Capítulo 3.-Mensaje
—Regresamos —respondo, antes de notas a los invitados extra.
Aunque bueno, eran ese par de la isla.
—…
Y aunque creí que harían preguntas sobre mi aspecto están verdaderamente consternados, por no hablar de que se encuentran en un estado crítico del que se ve difícil que puedan recuperarse.
—Un ángel —musita Joffridus.
—Miren, probablemente trabaje con los vampiros y… se llevó a los demonios y asesinó al resto.
—Yo sigo viva.
Con heridas muy significativas más no tan graves como Joffridus y Ranulf, la chica dragón es atendida por Daries.
Sin embargo, pese a todo el escándalo, Reina sigue con el portal, han pasado ya cuatro horas.
Nadie dijo nada, solamente cubrimos y limpiamos los cuerpos de los dos reencarnados.
Un rastro considerable de sangre delata el camino por dónde vinieron.
No sentí nada, nuevamente, no los recuerdo, no muy bien ¿No está empeorando desde que murió esa persona?
Espera, ¿De verdad los reencarnados pueden morir tan fácilmente? No tiene sentido, somos algo así como elegidos ¿No?
La gran yo…
—…No mueras Kazy…
Con un susurro casi inaudible, escucho a Daries, quién me sorprende con un fuerte abrazo.
La chica dragón está en un camilla mientras es atendida por Kermar, de verdad que nos hacen falta manos ¿No es así?
—…
—¿Daries?
—Oh, Kazy…no es nada…
La noto algo decaída, es bastante obvio si la vez y escuchas su voz pero aún así, me duele verla así.
—¡Terminé! —exclama Reina.
Terminamos de preparar nuestras cosas a la vez que empezamos a cruzar el portal.
Antes de irnos escuché la marcha de al menos diez o veinte personas, quizás son guardias.
No queríamos averiguarlo así que nos fuimos.
El lugar donde estamos está completamente cubierto de nieve, así que nuestra primera misión es conseguir ropa gruesa que nos permita resistir el cruento frío de esta región.
Al mirar hacia los costados noto que estamos en la cima de algún monte no muy alto pero lo suficiente para que no salgas bien librado en caso de caer por sus laderas.
—¡Kazue, préstame tu cola!
—¡E-Eso suena mal!
—Al menos durmamos juntos.
—¡No! Me niego.
Aunque, ciertamente se está más cálido compartiendo el calor con otra persona, pero me niego a hacerlo con August.
—Kazue ¿Vienes? —me pregunta Reina.
Bueno, acabamos por ir Reina, Daries además de por su supuesto la gran yo, aunque Daries todo el tiempo vino de la mano conmigo, extrañamente insegura mientras osberva en todas direcciones.
Es idea mía o desde que llegamos a la teocracia ha estado actuando raro, el punto es que una vez en el pueblo de no nos costó mucho localizar una tienda ropa.
En mi caso, mientras estaba en el probador mi cuerpo volvió a la normalidad así que hubo la necesidad de comprar ropa extra ajustada a mi talla.
Al volver con cobijas y lo que parecen una mezcla de chalecos y suéteres, nos dimos cita en una cueva a las afueras de la ciudad.
Terminamos también con tres cabañas, así que la distribución fue fácil: En una Kermar y August, en la otra Reina y la dragona (todavía inconsciente), y en la última las dos gemelas.
Mientras nos estamos preparando para dormir, noto un aroma muy extraño y a la vez conocido.
¡¿Daries está en celo?!
Esto es malo, sí seguimos así de cerca yo también entraré en celo.
—¿K-Kazy?
—N-No es nada.
Me siento extremadamente caliente, demasiado que duele ¿Qué demonios? Se supondría que ya no tendría que pasar por esto.
Convenientemente, las otras casas de campaña están algo lejos, y más la de lo chicos así que no podremos atacarlos.
—¿Kazue?
En la entrada de la tienda de campaña, está August quien tras leer mi mente parece comprender la situación y sin hacer mucho ruido entra con nosotras.
—T-Tú…
Rápidamente tira de mí cola, y comienza a desnudarme.
—¡O-Oye!
Esto es malo sino lo detengo, yo y no sólo yo, también Daries ¡Muévete cuerpo!
Me calló con otro beso frente a la mirada cada vez más lujuriosa de Daries, sin duda este maldito me las pagará en el futuro.
—Puedo ser rudo ¿Cierto?
A la mañana siguiente, desperté recostada en su pecho, obviamente los tres completamente desnudos.
“Este maldito, me las va a pagar”
No sólo me tocó a mí, también a Darles, además ¿Cómo aguanta tanto? Me duelen las caderas.
