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—¡¿Maestra?! ¡Abra los ojos!

En medio de una lluvia torrencial, en un mar de cadáveres y sangres, un joven Luke agitancon desesperación el cuerpo de aquella mujer que le salvó de una vida se soledad.

Su sonrisa aún permanece en su rostro pese a su cuerpo ya inherte, él todavía no podía creerlo ¿Porque a una mujer tan buena como ella? ¿Porqué a una que de verdad intentaba ver lo bueno en aquellos que la perseguían? ¡No era justo!

No pudo hacer nada por ella, aún cuando le salvó, no tiene ninguna clase de sentido ¡Ninguna!

Y aunque lo intento, verdaderamente lo hizo, pronto se dió cuenta, que es incapaz de hacerlo.

Él no puede salvar a su benefactora.

A quién tantas alegrías le proporcionó.

A quién le dió un camino a seguir.

Quién le brindó esperanzas.

Por esa persona que tanto le dió, quién tanto significa para él, no puede hacer nada por ayudarla.

Solamente mirar, como se sigue destrozando, cómo su corazón se sigue haciendo pedazos con cada nueva vida, únicamente como observador.

“Te salvaré a cómo dé lugar”

***

—¡Fuera! Salgan de mi mundo, malditas hormigas —Parado en el centro del cráter y sin ninguna herida, está Luke.

Mi cuerpo no puede dejar de temblar, por instinto quiero huir, dejar todo atrás y simplemente escapar, ¡Pero tengo que lograrlo de alguna manera!

—…

Rápidamente me abalanzo hacia su dirección,  siendo seguida de cerca por mi gemela a la vez que Felicia nos camufla usando sus raíces.

Luke, con una gran tranquilidad corta las raíces y demostrando una gran velocidad de reacción, para en seco mi patada usando su brazo y el puñetazo de Daries con la palma de su otra mano.

Pero no somos dos, sino tres y sin desperdiciar tiempo, aquella raíz impactó en el abdomen de Luke, quién escupió sangre.

Luke nos aparta con un movimiento brusco y aprovechando el momento retrocedimos brevemente.

Daries no desaprovecha la oportunidad de seguir atacando con con magia y lanza una bola de fuego tras otra.

—Ustedes, ¡No son necesarias! Debo eliminar las molestias y volver a empezar, sé que está vez lo voy a lograr, la voy a salvar —exclama Luke antes de comenzar a toser sangre.

Y con eso me di cuenta, aún siendo tan fuerte, Luke sigue siendo un humano, uno tan frágil como los demás, aunque con un poder destructivo cómo ningún otro.

Además, es probable que usar el trono de los héroes le esté provocando algún efecto colateral.

Eso no puedo saberlo ahora mismo, pero es la única esperanza a la que podemos aferrarnos.

Y aunque pueda o no pueda ser cierto, tampoco debemos confiarnos, sigue siendo un oponente verdaderamente aterrador.

Subestimar a este sujeto es una tontería.

Nuevamente me abalanzo contra él, pero en esta ocasión me repele inmediatamente y me azota contra el suelo.

Aunque Daries ahora atacó sus piernas con una barrida que le hizo tambalearse, más pisa fuerte para evitar caer.

Acto seguido patea a Daries, y tras ver el camino libre intenta ir por Felicia, pero tanto Daries cómo yo sujetamos sus piernas para evitarlo.

—¡Condenadas mocosas! —Exclama zarandeandose en un intento de zafarse de nuestro agarre.

—¡Muere! —exclama Felicia.

Un rayo que trae concentrada una aterradora cantidad de maná es arrojado en contra de la humanidad de un Luke que al verse atrapado a duras penas logró evitar un golpe mortal al perder su brazo tras tener su hombro perforado.

“Su poder, parece estarse debilitando”

Tras una inmensa liberación de maná, tanto Diaries cómo yo, somos nuevamente repetidas, pero, en esta ocasión Felicia nos atrapa usando sus raíces para evitar que sufrieramos daño innecesario.

Jadeando y con numerosas heridas, nos pusimos de pie sin apartar la mirada de nuestro objetivo.

Las tres rodeamos a Luke, quién nos mira con cierta rabia, quizás irritado por no poder vencernos de un golpe.

—Desaparezcan, malditas moscas —Luke apunta con su dedo a Daries, recordando aquel malvado y pequeño monstruo blanco con morado, empujé a mi gemela.

Un rayo mortal atravesó mi pierna, al claramente no ser un punto vital, Luke chasquea su lengua con irritación.

