Capítulo 2
***
Estoy tan sola.
De verdad lo eché todo a perder ¿No? Todos los esfuerzos de Kazy, encima mis manos también están manchadas ahora mismo.
No quiero lastimar más a Kazy, seguro que estaría mejor sin una inútil como yo ¿No es así? Se supone que somos gemelas, pero desde siempre hemos sido tan diferentes.
Quizás si soy una idiota como ella solía decir.
Me odio, me odio tanto por simplemente complicar más las cosas para mi amada hermana, ¿Cómo debería relajar su carga? Yo creo que mi respuesta deberia ser tan obvia.
“Quiero morir y evitar lastimar a Kazy”.
***
Kazue pisa fuerte, se apoya con su cola del suelo para obtener un equilibrio mejor y conectar un golpe potente en seco contra Daries, quién pese a intentar bloquearlo, la fuerza fue tal que su guardía se deshizo.
El golpe conectar directo, sacudiendo su cerebro y evitando que pudiera moverse por unas milésimas de segundo, mismas que Kazue aprovechó con un rodillazo en el abdomen.
Daries escupe sangre, mientras sus uñas se vuelven afiladas y las clava en las piernas de Kazue, quién comienza a ver borroso.
—No me subestimes, ¡Maldita mocosa! Aunque este cuerpo sea tan débil, no creas que me vencerás de una forma tan sencilla.
Tomando ventaja del momento de debilidad de la reencarnada, Daries la sujeta de la cola y la azota en repetidas ocasiones contra el suelo.
Kazue se aferra con sus garras y con una patada directo al rostro, aturde a Daries lo suficiente para que le suelte.
—¡¿Dónde está la magia en esto?! —exclama Kazue a modo de queja contra nadie en particular.
—De hecho, fue lo mejor que te pudo pasar, de otra manera ni siquiera podrías tocarme —declara Daries, jadeando.
Ambas rápidamente toman distancia entre si, sin llegar a perderse de vista la una de la otra en ningún momento.
—¿Qué pasa? Luces cansada —comenta Daries—. Creí que querías de regreso a esta chica.
Kazue, con un vigor renovado y claramente impulsada por la ira, salta para llegar a Daries. Un sin fin de barreras de tierra bloquean el golpe y cuando menos se lo espera, una estaca atraviesa su pie.
—¡Maldita! —Kazue detiene su carga para evitar desgarrar su pie.
Daries en ese momento comienza a disparar una ráfaga de bolas de fuego, un aluvión de las mismas que parece interminable.
Mientras Kazue intenta liberar su pie logra desviar algunos ataques, otros fallan pero son más los que aciertan y le van desgastando.
Su cuerpo comienza a llenarse de heridas lenta pero progresivamente, para su fortuna, quién está dentro de su gemela no pareciera que tenga la más mínima intención de asesinarla de un golpe.
Justo mientras pensaba eso, Daries se aproximó envolviendo su puño en electricidad, golpeando a Kazue justo en el pecho.
El golpe la aturdió de manera leve, pero suficiente para que Daries conecte un golpe más en su mentón.
Apretando los dientes, Kazue se niega a caer y responde con un cabezazo que abre las frentes de ambas.
—Eso es cr-
Sin darle tiempo a terminar de hablar, Kazue de un tirón se zafa de su aprisionamiento parcial, golpeando con palma abierta el vientre de Daries, quien vomita ante la fuerza del impacto.
Daries aún afectada por aquel impacto, recibe un pisotón que le impide intentar evadir con un juego de pies, antes de recibir una lluvia de golpes que de no ser por su guardia alta, impactarian en su rostro.
Nuevamente un aluvión de bolas de fuego es disparado, impactando y quemando ligeramente el brazo derecho de Kazue, quien sin importarle sufrir quemaduras de tercer grado, se mantiene en su lugar para sopresa del usurpador de cuerpos.
Quién miró con terror y sorpresa el puño que impactó directo en la mejilla de Daries, abriendo una herida más y mandandola a besar el suelo.
El cuerpo de Daries, gracias a su anormal resistencia, logra reponerse justo a tiempo y evita caer usando sus manos.
—Realmente eres una molestia —declara jadeando.
Kazue inhala profundamente antes de exhalar y sin decir palabra alguna mira con determinación a “Daries”.
Cientos de portales se abrieron alrededor de Kazue, tan sólo uno apareció delante de “Daries”, quién ingresó la mano en el mismo.
—¿Qué planeas? —pregunta Kazue comenzando a ponerse nerviosa.