Noto marcas en mi trasero y no puedo sino avergonzarme por la manera en la que actúe, intento levantarme pero August tira de mí cola.
—¿Q-Qué haces?
Al verlo de cerca no puedo evitar avergonzarme, o quizás sea por la sensación de que tiren de mi cola, aunque durante toda la noche.
¡Deja de pensar en eso estúpida!
—¿A dónde vas? —dice tallandose los ojos.
Ya harta y con mi mente clara le pateo para que me suelte. Una vez que Daries se despertó comenzamos a vestirnos.
—Te veías más linda anoche, así deberías de ser siempre.
—Vuelves a mencionar algo más y…
—Sobre todo cuándo descubriste que eras masoquista.
Terminé de vestirme, solté un suspiro y con una sonrisa me acerqué ante ahora un nervioso August, quizás leyó mi mente porque intentó correr.
—Querido~ —digo acercándome a él.
Su cuerpo se estremeció del terror, así que preparé mi puño y de un golpe lo hice rodar montaña abajo.
—B-Buenos días.
Soy saludada por una avergonzada Reina y la chica dragón, aunque Kermar tampoco parecer estar menos avergonzado.
Mi rostro se pone totalmente rojo al entender el porqué de su vergüenza, y yo también comienzo a sentirme de esa manera.
Pero ¡No puede ser! La gran yo, ni siquiera puede resistirse a un impulso tan y que es especialmente peligroso desde que no hay anticonceptivos.
Tocó mi estómago, tampoco hay esos test ¿Cierto?
Trago saliva, Reina entiende la situación a la perfección y vamos a su tienda de campaña.
Toca mi vientre y se quedé perpleja unos segundos, yo comienzo a dudar de los nervios.
—No hay nada.
Suelto un suspiro de alivio.
—Sin embargo, deberías ser muy cuidadosa parecer ser muy fértil
—N-No es que lo haga por gusto, el celo es muy fuerte —digo sonrojada.
Seguimos con Daries quién también salió bien de esta ocasión, dije embargo parece que debemos limitar nuestro contacto con hombres para evitar está clase de sucesos.
—¡Cariño!
August rápidamente corre hacia mí, se nota que sufrió la caida al verlo.
—¿Ya regresaste, basura?
—…
Tal parece que aprendió la lección al controlar su boca en esta ocasión y pasar de contestarme.
Diaries ha permanecido en silencio, mientras que el resto tienen conversaciones entre sí, yo simplemente disfruto de este pequeño momento de paz junto con Daries.
—K-Kazy, tengo algo qué decirte.
—¿Qué es?
—B-Bueno, es que…
Daries desvía la mirada, parece no encontrar las palabras para expresarse.
—Yo, recuerdo…
Un terremoto comenzó a sacudir el lugar así que levanté una barrera sobre todos para evitar cualquier incidente.
Sobre el cielo, un demonio alado, pero para nada parecido a la chica de antes.
Un ser como los demonios qué solemos imaginar gracias a las series y películas.
De piel roja, dos grandes cuernos, cuerpo realmente grande y fornido.
No posee ojos y en su boca hay grandes dientes afilados.
Con un rugido hace estremecer la tierra, provocando otro temblor, aunque pco duró pues un rayo de luz atravesó al demonio.
—Asi que ahí están —musita Reina.
Entonces, es hora ¿No? De ir.
Aunque, tengo dudas sobre que es lo que Daries tiene que decirme, se quedó a la mitad de lo que estaba diciendo.
¿Cuánto tiempo quedará ya?
De cualquier forma tenemos que apresurarnos.
Todos asentimos, ya no hay vuelta atrás de todos modos, si no les arrebatamos eso que quieren no habrá futuro para nosotros.
“El único camino ¿Eh?”
Juntamos las manos en el centro, cada uno con sus propias ideas, sin embargo todos sabemos lo que hay que hacerse o al menos deseamos lo mismo.
La salvación de este mundo.
Tenemos que seguir avanzando por el bien del mundo.
—¡Oigan! —Sophia repentinamente aparece—. El cielo ha cambiado, el fin del mundo parece estar cerca ¿Unos tres días quizás?
—¡¿Eh?!
Inhalo y exhalo, con el fin de mantener la calma, para evitar tomar alguna decisión precipitada.
—Eso no cambia para nada nignuno de nuestros planes, sólo tendremos que apresurarnos.
Todos confirman, mientras Reina parece pensar en algo.
—La ciudad todavía está a poco menos de un día de aquí, ¿Debería preparar otro portal?
