Capítulo 11.-Su mundo
***
—¿De verdad podemos confiar en él? —pregunta August en casi un susurro.
—No tenemos otra opción ¿Sabes? No hay registros de que alguien haya salido de este bosque con vida —Musita Karina.
Luke suspira ante la conversación que el grupo de sus antiguos enemigos están teniendo a sus espaldas, aunque decide simplemente fingir que no es capaz de oír e ignorarlos por completo.
—¡Oye, oye!
Con gran confianza, Daries se acerca a él y jala su manga, Luke la mira sorprendido.
—¿Cómo es que puedes guiarte a través de este bosque? —pregunta Daries.
—Por la bendición del Dios de la destrucción —responde inmediatamente.
—¿En verdad ese niño es...
Luke se detuvo de golpe, haciendo una expresión complicada.
—Al menos llegó a serlo —declara el antiguo mayordomo.
Repentinamente parece habérsele ocurrido algo, aunque parece dudar, August camina detrás de Karina, escondido.
—¿Y te haces llamar hombre?
—A diferencia de ustedes yo no soy del tipo luchador —declara.
—Puede que la pérdida de memoria si que haya afectado a la niña zorro si vio algo en ti —declara Karina.
August hace un puchero y desvía la mirada aunque su enojo no le hace separarse de Karina, quién suelta un profundo suspiro.
—Más que pérdida de memoria es su cuerpo borrando todo lo que no sea Kazue —comenta Luke—. Esa será la única pista que reciban de mí ¿Entendido?
Todos asienten, aunque no de muy buena gana, Daries mueve sus orejas demostrando lo relajada que está, pese a estar prácticamente presenciando el fin del mundo.
—Pero, eso significa que la Kazy de ahora no es la misma de antes ni será la misma dentro de unos años —dice Daries algo desanimada.
—...
Luke no responde, por lo que August decide intentar consolarla a su manera o al menos lo intenta.
—Estoy seguro que encontraremos una solución y si no la hay, llevaremos esto de la mejor manera posible.
Daries, asiente con una sonrisa, Luke corresponde el gesto para sorpresa de August.
—¡Viejo! Eres muy amable ¿De verdad son la misma persona? —dice August antes de recibir un codazo de Karina.
—...
Daries lo miró fijamente, antes de que Luke respondiera.
—El tiempo lo cura todo ¿Sabes? Dos mil años son suficientes para cambiar a alguien o quizás ¿Volver a como era? —Musita con los ojos cerrados.
—Experiencia propia, supongo ¿O me equivoco? —Declara August.
—No hace falta resaltar lo obvio ¿No crees? —Responde Luke.
Con un ambiente algo tenso, Daries comienza a tararear, no es ningún ritmo en particular pero al verla, todos decidieron por unanimidad callarse.
—Por cierto ¿Cuanto tiempo más? —Pregunta Luke a Daries.
Daries solo ladea la cabeza en confusión, Luke sonríe y decide dejarla en paz, contagiando la confusión de Daries a sus compañeros.
—...¡Oh, una luz! —Exclama Daries corriendo hacia dicha luz.
—¡Oye! —August intenta atraparla pero se ve envuelto en una persecución infructuosa gracias a la velocidad de Daries.
—Estos...
Con fastidio, Karina se une a la persecución de la chica zorro, quién ajena a la situación se para delante de cierto lugar, señalandolo.
—¿Dónde es aquí? —pregunta Karina.
Están delante de una ciudad que August conoce muy bien, por lo que se queda perplejo.
—¿August? —Daries mueve frenéticamente su mano delante del susodicho.
—Este es el mundo de dónde provengo —Comenta.
—¿Eh? —Karina mira asombrada todas las estructuras tan altas.
Sin embargo, algo en la misma ciudad no se siente real, un sentimiento de incomodidad surge en August quién inmediatamente toma las manos de sus compañeras y las guía de vuelta al bosque.
—¿Qué te pasa tan de r...
Karina se calló al ver a August temblando y con los ojos hinchados.
—N-Nada —responde con voz temblorosa.
—Ya veo.
Daries miró atenta el intercambio entre August y Karina, quienes decidieron no seguir indagando en el tema.
—Exactamente ¿Qué es este bosque? —pregunta August a Luke.
—Creí decirles que no les respondería sus dudas —Comenta Luke.
August cae de rodillas, para preocupación de sus compañeras.
—...por favor...responde —suplicó August—. Ese lugar ¿Era realmente...
