Capítulo 18: Distracción
Pasado el medio día, la pelirroja decidió encerrarse en su apartamento. Había recibido instrucciones por parte de Lee sobre sus lecciones y al siguiente día lo vería, al igual que hoy, en los campos de entrenamiento, solo que por la tarde.
El jóven cejon le había aconsejado que descansara muy bien, primero probarían su resistencia física y después vendría el entrenamiento como tal. En sí, Karin no pensaba que fuera para tanto, así que por esa razón decidió no cancelar su salida con Sakura e Ino.
Al estar sobre su cama, la pelirroja cerró sus ojos. Aún tenía bastante tiempo de sobra y debía pasarlo de alguna forma. Entonces decidió comenzar a entrenar un poco su habilidad sensorial, debía decir y admitir que era muy buena sensor cuando se concentraba por completo, podía cubrir incluso un radio de hasta diez kilómetros, eso era algo impresionante para un shinobi de ese tipo.
Aún así decidió probar un poco y buscó, en cuestión de un par de minutos, diversos chakras como el de Sakura, Ino, Naruto, Kakashi, Lee y Ten Ten. Era realmente algo bastante bueno.
Al abrirlos nuevamente y dejarse caer sobre su cama, Karin suspiró. No era suficiente. Más que nada porque debía de entrenar el percibir chakras sin tener que concentrarse demasiado, aunque al menos fuera una percepción mínima, eso le serviría, por lo menos, para que no la tomasen desprevenida nuevamente.
Al fijar sus ojos en la ventana, una suave brisa recorrió su rostro, era un día con un clima no tan caluroso y el leve viento que corría se sentía bastante fresco... algo que comenzó a hacerle un poco de efecto y, lentamente, sus ojos comenzaron a cerrarse para dormir un poco. Quizá el forzarse en el entrenamiento con Sakura la había cansado.
...
Después de unas horas, sus ojos comenzaron a abrirse nuevamente. Miró a su reloj que tenía en la habitación y aún tenía algo de tiempo para encontrarse con Sakura e Ino. Entonces, sin más, la pelirroja fue a tomar una ducha para así comenzar a alistarse y salir de una vez.
...
La verdad era que, dentro de lo que cabía, Naruto y Sakura habían conseguido un buen lugar cerca del centro de la villa, no se había percatado de ello la primera vez que fue a reclamarle a la pelirosa, aunque el hospital quedaba un poco lejos de allí, pero definitivamente valía la pena, claro que teniendo en cuenta de que tenían muchos lugares cercanos bastante útiles para el día a día.
Al acercarse al lugar, la pelirroja pudo divisar a la jóven Yamanaka, así que, sin más, se acercó.
-Hola, Ino- habló.
La rubia la miró y sonrió.
-Me alegro de verte, Karin- dijo.
La pelirroja pudo mirar a Ino un poco impaciente y habló.
-¿Llevas mucho tiempo esperando aquí fuera?- preguntó.
Ino solamente suspiró.
-Se suponía que Sakura debía de haber salido ya, hoy terminó su trabajo un poco más temprano y habíamos acordado en pasar por tí pero llevo, literalmente, una hora esperando aquí- dijo.
La pelirroja solo alzó sus cejas en clara señal de sorpresa. No era común de Sakura hacer eso, siempre era puntual en, bueno, cualquier cosa que ella recordaba desde que habían asignado a la pelirosa como su maestra.
Karin solamente se estiró un poco y caminó hacía una banca que había cerca de ambas.
-Bueno, si voy a esperar creo que es mejor hacerlo sentada- dijo.
Ino suspiró y la siguió también. Era mejor eso a estar parada por varios minutos más.
...
Casi treinta minutos después...
Ambas pudieron escuchar un par de voces viniendo desde dentro del apartamento.
-¡Vuelvo después, Naruto!- decía.
-¡Claro, diviértete, Sakura-chan!- se escuchaba responder al jóven Uzumaki.
Después de aquello, ambas pudieron, finalmente, observar la puerta principal comenzar a abrirse.
Vaya que si se había tomado su tiempo, tanto que la poca luz del día ya estaba punto de retirarse de aquel cielo despejado.
-¡Por fin, frentona!- dijo Ino, en un tono de clara molestia.
Sakura solo pudo sonreír con un poco de vergüenza, debía admitir que si había tardado bastante.
