Normal's  pov
Era inevitable, el aroma y aspecto de las Sakuras en flor recordaba al el destino de los amores de juventud: bellos y efímeros.
" Para que entiendan el vacío de la eventualidad " había  escuchado una vez un joven Izuku  Midoriya durante sus muchas tardes que pasaba en el parque Mori, el cual se encontraba  muy cerca de su casa. El peliverde  no había  entendido la magnitud  del significado  de esas palabras hasta bien entrado en su adultez, cuando tuvo que hacer caso a su sensatez por encima de todo.

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Izuku Midoriya puede decir que la vida le sonríe, es inteligente, tiene  un buen trabajo en unas de las empresas  más fructíferas del país , tiene salud, tiene a un novio que daría todo por él y por supuesto se sabe bello. Saben que lo malo de decirle a alguien que es bonito todo el tiempo es que esta persona termina por creérselo, ese fue el caso de Izuku  Midoriya, él cual comprendió  que el ser humano daría lo que fuera por un bonito rostro, él  lo sabe, Kacchan haría  lo fuera por él con tal de tenerlo a su lado.
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Tiene a Bakugou Katsuki, contandor general de la compañía automotriz "Iida",  comiendo de la Palma de su mano.
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En el mundo de Izuku Midoriya, todo parece ir como viento en popa, Su ahora prometido le pidió matrimonio  en una de las fiestas más caras y exclusivas  del país. La pareja se condea entre las gentes más finas, esas con veinte apellidos y con más máscaras que el festival de Venecia, era obvio  que alguno de ellos cayera en ese círculo de vanidades donde él que paga más es él que manda, el otro sin embargo, ciego de amor ( u obsesión cómo quieran llamrle) no hacia más  que llenarlo de obsequios, de miradas y palabras de amor.

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-¿ qué nos hemos hecho?-

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Sacándole  partido a su belleza física, el pecoso  entró  a trabajar en el área de ventas de la compañía  Hawk. Oh cómo funciona el destino! , de haber sabido o de haber puesto más  atención  a la firma que aparece en sus cheques, se habría dado cuenta que trabaja en la misma empresa  propiedad del padrastro de Shouto Todoroki, Uingu Hokusu, llamado así en la práctica pero un Todoroki  en la intimidad para sus más  allegados. Por supuesto  que es cuestión de tiempo y un poco de gracia de la diosa del destino para que se encuentren estos dos viejos amantes. Como dos engranajes que se encuentran y ajustan para hacer funcionar un viejo reloj.

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Su día  comenzó  cómo muchos otros, después del ritual del amor al Alba, el pecoso se metió  a bañar primero ya que tenía  que limpiarse  el rastro de amor y deseo de su prometido, ese que baja por entre sus muslos, lo hace sólo, por que sí  hiciera caso a su lujuriosa pareja no terminaría nunca. Al salir de la ducha el esmeralda  admira al hombre acostado en su lecho, el que ha sido testigo  de las más pruebas de amor y pasión  en los últimos 10 años. El hermoso joven se inclina para acariciarle  las mejillas al hombre con el que pasará  el resto de su vida, sería  mentira decir que no lo ama, por que sí,  si lo ama de una manera que no cabe la razón  que tuvo que dejar de demostrarlo porque si demostrara lo mucho que lo ama se moriría. Despacito y sin hacer mucho ruido recorre sus bronceadas mejillas para posarse en su cabello color paja y antes de que retirará  su pálida  mano, esta fue sujeta por la más  gruesa, jalandolo  para ponerlo abajo de él.
- Buenos días, amor ¿ ya terminaste  de ducharte? - pregunta el mayor con voz ronca mientras besa el cuello blanco del menor.
- Ya cariño ahh, no espera tengo que ahh ir ahh- no termino de hablar ya que el mayor había insertado un dedo en su interior  mientras que con la otra mano le hacía un trabajo manual.
- Sabes que puedes renunciar, Yo puedo dártelo todo, no hay nada que no daría, Izuku,- le contesta para besar los labios rubis del esmeralda.
- No en serio Kacchan, en serio debo ir a trabajar-
-Bueno- contesta el mayor para alejarse del cuerpo que lo vuelve loco- pero cuando regreses lo haremos hasta el amanecer.- había  dicho el rubio para dirigirse al lujoso baño.
La mañana continuó  sin más preámbulos. Kacchan lo fue a dejar al trabajo cómo  siempre pero después del beso de despedida rutinario, el rubio le comunicó que no podría recogerlo al final del día, ¿la razón? llevaría a Tanpopo al veterinario. Izuku  aceptó sin chistar para después bajarse del coche. El peliverde no quería decirle a Kacchan que su pobre pajarito se estaba muriendo, era normal después de todo, pero no quería  romperle  esa esperanza a su futuro marido. Aquella mañana, no recordó  siquiera haber pensado en el  fantasma de su pasado, aquel que se presentó mientras hacía el amor con su prometido. Al igual que No  hubo rastro de él en los últimos 9 años.

