Capítulo 13.-Discusión.
Por los siguientes días, la luz del sol fue más bien escasa en todas las zonas del mundo.
Revueltas ocurren en todo las del globo, las expediciones de Laukus a Azios se han visto interrumpidas por la repentina subida del nivel de mar.
Tsunamis, temblores, incendios repentinos, numerosas desgracias azotan a incontables personas independiente de dónde se encuentren.
Y todo ha sucedido desde que aquél árbol apareció y trajo consigo a las más terribles bestias infernales que el mundo no ha visto antes.
Bestias devoradoras de hombres, come sueños, demonios, y una grandísima variedad.
—¡¿Volvió a cambiar la marea?! —exclama August teniendo dificultades para controlar el timón.
Y debido a que todo están realmente tensos no se dieron cuenta de que no una enorme serpiente marina se encuentra frente a ellos.
Sin embargo, al momento de intentar atacarlos un potente relámpago cae y la asesina en el acto.
—E-El mar es aterrador —declara Daries.
"¿No lo has hecho antes?"
Pese a querer preguntar eso para molestarla, no puedo desconcentrarme de nuestro camino.
Llevamos alrededor de unos dos días en altamar y pese a que me siento algo mareada no parezco tener consecuencias mayores.
Sin embargo, el clima está empeorando muy repentinamente, esto podría acabar muy mal para nosotros si no llegamos a tiempo a tierra firme.
—Creo ver algo —Exclama Kermar.
“¿No llegamos muy rápido? O tal vez perdí la noción del tiempo”
Miro hacia el cielo pero me es imposible determinar el momento exacto del día en el que estamos, así que me doy por vencida.
“Igual no es mala idea permanecer alerta por si sucede algún imprevisto”
Cuando llegamos vimos una antigua ciudad bastante antigua, dónde la naturaleza parece haber tomado el control del lugar y lo único que permanece de pienso gruesas estructuras.
“Quiero bañarme, me siento sucia”
Quisiera decirlo pero no quiero parecer caprichosa, ya que técnicamente estamos jugandonos la vida aquí.
Y encima, aquél árbol que es tan similar al que Eloah tiene todo el tiempo a sus espaldas aunque no emite el mismo tipo de sensación divina no deja de preocuparme.
En fin, estuvimos explorando las ruinas en busca de un refugio hasta que la lluvia cayó de golpe mojandonos a todos, Kermar encendió una fogata debajo de una pila de escombros que no tiene pinta de ser muy segura.
Pero al no tener ninguna otra opción tuvimos que refugiarnos ahí.
Y dada que nuestra ropa interior era visible por estar mojadas, tanto Kermar como August tuvieron que permanecer todo este tiempo de espaldas.
“¿Némesis?”
Parada frente a mí, se encuentra Némesis, o más bien debajo de la lluvia más no parece mojarse e incluso diría que las gotas parecen evitarla.
—¡¿Quién eres?! —exclama Reina de manera amenazante.
Némesis continúa sonriendo antes de darse la vuelta e irse corriendo.
“¿Cómo?”
Para que Reina le haya visto ¿Tiene cuerpo físico? Aquí hay algo raro en definitiva.
—¡Kazue! Ven —exclama Némesis con esa misma voz de siempre.
Y Kazue, es decir, yo, rápidamente voy detrás de ella para confusión de mis compañeros que al verse sorprendidos por mi repentina carrera parten con retraso y les es imposible alcanzarme al menos no en un instante.
Viendo la isla muy por encima, me recuerda de cierta manera a esa civilización mítica ¿Cuál era su nombre? Cierto, Atlantis.
Incluso hay estatuas con tridentes,nsin embargo ningunas de las personas eran dioses que yo reconociera, sinoq que simplemente parecen ser humanos.
Némesis repentinamente se detuvo y me señaló un edificio bastante alto y particular, un mausoleo.
Uno exageradamente grande al punto de ser prácticamente un palacio más que una tumba.
Y enfrente del mausoleo se encuentra esa estatua.
—Baltasar Gerard —declara Némesis sin voltear a verme a la vez que me paro a su lado.
La lluvia continúa cayendo torrencialmente, mientras ambas nos quedamos viendo al héroe legendario.
—¿Sabías que este mundo ha cambiado antes? —musita Nemesis—. Lo mismo que madre planea hacer ya ha ocurrido antes.
Me mantuve callada, le dejé que siga hablando, tengo demasiadas cosas que preguntarle ahora mismo pero siento que no es el momento.
