Capítulo 5

“Bienvenido al mundo de los sueños, Yuam”

Puede leerse tal letrero delante de ambos apóstoles de la destrucción. Se miraron entre sí y luego el panorama delante suyo.

Un hermoso mundo, realmente extravagante al contar con nubes sólidas en lugar de tierra común y corriente, además de que en caso de caer en el espacio entre las nubes, si tienes suerte caserías únicamente en un nível más bajo y sino, simplemente digamos que caerias al infinito espacio.

—¿No es esto una trampa mortal? —pregunto Némesis mirando el aterrador vacío m

—Bueno, todos los Meliaki y ángeles tienen alas así que no pensamos demasiado en ello —contestó su guía, Jeliel—. Aunque con la era de los transportes espaciales hemos estado trabajando en puentes y métodos de transporte seguros para las especies no voladoras.

—Yuam… —musita Luke.

Jeliel miró a Némesis en búsqueda de alguna respuesta sobre su compañero y la aparentemente mejor sólo se encogió de hombros al no ser capaz de brindar explicación alguna sobre su duda.

—Entonces, ¿Hay algo que deseen hacer? Tardará tiempo en que consigamos los materiales necesarios para construir el artefacto —declara Jeliel.

—Sinceramente sólo quiero dormir —dice Némesis bostezando—. Aunque Luke, ¿Qué harás tú?

—¿Yo? Supongo que te secundare, estoy hecho polvo después de viajar tanto —declara estirándose.

“Extraños” Es el único pensamiento en claro que Jeliel pudo sacar de esos dos, ya que ante sus ojos son un par de mortales bastante extraños.

Una teoría vino a su mente, pero no hay forma de que estuvieran relacionados con aquél ente tan devastador.

Incluso tuvieron que traer refuerzos desde el reino de la luz para rechazarlo y aún así, ahora el mundo totalmente diferente de lo que solía ser cuando todavía existía un suelo dónde cultivar.

Si no fuera por el contacto continuo con el reino de la luz, probablemente ni siquiera podría seguir existiendo tal planeta.

Es por ello, que si el trono resultaba ser exitoso ¿No podría ser usado para restaurar el daño ocasionado por el destructor?

—En ese caso, ¿Debería guiarlos a dónde se estarán hospedando?

Ambos invitados asintieron.

Y con eso fueron llevados a unas nubes superiores, dónde se haya un complejo habitacional tan de lujo que incluso es algo fuera de lugar en un planeta tan remoto de la federación de Distroya, el mundo de las máquinas.

Ambos dieron las buenas noches y se fue cada quién a su habitación, , Jeliel se mantuvo cerca de pasillo, después de todo no necesita comer ni tampoco dormir al ser un ángel como tal en lugar de un Meliaki.

Se sentó en medio de ambas puertas mientras admira el paisaje, aquella nubes que se mantienen tan hermosas pese a ser los restos de un mundo al borde del colapso.

En tanto Jeliel mantiene esos pensamientos, Luke está en su cuarto sentado en su cama mientras admira su mano temblorosa.

—Maestra, ¿Seré perdonado? —musita en un tono apenas audible—. En tanto siga cuidando a Némesis supongo que sí, al menos por ella.

Se dejó caer en su cómodo colchón de nubes e intentó cerrar sus ojos a la vez que pretende dormirse, y otro día más se ve incapaz de hacerlo.

—Da igual —dijo resignado.

«Sus presencias no hacen falta más, desaparezcan»

Tales palabras le llegaron a su mente, un recuerdo muy vivido incluso a día de hoy aunque hayan pasado ya incontables años desde que los heraldos de la destrucción se separaron de su dios.

“Seguramente sigue en ese lugar”.

Rió, recordando que esa misma persona que ahora está viviendo de forma tan lamentable en la tierra es quién hace varios Miles de años era el terror de todos los dioses y diosas del universo entero.

Es por ello que lo que dijo no es mentira, planea sanar ese corazón tan herido tras la caída de Ciudad Infinity. Aún cuándo realmente desde su punto de vista el haberse separado de esa niña es lo mejor que le pudo haber ocurrido.

Aquella niña no hizo más que ablandar su corazón lo suficiente como para nuevamente intentar tratar con los humanos, sin embargo, nuevamente fue rechazado ¿No?