-Perdonen por hacerlas esperar mucho tiempo- decía. -Pero bueno, ya estamos aquí, así que Ino, fue tu idea ¿a dónde planeabas ir?- preguntó.
La jóven Yamanaka solamente entrecerró los ojos ante esas palabras de la pelirosa. No debía tomar tan a la ligera el dejar esperando bastante tiempo a las personas, pero lo dejaría pasar por esta ocasión, más que nada porque era la primera vez que lo hacía.
-En fin- dijo, mientras suspiraba ligeramente. -Han sido días bastante estresantes, y han sido días también de reconocimiento- decía, mirando a Karin. -Vayamos a comer algo, relajarnos y, bueno, no es una reunión con los demás pero, ya saben, divertirnos más que nada- mencionó.
Karin solo miró a Ino ante ese comentario.
-Apoyo esa idea- dijo.
Sakura miró a la rubia y sabía a qué se refería con eso, pero aceptó.
-En la última salida juntas te "divertiste" un poquito de más, así que sugiero que esta vez en verdad sea lo que dijiste- decía.
-Que aburrida, además, eso fue porque el sake estaba un poco bueno, entonces me dejé llevar, pero no pasará nuevamente- mencionó Ino, cruzando sus brazos.
La pelirroja ahora entendía la mirada de hace un momento que Sakura hizo hacía Ino.
-Yo opino lo mismo que Sakura- decía Karin. -Mañana tengo que entrenar con Lee y no me gustaría ir tan cansada... o con resaca- dijo.
Ino solamente suspiró ante el comentario de Karin. Ambas tenían razón, eso debía admitirlo.
-Bien, bien, creo que no me queda otra opción más que estar de acuerdo con ustedes- mencionó.
La pelirosa solamente sonrió.
-Bueno, hay que irnos ya- dijo.
Tanto Ino como Karin asintieron en respuesta.
...
Caminando por la calle, el trío de chicas se notaban bastante animadas, siendo sinceras, el pasar un tiempo así, dejando de lado el estrés del trabajo o entrenamientos siempre era necesario. Algo que le sentaba bastante bien a Sakura.
-Creeme, los ví, es decir, sé que uso gafas, pero no estoy tan ciega, de eso estoy segura- decía Karin
Ino solamente miró a la pelirosa, algo que la jóven Uzumaki notó. Parecía una mirada que delataba algo... ¿complicidad quizás?
-Bueno, sinceramente me alegro mucho por Hinata- decía Ino. -Creo que de entre todos nosotros, ella siempre fue la más tímida, es bueno que se le este pasando... aunque debo saber más sobre eso, estoy segura de que ambos se ven bastante bien juntos- dijo.
Tanto la pelirroja como Sakura sonrieron ante ese comentario, Karin pensaba que, en efecto, se veían bien juntos mientras que, bueno, Sakura se alegraba por lo que le había mencionado a Karin; el que Hinata este dándose otra oportunidad.
...
Las tres habían decidido ir a un local de comida, servían prácticamente casi cualquier cosa que a las tres les gustase, menos ramen, sinceramente no se comparaba, ni de cerca, con el del viejo Teuchi, eso Karin lo sabía muy bien... además de que servían sake, algo fuerte, pero bastante bueno.
-¿Y bien, frentona? ¿ya nos dirás por qué tardaste tanto cuando pasamos por tí?- preguntó.
La pelirosa solamente miró a Ino.
Tanto Karin como la joven Yamanaka se quedaron un poco sorprendidas cuando miraron a Sakura tomarse rápidamente su sake.
La pelirosa aclaró su garganta y habló.
-Estaba, eh, buscando unos archivos que debo mirar mañana en el hospital, por eso tarde tanto, no lograba encontrar un par- dijo
La pelirroja entrecerró sus ojos y pudo sentir una discrepancia en el chakra de Sakura. Definitivamente estaba mintiendo.
-Siendo sincera, eso suena a una gran mentira, Sakura- decía Karin.
La pelirosa solamente quedó estática por un segundo, algo que Ino logró notar bastante rápido y comenzó a sospechar.
-Si, bueno, eh, esa es la verdad, en serio- respondió.
Y ahí estaba de nuevo la discrepancia en el chakra.
-Sigo creyendo firmemente en que estás mintiendo- mencionó Karin nuevamente.