El cielo ruge ferozmente de manera ocasional y el viento parece ser capaz de llevarme consigo.
Sin embargo, mi atención ahora mismo se centra en Némesis y lo que tiene por decir.
—La deidad suprema, no Eloah, sino el árbol —musita Némesis—. Ocasionalmente da sus bendiciones al mundo, brotando en versiones diminutas del mismo árbol que da un fruto especial, mismo que da la oportunidad de obtener un deseo.
“Ya veo, entonces ese árbol”
—Pero, lo que planea madre es forzar la creación de uno de esos árboles y para ello necesita caos y destrucción, pagar con almas —explica Némesis.
—...
Némesis no dijo más, permaneció con una expresión neutra y cuando nuestros campos de visión se cruzaron, sonrió.
—Entonces ¿Cómo sabes todo esto? —pregunto—. Y ¿Por qué es que ahora todos pueden verte?
—¡¿Kazy?! —exclama Daries con desesperación.
Ella y el resto al verme vienen corriendo, sin embargo les hago con la mano una seña de que se detengan.
Los ojos de Némesis emiten un brillo rojo cuánto menos intimidante.
—Siempre lo supe, y antes de que preguntes, no, lo que te dije no es mentira —Némesis bosteza—. Nada lo es, pero ahora mis prioridades necesitan cambiar y mi prioridad es madre.
—¿Me matarás? —pregunto tras tragar saliva.
Némesis comenzó a reír.
—Si quisiera eso simplemente habría hundido la isla ¿No crees? —Cuestiona.
Comienzo a sudar frío más es imperceptible ante de la lluvia.
—El mundo acabará, eso es un hecho —Némesis cierra los ojos antes de extender su mano hacia mí y llevar la otra a su pecho—. Pronto otro nuevo comenzará ¡No te preocupes! Te protegeré en caso de que simplemente te rindas, pero... La situación cambiará si te entrometes más ¿Bien?
“Oye, ¿No ha cambiado demasiado su personalidad?”
Mi cuerpo no ha dejado de temblar y caigo de rodillas.
—Eso es, buena chica —declara antes de que escuche sus pisadas alejarse.
—¡¿Kazy?! ¿Estás bien? —exclama Daries corriendo a abrazarme.
Solamente asiento, mientras mi cuerpo aún tiembla, pero no es por el frío.
—Espero verte en el nuevo mundo, Kazue —declara antes de desaparecer en el acto.
—¿Qué fue eso? —pregunta Reina.
Me pongo de pie, dándoles la espalda a ambos y tomando de la mano a Kazue.
—¿Kazy? —confundida por mi repentino accionar, Daries me observa.
—Paremos ya con esta tontería —musito hacia Kermar y Reina—. Ambos me agradan, pero, detener esto es una locura.
Ambos parecieron recordar la fuerza de Luke, desanimandose momentáneamente.
—¿Y? ¡Una sola persona n-
—¡No es una sola persona! —exclama realmente frustrada—. Ni siquiera era el más fuerte de ellos y nos aplastó ¿De verdad creen tener oportunidad?
Kermar se quedó callado, ni siquiera intentó responderme.
—¿Kazy? Pero si todos juntos lo intentamos sé que podemos —declara Daries intentando animarme.
—No lo entiendo, creí que eras una chica valerosa desde aquella vez en el castillo de tu padre ¿No te avergüenzas? —Me recrimina Reina.
“No saben nada”
Adrienne, madre, padre, a los tres los he perdido por ese mismo bando y estoy segura de ello, quiero luchar, pero...
Sé que es imposible, solamente moriremos en vano ¿Por qué no lo entienden? Incluso cuando creí poder hacer algo, fui humillada por Artkuz e incluso mató a Adrienne con extrema facilidad justo delante de mí.
—Kazy si lo intentamos y pensamos en algo...
—Es inútil, ¿Crees que no lo hecho? Estos ocho años que estuvimos separadas, pensé y pensé en una forma de salvarnos, pero ni siquiera fui capaz de defender a Adrienne —exclamo.
“Moriremos”
No tiene sentido seguir, ya me lo dijeron desde el principio ¿No? Para mí, es imposible derrotar al dios de la destrucción.
—Kazy...
—¡¿Quién te crees que eres?! El León que conocí... —August me levanta tomándome por la camisa—. Podrá ser arrogantes y pedante pero definitivamente no...
