Siempre Tú

Normal's pov
Solemnidad y fidelidad dos palabras que define el acto arcaico del matrimonio. Kacchan lo sabe desde la más tierna infancia y se prometió a sí mismo que le sería fiel a Izuku Midoriya desde el primer minuto que esté lo perdonó. Han pasado más de diez años desde que el esmeralda le dió una última oportunidad y el rubio juró que no lo  defraudaría. Con tropezones ambos hombres lograron construir una relación donde la confianza impera. Tal vez hasta cierto punto ciega a uno de ellos. Con palabras de amor y acciones el cruel y triste pasado ha quedado en el olvido. Por eso no fue sorpresa cuando el ojirubí le pidió matrimonio al pecoso y este aceptara, ambos se habían perdonado y sabían que esta vez estarían juntos para siempre.












Que lástima que uno de ellos no tomara en serio la fidelidad cómo el otro lo hacía.









Katsuki pasó por muchas cosas para llegar a ser el hombre respetable que la sociedad veía en él, sin duda nadie sospecha que atrás de ese hombre pulcro de traje hubo alguna vez un delincuente juvenil obsesionado con el que será su esposo. Ni tampoco le importa ser indiferente a las fantasías de hombre y mujeres siempre cuando Izuku Midoriya lo ame.
Por eso no ha notado los constantes rechazos del pecoso a salir a comer o pasar por él al trabajo, cuando llama a su celular éste no contesta o cuando tienen una cita con la organizadora de la boda. Pero al mayor no le importa, ya que al final del día el esmeralda está en el departamento. Esperando por él para dar rienda suelta a sus libidos.


















Hoy era uno de esos días. El rubio y el esmeralda irían a escoger los aperitivos para la boda, estaban a menos de dos semanas para casarse pero el esmeralda le canceló en el último minuto.
"Tengo trabajo" le había dicho él, con un poco menos de entusiasmo acepto la propuesta de sus asistente a acompañarlo, después de que este le insistiera incontables veces, Ambos hombres fueron a escoger los aperitivos.

- Su prometido debe de ser alguien muy ocupado-  le dijo el pelirrojo, el rubio sólo
asistía a lo que le decía, no por ser grosero simplemente él habría querido pasar por este proceso con su amado pecoso, pero debía de entender que el menor estaba trabajando.
- Sólo quiere tener un mejor puesto en su trabajo, asi que lo entiendo, además ya tendremos tiempo para nosotros- le contesto el rubio, el dientes afilados le sonrió para mirar a otro lado. " va a ser más difícil de lo que pensé" pensó el pelirrojo.
- Si claro, pero esto es importante para ustedes, digo yo nunca dejaría a mi prometido por ahí y menos en una ocasión tan especial como esta.- le espetó el menor
- Te estás tomando atribuciones que no te corresponden, Kirishima- le advirtió el rubio. El pelirrojo al ver que lo estaba molestando decidió pedir disculpas y bajar la cabeza, avergonzado.
Al final escogieron los aperitivos favoritos de Izuku, a petición del ojirubí. Quería darle gusto a su futuro esposo a cómo diera lugar. El pelirrojo solamente veía cómo el posible amor de su vida se desvivía por otro pero tenía un plan, un plan que lo haría conseguir a ese hombre a como diera lugar.



















