Capítulo 5.-¿Otro reencarnado?
Mientras me encuentro admirando al sol poniéndose, Adrienne se encuentra sirviéndome un té, el cual es una infusión de una especie de rosa de coloración gris, la cuál tiene un sabor a menta por sí sola, pero al hervirse llega a asemejarse a un buen café.
—¿De verdad cree que es buena idea ignorar a los príncipes? Incluso pudiera darse el caso de que sean reencarnados —declara Adrienne.
Al escuchar eso, recuerdo a la menor, aquellos ojos rojos, los cuales solamente he visto a madre.
Y en ese momento recordé la visión que tuve cuando todavía era un bebé, sin embargo no puede ser ella ¿Cierto? Ella es menor que yo, por lo que si la ví en ese entonces debería ser al menos de una edad cercana a la mía.
Aunque, no tengo duda de que ella oculta algo, después de todo estoy más que seguro que me observó y analizó en cuánto entré a la sala.
Pero, tampoco es como que el gran yo tenga pruebas de ello, ¡Realmente es una molestia! Deberían simplemente presentarse ante un ser supremo como yo.
Por lo que de momento sólo me quedaría esperar y ver si se contacta con el gran yo. Sin embargo, al mismo tiempo espero poder seguir viviendo en paz.
Pese a ser una molestia, no he tenido grandes problemas para vivir o sobrevivir, al punto que no me molestaría seguir viviendo aquí.
—El gran yo no quiere molestias —declaro dando un pequeño sorbo al té.
—Lo suponía, después de todo vivir de este modo no está del todo mal —declara con una sonrisa nostálgica.
“Si piensas que me intrigas por poner esa expresión estás equivocado”
Después de eso, regresé a mi habitación ignorando por completo a los príncipes, y no salí por el resto del día, solamente me dejé llevar a los brazos de Morfeo.
Por el resto de la semana me las arregle para evitar a los príncipes e incluso a Daries, padre parece molesto por eso, peor ni siquiera se digna a tratar de buscarme.
Tampoco puedo comprender a Adrienne, después de todo de un momento a otro se me pegó y no parece incómodo con la idea de seguirme a todas partes. Tal es el caso que fue nombrado como mi sirviente personal, incluso duerme a un lado mío.
“¿No le incómoda eso a padre?”
Quizás sea porque parece una chica, pero no puedo asegurarlo, solamente me queda especular al respecto.
¿Qué he hecho en esta semana? Muy simple, estuve practicando combate cuerpo a cuerpo con Adrienne, quién me dijo que si bien no soy sobresaliente en ello como la estúpida, tampoco tengo nada que envidiarle a cualquiera.
Básicamente que mi fuerza se encuentra en un rango alto para un semihumano.
“Pero no soy un semihumano ¿Qué tan fuerte es un zorro metamorfo?”
En ese momento me llegó una revelación, ya que para este momento he leído casi todos los libros disponibles en este territorio, y sin embargo...
“No he encontrado nada referente a mi especie”
Ni siquiera la más mínima mención, ¿Seremos una especie endemica o algo?
No le había prestado atención a ello, pero al fin y al cabo nuestro cuerpo es una transformación perfecta, nuestra verdadera forma es la de un pequeño zorro similar a los de mi antiguo mundo.
Somos monstruos, ni siquiera semi humanos. Pero... No pierdo la transformación ni cuando duermo, tampoco recuerdo haberme transformado, quiero decir, nací de esta forma.
—¿Señorita? —Daries se encuentra con su mano colocada en la frente del gran yo.
—El gran yo se encuentra en perfecto estado, no hay manera de que un simple virus pueda conmigo.
Al mirar a nuestro alrededor noto que el sol ya se encuentra en su punto más alto, brillando como nunca.
Motivo por el cual nos refugiamos bajo nuestra "capilla" a tomar agua fresca.
—Sin embargo, usted es una princesa y cómo tal debe cuidar su imagen.
Sacando un pañuelo de uno de sus bolsillos, Adrienne me seca el sudor, mientras suelta un suspiro.
Y al escuchar la palabra "princesa" observo mis manos tan delicadas, cierro mis puños y miro al cielo.
En ese instante algo parece caer, por lo que al darme cuenta jalo a Adrienne del borde de su camisa y saltamos fuera de la "capilla", al caer aquél objeto, el lugar donde estábamos quedó reducido a cenizas.
No pasó mucho tiempo hasta que las personas rápidamente se congregaron para descubrir que había pasado, mientras que Adrienne se encuentra temblando y respirando agitadamente.
