Capítulo 15.- Área de dominio.
***
August corre a una distancia segura, escondiéndose y seguido de cerca por una Sophía que lo mira con curiosidad.
—¿No vas a pelear? —pregunta la fantasma.
—¡¿Bromas?! Moriría al menos cien veces antes de conseguir algo —responde de inmediato.
En la batalla, Daries se barre directo a los pies de la demonio, derribandola y mientras Charles está en el aire, Kazue junta sus manos y golpea con toda su fuerza la espalda de la Charles.
—¡Ahí va! —exclama Kermar.
Con una patada en el abdomen, Kermar manda por los aires a la demonio, y Reina reincorporándose acumula maná en su espada y lanza una honda de viento contra la demonio.
El ataque impacta, y sangre cae de la herida recién abierta pese a que Charles se protegió con sus escamas.
La sangre al caer derrite el suelo con el cuál contacta.
—¡Eso está mejor! —exclama con una sonrisa realmente grotesca.
En medio del aire, se estira totalmente y toma una gran bocanada de aire.
—¡Huyan! —exclama Kermar.
—Muy lentos.
Una lluvia de ácido cae sobre el lugar, derritiendo tanto estructuras como flora, incluso gracias a la lluvia una densa nube de vapor nublo el campo de visión de todos.
Aunque para fortuna de Kazue y el resto, Kazue logró usar su barrera para protegerlos.
—...
“¿Por qué es tan fuerte un demonio de bajo rango?”
Mientras piensa en eso, el campo de visión es despejado con una ráfaga de viento emitida por Reina.
—¡¿Asustados?!
Tomando en esta ocasión la iniciativa, Charles intenta abalanzarse contra sus rivales, sin embargo, tropieza de nueva cuenta gracias a una barrera de Kazue.
Pero, en esta ocasión logra fijarse al suelo gracias a su cola, cosa que le impide ser derribada.
Otro trueno cae sobre Charles, quién apenas se inmuta ante el ataque.
Daries intenta con una patada a la cabeza, que la demonio bloquea con su antebrazo, pero no pudo contraatacar al tener que usar su otro brazo para bloquear la katana de Reina y mucho menos su cola al ser repentinamente pisada por Kazue.
—¡Vamos! —exclaman las tres al mismo tiempo.
Usando su mano derecha como si fuera una pistola, Kermar apunta a la demonio y dispara un rayo de luz que atraviesa el pecho de la demonio.
Sin embargo, para evitar de lleno el ataque se impulsa con sus piernas hacia atrás, logrando evadir un golpe mortal.
Transformando sus extremidades en serpientes, apresa a sus rivales y los arroja en diferentes direcciones.
Con una zarpazo logra desgarrar ligeramente la ropa de Kermar quién evitó morir gracias a que Kazue le hizo tropezar con sus barreras.
Unas pequeñas gotas de sangre escurren desde la herida de su pecho
—Esto es tan injusto —declara Kermar visiblemente nervioso.
—Bang.
Disparando un rayo de energía desde sus dos manos, impactan contra ambas rodillas del héroe.
Pero nuevamente no pudo dar el golpe de gracia al verse embestida por un zorro gigante de cinco colas, y pese a querer superarles en fuerza, le fue imposible y pudo sentir cómo sus huesos eran triturados por la mandíbula de Kazue.
Chasquea nuevamente los dedos y de un instante a otro se vuelve capaz de abrir las mandíbulas de Kazue, además de que la misma comenzó a sentirse mareada.
—Ahora que no hay molestia-
Ácido cayó sobre su espalda derritiendo su traje y quemando su piel, dejando a la vista parte de su carne quemada por el ácido.
—¿Sangre?
Nuevamente Kazue cambió de forma al de un oso y con un zarpazo logra tomarla desprevenida.
Su rasguño logro prácticamente arrancarle el ojo derecho.
—¡Maldita! —exclama antes de perder la concentración y sentir ahora su brazo izquierdo siendo cortado.
Diaries con una patada voladora en el abdomen de Charles logra hacerle escupir sangre y derribarla en el suelo.
—¡Ya fue suficiente!
El ambiente repentinamente cambió y pareciendo coincidencia, el cielo comenzó a despejarse una vez la lluvia cesó.
Los primeros rayos del sol se filtran desde el horizonte.
Mientras el cuerpo de Charles comienza a crecer y deformarse hasta volverse una masa de carne desde la cuál surgen cientos de cabezas de serpientes.
Un par de alas le sostienen en el aire, y un ojo surge en la masa de carne.