Daries sin hacer expresión alguna solamente se lo limitó a agudizar la mirada, mientras de los portales caen cientos de lanzas de hielo, que al hacer contacto con el suelo, lo congelan de inmediato.
Kazue cómo puede desvía los ataques con sus manos desnudas que ante su inexperiencia con la bendición del dios de la destrucción, algunos logran impactar y congelarle levemente.
Némesis miró seriamente la batalla, Sophía no pudo hacer mucho tampoco.
—¿Cuánto maldito maná tienes? —pregunta Kazue comenzando a ceder.
—No bromees querida hermana, después de todo no somos tan diferentes en ese aspecto ¿No es así? —comenta sin detener el ataque aunque sea un segundo.
Kazue sintió sus manos adormecidas, al ver el ataque tan cerca con desesperación intentó destrozarlo con fuerza bruta pero lo único que consiguió fue un brazo roto y congelado.
“¿Eh?”
—¡¿Qué te pasa Kazy?! Creí que eras más fuerte que esto, todo este tiempo te admiré y pensé ser inferior a ti ¡No me decepciones! —exclama entrando cada vez más en un frenesí de locura.
Entonces una gota de algo húmedo cayó al suelo.
“¿Está llorando?”
—Maldita sea, dejen de darme trabajo extra.
Contrario a sus expectativas, corro directo a ella y la tacleo, la sorpresa fue tal que detuvo su bombardeo unos segundos, para cuándo quiso retroceder ya estaba encima suya.
Comienzo a molerla a golpes, aunque su guardia es lo suficientemente sólida cómo para contener mi feroz ofensiva, pero debido a lo mismo es incapaz de contraatacar.
Sólo tengo que mantener el ritmo y ganaré.
Ganaré…
—¡Apertura!
Daries me golpea con un cabezazo que pese a tomarme por sorpresa, logro repeler de cierta forma con mi propio cabezazo.
Me sacude de encima suya, y aunque intentó alejarse, la tomé del tobillo, provocando que nuevamente caiga al suelo.
—¡Al diablo! —A corta distancia, Daries lanza una bola de fuego en mi contra, o eso pensó.
Usando la bendición del destructor, anuló el ataque para su sorpresa.
—¡Suéltame maldita sea! Te mataré, no, te haré sentir el peor de los dolores cómo me sigas causando molestias maldito gusano.
—¡Si no quieres eso, devuélveme a mi hermana!
Daries, no, lo que está dentro de Daries comenzó a carcajearse sin parar.
—¡¿Qué es tan gracioso?! —exclamo realmente furiosa.
—¿Ahora te preocupa? Qué divertido, para alguien que pensaba en dejarla a su suerte, para alguien que sólo piensa en sí misma ¿O acaso conseguiste proteger algo? ¡Solamente mírate, estás totalmente sola! ¿No piensas que eso es divertido?
—…
Aprieto mis puños, con impotencia, después de todo, todos y cada uno de ellos, yo, ni siquiera fuí capaz de protegerlos.
Encima de eso, ahora tengo que asesinar a una de esas personas, en verdad ¿Es alguna clase de castigo?
Supongo que más que castigo es un simple juego para esa persona, si que se le puede considerar una.
—¿Oh? No respondes, querida hermana ¿Acaso te quedaste sin palabras? Yo tampoco podría hablar después de hacer tantas promesas y no ser capaz de cumplir ninguna, no eres más que una fracasada, no eres en lo absoluto diferente a los otros supuestos héroes que invocó Eloah.
Yo… yo no terminaré de esa manera, de alguna forma debo salvarlos, de seguro si consigo el trono podré lograrlo ¡Tengo que hacerlo! No voy a terminar como los demás.
—¿No eres demasiado arrogante? Creí que después de todas tus vivencias habías perdido esa parte de tí, pero pensar que lograrás superarme ¡Ni en sueños!
Unos tatuajes de dragones aparecieron en sus brazos, uno de color blanco y uno negro.
—Este será el primer paso —declata antes de lanzar un golpe al aire.
El cielo se dividió y antes de saberlo, sentí un impacto tan fuerte que me hizo escupir sangre y perder toda la fuerza en mi cuerpo.
Con suerte podía ser capaz de mantenerme consciente, simplemente no logro comprender lo que está pasando.
—Este cuerpo de verdad es débil ¿No? —Su brazo está roto, Daries me mira con indiferencia.
No, esa no es Daries. Maldita sea, no puedo pensar con claridad.
—¿Qué piensas? Él yo original podía lanzar esos golpes a diestra y siniestra, una lástima perder ese cuerpo tan maravilloso por el imbécil de Zavebe —dice antes de patearme y dejarme caer de espaldas al suelo.