Al entrar al edificio, todos voltearon a verlo, como siempre pensó  el esmeralda, sabía  que todos lo admiraban, se dirigió  al departamento  de ventas, donde el era el supervisor, para comenzar un nuevo día. Al llegar notó  a todos atareados, el pecoso  preguntó la razón.
- Va a venir el hijastro del jefe- le contesto  una de sus asistentes, la noticia pasó  desapercibida por bello joven, después de todo, Las malas lenguas, todas en realidad , sabían cómo  alguien  tan joven cómo el jefe había  conseguido ser dueño y señor de esta compañía. Fue un amante, que escaló  pociones hasta derrocar a la esposa. Izuku no sabía  los nombres de esposo y ni tampoco  de la ex, es más  ni siquiera conocía  al jefe, solo había escuchado su nombre un par de veces, ni siquiera en las juntas lo veía, pues tenía  un apoderado. Ya que el jefe se la pasaba viajando y comprando por Europa con su marido. Hasta la semana pasada, cuando descubrió que su apoderado  le había  estado robando.
Millones al parecer, esa era la razón  por la que el hijastro  hacía acto de presencia, cómo  haya sido, Izuku  Midoriya continúo trabajando hasta las dos de la tarde cuando todos los empleados  le habían comunicado que el nuevo apoderado estaba en la empresa. Dejó  su trabajo y se dirigió al auditorio de la compañía, al ser jefe de su departamento tenía  que ir. Al llegar ahí,  vio un mar de gente de diferentes áreas desde administración  hasta a los conserjes. Después de un pequeño discurso dado por el consejo de bienvenida, le siguieron  los aplausos. Midoriya Izuku no estaba poniendo atención, pensaba en Kacchan y en su pajarito, pensaba en lo mucho que se entristeceria  con la muerte de este. Sin embargo todo lo que representaba Kacchan en ese momento dejó de existir, escuchó  el nombre de un  fantasma.
-Nuestro nuevo jefe Shouto Todoroki - aplausos ensordecedores retumbaron  en el salón. Ahí  parado en la tarima, estaba el amor de su juventud, aquel que tuvo que sepultar para que no siguiera sufriendo, aquel que lo hizo sentir tanto placer carnal cómo ningún  otro. Estaba en frente y a su lado estaba su prometido Tenya Iida. Izuku Midoriya recordaría  este momento para siempre, incluso cuando su mente divage  en sus últimos años.

-Shouto-

Hola a todos !
Se que he estado desaparecida pero quiero que sepan que actualizare más seguido. Les informo  que estamos en la recta final del fic.  Izuku  además se hizo alguien  interesante a mis ojos, en 10 años la gente cambia. Ahora que ya sabe que se volverán a ver pero ¿ serán  almas gemelas ? .
Gracias a sus comentarios y estrellitas, leí  cada uno de ellos.

No olviden dejar sus comentarios ya que me ayudan a mejorar. cómo  pueden notar las primeras líneas de este capítulo están basados en la novela  El amor en tiempos del cólera.

So see  you  soon.