Capítulo 2.- ¿Trato?
~~~
Desde entonces, han pasado siete años.
Todavía tengo mis sospechas sobre Daries, pero dudo que sean ciertas.
¿Porqué? En resumidas cuentas, ella es demasiado estúpida para haber sido una adulta.
¡No! Incluso para estándares de un niño es demasiado estúpida.
—¡Kazy mira lo que encontré! —exclama llena de barro, con una expresión de alegría total mientras agita una lombriz peluda cerca de mí.
Una estúpida total.
—¿Otra vez leyendo? ¡Que aburrida! —exclama haciendo una rabieta en el suelo—. ¡Vamos a jugar, a jugar!
En medio de su rabieta, golpea la mesa, provocando que una pequeña maceta caiga y se rompa, esparciendo su contenido.
—¡Ah, ¿Que hago?! Kazy, ayúdame —exclama en desesperación mientras recoge la tierra.
—El gran yo no sé meterá en tus estupideces, Daries —declara sin apartar la mirada del libro.
Cuando finalmente pude verme en un espejo, descubrí que mis ojos y los de Daries, en lugar de rojos como madre son azul cielo ¿A qué viene a cuento?
Pues ahora mismo Daries tiene su rostro a punto de llorar sobre mí, por lo cuál soy capaz de observar sus ojos.
“Cómo si te fuese a ayudar, estúpida”
—Hermana ¡Ayúdame! —exclama sacudiendome.
Suelto un suspiro, cierro el libro y me pongo de pie, Daries muestra una expresión de alegría y un inexplicable brillo en los ojos.
Mismo que desaparece cuando me ve darme vuelta para alejarme de la escena del crimen, actualmente estamos en un ¿Quiosco? No sé muy bien como describirlo.
Un lugar techado con mesa y sillas en medio del jardín, obviamente incluso las paredes y columnas poseen acabados realmente hermosos.
Al verme alejándome, Daries comenzó a gritarme cosas como "tonta, idiota".
¿Ven? Alguien con una vida pasada no puede ser tan estúpido ¡Realmente me irrita!
Cómo ya dicho antes, el pasto, arbustos e incluso las hojas que normalmente serían verdes aquí tienen la peculiaridad de ser de color rosas.
Y los animales, pese a no ser muy diferentes a los de mi antiguo mundo, poseen sutiles cambios que les hacen parecer realmente peligrosos.
De hecho, la única razón por la que estamos a salvo de bestias es por la presencia de padre, quién según he escuchado posee un aura realmente intimidante para bestias sin razonamiento.
Y por lo que escuché, este lugar es conocido como la mazmorra del emperador de fuego y no logro entender algo ¿Que parte de este lugar es una mazmorra?
Si bien es un lugar habitado únicamente pir monstruos humanoides, no veo nada realmente extraño.
Aunque tampoco es que pueda hablar mucho del exterior, después de todo, desde la muerte repentina de madre, padre ha sido realmente sobreprotector conmigo y Daries. Al punto de que en mis siete años de vida no he puesto un pie fuera de este palacio, incluso padre levantó una barrera para evitar la entrada de personas no autorizadas.
Sobre la magia, realmente no tengo nada que decir, solamente que Daries tiene un potencial inhato, en cuanto a talento es una inútil pero literalmente es tan absurdamente fuerte que no importa eso.
Mientras que a mí, me falta potencia, mis hechizos ofensivos son débiles mientras que todos los referentes al apoyo todo lo contrario.
Si Daries fuera un cañón, sería uno de cristal, mientras que yo uno de acero pero incapaz de disparar.
¿Eso no es realmente malo? Eso es decepcionante para el gran yo, ¿Porqué darle esa potencia a la idiota de Daries?
¡Incluso es sorprendentemente talentosa para el combate cuerpo a cuerpo!
Pero, sigue siendo una idiota.
Cualquier punto que intentes encontrar bueno en ella, se ve claramente mermado por este último ¡A diferencia del gran yo!
—Oh, señorita ¿Hoy se encuentra sola? —pregunta un cíclope de cuello largo, con piel verdosa y manchas rosa por todo su cuerpo.
Él es nuestro jardinero y también funge como guardia nocturno, ya que el jardín realmente es peligroso para cualquiera que no sea el jardinero o alguien de la familia real.