Ino miró a la pelirroja, para después mirar a Sakura, solo que esta vez logró mirar un par de mejillas con un rubor notable... algo que, rápidamente, hizo a la jóven Yamanaka juntar las piezas y comenzó a golpear ligeramente a su amiga con el codo.
-Vaya, así que era eso, eh- mencionó Ino, algo que solo hizo incrementar el rubor en aquellas mejillas.
Karin solamente rió un poco ante aquello, debía admitir que fue gracioso llevar a la pelirosa hasta ese límite.
-Seguro que fueron días largos cuando estuvimos fuera de misión con Neji y Naruto, ¿no es así?- dijo la pelirroja.
Para el momento de ese comentario, un poco más de sake se encontraba ya frente a ellas, algo que aprovecho la pelirosa para dar otro trago.
-Sinceramente... sí- dijo finalmente.
Tanto Ino como Karin solamente pudieron reír ante ese comentario, por fin lo admitía y sin pena alguna, algo que, bueno, hizo reír con ligereza a la pelirosa.
...
Un par de horas más tarde...
Las tres se podían ver bastante animadas, había estado siendo una noche muy agradable, hacía tiempo que Ino y Sakura no salían juntas como tal y, bueno, al menos en opinión de la pelirosa, Karin se notaba más dispuesta en interactuar y en tener conversaciones más casuales, eso le alegraba mucho.
-¿Entonces entrenaras con Lee, Karin?- preguntó Sakura.
La pelirroja asintió.
-Mañana por la tarde comenzaremos con ello- dijo.
La pelirosa sonrió, aunque pensó por un momento al mirar a Karin... debía tener su venganza por haberla descubierto cuando estaban cenando.
-¿Y bien? ¿te interesa Lee?- preguntó.
Karin solamente sonrió mientras negaba con su cabeza.
-Parece alguien agradable, de hecho parece ser una buena persona, pero no es mi tipo- decía. -Es muy, digamos, "animado"- dijo.
Tanto Ino como Sakura solo rieron un poco ante eso.
-Si, bueno, ciertamente así siempre ha sido la actitud de Lee... ¿verdad que sí, Sakura?- mencionó la jóven Yamanaka.
La pelirosa solo pudo llevar una mano a su rostro mientras se notaba una clara expresión de vergüenza en ello.
-Eso ya paso- dijo finalmente.
La pelirroja, mientras tanto, solo pudo juntar las piezas en su cabeza.
-No me digas que...- decía, antes de ser interrumpida.
-¡Eso ya pasó!- decía. -¡Y no, a mí no me gustaba Lee, sino que era al revés, yo le gustaba a él!- dijo.
Al final, la pelirosa solo pudo unirse también a la risa que ambas chicas estaban compartiendo... pero sí, sabía bastante bien el cómo era la actitud de Lee.
Cuando las risas cesaron, la jóven Yamanaka habló.
-Karin ¿ya has pensado en dónde quisieras estar después de terminar tu entrenamiento?- preguntó Ino. -Una sensor como tú vendría más que bien en mi área de trabajo, además de que no todos pueden detectar mentiras solo con el chakra, eso también vendría muy bien- mencionó.
La pelirroja solamente pudo sonreír.
-Es una decisión difícil para ser sincera, suena bastante llamativo pero... bueno, creo que también me está llamando mucho la atención seguir aprendiendo sobre ninjutsu médico- dijo.
La jóven rubia solamente pudo cruzar sus brazos al mirar el rostro de orgullo que emanaba Sakura.
-Bueno, al final deberías estar en ambos- mencionó Ino.
La pelirroja solamente lo pensó por un momento, en sí, eso podría ser algo bueno. Estar en ambos, aprender de ambos.
-Siendo sincera... eso no suena a tan mala idea, pero debo pensarlo bastante bien, es decir, con esto de ser shinobi nuevamente, con el entrenamiento de Lee, y con un par de cosas más en las que también quisiera centrarme, bueno, creo que apenas me daría abasto con el tiempo.- dijo finalmente. -Aunque, también siendo sincera, he aprendido bastante a administrar mi tiempo gracias a alguien- dijo, sonriendo mientras miraba a Sakura.
La pelirosa solamente pudo devolver una sonrisa bastante sincera, debía admitirlo, se alegraba por las palabras de Karin.