Asiento, ese tiempo me dará la oportunidad de charlar con Daries sobre lo que quiere decirme.
Sin embargo, mi planes se vieron interrumpidos por nuestra comida, el desayuno.
Una ve que terminé de comer me pongo a alimentar a Reina, quién sigue usando su maná para abrir el portal, aunque parece bastante cansada, quizás debimos esperar un poco.
—No te preocupes, sólo dejaré todo listo y dormiré un poco —dice Reina—. Por cierto, ¿No eres demasiado activa en eso?
—…La gran yo no sabe de lo que hablas —digo cortante.
—Si no te cuidas de verdad podrías tener a su hijo.
¡Ya lo sé! Sin embargo, este cuerpo parece ir cada vez más por su cuenta, incluso he comenzado a olvidar cosas de hace unos días.
Mis memorias cada vez son más defectuosas ¿No? Quisiera saber que es lo que realmente me está pasando.
—…
Tras unas horas, Reina se acostó a dormir, justo cuando suspiro siento unas manos en mi cintura.
—¿Debería comprarte un collar?
—¡Deja de tratar-
Antes de poder responder soy silenciada con un beso a la vez que levanta mi camisa.
—¡¿Que crees que haces mono lujurioso?!
—Después de todo está puede ser la última oportunidad ¿No? Al menos dejate llevar, ayer lo disfrutaste ¿No?
Piso su pie y empujo para hacerlo caer a un lado mientras arreglo mi ropa para pasar desapercibida.
—Escucha, ayer entré en celo ¡Ni siquiera podía pensar con claridad! —exclamo tras un suspiro—. Además, no digas esas palabras, ¿Acaso quieres levantar una bandera de muerte o algo?
—B-Bien.
Me alejo un poco de él, andando tranquilamente mientras pienso.
¿No he tenido mi guardia demasiado baja? Además, siento que me he acostumbrado demasiado a qué me bese ¡Esto tiene que parar de alguna manera! Debo de solucionar esta situación tan problemática antes de empeore.
—No creí que anduvieras de tortolita tan indiscretamente.
Volteo a ver quién me dirijo la palabra, me.toponcon la chica dragón, llena de vendajes.
—Y encima lo tratas tan fríamente aún cuándo anoc-
—¡Cállense! ¿Por qué todo el mundo habla de ello? Es demasiado extraño y desagradable, no tiene ni el más mínimo sentido, es más ¿Desde cuándo se interesan por ello?
—T-Tranquila, sólo estaba bromeando.
—Ya veo.
Paso de largo, ¿No fui demasiado brusca? Ciertamente me ganó la ira pero ella no tiene nada que ver, bueno, tampoco es que importe mucho.
Puede que deba ir a disculparme, después de todo esta puede ser nuestra última oportunidad ¿No?
¡No! No es necesario que vayamos a pelear, solamente robarles en sus narices su objetivo.
Aunque exactamente ¿Qué es lo que debemos robar?
Bueno, puede que sepa que es en su momento ¿No?
Toco mi sien y en ese momento por casualidad me asomo a mirar el cielo y ahí está un rostro.
Sí, un rostro gigante, sin movimiento alguno.
Y lo peor es una mano sujetando la luna, y con la otra extendida hacia aquel árbol tan gigante que no deja de crecer.
¿Cuántos años han pasado desde que vine a este mundo? Bueno, deberían ser los mismos desde que nací, realmente estoy teniendo serios problemas de memoria.
Quizás debería irme a dormir.
—¡K-Kazue!
Por primera vez, escucho a Daries llamarme por mi nombre, así que volteo inmediatamente, extrañada y noto que estamos solas en la entrada de la cueva.
—Tengo un mensaje para ti —musita.
—¿De quién?
—….Bueno, eso es… algo difícil de explicar.
No termino de entender lo que le sucede pero realmente estoy preocupada por ella.
—Es algo que se me fue entregado cuando nacimos, por… ¿Quién fue? Bueno, me dijeron que espere hasta este momento para…
Me sujeta de las manos y juntamos nuestras frentes.
—E-Esto es vergonzoso —musito.
Y sin embargo, en ese momento como si fuesemos transportadas a otro espacio, ahí estoy, en el mismo lugar donde habita Eloah.
O bueno, frente a su trono.
Y en frente, ¿Está Daries? No, soy yo.
Tampoco es que haya mucha diferencia, esa yo tiene una mirada cansada, heridas por todas partes, su ropa desgarrada y está temblando mientras extiende su brazo hasta casi tocar el trono.
—Si este mensaje está siendo transmitido, significa que fallé —musita el otro yo—. El mundo fue destruído.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top