—¿Qué clase de hydra es esta? —musita Kazue, desconcertada.
Cientos de cabezas surcaron el cielo, a tal punto que incluso llegaron a oscurecerlo.
—¡Corran!
Tras escuchar la voz de Kermar, Kazue le toma entre brazos e intentan alejarse.
Al chocar contra el suelo, la isla entera se sacudió, y el pavimento junto con algunas edificaciones fueron totalmente destruidos.
Cánticos infernales perturban los oídos de todos los presentes.
Las cabezas nuevamente apuntan hacia el cielo y escupen un baño de veneno que cae como si se tratase de lluvia.
Kazue nuevamente usa su barrera, Daries y Reina logran refugiarse con Kazue a tiempo.
—Si esto es un demonio de rango bajo ¿Qué sucedería si viniera uno de rango alto?
Ante la pregunta de Kazue, sus compañeros no hicieron más que tragar saliva
—No tiene caso pensar en eso —exclama Daries.
—Tienes razón, lo siento —responde Kazue, sin apartar la vista de su rival.
Kermar mira con disgusto la herida de sus piernas.
—Lo siento, pero tendrás que llevarme —dice Kermar.
—No —declara Kazue para sorpresa de todos—. Ustedes sólo me estorban ahora mismo.
Kazue cambia a su forma semihumana, incluso creando ropa con su transformación.
—¡¿Kazy?! —Daries la mira con preocupación.
—No moriré —declara abrazando a su gemela.
"No por ahora al menos" piensa para ella misma.
—De acuerdo —responde Reina.
La peliazul carga consigo a Kermar y jala del brazo a Daries.
—¿Ya terminaron? —pregunta Charles.
—¿De dónde demonios hablas? —responde Kazue.
Usando una gran barrera, logra con esfuerzo detener la tacleada de Charles, aunque su barrera quedó prácticamente destrozada.
En cuánto confirma que todos se han ido, no puede sino soltar un suspiro y al no saber que hacer únicamente sonríe.
“Esto es malo ¿Qué hago con este monstruo?” piensa Kazue, mientras los nervios se apoderan de ella.
Aprieta sus puños, tronandolos, antes de rodar hacia la derecha, esquivando un escupitajo ácido de la demonio.
“No puedo rodear de barreras algo tan grande, de hecho, creo que no tengo medios de ataque que funcionen contra eso, esto es malo”.
Kazue inhala profundamente, antes de mirar con determinación su entorno.
—Lo que voy a intentar hacer es una locura, ni siquiera tengo bases para que funcione —musita antes de extender sus brazos—. ¡Metamorfosis!
—¿Huh?
El área alrededor de Kazue comenzó a cambiar, llegando incluso a encerrar a Charles dentro de ella, quién por precaución intentó escapar, sin embargo su escape se ve sellado por una enorme barrera.
—Área de dominio —declara Kazue, sonriendo, mientras su cuerpo entero está empapado en sudor.
—¡Oye, ¿De dónde aprendiste eso?! —exclama Charles.
A la distancia, Némesis sonríe con alegría, Charles, quién fue la única en sentir su presencia, se sintió aterrorizada.
—¡Muere!
Exclama mientras la tierra comienza a mutar en incontables armas afiliadas de todo tipo, que se lanzan directo contra Charles.
Las cuchillas rebotan en la gruesa piel del demonio, quién rió a forma de burla o eso pensó antes de ver una colosal lanza frente a ella, misma que atravesó su cuerpo.
Kazue se agarra el pecho a la altura del corazón, cayendo al suelo mientras se retuerce del dolor.
La barrera y área se disipan en un instante, mientras que Charles siente su cuerpo desangrarse, antes de lograr reincorporarse, volviendo a su forma humana con un agujero en su abdomen.
—Fallaste —declara alzando su mano, dispuesta a terminar con la vida de su rival, más fue su mano lo único que fue cortado.
—Hasta aquí llegas —declara Némesis.
—¿Ah?
Charles se desploma, mientras la herida de su brazo se va extendiendo y desintegrando lentamente su cuerpo.
—¿Por qué proteger a un mortal? —pregunta con sus últimos segundos.
—La necesitamos —responde con una sonrisa—. Y en cuánto a los que se esconden cerca, tomenla.
Némesis arroja a Kazue contra su grupo, quiénes no están muy seguros de saber explicar lo que acaban de ver y mucho menos de comprenderlo.
Y para cuando quisieron preguntar, Nemesis ya ha desaparecido.
