída? —Dime por favor que estamos muertos y este es nuestro cielo personalizado.— La cara de seriedad de Suzuno le dijo todo. —Okey, ¿tienes una mejor explicación?—

—En primer lugar, ¿Porque tendríamos que compartir el mismo cielo? Segundo, no tengo idea de lo que paso. Solo se hace nada estábamos cayendo a una muerte segura y de la nada estaba en el piso en una sola pieza y contigo a mi lado desmayado.— Explicó mientras se sobaba la cien, esta situación no tenía ni pies ni cabeza.

El menor suspiró, esto era estúpido. Era obvio que cayeron de la plataforma así que de hecho deberían estar con San Pedro. ¿Acaso esto era un regalo de Dios por todo lo que le hizo sufrir? ¿Era una devolución por lo ocurrido con Masaki?

Nada compensará el vacío que dejó.

—Ya no me importa lo que paso, será mejor que me va— El sonido de un tono de llamada interrumpió lo que iba a decir el peli rosa. Sonido que provenía del celular de su acompañante. Este lo sacó del bolsillo de su saco. Kirino por su parte solo de levantó del lugar en donde estaba pero un fuerte jalón hizo que volviera a su posición inicial. —¡Pero que demoni— Su enojo fue olvidado al ver la cara de espantó de Suzuno, parece como si hubiera visto un fantasma, ¿Iba a llorar? Obvio que él no lo consolaría otra vez. Por un momento Ranmaru no sabía si seguía respirando porque su mirada se había plantado en la pantalla de su celular, estaba a nada de sacarse los ojo de tanto que se los frotaba.

La mano que sostenía el aparato temblaba así como la mano que sujetaba la chaqueta del peli rosa. Este ya se había comenzado a asustar al ver las lágrimas que ahora salían de los ojos del hombre de fría mirada. Genial. Simplemente genial.

—E-sta.— El peli rosa also una ceja, y con toda la confianza del mundo de le arrebato el celular a Suzuno, ya que, obviamente él no estaba acto para contestar y el celular aun seguia vibrando, no iba a dejar a la otra persona esperando. ¿Qué tal si era una emergencia? La vida le enseño que hasta no contestar una llamada podría costarle mucho. Se levantó lentamente mientras tomaba con delicadeza la mano de Suzuno y la apartaba. Algo raro estaba pasando.

Kirino desbloqueo la llamada de alguien "My tulip" creía que decia... en fin no le dio mucha importancia a eso y sin más contesto mientras observaba a Suzuno mirando al piso apretando los puños negando con la cabeza, tanto miedo le daba la persona que lo llamaba o qué. —Hol—

—¿¡Donde carajos estas!?— Kirino alejo el celular de su oreja y entrecerró los ojos intentando recuperarse de lo aturdido que lo habia dejado. Sus ojos por un instante se posaron en el peli blanco que otra vez estaba pálido negando frenéticamente.

—Buenos tardes a usted tambien.— Le respondió aun un poco ido nuestro peli rosa, por un momento creyó que alguien le gruño en la otra línea. Joder, ahora entendia el miedo del mayor. Pero eso no era hasta el punto de echarse a llorar hombre.

—Es de dia inbécil. ¿Y quién mierda eres tú?— ¿Perdon? ¿Cómo que de dia? El esperaba que por lo menos fueran la 1.00 pm. Miro a su alrededor y se llevó una sorpresa cuando miro hacia arriba, el cielo estaba despejado... pero si era un dia nublado. Cerro lo ojos nuevamente para evitar el rayo de luz que estaba cegándolo. Miro al celular otra vez, justamente en la parte superior.

...

¿Eran las 9.35 am? ¡Pero si la última vez que vio la hora ya eran más de medio dia! Okey esto lo estaba asustando.

—Suz-uno... creo que tu teléfono se estropeo.— Miro rápidamente al nombrado que no daba señales de querer hablar el chasqueo la lengua. —¿Qué demonios te ocurre? ¿Te pondrás así solo por un loco griton? Okey yo arreglare esto.— Los gritos al otro lado de la línea ya lo estaban irritando desde hace unos segundos. —Escúcheme bien sea quien sea, ahorita la persona con la que desea hablar esta indispuesta así que no lo vuelva a llamar, gracias. Y por favor consígase un puto siquiatra que ya no sé cuántos insultos o formas en las que me matara me ha dicho en lo poco que ha hablado.— El contrario solo gruño más. Parecía de muy mal humor. Ranmaru estaba listo ya para cortar.

