Capítulo 3: Un paseo agradable

Uno no queda simplemente con el si o las cosas básicas, cuando conoces una persona, tratas de tener la mayor confianza y conocimiento de esta, porque si logras depositar la mayor cantidad de confiabilidad, para que esa amistad sea inquebrantable. Eso era lo que Taichi quería hacer.

Sábado 1ro de Marzo del 2003

Todo ese tiempo solo pudieron comunicarse por teléfono, no tenían nada que hacer, solo hablar por largas horas sobre temas de interés propio. Aunque cuando el tiempo empezó a mejorar, sus padres empezaron a dar permiso para salir libremente. Entre también invitaciones para ir a jugar o hablar un poco.

Es por eso que para aprovechar su oportunidad, decidió invitar a Numiko a un lugar que no había visto después de tantas construcciones y edificaciones por ver.

- Mamá, por si acaso, dejé lo que me pediste encima del mueble. -respondió Taichi-. Ya me voy, que se me hace tarde.

- Tienes todo listo?

- Si, por supuesto. Tengo todo lo necesario para el paseo.

- Ok, vuelves a la hora que te dije, mañana vienen tus abuelos, asi que mejor aprovecha el momento con tu amiga.

- No te preocupes, si siempre he sido puntual. Gracias mamá, nos veremos en la tarde.

- Pásalo bien corazón. Disfruta! -dijo la madre de los hermanos Yagami, despidiendo a su hijo que recién había cruzado la puerta.

- Últimamente tu hermano ha estado más ocupado en salir con su amiga que estando aquí, bueno, de seguro le hace bien respirar algo de aire fresco y hacer nuevas amistades.

- Según yo, eso lo hace más feliz, nunca lo vi tan ansioso por un paseo pequeño, igual, me alegro por él. -respondió Kari

Mientras esperaba en la plazoleta, Izzy se le acercó para conversar, ya que casi no había tenido noticias de él desde la última batalla.

- Tai!, Por fin te veo! -exclamó Izzy.

- Perdona la inactividad, pero he estado con muchos planes, y muy importantes, ni siquiera me he podido organizar bien.

- ¿Cómo que cosas?

- Es impresionante, por fin conocí a alguien, es una chica. Su nombre es Numiko, ha leído un centenar de libros, algunos conocidos para mí.

- Una persona de cultura diría yo por lo que me cuentas, aunque según tú, cómo es ella?

- Si supieras, es realmente lista, igual humilde y modesta, aunque también es un poco tímida con todo esto, aunque creo que ya está agarrando confianza. -dijo Taichi- Pocas son las veces en que hemos salido, pero no la culpo, porque hubo un tiempo en que ella no podía llamar o comunicarse conmigo ya que estaba tan ocupada que se olvidaba. Pero bueno, últimamente ha tenido tiempo para conversar, y así fijamos esta pequeña salida.

- Vaya, si que eres afortunado. Deberías presentarla en el grupo, para que la conozcamos. Así podremos ayudarte para que tu amistad te dure y evites cometer demasiados errores.

- Gracias Izzy, se que puedo confiar en ti.

- De nada Tai, además, ya te debía un favor; si me disculpas, tengo que ir a casa, Tentomon de seguro ya tendrá los resultados de la prueba.

- Ok, trataré de estar más conectado!

Sentado en la banca de la vereda, el castaño miraba pensante al cielo, en cómo podría mejorar y hacer más ligeras las cosas para Numiko y él, así evitando cualquier malentendido que podría figurar un tropiezo en su amistad.

Hasta que después de un rato, entre los peatones, la silueta de una chica caminando le resultó familiar, quien para su fortuna, era ella.

- Hola de nuevo. -saludó Numiko con un gesto.

- Hola a ti también. -respondió Taichi cordialmente.

- Y bueno, cómo has estado?

- Como siempre, ocupado o jugando en la nueva computadora de mi papá. Aunque tengo mi espacio para no interferir con su trabajo.

- Yo en mi caso, he estado reorganizando mis libreros, para colocar mis nuevos libros que recibí. -dijo Numiko- Igual te quería pedir disculpas por no estar tan pendiente, estaba tan ocupada que no tenía tiempo para llamar o enviar un mensaje de texto.

- Bueno, igual pensaba que no querías hablarme porque no te generaba demasiada confianza, -explicó Taichi- pero da igual, entiendo que estabas ocupada.

- Gracias por entender amigo.

Las pocas veces en que se habían visto, ambos dejaban de tener una cierta desconfianza uno al otro, y lentamente iban yendo a una parte cercana sin sentir ese miedo.

- Te acuerdas de una conversación que tuvimos, que según decías, extrañabas ver un lugar verde y lleno de vida?

- Todavía me acuerdo, y sigo añorando ver algo así, no tan diariamente como el parque en Shinjuku.

- Pues, mira quien se consiguió pases para el jardín del Palacio Imperial!

- Realmente te pasaste!, Pero, cómo te pudiste conseguir esos pases?

- Tengo mis contactos. -dijo el castaño, solo asintiendo con una sonrisa.

Al llegar, Numiko se quedó fascinada por lo que podía ver con sus propios ojos, algo tan hermoso e inusual que no podía verlo desde su ventana o cuando pasaba por la calle. Sintió una tranquilidad que le presentaba tal añorado paisaje.

- Si, pensaba que te agradaría estar aquí, para salir de lo cotidiano de ver siempre el parque, los mismos árboles, por lo general, la rutina.

- Te agradezco mucho que estés así de atento, sé que no es necesario hacerlo, pero, gracias de todos modos.

- De nada, además, igual quería pasear con alguien después de un largo tiempo.

- Jamás había visto gran variedad de colores vivos en los árboles, realmente es bello tener todo esto alrededor. -exclamó la chica, que no podía dejar de mirar el maravilloso paisaje que la rodeaba.

Regresando a casa, ambos jóvenes iban hablando de lo que les era familiar, dando así, algunos temas para conversar y compartir.

- Fue una buena tarde, gracias por todo Taichi-san. -dijo la chica de ojos azules, mientras abría la puerta de su departamento.

- De nada, hasta la próxima! -respondió Taichi, yéndose hacia su hogar también.

Devuelta en casa, solo se recostó en su cama, pensando que por fin, algo surgía un cambio importante para él y su alrededor, y que no podía desperdiciar tal importante amistad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top