Capítulo 8: Conociendo al grupo
Pocos de los Niños Elegidos sabían o conocían a Numiko, hace tiempo que ella quería conocerlos, así que Taichi los invitó a todos al parque de Odaiba para que la conocieran.
Sábado 17 de Mayo del 2003
Taichi había convencido a todos en juntarse cerca de la emblemática Torre de Tokio, especialmente para que ellos podrían conocer perfectamente a Numiko.
– Bueno, ojalá que todos estén dispuestos a conocerla, no quiero que estén incómodos al momento. Logré convencerla que ustedes son mis mayores amigos, y que son personas de confianza.
– No creo que estemos tan incómodos, ya tengo experiencia en esto de conocer las amistades de mis amigos y conocidos. —comentó Izzy.
– Lo dices tú, yo tengo que soportar una multitud de fanáticas cuando toco en mis conciertos. Hasta la banda se asusta un poco por la cantidad de chicas que hay afuera de los bastidores.
– Pero acaso eso te genera problemas con Sora?, Ya que como estás en una relación amorosa con ella, podría ponerse celosa. —preguntó Yolei al rubio.
– No es para tanto, además, confío en que él es un chico de palabra. Jamás podría ser infiel en la persona que lo quiere, cierto Yamato-kun?
– Obvio cariño, tú sabes cuándo miento o no miento. Dios que me castigue si te llego a mentir.
– De seguro tú amiga lee demasiado, cierto Taichi? —dijo Cody mientras ajustaba su mochila.
– Si, me ha contado que tiene una infinidad de libros, pero también es una buena artista, cuando pueda, te mostraré un bosquejo que ella realiza.
– Taichi, es ella? —dijo Takeru.
– Si, es ella.
– Buenas tardes Taichi-san —dijo Numiko, mientras hacía una reverencia.
– Buenas tardes Numiko, como te dije, aquí estan todos mis amigos. Ya de seguro ves caras conocidas, como mi hermana, Hikari.
– Encantado de conocerla, mi nombre es Yamato Ishida, amigo de Taichi. No problema si Tai algunas veces dice cosas sin sentido, es porque tiene más vergüenza...
– Matt, no vine aquí para que me dejes en ridículo con mi amiga —susurró.
– Hola, soy Sora Takenouchi, amiga de Taichi, y una de las personas que le conocen bien. Me alegra mucho saber que Tai tiene otras amistades, y que ojalá también estés a gusto con nosotros, porque si tienes problema, aquí te ayudamos.
– Gracias Sora, también me alegra oír que tengo un poco de ayuda.
– Me llamo Izzy, soy ehh, digamos, el cerebro de este grupo. A pesar de mi distanciamiento o que pase mucho tiempo con mis investigaciones, soy cercano hacia mis amigos y familiares, y haría todo lo posible para beneficiarlos.
– Hola, mi nombre es Mimi Tachikawa, a pesar que vivo en Nueva York, siempre Japón será mi hogar, y como ves, mis amigos como Taichi son y siempre serán importantes y bienvenidos.
Así iba cada uno de los Niños Elegidos, dando la bienvenida a la nueva amiga de Taichi, a quien, ya veía la intención sobre incluirla a este círculo social, incluso, estar listos para contarle sobre los Digimon y la gran aventura que tuvieron que vivir.
– Taichi, crees que cuando Mimi-chan y Sora terminen de conversar, juntar a todo el grupo y explicarle a Numiko sobre el Digimundo? —preguntó Izzy al castaño.
– Si, es mejor que todos lo contemos por parte, para que ella pueda entender mejor, aunque, qué prueba podríamos dar para demostrar la verdad?
– Cody ya tiene su evidencia escondida por algún lugar. —afirmó Ken
– Mejor voy con ella, para saber cómo está. —dijo Taichi, caminando hasta llegar al ventanal, donde la joven se encontraba sumida mirando la extensión del paisaje—. Hey, que te parece el lugar?
– Bastante alto, pero como no le tengo temor a las alturas, se me fue fácil subir. Vaya, si que Sora y Mimi-chan me integraron a su círculo, hasta ya siento que estoy agarrando confianza.
– Yo sabía que te llevarías bien con mis amigas, se que podrán hacer lo mejor para ti. Igual, eso es lo que hacen los amigos, no?
– Oigan todos, ya está listo lo que quiero mostrarles!, Vamos, que el programa es un poco inestable. —gritó el pelirrojo desde una mesa.
– Toma asiento, por favor.
– Se que recién nos conoces, y te parecerá extraño un par de cosas, pero ten confianza en nosotros. No quiero que te alteres o te asustes, ok?
– Ok. —asintió sin problema.
Al momento que ella asintió, Upamon salto al instante de la mochila de Cody, saltando en la mesa, con solo su voz chillona, saludó cordialmente a Numiko, quien estaba boquiabierta.
– No digas nada, solo escucha, entendido? —dijo Taichi— el es un Digimon, una criatura como nosotros, pero digital. Proviene del Digimundo. Un lugar donde nosotros luchamos y defendimos.
– Todo ocurrió el 1ro de Agosto de 1999, donde cambió el rumbo de nuestras vidas. —exclamó el pelirrojo.
– Comenzó como un simple campamento de verano, y terminó con una misión importante, algo que continúa hasta el día de hoy.
– Sufrimos perdidas, amigos muy cercanos, pero logramos salvar a cientos de miles. —dijo Hikari.
– Y aprendimos nuevas cosas, a valorar más lo que somos como seres humanos. —complentó Mimi.
– Lo que ves aquí, es prueba de ello. Por eso no debes tener miedo. Son amistosos, y hablan.
– Si!!!, No muerdo, solo tengo ganas de jugar! —exclamó con energía el pequeño Digimon, que saltaba en la mesa sin parar.
– Vaya, parece que tienen razón, es amistoso. Mientras ustedes contaban su testimonio, me acuerdo lo que pasó antes que me mudará a Tokio. Cuando vivía más al sur, el mismo verano de 1999, una cosa extraña apareció en el cielo, yo pensaba que era un efecto de luces, pero no. Era un campo florido.
– La grieta que se formó cuando vencimos a Myotismon y tuvimos que volver para derrotar a los Dark Masters. Todavía tengo memoria de ello. —dijo Yamato.
– Cada uno de los que estamos presentes, fuimos elegidos por una razón. Por eso nos llaman los "Niños Elegidos".
– Tú también lo eres, cierto Taichi-san? —preguntó la joven de ojos azules.
– Si, lo soy, a igual que todos. —muestra su Digivice, mientras que Yolei, Ken, Davis, Cody Takeru y Hikari le muestran sus D-3.
– Y por eso te lo contamos, porque sabemos que por medio de Taichi, tú eres una gran persona, muy buena y sincera, así que es por eso.
– Me gusta que tengan esa confianza conmigo, y te lo agradezco muchísimo Taichi, me has sacado una duda enorme dentro de mi cabeza.
– De nada, para eso son los amigos.
El atardecer ya caía, la junta fue todo un rotundo éxito para el grupo, aparte de disfrutar, se estaba haciendo más fuerte la confianza de ambos.
Al regresar a casa, antes de irse, solo se miraron y dijeron:
– Fuiste muy generoso al haberme explicado bien. Al contarme la verdad sobre lo que estabas viviendo.
– Si, —asintió con una sonrisa— y tengo fe que algún día también serás una niña elegida, y que tendrás tu propio Digimon y tú propio emblema.
– Muchas gracias por todo Taichi-san. Nos vemos otro día! —dijo Numiko mientras se alejaba caminando.
– Nos veremos pronto, cuídate mucho!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top