Capítulo 5.-El héroe corrupto

-Vamos, pequeño zorro ¡Levántate!

Exclama golpeando el suelo con su lanza mientas me busca con la mirada, usando barreras me impulso desde eel aire y conecto un golpe en su espalda con mis manos entrelazadas.

Artkuz pese a escupir saliva y sufrir por el impacto, se mantiene de pie, sujeta mi pierna y me azota contra el suelo.

Estamos en medio de las ruinas de lo que alguna vez fue una parte importante de la capital de Laukus.

-¡Nada mal!

Me zafó de su agarre, pero al alejarme me doy cuenta de mi error al ser apuñalada en un costado.

"No tuve tiempo de activar mi barrera"

-¡Arde!

Escupo fuego que pese a tener bajas expectativas sobre lo que le podría llegar a hacer, quedó impresionada al notar que sale ileso.

-Jajajajajaja.

Riendo como loco pisa mi cola para evitar mi escape, y con una patada me hace escupir sangre.

Me estrelló en una pila de escombros, que termina por enterrarme.

Veo borroso y cuando intento salir soy bombardeada por una ráfaga de ataques de maná puro.

Los detengo con mi barrera, aunque gracias a eso deja una abertura que Artkuz aprovecha al clavarme la punta de su lanza en la pierna.

-...

Ahogo el grito y respondo con un cabezazo certero gracias a su proximidad.

Evitó que caiga y retroceda usando una barrera, me mira con sorpresa mientras lo muelo a golpes, que pese a hacerle daño noto que de alguna manera logra sobrellevarlo.

-¡Eso es! Tu magia es patética pero tú combate cuerpo a cuerpo es magnífico.

Cierto, soy del tipo apoyo ¿No?

-...

Uso magia para reforzar mi puño, mismo que Artkuz desvía con facilidad y golpea mi mentón con su palma abierta.

Con una pata con la parte interna me derriba nuevamente.

Escucho un pitido, estoy mareada y mi cuerpo está adolorido.

Esto es diferente con el demonio, no me deja usar el área de dominio.

Tira de mi cabello para levantarme y golpearme con su rodilla en repetidas ocasiones.

Lo detengo con mi mano desnuda, piso su pie y con un golpe certero en su abdomen le hago escupir sangre.

"No dudes, tienes que seguir"

Y pese a hacerle soltar su lanza golpea mi garganta con su palma.

Ambos retrocedemos por la inercia de nuestros golpes pero logramos mantenernos de pie a la vez que nos miramos fijamente.

Incluso me hace dudar si es humano ahora mismo, ¿Realmente lo será o solamente luce como uno?

-¡Soy el hombre más fuerte de mi mundo! No creas que me vencerás con sólo eso.

Es demasiado duro, mis puños duelen, realmente ¿En verdad es un humano? Incluso me hace dudar de siquiera si es un mortal.

Es incluso más fuerte que ese maldito demonio.

Piensa, ¿Cómo puedes superarlo?

Piensa, ¿Cómo derrotas a este mosntruo?

¿Tiene algún punto débil? Quizás si lo pienso logre encontrarlo, vamos, házlo.

Él es quien da el primer paso al intentar lanzarme un puñetazo así que me barro hacia sus pies para derribarlo.

¿De verdad piensa luchar a mano desnuda? Teniendo su lanza.

Y pese a intentar derribarlo, me chico contra sus piernas, como si fuera inamovible.

-¡No es suficiente! -La tierra a su alrededor comienza a elevarse, por lo cual salto hacia un suelo más firme.

Y justo cuando creo que estoy libre, me resiento de la herida en mi pierna y soy incapaz de esquivar una gran roca que lanza contra mí.

-Tan débiles, todos en este mundo lo son, de todos los creados por Eloah, siempre se me dijo que el mío lo era y sin embargo ¿Por qué ningún ser nativo de este mundo se me compara en fuerza? Aún cuando somos de la misma raza.

Este sujeto, ¿Acaso sólo tiene peleas en la cabeza o qué? Solamente ha estado hablando de fuerza desde que llegó.

Si ya sentía pena por Reina al tener de padre a este imbécil, ahora mismo siento incluso lástima.

Con un movimiento de su brazo extremadamente rápido, se extiende hasta mi cuello y aunque logro bloquear con una barrera, la misma es algo inestable por ser creada muy rápido.