La rubia solamente suspiró en respuesta, aunque una pequeña duda llegó a su cabeza.
-¿Sabes? hasta el momento no he sabido el cómo es que te hiciste parte de la villa- mencionaba.
La pelirosa solo pudo compartir una mirada de complicidad con Karin, la pelirroja sabía lo que Sakura trataba de decir con esa mirada, pero no importaba, era Ino, debía saberlo.
-Bueno, siendo bastante sincera, yo no pedí vivir en Konoha como tal, sino que...- decía, algo que llenaba de intriga a Ino, más que nada por la manera en que Karin sonrió.
-Sino que... ¿qué?- preguntó.
La pelirroja suspiró.
-De hecho fue Sasuke el que le pidió el favor a Kakashi de que yo pudiese vivir aquí... la cual es una larga historia y me gustaría mantenerla para mí misma por el momento- dijo.
Tanto Sakura como Karin pudieron observar un rostro de bastante sorpresa en la jóven Yamanaka después de haber escuchado aquello.
-Vaya, bueno, eso es realmente algo sorprendente, más que nada al conocer el tipo de actitud que tiene Sasuke-kun- decía Ino... aunque la pelirroja solo pudo observar como la jóven Yamanaka alzó sus cejas al igual que lo hizo con Sakura. -Hace un momento miré una sonrisa muy delatadora cuando estabas a punto de mencionar a Sasuke-kun... ¿Entonces eso quiere decir que tu tipo de chico es él, eh?- preguntó, mientras levantaba sus cejas y la golpeaba levemente con su codo.
Sakura e Ino solo pudieron observar un sonrojo notable en las mejillas de la pelirroja.
-¡Sabía que eso era!- dijo la rubia en un tono bastante triunfante.
La pelirosa solo pudo reír al observar el brazo y puño de Ino alzándose en el aire, señal de una clara victoria... además de también observar a Karin sonrojada.
Había tenido su venganza, así que estaba bien.
Por parte de la jóven Uzumaki, bueno, la habían descubierto, así que la pelirroja solo pudo unirse a la risa de ambas.
Definitivamente se la estaba pasando bien.
...
Había sido una noche bastante agradable, pero era hora de poner rumbo hacía sus hogares, había un poco de cosas por hacer al día siguiente y era mejor descansar.
-Dinos, Ino ¿cómo van las cosas entre Sai y tú?- preguntó Sakura.
La jóven Yamanaka solo pudo mostrar una sonrisa más que sincera y de bastante felicidad al escuchar aquella pregunta.
-Todo va marchando más que bien, Sai es mucho más abierto sentimentalmente y estamos aprendiendo el uno del otro, además de que...– decía, suspirando con una sonrisa en su rostro. –Las ocasiones en las que me acompaña en la florería, siempre suele dibujarme haciendo mis cosas- dijo.
Karin observó los ojos de Ino, parecían, bueno, si podía utilizar una palabra como tal, parecía amor. Era realmente raro mirar a Ino de esa forma, con un brillo que la hacía cambiar en ese instante.
Bien por ella.
-Me alegro que todo este saliendo bien entre ambos- mencionó Sakura.
Al escuchar el hecho de que Sai dibujaba a Ino mientras compartían un momento juntos, la pelirosa solamente pudo recordar el par de dibujos que tenía guardados de ella y Naruto, aquellos que habían hecho ellos mismos cuando lo buscó en su día de descanso. Claro que no eran dibujos bien hechos como los de Sai, pero tenían su encanto... y eran de ellos, para ellos. Eso era lo importante.
...
Esa misma noche, un poco más tarde...
El trío se dirigía hacía la casa de Ino, habían decidido acompañarla a casa ya que quedaba un poco cerca de donde se encontraban.
-Realmente estoy cansada- mencionó Ino.
Y es que era para menos. El trabajo con Sakura, después un poco más en inteligencia si desgastaba parcialmente.
La pelirosa suspiró en respuesta.
-Fue realmente un largo día- mencionó Sakura.
Karin solamente sonreía. No podía decir que estaba cansada del todo, puesto que era un poco leve el cansancio que sentía... aunque la voz de la jóven Yamanaka la sacó de sus pensamientos, y el sonido de una puerta mientras se abría, también.
-Bueno, llegamos- decía.