¿Por qué? Por la plantas carnívoras, mismas que a diferencia de nuestro mundo, se encuentran enterradas e incluso se trasladan bajo tierra hasta dónde sus raíces se lo permitan.
Naturalmente evito acercarme tanto como pueda, a diferencia de Daries no me gusta ensuciarme.
Incluso a veces, Daries juega con ellas, terminando llena de baba y manchada con barro.
—Mi hermana rompió una maceta —declaro señalando la escena del crimen.
El jardinero suelta un suspiro y se apresura a ir en camino.
Algo que no mencioné sobre él, es que si bien dije que era un cíclope (que ese es el nombre de su especie) es que en lugar de pies tiene una parte inferior similar a la de un caracol.
Por lo que he de admitir que me causa gracia verlo intentando darse prisa, obviamente el gran yo no pierde tanto tiempo y vuelve dentro de casa.
Algo más que he aprendido en este mundo, es sobre los dioses, que más que dioses en sí, más bien se podría decir que son fuerzas de la naturaleza que hacen y deshacen cosas a su capricho.
En totalidad son tres, de los cuales se desconoce su nombre pues cada que alguien hace contacto con ellos dan un nombre falso o no se vive para contarlo.
Solamente se les denomina como la trinidad primigenia: El destructor, el creador y la jueza.
Sí, la jueza. Yo también me reí al principio, pero contrario a lo que indica su nombre, es conocida por ser la que más interactúa con los humanos, otorgándoles horrendos castigos o generosas recompensas. Así como también es la guía de las almas.
Y sin embargo, en su lugar me encontré con ese sujeto, del cuál por más libros que he leído, no he encontrado ni la más mínima pista sobre ello.
Y aunque pregunte, no obtengo ninguna respuesta, nadie lo conoce, es como si no existiera ¿De verdad es un dios? No lo entiendo.
Pero, si no me afecta supongo que al menos de momento puedo ignorarlo, después de todo tampoco estoy obteniendo ningún progreso.
—Buenos días, señorita.
"Señorita", pese a todo no logro acostumbrarme, incluso aunque use vestidos lujosos a diario, me duche o use ropa interior, simplemente no puedo olvidar el hecho de que el gran yo fue un hombre, y eso mismo me avergüenza al verme en ropas tan estrafalarias para mi buen gusto.
Naturalmente no respondo y solamente camino tranquilamente en medio de la servidumbre, que agacha su cabeza al verme.
“Al menos esta parte de mi vida no ha cambiado”
Sin embargo, pronto llegará ese momento ¿No? Es decir, soy una "princesa" en una época medieval.
Honestamente, el gran yo tiene más de un problema con esta reencarnación, sin embargo no puedo presentar mis quejas porque en primer lugar no sé quién es el dios que me reencarnó.
Es más ¿De verdad existe? Desde que llegué a este mundo no lo han mencionado una vez, pero, si dicho dios no existe ¿Qué es el gran yo?
¡Inútil! No tiene caso pensar en ello ahora solamente debo centrarme en hacer lo que debo hacer y con eso debería bastarme.
Solamente me quedan ocho años antes de que padre me comprometa, aunque siendo sincero preferiría que diera la mano de la idiota de Daries.
—Kazy~ ¡Oye!
Continuo mi camino, ignorando los molestos insectos pululando a mi alrededor, naturalmente no son una molestia para mí.
Molesta por no hacerle caso, Daries me taclea y derriba al suelo, quedando encima mía mientras me retiene con ambos brazos.
—¿Por qué Kazy me ignora? —Declara haciendo un puchero.
—El gran yo no tiene obligación de pasar el rato contigo —declaro desviando la mirada.
—¿Otra vez esa forma de hablar? ¡Por eso los empleados y los invitados te miran como un bicho raro!
“¿Eh?”
No hay forma, ella es el bicho raro, el gran yo no puede ser tratado de ese modo, después de todo sólo mira a esta idiota, teniéndola como máximo exponente de un bicho raro ¿Por qué le darían tal sobrenombre al gran yo?
—Kazy ¿Podría ser que no lo sabías? —Declara con una expresión de preocupación.