—¿Y qué harás con esa respuesta? —Interrumpe Luke a August.
August no respondió, se limitó a mirar al suelo sin decir nada más y Luke tampoco explicó más, sólo se ciñó a llevarles a la salida.
—¡Muchas gracias!
Tanto Daries como Karina salen de golpe y August en un ataque de pánico corre tras ellas para no quedarse a solas con quién define como un monstruo.
—Ojalá lo logren —musita antes de cerrar el portal.
August voltea al escuchar dichas palabras, aunque sabe que de volver al bosque seguramente no pueda encontrarlo.
—¿Que fecha es esta? —pregunta Karina.
Lo que vieron fue un continente realmente pacífico, muy lejano de aquél escenario post apocalíptico.
—¿No será que el muy maldito nos envió a propósito a una fecha erronea? —Declara August.
—¡Espera! A juzgar por el clima, esto es aproximadamente dos meses antes —Explica Karina.
—....¿Eh? ¡¿Qué?! —exclamaron tanto August como Daries al unísono.
Karina se masajea la sien, tratando de tener paciencia.
—¿Porqué no me tocó con la Daries rubia? Y encima viene con un inútil —dijo tras suspirar.
Los vuelve a mirar antes de suspirar y lamentarse.
—...De cierta manera esto es molesto —dice Daries.
—Eso es evidente ¡Idiota! Te estoy insultando.
—No es eso —Insiste Daries.
Daries les pidió guardar silencio, por lo que ambos acceden, antes de sentir un temblor y por reacción ocultarse tras unos arbustos en el límite del bosque.
Sin embargo, para la extrañeza de aquél particular trío, no sucedió nada y en su lugar se miraron entre sí antes de avanzar, pero, por más que caminan en los alrededores no hay nada y deciden volver frente al bosque.
—¿Qué demonios? —pregunta August.
—Um... ¿Habrá sido mi imaginación? —Daries, intrigada, mira a todas direcciones buscando el origen de aquello que causa su molestia.
—No creo que algo que sentimos todos pudo ser producto de tu imaginación —declara Karina.
Daries se mantuvo en silencio, más que extrañada que otra cosa, después de todo ¿Qué pudo haber sido aquella cosa que sintió?
Tampoco es que sea particularmente buena detectando cosas que no pueden verse con los ojos, sin embargo, ¿Qué fue aquello que sólo pudo sentir durante unos breves segundos? Quizás sea momento de retirarse.
Daries miró al resto y antes de poder pronunciar sus siguientes palabras, recordó que su hermana confiaba en ellos para detener esto.
Así que no pueden darse por vencidos por el bien de ella, de esa persona que hasta no hace mucho consideraba haber perdido para siempre y sin embargo el destino las volvió a reunir una vez más.
Pero, entonces ¿Por qué es que iba a rendirse de esa manera?
“Imperdonable” Se dijo Daries a sí misma.
No ser capaz de confiar en su hermana, la única familia que le queda ¿De verdad no lo iba a hacer?
No, definitivamente tiene que conseguir superar una dificultad tan banal.
—Pero, ¿Qué es lo que pudo ser eso? —Cuestiona August—. Fue demasiado para haber sido hecho por alguna de las criaturas yo conozco.
—Ni siquiera yo que he vivido aquí toda mi vida logro reconocer que fue eso —Responde Karina.
—....
Daries se siente impotente al no ser capaz de volver a percibir aquella amenaza latente, y al no poder hacerlo, limita la capacidad del grupo de moverse cómodamente por el área.
“¿Qué habría hecho Kazy?” Se preguntó Daries mentalmente.
—De cualquier manera no podemos estar sin movernos —comenta Karina—. Aunque tendremos que estar alertas y preparados en caso de que surja algún problema.
August asiente, mientras Daries por algún motivo no puede parar de mirar hacia el bosque, casi como si su instinto le estuviera advirtiendo de algún peligro inminente.
—¿Daries? —August la sacude por los hombros.
—No es nada, solamente estoy algo aturdida.
—¿Debemos descansar? —Sugiere August.
Daries niega con la cabeza y empieza a caminar, dejando atrás tanto a Karina como a August, quienes se escogieron de hombros ante la actitud de la chica zorro.
—Quizás sólo sea por la presión —comenta Karina.
August se rió al recordar cierto chiste, aunque Karina lo vio como un bicho raro.
—Sigamos —Dijo en seco mirando al humano.