En otra parte de la ciudad, más específicamente en una oficina, un esmeralda cabalgaba a un bicolor sin piedad. Ambos amantes se encontraban en su labor diaria de darse placer mutuamente, aunque uno de ellos desea tener más que sólo sexo de su compañero. Quería pertenecerle por completo y no sólo de forma física, no sólo retazos de si mismo quería su corazón, su mente y su alma. Pero sabía que el esmeralda no estaba dispuesto a entregarse por completo a él, aún no.
- Oh ah, Shoto eres tan grande- gemía descaradamente un pecoso mientras sentía cómo era partido en dos por el mayor, este igual gemía para llenar al menor con su poderoso miembro. Hace mucho habían de dejado de usar el condón, ahora tenían una mezcla de su semen, sudor y saliva todo en la entrada del menor. Una combinación perfecta, desde lo más profundo de sus sistemas.
Estuvieron dándose deseo por mucho tiempo hasta al anochecer. Cuando los últimos rayos del sol murieron para dar paso a las estrella brillantes del firmamento. Izuku fue el primero en ponerse sus ropas, con tal delicadeza que dejó más embrujado al bicolor, quién lo miraba cómo su más adorado tesoro.
- Me parece que hoy nos excedimos, Shoto- kun, pero no importa mientras tengamos aún tiempo - decía Izuku mientras se inclinaba para besar al mayor. Este le correspondió de inmediato. Pensamientos contradictorios cruzan por su cabeza, sabe que quiere estar con Izuku el resto de su vida, pero no quiere ser el amante. Él quiere ser el hombre con el que el pecoso pase sus últimos días. Antes de que el esmeralda salga de la oficina, el bicolor lo toma de la mano.
- No te cases- listo, lo había dicho. Lo que tanto habia estado guardando dentro de su corazón al fin salía a la luz. El más pequeño sólo lo miro con ojos desorbitados.
- ¿ Que ? - incrédulo el pecoso respondió mientras sentía una corriente eléctrica recorrer por su espina dorsal.
- Que no te cases con Bakugou, Ya sabes que lo tenemos es más fuerte que tu y que yo- Con fuerza jala al peliverde hacia a él. Para abrazarlo y rozar sus labios con el blanquecino cuello. - Tú y yo podemos ser felices, Izuku- dice el mayor con  dolor en sus palabras.
Izuku sintió que sus piernas se debilitaron. Claro que lo sabía. Él  creía que lo había superado, pero no. Al haber sido abandonado por el bicolor, el pecoso se sintió tan perdido y desperado  que tuvo que volver a los brazos del rubio. La imagen del rubio surco su mente. Él, Bakugou Katsuki le había dado el amor que el bicolor no le dio en esos diez años. Por eso sabía que no podía dejarlo. No después de que el rubio había cambiando todo de él para gustarle al pecoso.

- No puedes hacerme esto, Todoroki-kun, Kacchan no se merece lo que le estoy haciendo. Él es un buen hombre y me ama, por eso me casaré con él-contesto el pecoso, para convencerse a si mismo.
- ¿ Lo amas ? -  preguntó el bicolor, mirándolo directamente a los ojos. Quería escuchar una respuesta, una simple respuesta para saber si valía la pena luchar.
El peliverde lo miró unos segundos, después incapaz de sostenerle la mirada, voltea hacia un costado.
- Estas siendo muy injusto, Todoroki-Kun- Contesta el menor, con la voz quebrada debido a las lágrimas asomándose por sus bellos ojos esmeraldas.
- Contéstame, Izuku, dime ¿ que sientes por él o por mi ? -le espetó el bicolor- Porque lo que hemos estado haciendo ha sido fantástico, pero no puedo soportar la idea de que vuelvas a ver a Bakugou, la sola idea de que él te toque me vuelve loco- continua el heterocromico, mientras sarandeaba al esmeralda en un intento desesperado para obtener una respuesta.
- Me importa ser amado, quiero ser amado- Contestó el pecoso, sabía que era egoísta, que era la persona más vil de todas, pero quería tener a los dos hombres para él. Le alimentaba el ego saber que había dos hombres capaces de hacer lo que sea por él, incluso de hasta matarse si él se los pedía. Pero sabía que en dos semanas todo acabaría y uniría su vida a Kacchan a quien obviamente no amaba pero le tenía cariño suficiente como para querer pasar el resto de su vida con él. El bicolor se desencajó. ¿ Que le había pasado a ese ser tan puro e inocente ? porque el ente que estaba frente a él no era su amado Izuku, no  este era un ser vanidoso y obsesionado con ser amado. Pero ha sabiendas que esta persona  era completamente diferente a su amado Izuku, aún lo quería para él. Se había vuelto esclavo de su amor o más bien migajas de cariño y de lastima que tratándose su orgullo se arrodillo ante él, para suplicarle que no lo dejara.
- Olvida lo que dijé- Habló el mayor, mientras besaba la entrepierna del esmeralda, sobre su pantalón- Olvida lo que dije, mi amor- decía el bicolor, para después abrirle el cierre con sus dientes y empezar a repartir besos sobre su ya húmedo bóxer del menor- tomaré todo lo que estés dispuesto a darme- sabía que se estaba humillando, pero la simple idea de perderle lo hacía débil, lo hacía querer matarse.
- Oh, Todo mm- gemia el esmeralda al sentir el mayor engullir su miembro es su cálida boca - Oh Sho-Chan- desperado tomó al bicolor por las mejillas para traerlo a su boca- Siempre seras tú el que este en mi corazón  - Gemía el menor para sentir los cálidos dedos del mayor en su estrada.

