Irritado, la aparte de encima mía al arrojarla al suelo, me pongo de pie y sacudo mi vestido, definitivamente tendré problemas por esto más tarde.
—¿Estás enojada? Daries no tiene la culpa de que seas una asocial —declara mientras se reincorpora.
Obviamente yo no la voy a esperar y me pongo en marcha para alejarme de ella lo más rápido posible.
Sin embargo, se pone a mi lado en un instante y continua viéndome con ojos de cachorro, pese a que ni aunque haga eso voy a hacerle caso.
A todo esto ¿Que es lo que quiere? Lo de la maceta ya debería estar zanjado, entonces ¿porque me sigue?
—¿Que es lo que buscas del gran yo? —Pregunto en busca de una manera de deshacerme de ella.
Actualmente nos encontramos en medio de un pasillo dónde las paredes son adornadas por numerosas pinturas "abstractas" o al menos yo no puedo encontrarle forma.
A mí derecha se encuentra unas escaleras que conducen al almacén el cual se encuentra en el subterráneo para una mejor conservación de ciertos alimentos.
Al poner atención a Daries, noto que se encuentra inquieta y sonrojada, mientras juega con sus dedos, incluso duda al dirigirme la mirada.
—V-Verás, pronto habrá un evento dónde fui invitada y quería saber si tú.... ¿Quieres acompañarme?
“¿Que pasa con esa actitud?”
Además, da igual lo que diga, me niego a ir a ese evento, de seguro es una reunión con mocosos pretenciosos que no saben de la vida ¡El gran yo no está a un nivel tan bajo! Y seguramente es una fachada para presentarla a prometido.
De cualquier manera, me niego.
—No quiero, hasta luego —declaro dándome la vuelta y alejándome de ella.
—¡idiota, te odio! —En un berrinche, Daries me empuja a un lado para correr, sin embargo en lugar de hacerlo con poca fuerza me arroja contra la pared y un cuadro me cae encima.
Entonces, todo se volvió negro y nuevamente me encuentro delante de ese dios.
“No puede ser ¡¿Morí?! ¿El gran yo falleció de un modo tan estúpido?”
—¡Esa es una buena reacción, humano! —Exclama el autoproclamado dios—. Pero, para mí mala fortuna debo de informarte que aún continúas con vida, aunque inconsciente.
Observo mis manos, y en lugar de manos, observo las patas de un pequeño zorro.
Y al mirar a mi alrededor, el árbol detrás de aquél dios se mantiene, pero ahora alrededor nuestra se encuentran localizadas tres estatuas.
—¿Te interesan? Bueno, ya debes haber oído de ellos "La Trinidad primigenia". Los dioses del mundo y mis obras maestras —Declara jactandose con orgullo.
Contrario a lo que me esperaba, la estatua cambia de forma de manera constante, y con cada cambio, también lo hace la placa con el nombre.
—"El dios de la destrucción", "La más grande traidora de la humanidad", "El asesino milenario", “La princesa de los negadores" —Conforme va cambiando el título, voy leyendo en voz alta.
La estatua deja de mutar hasta convertirse en una chica, de alrededor de un metro sesenta, un cuerpo esbelto y delgado.
—"La emperatriz vampira", Sophia —Musito.
—Esta chica es especial, después de todo incluso entre la tríada, es la única a quién ni siquiera yo puedo tocar ¿Sabes? Desde el momento de su nacimiento, soy incapaz de interferir con su existencia —Declara con una sonrisa realmente desagradable.
Después de eso, mi cuerpo se estremeció e instintivamente me alejé del dios, aunque ¡No es que tuviera miedo! No, en lo absoluto ¿Entienden?
Observando las otras estatuas, me encuentro con que en esta vida, las tres criaturas, han renacido como chicas, bueno una de ellas alterna entre cinco formas distintas, ¡Una es un maldito dragón!
—De cualquier forma, ya viste suficiente —Con un chasquido, las estatuas desaparecen.
Y pese a todo lo que hemos hablado, todavía no me ha dicho el motivo por el cuál me ha llamado.
—Bastante perspicaz, humano —el dios nuevamente vuelve a sonreír de forma perturbadora—. Entonces, ¿Vamos directo al asunto?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top