***
Al abrir mis ojos encontré un hermoso cielo estrellado, sí, ha caído la noche ya.
Y no sólo fue el cielo nocturno lo que observé, también mi vista se vió obstruida por las bolsas de grasa que tiene mi hermana en el pecho, eso y su cara.
—¡Kazy!
Debido a su emoción, me abrazó contra sus pechos, ahogándome antes de volver a quedar inconsciente.
Cuando volví a despertar, la ví en una esquina, con los ojos llorosos mientras estaba ahora en el regazo de Reina.
Y al levantarme me percaté de una cosa muy interesante: mi cuerpo era demasiado pequeño.
—¿Q-Qué? —pregunto anonadada—. ¡Mi voz!
—Sí, regresaste a ser una niña y no sólo eso, tu fuerza vital parece haberse agotado —explica August—. Básicamente tu vida se ha acortado a la mitad
—...
¿Será por lo que hice antes? Aunque fue más bien como si mi mente estuviese siendo manipulada.
—Bueno, qué más da —declara recostandome sobre el pasto—. ¡Pero es realmente molesto volver a ser una niña!
—Kazy, ¡Ahora soy tu hermana mayor! —exclama Daries inflando el pecho con orgullo.
“De alguna manera esto me molesta”
—Seguimos teniendo la misma edad, idiota —declaro golpeándola en la frente.
Aunque una vez se puso de pie con dificultad llegan mis orejas de zorro a sus hombros.
—Juju —declara alegremente.
Por algún motivo se me contagió su risa, aunque al darme cuenta que todos me estaban viendo me sonroje.
—¡Yo también me río, ¿Saben?!
—No es eso, es sólo que tu voz es tan tierna —declara Kermar.
—Héroe pedófilo —respondo mientras me escondo detrás de Daries.
August lo miró fijamente, juzgandolo.
—Ni siquiera yo lo haría —declara August, agitando su cabeza en señal de desaprobación.
—¿Qué es pedófilo? —pregunta Daries.
Suspiro nuevamente, antes de sonreír.
“Estos momentos ¿Seguirán repitiéndose?”
Antes de eso, fui interrumpida por Reina, quién me sirvió un tazón de un alimento en caldo similar al frijol bayo.
—Entonces ahora ¿Nos dirigimos a Laukus? —pregunto buscando con la mirada a Sophía.
—Estoy aquí —declara mientras flota por encima de mi cabeza—. Y sí, cuánto antes mejor.
Solamente quería vivir una vida tranquila, y ahora tengo una técnica que no sólo acorta mi vida sino mi apariencia.
—Esto es una molestia —declara antes de intentar sorber mi tazón.
—Está caliente... —Advierte Reina algo tarde.
—Ghaziaz pho abiza.
Mis ojos están llorosos y me lengua algo más sensible que la de un humano promedio está quemada.
—Aquí —declara Daries dándome una cantinflora con agua.
¿Es idea mía o me están tratando como una niña? Seguro son ideas mías, dejen de serlo.
Al menos eso espero y no quiero creer que sea verdad.
—Tengo un mal presentimiento acerca de esto —musito.
—....
Sophía, por su parte parece algo nostálgica mientras observa el firmamento.
***
—¡Dios! Mire esto.
Con gran emoción, mientas recoge una multitud de flores corre hacia el dios.
Se encuentra en un campo de flores ubicado en una zona costera de Kanen, el dios toma las flores y acaricia la cabeza de la pequeña Sophía.
La vampira, protegida por un sombrero de paja se sonroja y se cubre tras su sombrero.
Continúan andando, hasta llegar a un páramo desolado.
—¿Por qué esas personas...
Miembros de Laukus cazan como si fueran bestias a los semihumanos, incluso hay algunos que arrastran ocasionalmente a una sirena obtenida de alguna parte del mar.
—¿No puedes ayudarlos? —pregunta Sophía con desesperación.
—No, sería problemático en más de una manera —declara antes de darles la espalda—. Y no resolveríamos nada de cualquier modo.
—Y-Ya veo.
El dios la miró de reojo, suspirando, pero sin arrepentirse de su decisión.
—...
Por momentos, Sophía se preguntaba si el dios era alguna clase de ser maligno, ya que no era la primera en todo este año que ignoran un situación similar.
Pero, no podía simplemente preguntarle sin más.
—No soy una buena persona para ayudar a cualquiera —declara el dios de manera repentina—. Contigo ya fue suficiente.
Sophía asiente, aún insegura.
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