En este momento nuestro agarre a cambiado a uno de manos.
“¿En qué momento?”
Me mantengo sentado a su lado, mientras los trabajadores se encuentran a nuestro alrededor preguntándonos que ha sucedido.
Sin embargo me encuentro tan aturdido qué soy incapaz de captar con exactitud sus palabras.
A medida que la nube de polvo y escombros se desvanece, lo que vemos es una flecha destrozada junto a una carta que sorpresivamente está intacta.
Algo en mi interior me decía que evitara a toda costa que fuera abierto, cosa que no pude evitar, ya que unas sirvientas se me adelantaron a tomar el sobre.
Discutieron entre ellas, antes de que la más delgaducha de las cuatro hermanas gorgonas comenzó a abrir el sobre.
Cayendo un trozo de papel, nada más. Por lo cuál lo recogen y vuelven a meter en el sobre, antes de emprender camino al despacho de padre.
Honestamente, esto no hace más que darme mala espina, aunque puede qué únicamente esté delirando, espero sea eso.
—S-Señorita ¿Está bien?
Pasando el shock, los sirvientes se aproximaron a revisarme, por lo cuál simplemente me negué diciendo que estoy bien y me puse de pie.
Adrienne sigue aturdido, temblando y sin apartar la vista del cráter.
—Lo siento —murmura.
Suelto un suspiro y le tiendo mi grandiosa mano, la mano del ser más perfecto sobre la faz de la tierra.
Obviamente mi majestuosa presencia no fue ignorada y Adrienne toma mi mano, su pulso aún no se estabiliza.
—Me retiro a mi cuarto —declaro.
El resto de la servidumbre se quedó mirando a Adrienne quién va detrás de mí, sin soltar mi mano, mientras soporta las malas miradas, aunque más bien me sigue con la cabeza baja.
—¿No es el irregular? Que asqueroso, se supone es un hombre —Sentencia una sirvienta centauro.
—Escuché que fue vendido como esclavo por su asqueroso actuar.
—Solamente porque le agrada a la señorita.
—Bueno, ella es algo especial igual.
“Puedo escucharlos”
Pero, el gran yo solamente los va ignorar ¡Cómo si valiera la pena ir contra esos renacuajos!
Definitivamente mi cuerpo no tiembla, no me afecta en nada, por lo que continuo mi tranquilo caminar hacia mi cuarto, una vez entré dejé a Adrienne sentado al borde de mi cama y fui hacia la puerta para cerrar.
—¿Qué crees que haces? ¡Idiota! Si eres mi seguidor tienes que mantener la cabeza en alta ¡¿A quién le importa lo que esos imbéciles digan?!
“Tampoco es que pueda comprenderte, soy tan perfecto que nadie me dice nada”
Definitivamente no lo hacen.
—¡Escucha! Ignora lo que ellos te digan ¡Solamente mírame y sígueme! ¿De acuerdo? —declara mientras lo observo de pies a cabeza.
“Tengo que cuidar mi futura arma secreta”
—S-Sí —declara visiblemente sonrojado y con gestos demasiado femeninos.
—De igual manera déjame intentar curarte con magia —declaro poniendo su mano sobre su pecho.
Adrienne reacciona bruscamente y me jala con él a la cama, en ese momento y alguna manera Daries entra.
Encontrándome en aquella posición tan extraña, pero fiel a mí, me mantuve totalmente en calma.
—S-Señorita Daries, e-esto es un... Um ¡Un malentendido! —exclama Daries en pánico sin atreverse a hacerme a un lado.
—¿A qué se refieren? —pregunta Daries ladeando la cabeza.
Suelto un suspiro y me siento a un lado de Adrienne, quién se encuentra con el rostro totalmente rojo por la vergüenza.
—Es sobre la fiesta, nos iremos mañana tempranl y necesito que ustedes dos estén listas, n-no es que quiera probar vestidos a tu sirvienta ni nada —declara Daries.
—S-Señorita Daires, soy un chico, no hace falta —declara señalándose con cierta decepción.
—¿Ah, sí? ¿Y que más da? —responde Daries con rapidez.
Adrienne al oír esa respuesta su rostro se iluminó.
—S-Si eso es lo que la señorita Daries desea no me importa —responde Adrienne tímidamente.
—¡VAMOS! —exclama Daries llena de entusiasmo.
Suelto un suspiro ya que esto será una noche muy larga.
