Desde entonces, han pasado alrededor de seis meses, el idioma de aquí más que uno totalmente diferente, parece ser un español del siglo XV.

¿Quizás también hubo hablantes del latín por aquí?

En todo caso, mi nombre es Kazue y soy una híbrida, hija de un demonio de fuego y una zorro metamorfo, o eso esperarías sin embargo solamente heredé características de mi madre.

Mi apariencia es bastante linda, obviamente seré una gran belleza y eso se convertirá en un dolor en el trasero.

De cualquier manera, yo soy Kazue, la gemela menor y mi hermana es Daries, idéntica a mí con la excepción de su cabello totalmente negro azabache.

A diferencia de mí, ella es.... Molesta, no para de llorar ni tampoco de intentar caminar, ahora mismo el demonio de fuego que tenemos como padre se encuentra intentando atraparla sin hacerle ningún daño.

Contrario a lo que creí, no me tomó nada de tiempo acostumbrarme a esta nueva vida, es casi como si hubiese olvidado al antiguo yo, y eso da miedo.

¿Es el gran yo tan frágil como para desvanecerse tan fácil? Estoy más que seguro que ese tal dios tiene algo que ver, sin embargo no tengo manera de saberlo.

Después de todo ¿Cómo podría investigar algo con este cuerpo? Si intentase ingresar a la biblioteca, olvídate de eso, si quiera dar un paso por mi cuenta es tarea fácil, claro que puedo caminar pero es sorprendentemente difícil para ser verdad.

De todos modos, el trabajo del gran yo es no destacar ¡No quiero morir de nuevo por eso! Aunque será un problema por mi natural genio, seguramente atraere la atención sin importar lo que haga.

¡Que difícil es ser yo!

Sin embargo, madre prácticamente nunca sale de cama ¿Podría alguien tan patética y lamentable ser la madre de este gran yo?

Aunque, este padre idiota no parecer ser consciente de que tenemos seis meses de edad.

Sí, el mero hecho que sea un demonio me confirma que no estoy en mi mundo, hace mucho que he decidido dejar pasar las cosas que mi sentido común me dice ¡En serio, ¿Quién creería que vería seres de cuentos de hadas en su vida?!

Naturalmente para el gran yo, fue un golpe muy duro a su realidad.

Ya que este simple hecho, más bien el hecho de ver mi reflejo o a cualquiera de mi alrededor, me basta para saber que ya no estoy en la tierra.

El pasto de color rosa cubre la pradera, mientras el sol parece estar especialmente brillante el día de hoy.

A la distancia puedo observar una cordillera montañosa, más bien en la parte sur de nuestro castillo, hacia el norte nos encontramos con el pueblo y el puerto.

Sobre el sur solamente he oído que es una zona desierta, que nadie se atreve a ir y demás.

Lo bueno de ser un bebé, y de seguir siendo el gran yo, es que mi intelecto evidentemente superior me permite comprender cosas antes que nadie, además de que los mayores no se callan ante mi presencia ya que no creen que los entienda.

De cualquier manera, ser un bebé es demasiado aburrido para este gran yo, ¿Que se supone que haga con tanto tiempo libre?

Sobre mi padre, no conozco su nombre, sólo diré que parece estar sobre los treinta años, con una piel de color azul marino, una cabellera larga con una mezcla de gris y negro, sus ojos son negros mientras que su iris es dorada.

Su vestimenta consiste en una camisa café sencilla, y unos pantalones del mismo color, prácticamente siempre va descalzo.

¿Que parte de él se ve como un rey? Más bien parece incluso más aldeano que un aldeano.

Entonces, esta será la nueva vida del gran yo ¿Huh?

En cuanto a madre, digamos que es literalmente una mujer idéntica a mí y por ende igual a Daries, con un cabello blanco, ojos rojos y una piel pálida.

Todo el tiempo se encuentra postrada en cama, enferma y débil, incapaz incluso de ir al baño por su cuenta, y cada día no hace sino empeorar.

-La señora de nuevo tiene un ataque -Informa una de nuestras sirvientas, una mujer mantis.

Padre parece petrificarse durante unos momentos, antes de tomarnos entre brazos y correr de vuelta al castillo, pasando rápidamente la sala de estar y corriendo directo hacia las escaleras.

-¿Papá? -Musita Daries.

"hmph..."