“Los descendientes del destructor son unos demonios” Tal pensamiento parece ser popular hasta en los lugares más recónditos e inhóspitos del universo.

Por motivo de tal creencia, es que incluso la más pura de sus reencarnaciones termina por ser repudiada y perseguida hasta su respectiva muerte.

—No permitiré que eso suceda de nuevo —musita.

Definitivamente creará un lugar acogedor para esa persona que tantas alegrías le ha otorgado.

Definitivamente.

***

—¿Protección? ¿De qué? ¡Planea destruirnos! —Le recrimino.

—No lo hará, solamente va a reiniciar el mundo —comenta tranquilamente—. Así que solamente siéntate y disfruta de una tercera oportunidad. Piénsalo, entonces podrías recuperar a todos aquellos a los que has perdido.

¿Recuperar? ¿De verdad es tan sencillo como eso? Si eso es así, todo lo que luché no tiene sentido alguno.

Si es para poder estar en el resto.

—¿De verdad es eso así? —pregunta repentinamente Felicia.

—Kazy, no sé porque, pero presiento que está persona miente.

Sonríe y levanta las manos como en señal de rendición, aunque no creo que requiera mucho de su esfuerzo para someternos si así lo deseara.

—Lo que dije sólo aplica para sus amigos, ya que ustedes son seres ajeno a este mundo creado por Luke —comenta tranquilamente—. Este mundo es una proyección de otro ya extinto hace millones de años, el mundo natal de Luke Howard y dónde conoció a una de las tantas vidas del destructor.

—Espera, ¿Entonces porque son personas que conocemos? —pregunto refiriéndome a qué al menos en mi caso, soy del mismo mundo de origen que los reencarnados.

Mikael parece haber esperado esa pregunta y asiente, como si todo pareciera ir según lo que esperaba desde un principio.

—Porque ellos reencarnaron en aquel mundo antes de su repentina destrucción, los mismos ya murieron en aquel entonces. Tanto la madre de ustedes dos, cómo la señorita Infinity llegaron por accidente a este mundo y fueron un error verdaderamente imprevisto ¿Saben? Incluso el autoproclamado héroe fue una piedra en el zapato que terminó por desviar el orden natural de las cosas.

Trago saliva, mi pregunta ahora es demasiado obvia, e incluso pareciera que está esperando a que lo haga, que me diga aquella dura que apareció en mi mente de  manera instantánea al oír su discurso.

—¿Cuál era el orden original? —pregunta Daries.

—Eso ahora no importa, no van a cambiar nada —declara Mikael—. Es un pasado que ya ha ocurrido y no pueden evitarlo. Ahora sólo tienen que centrarse en arrebatarle el tesoro divino que él posee.

Asiento, aunque todavía tengo una duda al respecto, si bien dijo que no creyera en lo que dijo Eloah, hay otra cosa que ví con mis propios ojos.

—¿Y sobre lo de ser un alma artificial? —pregunto.

Mikael suspiro, quizás cansada de responder mis dudas, pero de todos modos no parece indispuesta a responder ya que incluso parece esforzarse para al menos ponerlo en palabras lo suficientemente simples como para resolver mis dudas.

—Es una verdad a medias, ciertamente no eres “León” sino algo así como un clon creado a partir del mismo ¿O quizás sería más seguro decir una copia de seguridad del alma? —declara.

—¿Quién? —cuestiono—. ¿Quién pudo hacer una copia de mi alma?

—Némesis —comenta con una tranquilidad que me desespera.

¿Por qué haría eso Némesis? No logro comprenderlo.

—Bueno, solamente me queda decirte que él trono es un objeto visible y tangible —declara antes de extender sus alas y agitar sus alas.

Y tras tan sólo un parpadeo ya ni siquiera se encontraba cerca, su velocidad fue tal que no pude ver hacia que dirección fue que se marchó.

—¡Kazy! ¿Qué haremos? —pregunta Daries.

—Sólo nos queda buscar —respondo.

—¿Y si es lo porta él? —Sugiere Felicia.

La Infinity se muestra pensativa, tratando de considerar todas las situaciones que se le pudieran ocurrir y encontrar un escenario donde además de conseguir nuestro objetivo también pudiéramos arrebatarselo de sus manos.

Sin embargo, ¿Tal escenario existe? Aunque, aún si no existe, es el único camino a tomar, ya que, será imposible vencerlo en un combate directo.