Así habían sellado su pacto ambos amantes. Con dolor en sus corazones habian aceptado sus destinos. Uno condenandose a un matrimonio sin amor y el otro esperando en las sombras, el día en el dejará de ser el amante y finalmente el pecoso lo escogiera por sobre su prometido.


































- Aún tengo trabajo por hacer, no me esperes despierto- decía el mensaje que el mayor acababa de recibir  pasaban  más de once p.m. y el menor aún no regresaba a casa. El rubio solo esperaba sentado en el sillón de la sala, cual esposa engañada.
- Sé que vendrás a mi Izuku, siempre lo haces- Su voz resuena en la penumbra del apartamento. De pronto una risa rompe el silencio  de la oscuridad.
- Creo que te engaña jaja- una voz infantil se escucha en su cabeza, una voz que no había oído en mucho tiempo.
- Cállate- dijo con voz baja el ojos Rubí
- Si te engaña y lo sabes bien- la voz de niño se escucha cada vez más cerca,
- Izuku, jamás lo haría, él nunca ...- No terminó de contestar ya que vio en el espejo frente a él su reflejo. Sólo que no era él del todo, era su yo más joven
- Lo hizo una vez, lo puede volver hacer- Canturreo el niño- Vamos, sabes donde esta, podemos ir a darles una sorpresa ah y no olvides el cuchillo, te acuerdas de él,  ¿ verdad ? - cantaba el menor con una dulce e inocente voz.
El mayor no se había dado cuenta pero tenía en sus manos las llaves del auto y un cuchillo que le estaba cortando la mano derecha. Líneas de sangre escarlata bajaban por el filo directo a la alfombra blanca que Izuku había escogido el verano pasado. Sin decir una palabra más, salió del departamento con dirección al trabajo del esmeralda seguido del pequeño niño rubio que daba saltitos de alegría.
















Hola¿  hay alguien ahí?  Bueno, he aquí una nueva actualización de este fic. Se me cae la cara de vergüenza porque me convertí en lo que juré destruir : una escritora que nunca actualiza. En fin muchas gracias a todas las personas que han leído este fic desde el 2019 creo, le quiero decir que prometo estar más activa ya que como he dicho en capítulos anteriores  ya tengo toda la historia planeada solo falta escribirla. También ¿ que les pareció en el nuevo capítulo? ¿Como ven a los tórtolos? me encanta la idea de que Izuku sea un hijo de la fregada pero tiene su corazón y me encantaría  continuar y desarrollar más esa personalidad de él. Por otra parte vemos a un Todoroki muy hambriento de cariño por sus traumas de la niñez que aún no abordo por completo, tal vez en otro fic ya que tengo varias ideas especialmente Endehawks pero de escribiré escribiré. Por otro lado el viejo Kacchan está resurgiendo, será que atrape a los puercos en el siguiente capitulo ?

Así que dejen sus estrellitas y comentarios que me ayudan y me animan a seguir escribiendo.


So, see you later

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