Al llegar, la única escena que vemos es a madre sosteniendo su estómago, mientras las sábanas enfrente de ella están manchadas de sangre.

Por lo que he oído, es una enfermedad muy rara, y que no han encontrado cura alguna para la misma, lo que provoca es un desgaste masivo en las articulaciones, Básicamente te oxidas de golpe.

-Cariño, trajiste a las niñas -musita con una débil sonrisa, antes de volver a toser.

Una sirvienta oso rápidamente se acerca a limpiar la sangre, mientras padre se acerca a madre con Daries y yo en sus brazos.

-Todo está bien, estoy bien -responde madre con una sonrisa

Puedo verlo, como cada día sus ojos se apagan, por eso, ¿Por qué se esfuerzan? Ella, no tiene salvación ya.

No entiendo porque ella luce tan aliviada al vernos a su lado, ¿Será idiota? Es obvio que ella no está bien.

Ella morirá, entonces ¿Cómo puede sonreír así? ¿Porque no desespera?

Yo ya he muerto una vez, así que entiendo, pero.... ¿Porque no hay ni una pizca de miedo en sus ojos? No lo entiendo, no puedo comprender a esta mujer.

-¡Mamá! -Daries se abalanza sobre madre.

Madre la recibe con una sonrisa y la abraza, yo simplemente me mantengo a una distancia prudente, observandola.

-Kazue ¿No quieres venir con mamá?

"Tus manos están temblando, ¿Por qué te esfuerzas en ser fuerte?"

Es evidente que tener a Daries encima te está afectando, incluso padre está preocupado ¿No puedes verlo, madre?

-...

Naturalmente, no diré nada, sería extraño que un bebé hable a esta edad, aunque las sirvientas ya patecen tildarme de bicho raro, incluso si no contamos la situación actual.

Acto seguido, madre comienza a toser, por lo que padre rápidamente se aproxima a ella, ayudándola a recostarse.

-Lamento ser tan débil -musita con una sonrisa.

Una sonrisa débil, realmente débil.

"Patética"

Padre murmuraba unas palabras entre lágrimas mientras mi hermana de igual manera llorando a cántaros balbucea algunas palabras que no logro comprender por más que intente.

Acto seguido, padre salió con Daries entre brazos, para irla a recostar, naturalmente sólo quedamos en la habitación, madre, yo y seguramente unas sirvientas cerca de la puerta.

-Oye, Kazue... Cuida de tu hermana -musita débilmente, esbozando una sonrisa y acariciando mi mejilla.

Su mano, se siente tan fría, demasiado para ser incluso un humano, tan frágil existencia ¿Cómo no puede tener miedo? Va a morir después de todo.

-Lamento ser una madre inútil, lo siento... -Tras pronunciar esas palabras su mano bruscamente se desliza a un lado mío.

Murió, madre murió después de todo.

"..."

¿Cuidar a Daries? ¿Yo? Si en cuanto pueda me largo de aquí, no soporto estar rodeado de tantos seres inferiores.

Observo como el cuerpo de madre, lentamente se convierte en el de un zorro adulto, con el pelaje del mismo color de su cabello, un zorro con pelaje blanco y nueve colas.

"¿Podemos cambiar de forma?"

Aunque supongo que eso es lo que menos debería importarle al gran yo en estos momentos, sin embargo, no puedo sentir nada por esta mujer realmente.

Más que lastima, e intriga, después de todo, ella murió sonriendo, pese a tener tanto sufrimiento y dolor acumulado, pese a tener miedo ¿Cómo pudo irse sonriendo? No lo entiendo.

El gran yo, no puede entenderlo.

Acto seguido, padre llegó a la escena, se arrodilló delante de la cama, sujetando la mano de madre y comenzó a llorar.

"Cuando morí... ¿Habría alguien que reaccionara así por mí?"

Cómo si al gran yo le importara eso, definitivamente debo estar cansado, solamente debería de ir a dormir ahora mismo, es lo que realmente importa.

Además, no parece que padre vaya a ser capaz de reaccionar durante un rato.

Quizás yendo a la par de mis intenciones, mi cuerpo comienza a sentirse cansado y me duermo de golpe, sin embargo lo que me espera no es ningún sueño placentero.

Más bien recuerdo el momento de muerte, una y otra vez, para cuando desperté, padre ya había vestido a Daries con un vestido negro.