Aunque una voz femenina sonó llegando desde la sala principal.
-Hasta que por fin llegas- habló aquella mujer. -Hola Sakura, ya había pasado un poco de tiempo sin mirarte- mencionó.
La pelirosa solo sonrió.
-Pienso lo mismo, señora Yamanaka- dijo.
La madre de Ino recibió a su hija y le dió un abrazo, solo para observar a aquella tercera jóven que las acompañaba.
-Algo me dice que tú no eres de por aquí ¿no es así?- preguntó.
La pelirroja la miró.
-Creo que es algo raro que todos acierten en eso, pero... si, soy nueva en la villa- respondió.
-Lo sabía- dijo, sonriendo. -¿Cómo te llamas, cariño?- preguntó.
La pelirroja solamente sonrió en respuesta.
-Karin, es un gusto conocerla- dijo.
...
Tras haberse despedido de ambas mujeres Yamanaka, tanto la pelirroja como Sakura habían decidido poner rumbo al apartamento de la pelirosa, era prácticamente el que más quedaba cerca de la ubicación de Ino, así que no tenía problemas en acompañar a Sakura de vuelta.
-Me olvide de agradecerle a Ino por esta noche- decía Karin.
La pelirosa solamente la miró con una mirada algo confundida.
-¿Agradecerle?- preguntó.
-Si, ya sabes, ella organizó esto por mi "ascenso" como shinobi. Creo que debí agradecerle por eso- decía. -Y, bueno... mentiría si dijera que hoy no fue un día bastante especial, creo que el segundo mejor que he tenido en bastante tiempo- dijo.
–¿El segundo mejor?– preguntó, algo intrigada.
Karin la miró con una sonrisa bastante sincera.
–El primero diría que fue el día de la última aplicación de tu sello– dijo.
Sakura sonrió en respuesta de haber escuchado aquello, era, con bastante sinceridad, muy gratificante el saber que había ayudado a Karin de esa forma... aunque al mirar hacía el frente, solamente pudo observar la puerta de su apartamento frente a ella.
-Creo también que hoy fue una gran noche y ¿sabes? he visto como has tratado de adaptarte a Konoha y lo estás haciendo de maravilla, nos conocemos relativamente desde hace poco tiempo pero, bueno, me hace sentir orgullosa de ti- decía, algo que hizo mostrar otra sonrisa más que genuina en el rostro de la jóven Uzumaki. -Cuando coincida con Ino otra vez, le haré saber que le das las gracias, creeme- dijo, sonriendo.
Karin asintió en respuesta, para después sonreír.
-Gracias, Sakura- dijo.
La pelirosa suspiró, para después mirarla.
-Ya es bastante tarde ¿no quieres quedarte a pasar la noche? tu apartamento está un poco lejos de aquí- mencionó.
-No te preocupes por eso, me hará bien la caminata hasta allá, además, también me ayudará a cansarme un poco más- dijo
La pelirosa sonrió y suspiró con ligereza, para después darle un abrazo de despedida.
-Tu decisión- decía. –Oh, casi me olvido pero he estado pensando en algo y, bueno, aún te falta un poco por perfeccionar tu palma mística, más que nada en el aspecto de no forzarte tanto, entonces pensé en que podría hablar con Shizune-senpai para incluirte por algún tiempo en el hospital, ya sabes, formando parte del cuerpo médico- decía. –Podrías recibir un sueldo y, además de ello, podrías terminar de perfeccionar la palma mística ayudando a los pacientes que se te asignen... sirve y también aprendes algunas nuevas cosas en el camino– dijo
Sakura pudo mirar el rostro de la pelirroja y, al menos a primera vista, podía deducir que eso la había tomado con la guardía bastante baja.
–Yo, eh, bueno...– decía, tratando de articular alguna palabra.
–No es necesario una respuesta inmediata– interrumpió Sakura, al menos para quitarle un poco de presión. –Puedes darme tu respuesta durante esta semana, la que viene o cuando decidas qué es lo mejor para ti, sin presiones– dijo.
La pelirroja sonrió en respuesta y habló.
–Será durante esta semana. Acomodaré mi tiempo– dijo, con bastante seguridad.
La pelirosa sonrió.
–Te veré en estos días entonces– decía.
Karin, devolviendo una vez más una sonrisa, respondió.
-Tenlo por seguro- dijo.