—¿Se puede saber quién eres tú? Y por qué contestaste en celular de MI ESPOSO.— Ranmaru casi se ahoga con su saliva, ¿Como que su esposo? ¿Que no habia ya estirado la pata? Miro al mayor en buscas de respuestas pero el pobre estaba con ambas manos en la frente intentando respirar adecuadamente. Hay por favor, ¿que seguia ahora? —¿Y bien? ¿Quién eres? ¿Su amante?— ¿Eskiusmi? pensó el más joven.

—Pero... ¿que no estabas muerto?— Se atrevió a preguntar, luego miro a Suzuno nuevamente que parecía más tranquilo y era momento de obtener respuestas.—Dijiste que estaba muerto.— El peli blanco estaba intentando estirar su mano hacia el peli rosa desde el suelo en muestra de que le diera el teléfono. Pero su brazo estaba como gelatina.

—¿Quieres que te muestre que tan muerto estoy p— Ranmaru ya no escucho lo demás pues le dio el celular a Suzuno mientras sacaba el suyo.

—¿Har-uya?— Hasta parece que le dolió decir su nombre. —¿Eres... tu amor?— Las lágrimas amenazaban con salir otra vez. No tenía palabras para describir lo ue estaba sintiendo. Su corazón latía a mil. Cuando vio aquel nombre en la pantalla su corazón casi salta, no sabía si era alegría o miedo. Se suponía que el celular de su esposo se habia destruido en el accidente, un muerto no podía estarle llamando. Agrios recuerdos pasaron por su mente y sin darse cuenta ya estaba en el piso temblando con Kirino preocupado.

—Hasta que contesta el señor ocupado, ¿Que ahora tienes un secretario personal?— Aunque la frase sonaba on sarcasmo y el peli rojo no parecía contento para Suzuno era algo diferente. Era su voz... era su voz... Si esto era un sueño que nadie lo despertara. Sin duda las lágrimas ahora si volvieron a salir. Sonrió... sonrió con nostalgia y felicidad. Aquella voz, aquella manera de expresarse y todos esos insultos. Creyó que jamás los volvería a escuchar... la voz de la persona que amaba. La calidez inundo todo su cuerpo. Poco a poco se fue levantando y miro al cielo, ¿acaso alguien hizo caso a sus plegarias? ¿Dios tal vez? Anhelaba que esto no fuera una ilusión y de verdad le hayan dado una segunda oportunidad para corregir todos sus errores.—Suzuno te estoy hablando coño.— Parpadeo poniendo los pies sobre la tierra para apresarse a contestar, sus labios aun temblaban buscando la manera apropiada de como continuar.

—Si... perdón estaba distraído por eso no conteste yo.— Su voz apenas y salió, la emoción estaba invadiéndolo ahora. Estaba hablando con muerto y el amor de su vida. Esto era irreal. Simplemente inimaginable.

—¿Quién era el que contesto?— Pregunto Nagumo, juraba que del otra lado talvez tenía la ceja alzada.

—Era un viejo amigo... me acabo de reencontrar con el mientras caminaba por la torre de metal.— Mejor dicho mientras lo salvaba de hacer la murision, buenoo no estaba seguro si eran amigos ya que apenas y se conocían pero habia algo claro. Los dos compartieron el mismo dolor.

—¿Y que haces ahi? No te escuche salir de la casa.— ¿Que como salió? Pues no podía explicar eso ya que el peli blanco ya no iba a su casa desde el funeral del peli rojo. De solo estar ahi le traía recuerdos del momento en que pasaron juntos, el dolor era mucho, muchas veces se tentó a romper todo y gritar fuerte intentando liberarse de la opresión en su pecho.