Obviamente, yo tengo puesto lo mismo. Actualmente estamos en el patio, enterrando a madre y todos los presentes obviamente pertenecen a la servidumbre.

Y finalmente, ví el nombre de madre y padre.

Arianne, era el nombre de mi madre y el de padre, Reigiel "El emperador de fuego".

Por lo visto, son muy queridos por el pueblo, ya que monstruos de razas muy diversas, llegan a nuestro territorio para mostrar respeto y por algún motivo, cada que venían padre nos ocultaba en nuestra habitación.

No logro entenderlo, pero supongo será parte de su cultura, es bastante raro pensar que los monstruos sean capaces de mostrar empatía o de siquiera pensar y sin embargo, lo estoy viendo ahora mismo.

Criaturas cómo zombies, golems, medusas, momias, etc, vienen de visita como una manera de mostrarse solidarios con padre.

¿Tan famosos son? Bueno, era la esposa del rey de los monstruos, supongo que siendo un rey debe de ser realmente conocido.

De cualquier manera, esto no me interesa, de ninguna forma, pero... No me importaría cuidar de una persona con mi rostro.

Tras unas horas finalmente volvimos al castillo, aunque en esta ocasión padre se encerró en su habitación, dejándonos a cargo de las criadas.

"Patético"

Las criadas comenzaron a arrullarnos para intentar dormirnos, Daries sin oponer demasiada resistencia cae dormida, yo por mi parte me mantuve despierto un poco más de tiempo.

Una vez confirme se fueron, empecé a pensar en cierta idea que ha estado fluyendo por mi mente ¿Cómo hago magia?

Supongo que el cambio de forma debe de ser magia, porque de otra manera dudo que sea posible.

Si ese es el caso ¿Cómo lo hago?

-Abra kadabra.

Extiendo mis manos hacia adelante mientras imagino una bola de fuego, lo único que provoqué fue un insignificante y fugaz chispa que así como fue creada, se extinguió.

Mientras me siento realmente decepcionado por mi desempeño, mi cuerpo pierde fuerzas y caigo en un profundo sueño.

En mi sueño, lo único que veo es a una pequeña niña, de ojos rojos y cabello negro.

"¿Hm?"

Nuestros ojos se encuentran, aquella mocosa se encuentra en lo que parece un calabozo, sus ojos han perdido la luz y se encuentra prácticamente en estado de desnutrición.

"Después de todo es un mundo similar a la edad media ¿No?"

Sin embargo, no puedo entender porque estoy viendo esto ¿Tendrá algo que ver ese estúpido dios?

No pude preguntárselo ni averiguar nada más, pues rápidamente aquella visión de desvanece hasta quedar nada.

"¿Quién era esa? ¡Tampoco es como si le importase al gran yo!"

En efecto, solamente debo preocuparme por el gran yo, de esa manera podré vivir de la forma que quiera ¡Esta vez tendré una vida plena!

Y sobre todo, me voy a asegurar de que ningún inepto atente contra mi valiosa vida ¡Imagínense lo que será de un mundo dónde el gran yo no existe! En definitiva, eso sería una tragedia.

De cualquier manera ¿Porqué mi magia fue tan débil? No lo entiendo, bueno, tampoco importa mucho.

Un genio como yo, tarde o temprano sobresaldra en cualquier disciplina.

Al despertar, lo que me encontré fue todo nuestro cuarto incendiado.

"¿Eh?"

Pero, la fuente de dicho incendio no fui yo, sino mi gemela.

"¡¿Eh?!"

¡Tienes que estar bromeando! El gran yo.... ¿Perdió contra un bebé?

Obviamente las criadas, entraron alarmadas y fueron directas a apagar el fuego mediante magia de agua.

Padre llega poco después y observa con sorpresa la escena, se acerca a Daries y la lleva a sus brazos.

-Ya veo, heredaste el talento de tu madre -Musita con una expresión de nostalgia.

Por su rostro, puedo suponer que lleva llorando un buen tiempo.

Sin embargo, lo que me preocupa es ¿Cómo pudo Daries usar magia? ¿Realmente es sólo una recién nacida? O ¿Una reencarnada como el gran yo?

Y si fuera una reencarnada ¿Sabrá que el gran yo también lo es?

To be continued...

Nos leemos la próxima semana~