—Dejense de sueños estúpidos, yo sé que no son retrasados —Tomo un gran respiro—. Ni siquiera pudimos ganar a Artkuz ¿De verdad creen que tenemos oportunidad?
—E-Eso... —Reina por primera vez parece ceder a mis palabras.
Contra todo pronóstico, Kermar se acercó a mí y me golpeó con fuerza de un cabezazo.
Por la fuerza del impacto caí varios metros hacia atrás, pero no recibí daño alguno.
O bueno, no demasiado.
—¡Mientras vivas hay esperanza, estúpida! —exclama visiblemente enojado—. Si tienes tiempo de andar lloriqueando, aprovéchalo y úsalo para pensar en una solución.
Tirada en el suelo, suelto un suspiro, y me levanto, nuevamente dándoles la espalda.
“Puede que me arrepienta de esto”
—Luchemos —declaro hacia Kermar.
—¿Eh?
—El perdedor deberá obedecer al ganador —Declaro—. Supongo no hace falta decir lo que pediré.
Una vena de sobresalta en la sien de Kermar.
—¡Luego no andes llorando!
Incapaces de detenernos, el resto solamente se mantiene al margen sin decir ni una sola palabra.
Kermar se impulsa con sus piernas para venir corriendo a por mí, pero, coloco una barrera en sus pies y lo hago caer, mientras está cayendo pateó su rostro contra el suelo.
La fuerza fue tal que el suelo se partió.
—Olvide decir esto, pero nada de magia, sólo habilidades —declaro con seriedad.
—Kuh, siendo tan fuerte —declara reincorporándose y tomando una piedra.
Levanto una barrera rápidamente, pero, la roca sorpresivamente la destroza con facilidad y en el proceso logra romper mi brazo.
“¡¿Qué?!”
Chasqueo la lengua y retrocedo.
—¡Maldición! —Kermar parece haberse lastimado con el retroceso al punto de estar sufriendo—. ¿Sólo por eso vas a llorar? Entiendo porque quieres rendirte.
¿Rendirme? Desde el principio no tuve voluntad propia en sí, después de todo ¿No están todas mi acciones influenciadas por alguien?
Desde que llegué a este mundo ¿He pensado por mí? ¿Para mí? Incluso ahora lo único que me importa es proteger a Daries incluso si tengo que arriesgar mi integridad física.
—Eres una molestia —Suspiro.
“Pese a ser un zorro metamorfo ¿Lo he usado alguna vez? Creo que no”
Ya veo, si me transformo puedo ganar, piensa en algo poderoso ¿Un Kitsune tal vez? No estoy muy segura.
—O-Oye...
Mi cuerpo comenzó a convertirse en el de un zorro, pero no en el de uno común sino en uno de cinco metros de envergadura y con un total de cinco colas.
Al igual que mi pelo, el zorro es dorado.
—¿Cómo? Los zorros metamorfos tardan al menos mil años en aprender eso ¡Tramposa! —Me recrimina.
—Cállate —declara dando un zarpazo.
Su cuerpo entero se ve cubierto por una aura roja y el golpearme pese a sentir dolor al punto de sangrar no hubo más y con un simple zarpazo lo vencí.
—...Todavía no...
Al verlo intentar levantarse, con cuidado lo retuve en el piso al usar mi pata para retenerlo.
“Ah, ahora estoy desnuda”
Gracia a mi ataque de ingenio, ahora mismo he roto mi única muda de ropa que tengo a la mano.
Esto es un problema.
August me arroja su camisa, quedándose desnudo de la parte superior.
—¡Eres una verdadera cabeza hueca! —exclama August.
“No puedo responder eso”
Al volver nuevamente a mi forma semihumana, me puse se camisa que pese a estar mojada y pegada a mi cuerpo, oculta lo importante.
De hecho, llega hasta mis rodillas.
—¡Nice! —exclama August al verme.
—Si eres tan fuerte ¿Por qué?
Suelto un suspiro.
—¿Fuerte, yo? No soy más que una mosca ante los verdaderos poderosos.
Afortunadamente, nadie pareció tener objeción alguna a mi idea ahora que gané, aunque están algo desanimados.
—D-Disculpa.
Al voltear, encuentro a Sophia.
—¿Podrían escuchar un pequeño cuento?
El resto parecía estar a punto de reclamar asi que les pedí silenció, tengo la sensación de que esto será importante para nuestro futuro actuar.
No estoy del todo segura de ello, pero esto es algo que no podemos perdernos.
—Hace mucho tiempo, existía un dios muy triste.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top