—No quería despertarte ya que has estado más cansado y con malestares los últimos días, perdón por haberme ido sin avisar.— Malestares que se debían a su bebe, a su hijo. La criatura que prácticamente mato el con sus acciones. Ese pequeño o pequeña que no puedo conocer el mundo ni sentir el calor de sus padres. Avecés se preguntaba qué hubiera pasado si el accidente no hubiera ocurrido. ¿Enserio habría llegado a alegrarse con la llegada de ese bebe? ¿Sus pensamientos hubieran cambiado? ¿Le hubiera logrado dar una buena vida en un entorno lleno de amor? No... Eso ya estaba en el olvido, si esta en verdad era una segunda oportunidad las cosas serían diferentes. Tanto Nagumo como él bebe sobrevivirían y les daría lo que no pudo darles antes. —Debes cuidarte y no esforzarte de más. No quiero que te pase nada.— Lo último...¿Lo dijo o lo pensó?

—¿Qué te pasa? Suenas apagado.— El tono del peli rojo cambio y se notaba la preocupación en ella.

—¿Eh? Que va, estoy bien, gracias por tu preocupación. Supongo que solo estoy cansado, ire pronto a casa así que por favor recuéstate y no hagas nada.— Que elegancia la de Francia. Nagumo estaba impactado, nunca escucho a su esposo ser tan amable y por dios, ¿que era todo ese perdón, por favor y gracias?

—¿Quién eres y que hiciste con mi hombre? ¿Qué es toda esa basura de perdón, por favor y gracias? Estas en un kínder o algo.— Inconscientemente rio. Suzuno por su parte solo carraspeo un poco, es cierto el nunca habia sido tan amable pero ¿cómo culparlo? Si su frialdad y falta de atención habia causado que Haruya no le tuviera la suficiente confianza. No quería arriesgarse otra vez.

—Ya te dije que no es nada.— Dijo serio el albino, o al menos eso pretendía.

—Está bien, te ceo. Vuelve a casa rápido y trae pizza con pastel de chocolate y crema. Te amo.— Dicho eso el peli rojo corto rápidamente. ¿Era normal sentirse tan feliz por volver a escuchar ese te amo? Te amo que creyó jamás volver a escuchar...

Podría volver a llorar en ese mismo instante incluso. Sin embargo un jalón en la mejilla interrumpió su dulce concentración. —Auch, ¿Qué te pasa Piglet?—

—Estamos soñando, estamos muertos, dime que estamos muertos.— Pronunciaba o más bien rogaba el peli rosa mientras jalaba más fuerte la mejilla de Suzuno que le estaba saliendo una venita y con la otra mano sostenía su teléfono con la vista en él.

—¿Quieres ir con mama coco, maldito enano rosa? Suéltame ya.— Suzuno le jalo la otra mejilla a Ranmaru y este lo solto para tocarse el mismo el lugar donde el albino lo jalo. Si dolió, dios mio, dios mio, dios mio.

—Suzuno...—

—¿Qué?— Contesto mientras se sobaba la mejilla con molestia.

—Viajamos en el tiempo.—

—...—

—...—

—...—

—...—

—Noo, estamos en la luna.— Expreso con sarcasmo el mayor. ¿Y se supone que los jóvenes eran el futuro de la humanidad?. Mejor estaban los mocosos de Shingeki no Kyoujin. Ese Levi era todo un bárbaro. Sin duda su personaje favorito.

Otra vez un tono de llamada volvió a sonar. Esta vez del celular del peli rosa. Ranmaru miro nuevamente la pantalla y vio el número de Kariya.

¿Qué hacia?

Ah, cierto.

—¡Espera idiota!— Detuvo el albino antes de que el peli rosa mandara a volar su teléfono.

—Perdo-n es qu-ue— Ahora el que temblaba era el menor. Estaba impaciente por poder escuchar la voz de su Kariya, del amor de su vida pero... ¿Qué pasaba si se desplomaba al escucharlo? ¿Y si al escuchar su voz desaparecía? El teléfono seguia sonando. Suzuno suspiro y se lo quito a Ranmaru que intento quitárselo. Finalmente respondió.

—¿Hola? ¿Ranmaru?— Se escuchó de la otra línea, el mencionado se paralizo, y a los pocos segundos empezó a lagrimear. Dios si esto era chiste era demasiado cruel.

—Buenos días— Respondió el peli blanco con calma.