Mi barrera se requebraja, sin embargo, gracias a esos segundos puedo reposicionarme.

Del cielo comienza a llover un líquido rojo muy similar a la sangre, sin embargo en este momento no puedo distraerme con esa pequeñeces.

-Las leyes del mundo están cambiando -declata Artkuz-. ¡Realmente esta será mi última batalla! Así qué, vamos, divirtamonos tanto como podamos.

Una estaca de tierra pasa cerca de mi ojo y aunque logro esquivarla, en unos instantes Artkuz me golpea el abdomen con su rodilla, sacándome el aire.

Para evitar que saliera disparada por los aires, tira de mí cola y me estrella contra el piso.

Me sostengo del suelo con uñas y dientes, frenando en seco al supuesto humano.

Pateo la parte trasera de su rodillas, forzandolo a arrodillarse, aunque ni siquiera así suelta mi cola.

-¡Área de dominio! -exclamo.

Artkuz chasquea la lengua y trata de alejarse pero nos encierro dentro de una gran barrera mientras dirijo cientos de lanzas de distintos materiales en su contra.

Sin embargo, su propia lanza se clava en mi abdomen, aunque el también es gravemente dañado por mi ataque.

Caigo al suelo, retorciendome del dolor y habiendo perdido de nueva cuenta el área de dominio.

-...

"Maldita sea, como duele ¿Cómo puede soportar esto?"

Artkuz pone un pie en mi espalda.

-Los Infinity si que son monstruosos ¿No? Para tenerlos a ustedes domesticados.

Trato de levantarme, más soy incapaz hacerlo, mi fuerza es por mucho inferior a la suya.

Cambio rápidamente mi forma a la de una serpiente, evitando que siga pisandome.

-Eres escurridiza ¿No?

-En serio ¿No se supone que eres un héroe? Para hacer este tipo de cosas.

-¿Héroe? Ya estoy harto de esas cosas, después de todo, ¿No es la fuerza la mejor manera de hacerlo?

Su razonamiento me parece demasiado infantil, incluso podría decir luego de esto que ella era la mayor de no ser por su más que evidente diferencia física.

-Todos aburren con su habladuría -Artkuz comienza a hacer estiramientos.

-Tan infantil -Le recrimino.

-Bueno, piensa lo que quieras -comenta antes de dar un paso al frente y aplicarme un lazo al cuello.

Transformo mi cola en una cuerda y la enrededo en sus piernas, haciéndole tropezar.

¡Eso es! Solamente tengo que pensar en maneras de usar mi habilidad, después de todo, aún cuando es tan fuerte sigue siendo humano ¿No?

Agarro un puñado de arena y lo arrojo, transformándolo en balas que salen disparadas a alta velocidad para su sorpresa.

Su lanza vuela hasta su brazo y con la misma desvía las balas con gran destreza.

Y en ese momento que deja de usar su lanza, con mi puño envuelto en fuego golpeo su rostro, y para mí sorpresa, en lugar herirle, mi puño se apagó

-Una lastima, los humanos de mi mundo somos bastante diferentes -declara sonriendo arrogantemente-. Fuimos bendecidos con habilidades elementales, yo soy de la tribu de los azules que manejamos como puedes imaginar, el agua.

Trato de huir fuera del alcance de su lanza, pero, pisa mi pie y luego trata de apuñalarme con su lanza, aunque la esquivo transformandome en zorro.

-Maldita sea.

¡Solamente cae y rindete maldito! Eres demasiado obstinado, y encima me estoy resintiendo de las heridas aunque use metamorfosis para al menor evitar morir desangrada.

Muerdo su pie para que suelte mi cola, con un tirón le hago caer y me transformo en un zorro gigante para taclearlo.

Uso mi barrera a la vez para presionarlo.

-¡Muere! Muere, no debo dejarte en paz.

Debido a la presión, a duras penas es capaz de hablar e incluso comienza a escupir sangre sobre mí, me apuña con fuerza en la cabeza, pero, no cedo y continúo presionando para evitar que su fuerza perfore mi cráneo.

No puedo dejar que este sujeto sea el vencedor, no debo y no hay forma en que eso pueda suceder.

Aunque mis piernas estén cediendo y mi vista se esté tornando tan borrosa que apenas distingo figuras, no debo ceder.