August no dijo ninguna otra palabra y simplemente optó por seguirle el paso antes de que su impresión de él fuera peor.
Y sin embargo, mientras caminan tranquilamente, Daries, quien es la que va más adelante choca contra lo que parece ser una pared invisible.
—Duele —Dice la chica zorro sujetando su nariz.
Karina toca la pared y comienza a tantearla, en busca de una respuesta sobre lo que es.
—…
Sin embargo, tampoco tuvo muchas respuestas así que decidió seguirla y tras varias horas se percató de una sola cosa: están encerrados.
***
—¿Ya te has percatado? —pregunta el dios de la creación a la jueza.
—No sé a que te refieres —responde indiferente.
Lo que vieron fue que ante sus ojos hubo una desaparición, donde debía estar “Sophia” ahora no hay nadie, simplemente se desvaneció.
—¿Eso no significa que hemos sido engañados? —Comenta Lucifer, uno de los tantos nombre que recibió el dios de la creación en una de sus tantas vidas.
—Que tú lo hayas sido no significa que yo también —responde Anane, la jueza.
—Vaya carácter, pero entonces ¿A que viniste?
La jueza se quedó callada, no respondió ninguna de las preguntas de su hermano mayor.
—…
Luke atraviesa la puerta a paso calmado, ambos lo miran con tranquilidad, sabiendo que debido a la ausencia de su hermano han sido atrapados.
—Estos es malo ¿No? Aunque sean cuerpos temporales, no podemos defendernos —Declara Lucifer.
Sin embargo, la jueza solamente tienen la mirada fijada en Luke Howard, uno de los apóstoles de su hermano quién actualmente está desaparecido.
—¿Cuál es tu objet-
Antes de poder terminar su pregunta, Luke ya está sobre ella, ahorcandola con una sola mano.
—¿Lo viste? —dice en casi un susurro, cabizbajo y temblando de rabia—. ¡No hay manera! No eres apta para mi mundo.
—Oye, eso es cruel —Declara Lucifer con tranquilidad viendo cómo la vida escapa lentamente de la jueza—. Ciertamente su cuerpo real está en otro lado, pero es realmente doloroso morir ¿Sabes?
—Ustedes no saben lo que sentimos nosotros —Dijo Luke antes de atravesar con su brazo el pecho de Lucifer.
Una vez terminó, limpió su brazo, y suspiró de alivio.
—Es real, tiene que serlo ¡Este es mi mundo!
Miró hacia el trono y notó que está vacío, por lo que con desesperación miró hacia todos lados en busca de esa persona.
—¡MAESTRO! ¿Donde se fue?
Tenía que estar cerca de aquí, después de todo siempre están juntos ¿No?
—¡Cierto, eso es! Tuvo que haber ido a dar un paseo, ella gusta de estas cosas.
Luke repentinamente se sujeta la cabeza y miró el suelo sin saber que hacer.
—…Esto es tan desesperante —murmuró.
«DESESPERANTE. DESESPERANTE. DESESPERANTE. DESESPERANTE»
Sujeta su cabeza, antes de golpearse levemente contra el suelo.
—¿Qué estoy haciendo aquí? Ya sé, buscar a la maestra. Debería preguntarle a Mikael por ella.
«Deberías recordarlo, no volveremos con el maestro»
«¿Ya viste su estado? Ni siquiera pronuncia una sola palabra»
«Solamente moriremos como perros si seguimos a su lado»
—Proteger, proteger, debo proteger…
«Luke, entiende que nada bueno saldrá de ella o él en ese estado»
—Traidores, esos traidores, cierto, no podemos confiar en nadie ¡Le voy a proteger solo! Cierto, este mundo puede desaparece si ella así lo desea.
Los ojos de Luke se inyectaron en sangre, mientras miraba hacia el suelo.
—Después, es mi mundo ¿No? Yo soy su dueño, si, si, este es mi mundo.
Los recuerdos de Luke comenzaron a hacerse difusos.
«Si sigues así solo acabarás por destruirte, no eres tú..»
—¡Cállate! Sal de mi cabeza.
Luke se sienta en el trono, antes de que comience a escupir sangre.
—¡MIERDA! Esto no me detendrá.
Su maestra apareció de repente y le abrazó por detrás.
—Ya fue suficiente, Luke, descansa por ahora.
—…
Luke obedeció y cayó dormido, al mismo tiempo que su maestra volvía a desaparecer.
Entonces, sus antiguas memorias comenzaron a salir a flote.
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