Y así, sin más, la jóven Uzumaki comenzó el viaje de vuelta a su apartamento.
Había sido una buena noche.
...
Al día siguiente...
Su entrenamiento comenzaría hoy junto a Lee. Tenía que estar con bastante energía, ya que, al menos como lo había dicho el jóven cejon una vez lo fue a ver, sería algo un poco pesado.
La pelirroja había decidido pasar a comer algo un poco antes del mediodía a Ichiraku, tenía días que no comía un poco de ramen de ahí y, bueno, vaya que si le hacía un poco de falta una comida así.
Aunque un rostro con un poco de sorpresa se marcó en ella cuando miró la espalda del rubio... o bueno, no tanta sorpresa, todos sabían que, después de Sakura, el ramen era lo que más amaba en el mundo.
-Hola a todos- saludó.
Padre e hija, incluso el rubio, miraron hacía ella, para después sonreír.
-Hola de nuevo- saludó Ayame, el viejo Teuchi solamente sonreía.
La jóven Uzumaki solo sonrió ante el saludo de Ayame.
-Es bueno verte, Karin- mencionó el rubio.
La pelirroja tomó asiento justo a su lado y habló.
-Pienso lo mismo- decía, aunque la manera de comer del rubio la sorprendió un poco. -Debes tener alguna clase de prisa para comer de esa forma ¿no? ¿o es que solo eres cochino para comer?- preguntó.
El rubio, quien tenía aún unos cuantos fideos colgando de su boca, la miró con un rostro de incredulidad, algo que, definitivamente, logró ocasionar un rostro de asco en la pelirroja.
-Es que tengo que ir a ver a Kakashi-sensei, ayer por la tarde me pidió que ayudara a Shikamaru con algunas cosas sobre las próximas reuniones de los kages, es por eso que tengo un poquito de prisa, pero solo un poco- decía. -Además de que esto está realmente delicioso, oh, y por cierto, felicidades por tu bandana, ya era hora de que te la dieran- dijo, para después volverse a sumergir en su mundo condimentado y caldoso.
-Eh, sí, gracias por eso- decía, mirando incrédula la forma de comer del Uzumaki, aunque sintió un poco de curiosidad por el comentario que había hecho Naruto. –¿No se supone que Shikamaru es el ayudante del Hokage? ¿cómo es que tu ayudas en cosas como esas?– preguntó.
El rubio, quien seguía sumergido en su mundo, habló.
–Según Kakashi-sensei, es una buena manera de irme empapando del tema si es que algún día quiero alcanzar el puesto de Hokage– dijo.
Eso marcó, definitivamente, un rostro de sorpresa en la jóven Uzumaki.
–¿Así que Hokage, eh?– pensó.
La pelirroja solo sonrió ligeramente después de ello y habló.
–Bueno, eso tiene sentido. Espero que seas uno de los mejores– dijo.
El rubio solamente la miró y sonrió ampliamente, mientras cerraba sus ojos.
–¡Gracias por eso!– dijo finalmente.
La pelirroja sonrió, para después mirar a Teuchi y habló.
-Viejo, confío en ti- dijo.
Teuchi solamente la miró con una sonrisa que delataba bastante orgullo y mucha pasión.
-¡Sale un tazón del mejor ramen de la villa!- decía.
...
Después de casi una hora, en los campos de entrenamiento, podía divisar una silueta.
Era hora.
-He llegado- saludó.
Lee la recibió con una sonrisa.
–Es bueno verte, Karin-san– dijo.
Al escuchar eso, la pelirroja miró a sus alrededores.
-¿Tu sensei no vendrá?- preguntó.
-Gai-sensei tenía algunos pendientes por hacer, pero me comentó que nos acompañaría en otros entrenamientos- respondió, la pelirroja solamente asintió en respuesta a ello. -Espero hayas descansado bien, Karin-san, el primer entrenamiento se centrará en probar tu resistencia física- decía. -Ya que, bueno, para alcanzar un nivel de taijutsu considerable necesitas movilidad y un poco de agilidad también- dijo.
La pelirroja asintió.
-Bueno, primero lo básico, ¿alguna vez utilizaste taijutsu? ¿o lo has entrenado un poco?- preguntó.
-Sé un poco... pero nunca lo entrené como tal- respondió.
El jóven cejon pensó.