¡No caigas hasta que este maldito este muerto! Sigue siendo un humano pese a todo.

-¿Crees que moriré por eso, niña zorro?

Detrás de mí, escucho su voz y a toda velocidad encojo mi tamaño, esquivando su lanza que perfora con facilidad el suelo.

¿Su cuerpo está hecho de agua o qué? No, tiene demasiadas heridas, quizás sea alguna técnica de sustitución ¡Cómo un ninja!

-¡No, de verás!

-¿Eh?

¿Por qué dije eso ahora?

Pero, de verdad que estoy en problemas, mis piernas ya no están respondiendo e incluso estoy cayendo inconsciente.

-Tan cerca que estuviste, pero, hasta ahí -Caminando cojeando se acerca hasta a mí y levanta su lanza.

Esto es todo ¿No? Ah, lo siento chicos, creo que he fallado.

Y cuándo abrí mis ojos, el tiempo pareció haberse detenido, incluso para Artkuz.

-¿Qué?

No tuve más tiempo para pensar más que volver a mi forma humana pese a estar desnuda y usar mi mano transformada en garra para perforar su pecho.

Al volver, solamente veo a Artkuz caer desangrado, de cierta manera me siento decepcionada.

-Lo primero será conseguir ropa gruesa -musito para mí misma.

Sin embargo, mis piernas ceden y caigo al suelo incapaz de dar un paso más, mis ojos se cierran nuevamente.

Y ahora en vez de ese lugar en blanco de siempre, estoy en un casa de campo, aunque no puedo ver nada a través de las ventanas.

Estoy sentada en una mesa, vestida únicamente con una especie de vestido blanco que muestra mucha pierna.

Y justo en frente mío, está sentado un hombre castaño, de aspecto descuidado, con ropas de monje.

Su barba a medio rasurar, su vista cansada, no hizo más que aumentar mis dudas hacia este hombre, pues siento que lo conozco.

Él bebe tranquilamente una taza de té, antes de aclarar su garganta.

-Veo a la futura madre aquí, finalmente cara a cara.

"Un momento, esta voz "

Me paro de golpe y con mis palmas destrozo la mesa, aunque pese a todo, Eloah mantiene la calma total.

-Las mujeres si que tienen mal carácter ¿No? Mira que eres la primera en verme, algo así no sucedía desde que ascendí a dios -declara con tranquilidad.

-P-Pero, es sólo que...

No puedo encontrar palabras para expresarme con este sujeto, tengo tantas cosas que quiero que me explique, aunque dudo mucho que llegue a hacerlo.

-Emtonces, ¿Cómo llevas está segunda oportunidad? La ves pasada fallaste, aunque puede que en esta ocasión con tu cambio de corazón logres...

-¿Exactamente qué tengo que lograr? Dijiste que no era posible para mí vencer al dios de la destrucción -Le recrimino.

-Y sigue sin serlo, ni siquiera yo puedo -comenta-. He invocado a tantos como tú y ninguno ha podido frenarlo.

Me muerdo los labios por la impotencia, ¿Esto es todo? ¿No podré hacer nada?

-Pero, Sophia no es el dios de la destrucción -musita Eloah con un sonrisa en el rostro.

Lo miro, sin comprender del todo lo que dice.

-El dios de la destrucción ahora mismo está fuera de este mundo, Sophía no es más que los residuos de este poder, no, es toda la energía negativa que se ha acumulado en este mundo.

-Espera, en resumen ¿Todavía tengo una oportunidad?

Eloah sonríe ladinamente, antes de pronunciar sus siguientes palabras.

-No mientras sus apóstoles sigan ahí.

La mesa vuelve a su forma original, mientras que yo nuevamente estoy sentada frente a él.

-El tipo que asesinaste, es un héroe de otro mundo que falló en defenderlo del dios de la destrucción.

Aún cuando diga todo ello, no puedo evitar sentir un enorme alivio, y una gran inyección de adrenalina.

En definitiva, tengo que apresurarme e ir con los demás.

Al levantarme, noto que no sólo sigo desnuda, sino que estoy prácticamente curada.

Robo la ropa de Artkuz y la adapto como puedo a mi cuerpo, aunque me queda demasiado corto.

Además, ¿Eloah me llamó futura madre? No, no hay forma.

Espera, si la hay.

No le demos vuelta a ello por el momento y sigamos con nuestro camino.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top