Felicia ciertamente es una Infinity pero todavía es incapaz de hacerle frente a Luke.

Estamos en un verdadero aprieto ¿No es así? E incluso así, mientras haya la más mínima opción todavía no podemos rendirnos.

Nos tomamos de las manos y asentimos a la vez que caminamos de regreso al lugar donde estaba Luke.

Realmente no hay ninguna prueba de que él tenga el trono, pero tampoco tenemos ninguna pista para seguir y mucho menos tiempo para pensar.

Estamos temblando y sudando por los nervios.

Ninguna dijo nada, simplemente caminamos y antes de darnos cuenta estábamos de regreso en aquella habitación.

—Así que han vuelto —musita Luke.

En una esquina, atada e inconsciente, está Némesis, mientras que Luke permanece sentado en su trono.

Pero ¿De verdad sería tan obvio? La respuesta me queda clara en cuanto lo rompe al pararse bruscamente.

Una duda me vino a la mente, ¿De verdad tiene que ser similar a lo que su nombre indica? De ser negativa la respuesta, sería verdaderamente complicado rastrear dicho objeto al tener que adivinar que forma tiene realmente.

Observé un arete puesto en la oreja de Luke, no tengo ninguna prueba, pero, de alguna forma siento que ese es el objeto que busco y al no tener más tiempo elegí creer en esa corazonada.

—¡Insensatas! ¿De verdad creen tener una posibilidad contra mí? —Declara Luke comenzando a caminar contra mí.

Daries sin pensarlo dos veces lanza una potente llamarada contra él y aprovechando que el humos nos camufla, retrocedimos para tomar una mejor posición de combate.

Misma que sólo consistió en retrasar a Felicia para que pueda apoyarnos con su magia de plantas, y conmigo al frente seguida de cerca por Daries.

Al ser yo únicamente capaz de pelear cuerpo a cuerpo tampoco es que haya otra alternativa y Daries es un punto intermedio al ser capaz de pelear de las dos maneras.

Y frente a nosotras, el hombre que fue capaz de derrotar fácilmente al ser más poderoso de este mundo, él que desde un principio fue la mente retorcida que ideó todo em este mundo.

¿Qué pasará si lo derrotamos? Estuve considerándolo las palabras de Mikael, pero no tiene sentido dudar ya que si no lo derrotamos tampoco habrá futuro.

Sin importar el resultado, no puedo dejar que todas esas muertes que ha dejado este camino sean en vano.

—Mocosas, ¡Ustedes son las que han destrozado mi mundo! —exclama a la vez que se abalanza contra mí.

Felicia inmediatamente enrolla sus pies con aquellas plantas espinosas, únicamente logrando hacerle tropezar.

Logro detener su embate cruzando mis puños y recibiendo de lleno el puñetazo.

Uno que parece tan simple y sin embargo, con sólo uno mis brazos están temblando así como mis piernas, además de haber retrocedido algunos centímetros.

“¿Qué clase de fuerza sinsentido es esta?”

Mientras eso sucedía, Daries aprovechando la apertura lanzó una patada alta a las costillas de Luke, quién al recibirla se retorció de dolor.

Felicia por su parte evitó un contraataque al detener sus brazos con aquellas raíces.

—¡Desaparezcan! Malditas molestias —exclama Luke.

Una luz fue emitida con él como epicentro, intentemos huir pero fue en vano ya que nos alcanzó en apenas unos segundos.

Aquel lugar fue totalmente destruido, de hecho la geografía de aquel lugar ha cambiado.

Recuperé mi consciencia apenas unos segundos después, las nubes en el cielo han desaparecido.

Me levanto con dificultades, estamos en un gran cráter y no veo a mis compañeras por ningún lado.

—¡¿Daries?! ¡¿Felicia?! —Las llamo con la voz.

Comencé a desesperarme al no obtener ninguna respuesta de parte de ningún de las dos, pero inmediatamente me calmé al verlas a mi lado.

Ambas se levantaron aturdidas. A nuestros pies, noto cenizas y restos de raíces, así que quizás por eso fue que sobrevivimos.

Nuestras piernas tiemblan y no sólo por estar heridas, sino porque con eso comprendimos que Luke Howard verdaderamente está a otro nivel.

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