Se me dificulta respirar, realmente ese golpe fue algo de otro mundo, si me hubiera llegado a conectar dudo estar siquiera viva por más tiempo.
Quiero descansar, mi cuerpo duele.
Pero, no puedo dejar que este sujeto haga lo que quiera con el cuerpo de Daries, debo ponerle un alto.
—Ya no siquiera me escuchas ¿Verdad?
Estática…
¿Está hablando? No logro entender lo que dice, quizás esté hablando en alguna lengua desconocida.
—Pobre Kazy, mírala esforzarse tanto, aunque solamente está desperdiciando fuerzas.
Tengo que levantarme, pero mi cuerpo cruje, seguramente tengo varias costillas rotas, y espero que sólo sean costillas.
—¿Por qué no sólo mueres? Incluso tú debes saberlo, es cierto que no puedo usar toda mi fuerza, pero jamás lograrás superar a un primigenio, lo que haces sólo es una pérdida de tiempo y me deja en claro que sólo eres obstinada.
Mierda, quiero hacerle callar, pero ya no puedo hablar, incluso respirar es complicado, ¿Tendré perforado algún pulmón?
No quiero y no puedo morir, así que debo encontrar la manera de salir viva.
—¿Oh? ¿Seguirás en tu cabezoneria? Ante nosotros, la fuerza de cualquiera palidece —exclama sin perder esa expresión de superioridad—. La fuerza no será suficiente para vencerme.
¿No es suficiente con fuerza? Entonces tengo que obtener eso otro, de cualquier forma tengo que conseguir lo que me falte y vencerle.
Vamos, reacciona.
Logro ponerme de pie, aunque termino por caer de trasero sobre la tierra, mis piernas ya no responden.
“¡Sólo fue un golpe indirecto! Levántate”
—Admiro tu valentía y resistencia, ¿Tan importante es esta chica para ti? ¡Que encantador! —Comienza a aplaudir.
Esa bastarda sólo se está burlando de mí, ¡Ya verá!
—¡Que aterradora! Esa mirada tan terrorífica.
Finge temblar, mientras me observa levantarme mientras me tambaleó y jadeo, ella sólo me sopla y vuelvo nuevamente al suelo.
—¿Ves? Ya no te queda nada de fuerza, lo has hecho bien ¡Buen trabajo! Sólo necesitas ir a dormir, yo ya me haré cargo de Luke.
—¿Por qué? —pregunto, arrastrandome hasta sus pies.
—Para cumplir mi meta de llegar hasta el bastardo de Eloah —dice con un rostro carente de emociones—. Para ello, voy a aplastar a cuántos gusanos sean necesarios, cumpliré mi meta sin importar lo que tenga que hacer.
Me toma del pelo y me levanta.
—Aún si debo acabar con la vida de mis queridos hermanos, lo haré.
—¿De verdad? ¡¿Tanto vale la pena lo que deseas para sacrificar a tantas personas?! —exclamo en mi impotencia.
Daries sólo atinó a reír, antes de dignarse a responderme.
—¿Personas? Yo solamente veo fichas que mover, si no pensará de esa manera no podría proceder después de todo —comenta con una gran calma y lentitud—. Además, no es tan diferente de lo que hacías ¿No crees, León?
Maldición, mi cuerpo ya ni siquiera responde, ¿Es este mi límite después de todo?
No, aunque lo sea, tengo que encontrar el modo ¡Tiene que haber un modo! No hay forma de que no pueda superar esta situación, de que todos mis esfuerzos culminen en esto.
Entonces, ¡¿De que sirvieron todos estos años?! Tiene que haber un sentido.
—No lo hay, no tiene que haberlo, no con nosotros al menos, hemos destruido tantos mundos como éste antes que nadie notará nada y aunquenlo hicieran ¿Quién podría detenernos? Somos los primeros que existieron y los últimos que quedarán aún cuándo toda la vida se extinga.
Una lanza apareció en su mano.
—Toda la vida se originó a partir de nosotros, somos más viejos que el tiempo mismo, el universonsomos nosotros, la fuerza somos nosotros ¡¿En verdad pensaste tener la más mínima posibilidad de sobrepasarnos?!
Cerré los ojos, ante un impacto que no llegó, varias ramas llenas de espinas perforaron a Daries, quién ante la sorpresa sólo pudo retroceder.
Su otro brazo es inservible ahora.
—¿Qué creen que hacen cuando el mundo está por acabarse? —musita la chica Infinity.
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