Al mirar al cielo, noto como él mismo empieza a parpadear cuál pantalla defectuosa. Luke comienza a agarrarse su cabeza, lo que parece ser un dolor de cabeza agudo.

Pareciendo vidrio, el aire se resquebraja y cae, un trono aparece a las espaldas de Luke, junto al mismo están tanto Mikael cómo Némesis.

Ambas miran con indiferencia a Luke.

—Luke, ya fue suficiente —musita Némesis.

Mikael permanece con una sonrisa apasible.

—¡¿Tú qué vas a saber?! Tú no lo viste, tú no lo viviste, eres quién más tiempo lleva con vida pero la que menos tiempo pasó con esa persona.

Némesis le dedica una mirada lastimera.

—¿Y? Ahora mismo te puede suceder lo mismo que a Mika en el pasado, me pregunto ¿Cómo darás la cara ante esa persona? Y no, no hablo de madre sino a quién respondemos ahora.

Algo en Némesis parece haber cambiado, su rostro tiene un porte distinto por no decir que su aura es completamente hostil a diferencia de la que ha estado conmigo todo este tiempo.

—Kazue, a partir de ahora tienes una oportunidad única —declara palpando el trono.

—¡Cómo si lo fuera a permitir! De ninguna manera voy a seguir a un maldito del clan  Alpha —exclama Luke.

Hay tantas cosas ahora mismo que no comprendo, y no hace falta, ahora mismo sólo tenemos un objetivo en mente.

Las tres asentimos al unisono, sin posibilidad de réplica negativa, entendimos cuál debería de ser nuestro único objetivo.

En este momento¡La posibilidad de victoria está ante nuestros ojos! Realmente podemos vencer y sin necesidad de pelear.

Inhalo profundamente y tomo vuelo, mientras Daries corre detrás de mí y Felicia nos protege mediante un túnel de espinas.

Luke rápidamente lo perfora y bloquea el paso, Daries rápidamente lo taclea más no logra moverlo.

—¡Tú sólo corre! —exclama mientras arroja una llamarada al suelo para propulsarse y sacar a Luke del camino.

Rápidamente continúo mi camino, pero un inmenso calor aparece repentinamente y luego una gran explosión, solamente escucho un pitido mientras con dificultad me pongo de pie.

Logró enfocar el trono y como puedo me arrastro, no tengo tiempo de analizar que fue lo que sucedió, sólo tengo ceñirme a cumplir con mi objetivo.

“Tan cerca”.

—¿A dónde vas?

Justo a un par de centímetros, Luke aplasta mis dedos evitando que pueda tocar el trono y acto seguido me patea para alejarme a una distancia mayor que dónde empecé a correr.

Y entonces ví el panorama, todo a nuestro alrededor está hecho cenizas, solamente queda un páramo sin vida, tampoco logró encontrar ni a Daries ni a Felicia.

“Yo…¿Fracasé?”

—¡TODAVÍA NO! —Poniéndose de pie y con heridas aún más graves que las mías, está Felicia.

Daries se reincorpora desde un costado.

—¿Acaso son cucarachas? —pregunta un Luke visiblemente agotado e irritado.

Daries escupe tres bolas de fuego, las raíces de Felicia se incendian con las mismas y atacan a Luke, quién las rechaza con sus manos desnudas.

Apretando mis puños y mordiendo fuerte, vuelvo a emprender una carrera, Luke permite ser apuñalado en su abodmen, pero me taclea y escupo sangre.

—Idiota —musito.

Lo sujeto con fuerza, mientras Daries y Felicia corren hacia el trono de los héroes, sin embargo, superando mis expectativas, se levantó conmigo a cuestas y haciendo el suelo debajo de ellas explotar, evita que consigan siquiera acercarse.

—¡Yo, ganaré!

Sacando hasta el último gramo de fuerza de mí, logró levantarlo y anotarlo contra el suelo, hundiendolo levemente.

Con esa fracción de segundo libre, intento correr, más mis tobillos son sujetados por él. Trato de zafarme lanzando patadas que no parecen surtir efecto alguno, al menos no en apariencia.

Un aura roja comienza a filtrarse a través de mi cuerpo, en cuánto eso sucedió, de una sola patada bastó para arrojar a Luke.

Saliendo del aturdimiento, Daries se colocó frente a mí y me arroja usando sus manos como un punto de apoyo para mí.

Una gran cantidad de raíces aparecen en mi camino para darme impulso, Luke nuevamente lanza su rayo mortal, más en esta ocasión Daries me protege usando su propio cuerpo.

—¡Sólo sigue, Kazy!