¿Estaré haciendo lo correcto? Después de todo, solamente estoy bailando en la mano de ese dios.
Tampoco importa, siempre y cuando consiga seguir viviendo de está manera, aunque esto suene a una bandera de muerte, en definitiva me siento de esta manera.
—¡Te queda tan bien! —exclama Daries totalmente encantada con su obra maestra—. Ahora sigues tú, Kazy~.
El gran yo definitivamente cumple sus promesas, aunque me desagrade ampliamente.
No puedo echarme para atrás por esto ¡Definitivamente no puedo, solamente necesito cerrar los ojos y dejar que todo pase.
Sorpresivamente, no fue tan mal, solamente es un vestido sencillo de color blanco hasta por debajo de la rodilla, medias negras hasta el muslo, y un chaleco de ¿Cuero? Honestamente no puedo identificar el material.
Adrienne simplemente tiene puesto un vestido azul cielo de una pieza, obviamente el vestido está adaptado para permitirle mover su cola libremente.
Daries, lleva un vestido rosa con numerosos volantes y un estampado de mariposas.
—¡Bien, iré a avisar a padre! —declara saliendo corriendo de la habitación.
“Aunque se supone que es hasta mañana”
Buenos, es una idiota, dejándose llevar por la emoción, simplemente no puedo comprenderla.
Aunque, al menos Adrienne luce feliz, supongo está bien.
—Tengo sueño, despiertame si viene mi estúpida hermana —declaro acostándome en mi cama.
—Bien —responde Adrienne con calma.
Y, nuevamente me encuentro delante de ese dios, sólo que en esta ocasión, nos encontramos en un lugar vacío, a dónde quiera que mire solamente observo un blanco impoluto.
Es más, el estúpido dios a duras penas es visible, ni siquiera logro distinguirlo bien.
—¿Y bien? —pregunto mirándolo con repudio.
—Bueno, me sorprende lo mucho que has cambiado —declara con tranquilidad—. Solamente te llamé por una cosa, y es sobre esa fiesta.
“¿La fiesta? Supongo me dirá que vaya por algún motivo”
—¿Qué sucede con la fiesta?
Para mí sorpresa, las palabras que salieron de su boca no fueron para nada lo que esperaba.
—No vayas a esa fiesta —declara con firmeza.
—¡¿Ah?!
Y antes de poder reclamar, el sueño termina y despierto de golpe, encontrándome con mi cuarto a oscuras.
“¿Porqué no querría que fuera? No entiendo”
Pero, sería malo para mí desobedecer, quizás tome represalias, y de cualquier manera no quiero ir a esa estúpida fiesta así que es un ganar-ganar.
“Daries”
¡No! No me importa nada lo que esa idiota sienta, o piense.
Espera, si puedo transformarme solamente necesito fingir que voy para luego salir de esa fiesta. Solamente tengo que imitar a alguien más.
Me llevo una mano a mi rostro, ¿Qué está pasando conmigo? Yo, nunca me había preocupado por alguien.
Menos por alguien que acabo de conocer, no, es normal que me preocupe, después de todo tendrá uso para mí en el futuro, solamente tengo que deshacerme de alguna manera de mi familia para largarme de aquí ¿No sería este viaje la mejor manera?
Y encima podría llevarme a Adrienne, todo está bien.
Sí, lo está ¿Cierto?
Llevo mi mano sobre mi pecho.
“No hay forma”
Solamente son bestias, debo dejar las tonterías a un lado y prepararme.
Y justo mientras me pongo de pie, entra aquella niña de ojos rojos, mi habitación está a oscuras y Adrienne no está por ningún lado.
Por lo qué sé, ya debe ser pasado la media noche ¿Qué hace despierta?,
—Tú, eres una reencarnada ¿Cierto?
Viéndola bien, es idéntica a la niña de la visión que tuve cuando reencarne, pero a la vez es un tanto distinta.
Sin embargo ¿Cómo ella sabe sobre que soy un Reencarnado?
—A-Ah, perdón solamente digo cosas cuándo estoy medio dormida —declara repentinamente visiblemente sonrojada y haciendo reverencias.
“Ah, ¿Solamente disimula si se equivoca?”
No, espera ¿Cómo ella sabe sobre la reencarnación, aún si ella lo es ¿Cómo supo que hay más?
—El gran yo lo es.
—Que coincidencia, yo lo soy igual, aunque no somos exactamente lo mismo —declara con amabilidad.
“¿Que dice está mocosa?”
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