-Bien, como decía entonces debemos comenzar con la resistencia física, así que, bueno, yo creo que correr y trotar sería un buen comienzo para ti, Karin-san- decía. -El campo de entrenamiento es amplio, comienza trotando, así calientas y después pasas a correr... ahí deberás bajar la intensidad hasta volver a trotar y, después, vuelves a empezar con lo mismo. Es bastante eficiente para aumentar la resistencia- dijo.
La pelirroja miró el campo de entrenamiento y suspiró.
-Bien, comencémos- dijo.
...
Un par de horas después...
No podía decir con certeza si había estado trotando y corriendo sin parar, probablemente no había sido así, pero vaya que si necesitaba bastante más resistencia de lo que pensaba... además le sorprendía mucho la euforia de Lee al momento de entrenar. Parecía como alguna especie de obsesión por ello.
El joven cejon pudo notar a la pelirroja detenerse, producto del cansancio.
-¿Quieres descansar un poco, Karin-san?- preguntó Lee.
La pelirroja salió de su trance y lo miró.
-No, no, es solo que, bueno, miraba tu forma de entrenar... creo que nunca en mi vida había conocido a alguien tan apasionado por el entrenamiento como tú- mencionó.
Lee solo pudo sonreír.
-Es algo que he llevado conmigo desde que me decidí ser un shinobi, además... bueno, el hecho de no poder usar genjutsu ni tampoco ninjutsu es algo que me ha forzado a especializarme en taijutsu- dijo.
Karin, quien ya había reacomodado su compostura, esta vez lo miró con un rostro de total sorpresa. Nunca en su vida había conocido a alguien con esas cualidades y, al menos en su momento, pensaba que un shinobi como tal, debía de tener esas tres cualidades... o quizás le estaba mintiendo.
-Si claro, ¿vas a decirme que no eres capaz de utilizar esas dos ramas?- preguntó.
La pelirroja estuvo a punto de mostrar una sonrisa burlona, mostrando así que no había colado ese comentario del cejon... pero pudo observar el rostro de Lee. Vaya, definitivamente no era una broma.
-Desde mis años en la academia supe que no era capaz de hacer ninguna de ambas cosas. Fallé mis exámenes que requerían ninjutsu y pensaba que no podría llegar lejos, o siquiera llegar a ser un shinobi- decía. -Pero Gai-sensei vió potencial en mí, así que, bueno, desde entonces y desde ese momento, él me ha guiado hasta donde estoy ahora y me ha enseñado todo lo que sé... es gracias a él que pude ser un shinobi- dijo.
Karin solo pudo sonreír ante ello, era algo que no entendía del todo, nadie en su momento había visto en ella el potencial para lograr cosas grandes, claro que eso cambio hasta que llegó a Konoha.
Sin más, la pelirroja suspiró.
-Bueno, ahora entiendo tu compulsiva manera de entrenar... es algo de admirar, bastante además– dijo.
Lee solo pudo mostrar una sonrisa en agradecimiento.
–Sigamos– decía Karin.
–¡Claro!– respondió el joven cejon.
Aunque era verdad lo que había dicho hace algunos momentos, con eso no quería decir que se retractaba del hecho de mencionar que Lee era muy "energético", pero había que darle crédito, debía admitir que, para bien o para mal, esa actitud si se lograba pegar un poco.
Sin más, Karin suspiró y continuo, aún faltaban algunas flexiones también, así que no había tiempo que perder.
...
Unos cuantos kilómetros y también unas cuantas flexiones después...
La tarde y, por consecuente, la luz del día estaban a punto de abandonar el inmenso cielo despejado.
La pelirroja por fin estaba cerca de su apartamento y solo pudo suspirar cuando llegó hasta allí. Vaya día más cansado había sido... ahora entendía, mucho además, que Lee no bromeaba con el hecho de descansar bien y, al menos lo que más sorprendía a Karin, era el que el jóven cejon se quedó a entrenar un poco más.
Durante el día había pensado en que, llegando a casa, podría entrenar su habilidad sensorial un poco más, pero estaba cansada, bastante cansada y el comer, ducharse, así para después dormir, era más importante en ese instante.
Iban a ser algunos meses bastante duros pero, bueno, mirando la intensidad del entrenamiento que Lee demostraba, seguro que daría buenos frutos.
Había que descansar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top