“Tan cerca, un salto más ”

—¡No!

Una gran explosión es liberada desde Luke, la destrucción parece inminente, pero, justo en ese momento paso a un lado de Némesis y la yema de mis dedos toca el trono.

—Felicidades, reencarnado —musita una voz que hace tanto tiempo no he oído.

Nuevamente estoy frente a aquel árbol y justo frente a Eloah, ¿Acaso esto era una especie de trampa?

—Ahora no puedo leer tu mente, pero, definitivamente sé lo que estás pensando y no, no es una trampa ¡Despreocúpate! —exclama mientras caen serpentinas a modo de celebración.

Sin embargo, eso no hizo bajar mi cautela en lo más mínimo, así que Eloah soltó un suspiro.

—De cualquier manera, vaya lío en el que te has metido, después de todo has liberado a un planeta que llevaba más de mil años sellado y el único lugar al que la Alpha Exist todavía no llegaba, me muero de emoción por saber que te depara el futuro.

—…

No sé que decirle, realmente tengo tantas preguntas que hacerle, pero la principal.

—El deseo.

—Oh, eso, ciertamente, ahora eres dios —declara con una sonrisa—. Puedes reformar Yuam cómo más lo desees, volverás a ese anticuado mundo ¿No? Buena idea, necesitarás todas las manos posibles si es que esa persona pone sus ojos en tí. Aunque el más problemático ya lo ha hecho.

—Eres desagradable —musito—. ¿De verdad alguna vez fuiste humano?

Eloah comenzó a reír, a carcajadas y con un tono que demostraba un avanzado grado de demencia.

—¿Quién sabe? Ese tema no te compete ya después de todo —declara señalando un portal detrás de mí—. Ésta será la última vez que sabrás de mí, pero yo no de tí.

No lo escuché.

—Oh, sí, tu deseo ya fue cumplido al momento que tocaste aquel trono.

“¿Realmente es verdad? No quiero hacerme ilusiones al respecto”

Cuando volví, estaba en el medio de la nada, en algún bosque cercano, rodeada por numerosos árboles.

El cielo ha vuelto a la normalidad, todo parece ser como antes, aunque, hay un trozo de tierra en el cielo.

Puedo sentirlo, ahí es dónde está el trono.

Miro a mis costados, descansando y llenas de rasguños más sin heridas, están tanto Felicia cómo Daries.

Comencé a reír, un gran alivio se apoderó de mí, o al menos hasta que sentí una inmensa presión detrás de mí.

Ahí estaba Luke, de rodillas, totalmente derrotado y con heridas por todo el cuerpo, a su lado están tanto Mikael cómo Némesis.

Pero, las dos figuras delante suya son caras nuevas.

Un hombre de larga cabellera azul marino, con ojos color miel, un traje totalmente negro y una banda similar a la de los ninjas del mismo negro. A su lado un anciano mayordomo de aspecto amable, realmente alto.

En ese momento con sólo estar frente a él, pude sentir un peligro varias veces mayor al de Luke.

—Hasta que nos volvemos a ver, Luke Howard —dijo el hombre peliazul con un tono completamente tranquilo, pero sus palabras están llenas de intención asesina—. Aunque parece que no estás en las mejores condiciones.

—Marc Alpha —musita Némesis, llamando su atención.

El susodicho, voltea hacia la pelinegra, extrañado por su repentino llamado.

—Este mundo, ¿Podría pedirte que lo dejes en paz?

—Por ahora lo haré —dijo mirándome de reojo—. En tanto no causen problemas o los atraigan, estarán en paz, aunque lo hablaremos luego, en esta ocasión venimos por Luke ¿Entendido?

Némesis asiente, yo por mi parte no pude más que mantenerme mirando al suelo, estoy tan alterada que no me dí cuenta cuando Némesis se paró cerca de mí.

Estaba tendiendome la mano.

—Buena suerte, Kazue —musita.

Luego de eso, la presencia de todos comenzó a desvanecerse lentamente.

Mis miedos no han desaparecido en su totalidad, pero, sé que al menos por ahora estaremos en paz.

—Trataré de apoyarte en lo que pueda —Musita Némesis con una sonrisa—. Esta es la última vez que nos veremos, así que espero que seas felíz.

Némesis me toma de las manos mientras me sonríe.

—Adiós, Kazue —musita Némesis.

Desapareció, se ha ido, realmente se acabó ¿No?

Un nudo se formó en mi garganta, pero, solamente sonreí y dije las únicas palabras que me vinieron a la mente para Némesis.

—Gracias.