—¿Quién eres tú?— Preguntó con desconfianza.

—Pues el dueño del teléfono no.— Falcepam del público.

—Espera... esa voz... ¿Eres tu Fuuzuke-san?—

—...— El mundo es muy pequeño sin duda alguna. —Ohhh, hola Masaki ¿Qué tal? ¿Cómo te va la vida? ¿Ya pediste el divorcio? ¿Quieres que te lleve unos papeles?— El peli rosa giro su cuello instantáneamente tras lo dijo por su mayor y lo miro con incredulidad, ¿Que estaba pasando?

—Fuuzuke-san... ¿Secuestró a mi esposo?— El nombrado río levemente.

—¿Yo? Simplemente es casualidad que tenga su teléfono... que no pueda contestarte... que estemos solos...— Obvio que no lo había secuestrado. —Simplemente pasaba por la torre y el también, entablamos conversación y nos llevamos bien. No sabía que el mocoso era tu esposo. Y si lo hubiera sabido ya lo habría destrozado.— Su mirada se oscureció y a Kirino se le erizó la piel.

—Aja... ¿Me lo pasas ya?— Insistió el peli verde.

—Su boca está ocupada.—

—¿Por qué?—

—... ¿Está comiendo chorizo?— Excusa equivocada tonto, abortar misión, abortar misión.

—...—

—Es que... lo invite a desayunar— Agrego y el otro suspiro.

—Dile que venga a casa rápido.— Pidió.

—Vale, adiós.— El albino colgó encontrándose con la mirada del peli rosa que pedía una explicación. —No me mires así que no respondo.— Se cruzó de brazos mirando a otro lado mientras le extendía el teléfono a su dueño.

—¿En dónde conociste a Masaki?— Interrogo.

— En un hotel.— Dijo simple.

—...— Ranmaru.exe dejo de funcionar.

—No enserio lo conocí e un hotel y no es lo que piensas idiota. — Se excusó. —Un amigo mio me lo presento cuando fueron de visita al hotel de mi padre.—

—¿Un amigo tuyo?— El oji azul sintió que volvió a respirar.

—Su nombre es Midorikawa, supongo que tú lo conoces ya que es muy buen amigo de Masaki.—

—Es cierto, Midorikawa-san y Hiroto-san, su esposo son muy buenos amigos de Masaki... aunque avecés me amenazan con que no lo había sufrir— Una gota callo por su cien. Y el alivio sonrió con arrogancia.

—No por nada es el engreído de esos dos, yo también aprecio mucho a Masaki y cuando me enteré de que se casaría casi y voy te asesino. Ojo que fue idea de Mido okey.— Al peli rosa no le sorprendió avecés el ojo negro actuaba como una suegra.

—Qué extraño que no nos conociéramos antes. Masaki te menciono algunas veces y cuando realizaba reuniones no asistirás. Con razón al principio me sonó tu nombre.—

—Es que estaba ocupado, y cuando fue su boda estaba en Francia con Haruya haciendo unos negocios—

—El mundo es muy pequeño.— Suzuno asintió, el hecho de que se conocieran... el hecho de que compartieran el mismo dolor... el hecho de que por alguna razón estuvieran tan cerca el uno del otro no parecía ser casualidad. Tal vez sí que era el destino.

—Bueno y... ¿Qué piensas de todo esto?— Pregunto debido al hecho de que prácticamente regresaron en el tiempo.

—Supongo que... nos dieron una segunda oportunidad.— Sus labios se inclinaron en una media sonrisa. —¿Qué fecha es hoy?— Pregunto mirando al peli rosa.

—4 de Enero... mi cumpleaños. El ultimo dia de tranquilidad antes de que todo cambie para siempre...—

—Bueno, desde hoy las cosas cambiaran. El futuro no se repetirá.—

Felicidades, obtuvieron lo que quisieron

No lo olviden...

No hay terceras oportunidades...

[Continuara]

Holaa, mucho tiempo sin actualizar esta historia. Espero les gustara. Tipo mi referencia a Shingeki KLLALKASKLSAKL

Es que--- tipo en resumen: 

Otros animes : Sigue tus sueños y metas.

Levi : Abandona tu sueño y muere.

Bueno nos vemos pronto.